Todo comenzó cierta tarde cuando se dispuso a caminar tranquilamente por un hermoso valle que había descubierto hace poco. Los árboles se irguieron a su lado cuales gigantes poderosos fueran, las hojas bailaban con alegría mientras se deslizaban suavemente hacia el suelo al mismo tiempo en que los rojizos rayos del sol se despedían a su izquierda. Sí, el lugar era bello y llamaba al recogimiento dentro de sus dominios.
Así, con ese sentimiento recorrió el lugar, mientras su cuerpo se bañaba de la dulzura del paraje, la tranquila brisa, el alegre canto de las aves al atardecer y un ensordecedor grito que por poco le hace perder el equilibrio
"¡Mewtwo!"
El paseante se volteó rápidamente al escuchar como una voz aguda clamaba su nombre con ahínco, descubriendo así que se trataba de un pikachu, quien se aproximaba a toda carrera hacia el clon de Mew.
"¡No puedo creerlo!", exclamó con éxtasis al llegar, aun tratando de recuperar el aliento. "¡Mewtwo, tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado? ¿Qué has estado haciendo? ¡¿Qué ha sido de tu vida?!"
Pero el pokémon más grande simplemente se tomó varios segundos para observar con atención al pequeño ratón eléctrico, quien aun con la respiración entrecortada, esperaba una respuesta con una sonrisa que poco a poco fue desapareciendo de su rostro.
"No me digas que no te acuerdas de mi", dijo con cierta decepción en sus palabras, pero una vez más, el blanquecino no respondió. "¿Pero qué te pasa? ¿Hola? ¿No me recuerdas? ¡¿Cómo es posible que te hayas olvidado de mi?!"
"Por favor", se animó a hablar por primera vez el paseante, "mantén la calma, pequeño. Lo siento mucho, pero me temo que me confundes con algún otro pokémon."
Esta vez, fue el pikachu quien no articuló palabra, al observar casi con horror a su interlocutor.
"M-Mewtwo...", susurró. "¿Q-qué te pasó?"
"¿Disculpa?"
"¿P-por qué tienes esa voz? Q-qué...qué...", retrocedió varios pasos.
"Insisto, pequeño, pero me has confundido con otro pokémon."
"¡¿Cómo voy a confundirte si no hay otro como tú en todo el planeta!", alzó la voz la rata eléctrica. "¿Cuántos Mewtwo existen, eh? ¡Sólo tú!", y lo apuntó.
"..."
"Oye, lo siento. Yo te tengo mucho respeto y aprecio, pero...¡¿qué te pasó?! ¿Por qué tienes esa voz? Tú... tú hablabas de otra forma, tú...tú me recordarías, recordarías a los demás, nuestro hogar, Isla Nueva...¡incluso a Giovanni!"
"..."
"Yo...¿qué te pasó?", volvió a preguntar, con un tono de voz cada vez más desesperado.
"Lo siento", cerró los ojos el pokémon mas grande. "No sé de qué me hablas, no se quienes son los demás ni mucho menos alguien llamado Giovanni"
Esto último descolocó por completo al roedor, para quien la situación se había convertido en un relato de horror. Está bien, se dijo, podía aceptar que Mewtwo hubiese olvidado a alguno de sus compañeros clones, que ya no se mantuviera en su memoria el recuerdo de lo sucedido en Isla Nueva...pero ¿olvidar a Giovanni?
Pikachu sabía cuánto odio existía contra ese ser humano, como el clon de Mew no podía soportar la idea de su mísera mención. Cómo había sufrido a costa de su avaricia. Sabía todo eso, pero no entendía cómo, en qué momento, su creador había dejado todo eso perdido en la memoria.
Y había un detalle más. Su voz.
Si bien jamás había escuchado su voz física, Mewtwo se había comunicado siempre de una forma grave y profunda, mas lo que había oído hoy, era un tono claramente femenino. ¿Cómo había sucedido eso?
Alzó la vista hacia el pokémon más grande, tratando de pensar con lógica toda esta nueva situación, mas ninguna de sus ideas parecía tener el suficiente sentido como para explicar el cambio tan radical en la criatura que pretendió alguna vez, dominar al mundo. No existía otro Mewtwo, por lo tanto, no podía haberlo confundido. No como cierta vez en que creyó reencontrarse con su amigo Meowth, saltando sobre él para descubrir que era un felino común y corriente que tras unos segundos, intentó atacar de regreso para hacerlo su presa.
