He crecido con el poder, me he moldeado con él. "El miedo de los demás será tu armadura", eso es lo que siempre me ha dicho mi padre desde que tengo uso de razón. "Somos la estirpe perfecta, somos sinónimos de dioses, el universo nos dio la fuerza y con la fuerza nuestra voluntad crece".
En todos los libros que relatan la historia de mi familia, solo he encontrado lo mismo; "el gran dictador, el conquistador, el gobernante, el legendario" cada uno de mis antepasados ha dado un paso más que el anterior y por ende, yo tengo que hacer lo mismo.
Mi padre; el Rey Cold, ha avanzado más que todos los que estuvieron antes que él. Cientos de mundos han bajado su cabeza y se han postrado ante su nombre.
Muchos años antes de que yo naciera, mi padre fundo la organización de Interplanetaria de Comercio, un titulo humilde para su verdadero significado. El expandir el poder de la familia a través de la galaxia.
En este vasto universo, existen millones de razas, desde los seres que se arrastran en su propio cuerpo, hasta aquellos que logran devastar mundos. Pero de entre todos ellos, mi raza es la más conocida y a la vez temida.
Conocidos como "Los demonios del Frio" hemos existido desde que el universo era joven, Nuestro planeta era una pesadilla para cualquier raza. Temperaturas miles de grados bajo cero, vientos que podrían arrasar mundos débiles y una vegetación que rozaba lo nulo. Para muchas especies estas condiciones serian impensables para la vida, pero aun así; Por algún nuestra raza logro acostumbrarse.
Somos una estirpe de guerreros, los débiles nunca pasan del año en este planeta, mientras que los fuertes obedecen a un líder que es elegido por una competencia donde los guerreros eran puestos a pelear unos contra otros hasta que solo hubiera un vencedor.
Aunque no lo parezca, nuestra raza no era únicamente de barbaros. Había científicos e investigadores que buscaban la forma de cómo lograr hacer que las condiciones del planeta fueran más aceptables. Y cierto dio, hace cientos de lunas, lograron algo impensable para nosotros.
Una nave cayó a nuestro planeta, en ella había una especie de ser que nunca nadie de nuestra raza había imaginado. Según cuentan, llevaba una especie de traje que evitaba que el clima lo abatiera, era pequeño y muy asustadizo.
Los que lo encontraron lo llevaron con el rey de ese momento, quien al verlo sintió curiosidad. La tecnología de aquel traje, la tecnología de aquella nave, ambas eran miles de años superiores a la existente en el planeta, por lo que sabía que esta era una gran oportunidad para avanzar.
Aquel ser se veía pequeño e insignificante, en sus ojos se notaba que el alma de guerrero no existía en el.
Con mucha dificultad, aquel ser logro darse a entender, ya que hablaba un idioma desconocido para nuestra especie. El lenguaje en el que hablaba, era el más conocido al nivel de los mundos superiores, aquellos planetas que ya habían logrado comunicarse con otros y que fue enseñado a nuestro rey en menos de 1 año.
Aquel ser era un Tsufurujin, una de las especies más adelantadas tecnológicamente. Este se hizo amigo del rey por lo que la relación entre nuestra especie y los Tsufurujin se hizo estrecha, y en cuestión de años, mas y mas Tsufurujin llegarían a nuestro planeta y nos ayudarían a mejorar nuestra tecnología, por lo que nuestra raza ya no solo dependía de nuestra fuerza, sino también de nuestras relaciones y de los prósperos conocimientos que iba aprendiendo.
Décadas después, del viaje de aquel primer Tsufurujin, El rey se entero de que este había muerto. Aparentemente el ciclo de vida de aquella especie era muy inferior a la nuestra, que podía vivir hasta 3 veces lo que ellos Vivian.
Este hecho hizo pensar al rey, le hizo ver que su raza era mucho más poderosa, aquellos seres desarrollaron sus conocimientos debido a que nacieron en un mejor ambiente, ellos no. No era justo que una raza tan débil tuviera el control de tantos recursos, no era justo que una raza tan débil pudiera comunicarse con otros mundos y viajar a cientos de planetas mientras ellos estaban presos en su mundo de pesadillas. Pero las pesadillas forman guerreros.
El rey exigió a los Tsufurujin que los trasladaran a otro mundo con mejores condiciones, a un lugar donde pudieran desarrollar sus habilidades, y a cambio, ellos serian la mano de obra de la raza.
Los Tsufurujin aceptaron, poco a poco fueron trasladando a la gente de aquel planeta tan desagradable hasta un mundo abandonado, donde las condiciones de vida eran mucho más aceptables. En aquel nuevo mundo, gracias a la tecnología que los Tsufurujin les brindaron, pudieron mejorar y desarrollarse de una mejor manera, ya no tenían la necesidad de ser guerreros, por lo cual poco a poco los nuevos miembros de la raza fueron haciéndose más numerosos pero por consecuencia, más débiles.
Excepto el rey, cuyos hijos eran entrenados desde su nacimiento para poder cumplir el plan que este tenía a futuro.
La dominación de la energía es algo que muchas razas conocen, pero nuestra raza como mencione anteriormente era mucho más poderosa que las otras, pero el rey, el rey debía ser por excelencia el mejor guerrero de todos y en aquel nuevo mundo, descubrió que su poder crecía a un mas, ya los factores naturales no lo limitaban, por lo cual ya no se consideraba como un rey, ahora era algo mas, para él, ahora era un Dios.
