Capítulo 1
Futilidad
Había veces que lo pensaba demasiado, y esa era una de esas tantas veces. Sin salida, sin saber lo que pensar, y sintiéndome impotente, haciéndome ver que nada había que hacer al respecto. Lo había intentado todo, pero aun así nada había funcionado. Siempre había estado ahí para él, animándole, y mostrándole poco a poco mis sentimientos, pero aun así todo parecía ser en vano, lo que me quemaba por dentro. Por más que intentaba hacérselo ver él parecía estar completamente absorto, en otro mundo, como si no fuera con él, lo que me dolía especialmente. Sin embargo había algo que siempre conseguía reconfortarme aunque sólo fuera un poco.
-¡Pikachu, cola férrea!
Sonreí casi sin darme cuenta siquiera, mientras le observaba luchar. Porque si algo se le daba mejor a alguien como Ash Ketchum era combatir. Me gusta especialmente su arrojo y su entusiasmo, siempre avanzando hacia adelante, sin vacilar, y sin rendirse hasta el final. No te rindas hasta el final. Recordaba muy bien esas palabras, atesorándolas en lo más profundo de mi corazón. Y eran precisamente esas palabras las que me daban fuerzas para seguir intentándolo, aun a pesar de todo.
-¡Y termina con bola voltio!
Antes de que me diera cuenta hubo una súbita explosión eléctrica que zanjó el combate, dándole la victoria a Ash.
-¡Accelgor no puede continuar, pikachu es el ganador! ¡La victoria es para Ash Ketchum de pueblo Paleta!-anunció Lem, que en ese momento se encontraba arbitrando.
-¡Sí, eso es, bravo pikachu!-exclamó el chico, con una sonrisa radiante grabada en su cara.
Por mi parte acentué un poco más la sonrisa, sin ni siquiera poder evitarlo. Esa sonrisa me perdía, me quedaría mirándole todo el día siempre que estuviera sonriendo de esa manera, sin cansarme siquiera.
-Caramba, Serena, te veo de lo más concentrada-comentó en ese momento una vocecilla a mi lado.
Por mi parte no pude evitar dar un ligero brinco, murmurando de seguido.
-Ah ¿qué, decías algo, Clem?
-Sí, que en boca cerrada no entran moscas-asintió la niña, con una zalamera sonrisita.
-Ah, esto… ¿qué?
-Es igual, déjalo, no tiene importancia.
Fruncí el ceño, extrañada ante la actitud de la niña, la cual en ocasiones no parecía tal cosa, sobre en todo en determinadas situaciones que empezaba a distinguir cuales eran, a cada cual más vergonzosa que la anterior. En ocasiones llegaba a comprender de cierta forma a su hermano.
-Otro impecable combate, como de costumbre-comentó el aludido en un momento dado, sacándome de mis pensamientos.
-¡Sí, cada vez somos más fuertes, siento que esta vez podré con todo lo que me echen en la liga!-exclamó Ash, muy seguro de sí mismo.
-Bueno, bueno, aun así no bajes la guardia, la liga es harina de otro costal, por lo que procura que no se te suba mucho a la cabeza-murmuró el líder de gimnasio.
-¡No te preocupes, Lem, lo tengo controlado!-aseguró el chico, con una gran sonrisa.
Por mi parte esbocé otra sonrisa igual que la suya y añadí.
-Estoy segura de que ganarás, Ash.
-¡Por supuesto que sí! Gracias por apoyarme, Serena.
Esas palabras siempre conseguían animarme, aunque solo fuera un poco, y alimentando un poquito más mis esperanzas.
-Es lo menos que puedo hacer…
-¡Ya sabes que yo también te apoyo en tu sueño de ser la mejor estrella pokémon, así que no te rindas!
-No lo haré, no te defraudaré.
Por un momento nuestras miradas se encontraron y sentí como si por un instante Ash pudiera apreciar y comprender mis anhelos. Pero era en momentos como esos cuando la realidad me hacía bajar de las nubes con su cara más fea y monótona.
-¡Pero bueno, hay que seguir adelante, a por mi siguiente medalla!
Recogimos rápidamente el improvisado campamento que montamos para la batalla contra el entrenador con el que nos cruzamos y retomamos el viaje, siguiendo el sendero principal. Parecía mentira que lleváramos más de seis meses viajando juntos, se sentía que había sido una eternidad. Desde que salí de mi casa en pueblo Boceto siempre me dio la sensación de que partía sin ningún propósito en mente salvo el de reencontrarme con Ash. Pero ahora que tenía un nuevo objetivo el viaje parecía cambiar, como si fuera uno completamente diferente; y si además a eso se le añadía el ir con él, mejoraba incluso aún más.
-¿En qué piensas, Serena? Estás muy callada…-inquirió en ese momento Lem, con gesto curioso.
-Oh, vamos, hermanito, no la atosigues, seguro que está centrada pensando en cosas importantes…-murmuró Clem, con una picara sonrisita.
Por mi parte no pude evitar sonrojarme de más, comentando de seguido.
-Ah, pues, esto… simplemente pensaba en alguna estrategia para mi siguiente espectáculo…
-¡El último fue espectacular! ¡Ganaste con todas las de la ley!-añadió Ash en ese momento.