No, en esta situación no había posibilidad alguna de fallo. No podía confundir a Mewtwo, eso era simplemente imposible.
"Mewtwo...¿por qué me olvidaste?", preguntó con tristeza.
"No puedo olvidar a alguien a quien no conozco"
"Pero...¿pero por qué dices eso? ¿Acaso olvidaste todo? ¿Tus orígenes? ¿El Equipo Rocket? ¿Todo?"
"No", se retiró un poco cerrando los ojos y volteando para luego enfocar su vista en un punto lejano. "Nunca podré olvidar mis orígenes y como se desarrolló mi vida desde entonces, mas todo aquello que me mencionas...simplemente no lo conozco. No sé de qué pasado me estás hablando, pero sé bien que aquí hay un malentendido ilógico, ya que como bien dices, no existe otro como yo."
"Entonces..."
"Lo siento, pero no te conozco. Ni a ti, ni a Isla Nueva, ni mucho menos a ese hombre llamado Giovanni."
"..."
"Ahora, si me lo permites...", caminó"...continuaré con mi paseo, ya que planeo descansar esta noche y continuar mi viaje mañana."
Y se alejó tranquilamente entre los árboles. Pikachu se quedó en el mismo lugar, sin comprender como era esto posible y con una gran tristeza en su corazón al creer que había sido olvidado por su creador. Mas algo le decía que el pokémon que acababa de ver, no era el mismo con el que había convivido en el Monte Quena. Pero entonces...¿quién era? Y más importante, ¿qué había sucedido con Mewtwo?
Entonces, sin pensarlo por más tiempo, se animó a seguir al forastero, en busca de respuestas y de la lógica de éstas.
Mewtwo, al verlo a su lado, frunció el ceño ligeramente. "¿Qué pretendes?", preguntó con indiferencia.
"Nada, sólo saber de ti."
"¿Y qué es lo que quieres saber?"
"Qué pasó con Mewtwo. ¿Me puedes contar un poco de tu historia?"
"Uf", suspiró el clon con intranquilidad, deteniéndose un segundo para evaluar la situación. "Por favor, ¿qué puedo decirte? Mi pasado no es algo que me cause regocijo, así que por favor te pediría comprensión"
"Eres un clon, yo también lo soy. Vamos, ¡no tientes al drama!"
"¿Eres un clon?", llamó la atención de Mewtwo. "¿Qué quieres decir con eso?"
"Me crearon como copia de un pikachu natural. Mi nombre seria Pikachutwo, pero es más fácil decirme Pikachu y ya, ¿no crees?"
"¿Y qué ser humano te creó? No sabía que existieran más clones."
"No me creó un ser humano, fue Mewtwo...o tú..."
"..."
"Y existen muchos clones más, que ahora son libres"
"¡¿Qué?!", exclamó, demostrando todo su interés al pequeño ratón eléctrico.
"Eso, lo que te acabo de decir. Tú, yo, los demás, todos somos clones y ¿sabes qué creo? Tengo el pequeño presentimiento de que tú no eres mi creador, eres otro. No sé de donde saliste, como llegaste hasta aquí, si tienes algún parentesco con Mewtwo. No sé."
"..."
"Por eso quiero conocer tu historia, tal vez eso signifique que el otro, mi creador, está lejos ahora y tal vez se pregunta si alguna vez podría haber alguien como él."
"..."
"Existen muchos pikachu y yo podría pasar desapercibido entre ellos. Lo mismo pasaría con los demás clones, menos con él. Y yo sé que le molestaba, aunque nunca lo dijo, ¿sabes? Mewtwo era muy orgulloso y casi nunca expresaba lo que sentía. Me pregunto si seguirá igual."
"..."
"¡Pero vamos!", se volteó soltando chispas de sus mejillas producto del entusiasmo. "¡Encontrémoslo! ¡Vamos y busquemos! ¿Acaso no quieres conocer a alguien de tu propia especie? ¿Al único que tal vez podría ser tu familia?"
"..."
"¿Y que tal si hay mucho más como ustedes allá afuera y ninguno lo sabe?"
"..."
"¿Eh? ¿Qué me dices?"
"Que no pretendo seguir una absurda fantasía", dictaminó con seriedad, borrando de inmediato la sonrisa del eléctrico. "No pretendo ir en una búsqueda sin sentido tan solo guiándome por un presentimiento. No soy imbécil"
"Pero...pero..."
"No. Me dices que es algo que crees. ¿Qué tal si paso toda la vida siguiendo una ilusión, tan solo para afirmar el hecho de que no existe ni existirá alguien como yo en este mundo?"
"..."
"Lo siento, pero no participaré en tu aventura"
"¡Pero Mewtwo!", se acercó. "Yo sé que sí, yo..."
"Crees"
"Ehm..."
"No, permíteme", y se adelantó para continuar con su marcha. Esta vez, el pequeño se quedó en su lugar, simplemente observando su partida.
Esa noche estrellada, Mewtwo se acomodó en el hueco que hacían dos ramas de un añoso árbol, mientras observaba la negrura del cielo y las maravillas que este podía brindarle; mas en esta ocasión, sus pensamientos estaban en otro lugar, o en otro contexto.
Después de todo, Pikachu sí había logrado algo: llenar su mente de intriga.
"¿Es posible siquiera imaginarlo? ¿Es posible aferrarse aunque sea mínimamente a la idea sin caer en la locura y la desesperación? Oh, no lo sé.
Lo único que sé, es que fue difícil la comprensión de que no existía otro como yo. Debo admitirlo, en un primer momento no me importó, o no le di el valor correspondiente a esa realidad, mas al comenzar a convivir con otros, me di cuenta de que el lazo que une a las especies es mucho más que sanguíneo y que sin importar cuán amigos podamos ser, no podía comparar dicha amistad a la idea de realmente tener a alguien a quien poder llamar familia.
Oh, esto es complejo...
La idea me ha perseguido incesantemente ahora y no sé qué camino tomar. Si debo creer y comenzar la búsqueda aun sabiendo que puede ser tan sólo una farsa, o quedarme aquí, continuar mi vida sin mayores contratiempos.
Sé que huyo, sé que hay humanos tras mis pasos; humanos que buscan tan solo ejercer el control sobre mí, tal y como ese hombre que pretendió darme caza. Uf, de no haber sido por ese humano, el anciano y la niña, yo tal vez no podría estar disfrutando tranquilamente de las estrellas.
Sé que huyo y que mis días tal vez estén contados. Sé que debo ocultarme, vivir como un prófugo ansioso de libertad. Sé que no dispongo de todo el tiempo que quisiera, que de un instante a otro mi vida hasta podría acabar. Entonces es cuando me pregunto qué tan descabellada es la idea de partir en la búsqueda de aquel que existe en algún lugar, ese que es como yo, con el que comparto algo más profundo.
¿Y si dejo de ser libre mañana? ¿Y dejo de serlo en este instante? ¿O en muchos años más? ¿Habrá valido la pena enfrentar al mundo en su búsqueda?
¿Y si no lo encuentro? ¿Y si no existe?"
Se quedó con la mirada fija en una lejana estrella que parpadeaba con frenesí. Cerró los ojos tras un momento y suspiró para sentarse y pasar su mano sobre su cara como si pretendiera quitársela.
"¿Y si lo encuentro?"
Nota de autor:
Sí, he vuelto a la escritura y las razones son muy simples. A) Soy débil, B) Me encanta hacer esto. Une las dos y saca tus conclusiones. Como sea, me disculpo por el melodramático retiro de antes, pero era otra época (¿o me he debilitado aún más?).
Bueno, desde el día en que me di cuenta de que el Mewtwo de la película 16 no era "nuestro Mewtwo", mi alma volvió a mí para permitirme vivir en paz. Pero entonces me planteé la idea de cómo sería un encuentro entre estos dos. Si se odiarían, si se aceptarían, cómo sería el shock al encontrar a un ser de iguales características luego de haberse creído solo en el mundo. Un tema interesante.
Pero bueno, como estoy volviendo a la escritura, es como si realmente comenzara desde cero. No he tenido mucha práctica desde que terminé Humanidad, así que si son tan amables, ¿podrían darme su opinión?
Trataré de que esta historia no sea tan larga (máximo cuatro capítulos), ya que la estoy usando como conejillo de indias para dos proyectos grandes que algún día por fin verán la luz (otra razón para mi regreso. Cuando estas historias nacieron en mi cabeza, se negaron a dejarme en paz hasta ser escritas)
Eso, espero sus comentarios :)
MG.