-Sí, mi segunda llave princesa…-afirmé, sacándola para verla mejor.
La llave Fluxus resplandecía con fuerza ante los rayos del sol, reflejándose incluso más allá de la distancia. Recordaba muy bien el momento en el que la gané, siendo muy reconfortante, ya que desde la última vez que lo intenté tenía ciertas dudas, pero estas se disiparon en cuanto pisé el escenario con confianza y serenidad. La última vez no ganamos ya que puse demasiado énfasis en los detalles, haciendo que fennekin tropezara y se cayera, pero ahora sabía y muy bien que no todo tenía por qué ser fastuoso y brillante para destacar y hacer que los pokémon se lucieran al máximo. Lo más importante era que tanto ellos como yo fuéramos las estrellas principales del espectáculo, y para ello el baile era la mejor técnica que había para que fuera así, poniendo un particular énfasis en los pasos de baile, combinándolos con los movimientos de mis pokémon y logrando de esta forma la combinación perfecta que tan bien funcionó la última vez, otorgándome así la llave que ahora lucía entre mis manos.
-Ahora solo te falta una llave para competir en la clase master… ¿sabes dónde vas a ir ahora?-inquirió Lem.
-Estoy atenta a los avisos que suelen hacer a través de Poké Visión, aún no han anunciado nada, aunque permaneceré alerta, eso sí.
-¡Genial! ¡Por mi parte el gimnasio Fractal es mi próxima parada, no puedo esperar para combatir de nuevo por mi última medalla!-comentó Ash.
-Sí, y una vez que la ganes estarás a las puertas de la liga… que por cierto, aún no se sabe dónde se va a celebrar-pensó Lem en voz alta.
-Sea donde sea iré allí y ganaré, tan solo esperad y veréis-aseguró Ash, con una gran sonrisa.
Ante eso no pude evitar sonreír ligeramente; eran tan típico de Ash emocionarse por cosas así… Siempre dispuesto a todo, sin flaquear, listo para cualquier desafío que se preciara. Si me llegaran a preguntar alguna vez qué había visto en él, esa sería algo que diría sin dudar. Aunque por otro lado, y por esa misma razón, sabía que eran esas ganas de alcanzar su sueño las que me alejaban irremediablemente de él. Ash era un chico demasiado idealista incluso para mí, que siempre me he considerado una chica más realista y reservada en cuanto a sentimientos se refería. Él siempre está mostrando su estado de ánimo, que casi siempre es alegre, mientras que por mi parte me guardaba para mí ciertas cosas, como el hecho de que estoy perdidamente enamorada de él, aun a sabiendas de todo eso. Cada vez que lo pensaba sentía cómo mi corazón se volvía un poquito más pesado, enseñándome un poco más acerca de los intrincados y dolorosos matices del amor. Dicen que amar es sufrir por el que se ama. Y en mi caso se cumplía perfectamente.
¡Atención a todos los fans del amourshipping! Esta no es una simple historia de amor al uso. Si habéis entrado aquí esperando que Ash y Serena acaben juntos, felices y comiendo perdices me temo que esta no es vuestra historia. En cambio, si os gusta algo de un corte más dramático y con tintes trágicos, sí que es vuestra historia. Con eso dicho, paso a contar más detalles.
Esta idea nació poco después de ver el último episodio de XY&Z, en el cual Ash enfermaba y se aprovechaba ese hecho para meternos por el gaznate un pedazo de hint que no se lo salta ni un podenco pucelano. A estas alturas es más que obvio que Serena está enamoradísima de Ash, es una realidad... y fue esa misma realidad la que me dio pie a concebir esta historia. Porque, por la misma razón, es una realidad que esta relación no va a ninguna parte, al menos tal y como yo lo veo. La razón más obvia es que para finales de año van a salir los nuevos juegos de pokémon, sol y luna, y con toda seguridad habrá una nueva región a la que Ash irá sí o sí, por lo que es muy sencillo obviar que Ash no va a ganar, ya que después de todo nunca ha ganado un campeonato oficial. Pero bueno, que me voy por las ramas, en esta historia en concreto quiero darle un enfoque diferente al que normalmente se da a esta relación en otros fics, enfocándome sobre todo en Serena, sus sentimientos y el hecho de que se trata básicamente de un amor no correspondido, algo por lo que todo el mundo ha pasado alguna vez en su vida.
En cuanto a detalles más técnicos la historia se desarrolla entre la decimoctava y decimonovena temporada, poco después del combate de gimnasio contra Astrid en ciudad Fluxus y mucho antes de que encuentren a Puni-chan en el episodio siguiente y que da comienzo a la temporada XY&Z. Quiero usar ese lapso de tiempo no especificado para desarrollar mi historia, dándome una mayor libertad literaria al respecto y así no tener que estar atado a ningún evento en concreto ni al hilo argumental de la propia serie. En cuanto a la historia en si no será muy larga, con capítulos ni muy largos ni muy cortos para contarla de forma más dinámica.
Y eso es todo, espero que os haya gustado este capítulo introductorio, comentad, dejad reviews y todo eso. ¡Nos leemos!
