Hola aquí les traigo esta extraordinaria historia
Primerio que todo quiero aclarar que la historia no es mía yo solamente intento hacer una traducción AUTORIZADA de una historia que pienso vale la pena leer. el titulo original es "Roundabout Destiny" de MaryRoyale.
Segundo, aclaración que va para toda la historia. Ninguno de los personajes me pertenece, todos son de J. K. Rowling y si en caso hay un personaje nuevo le pertenecería a MaryRoyale.
aclarado todo espero que les guste y por favor comenten
Los Gemelos Potter
Prologo
Pudo haber sido la batalla final, o puede ser que solo haya sido cualquier otra batalla, honestamente no lo sabía. Estaba cansada, muy cansada. Parpadeo, el humo provocaba que le lloraran los ojos. ¿En dónde estaban? Empuño fuerte su varita y se deslizo de un lugar cubierto al siguiente. Encontró un destello de cabello anaranjado, un color vivo que destacaba contra el obscuro suelo del campo de batalla, se movió rápido hacia la figura y le dio vuelta. ¡Oh Ron! Cerró sus ojos que miraban al vacío y lágrimas cayeron sobre la fría piel de su rostro. Lo tuvo que dejar pues así lo demandaba el campo de batalla, no se podía quedar en un lugar mucho tiempo. No era seguro. Regreso al lugar que Ginny, Neville y Luna utilizaban para cubrirse.
"Lo siento Ginny", Jadeó cuando regresó. Ginny sacudió su cabeza, una mueca de negación en su boca. No podía llorar en este momento. No podría pelear si no podía ver,
"¿En dónde está Harry?" La voz de Ginny sonaba angustiada. Hermione sacudió su cabeza
"No lo sé… No lo sé" susurro
Su pequeño grupo peleo valientemente, pero eventualmente los acorralaron. Ginny conjuro sobriamente maleficio tras maleficio, sus labios apretados formando una línea, sus ojos flamantes de odio contra los mortífagos que los rodeaban, Neville y Luna fueron valientes. Vio miedo un sus ojos pero pelearon sin importar como terminarían. De repente el campo de batalla se deslizó alrededor de ella sintió que lo estaba observando desde un punto superior. Se podía ver a ella misma, peleando como la leona de Gryffindor que era: feroz y fuerte. Una voz que vino de todos lados y ningún lado se escuchó alrededor de ella.
"Lo que el mal a forjado
Necesita ser desecho;
El balance restaurado y la victoria ganada.
Un sacrificio debe ser hecho
Para el beneficio de todos
Restaura el alma a su lugar apropiado."
Un maleficio había sido lanzado, y Hermione se vio a si misma atrapada por la blanca luz cegadora. Podía escuchar los ecos de la batalla alrededor de ella y de repente se sintió caer… y caer.
"¡Hermione! ¡Lo siento!" Una voz lloraba a su lado. "Por favor no mueras. Lo siento mucho. ¡No fue mi intención!"
Se agitó, pero cuando movió sus ojos la agonía estallo. Gritó de dolor, y hubo un sollozo y luego el sonido de pisadas corriendo. Hermione no podía abrir los ojos. Dolía mucho. Se sintió flotar en un obscuro mar de terciopelo negro.
"¿Hermione? ¿Cariño? ¿Puedes escucharme?" Había una voz gentil llamándola por su nombre, y unas manos frescas y gentiles sobre su frente. Ella conocía esa voz ¿Cierto?, trató de moverse para responder y gimió de dolor "Shh… cariño shhh va estar bien."
"Tranquila, princesa, te tengo" dijo una voz más grave, y sintió como la levantaban cada vez más alto, pero el dolor en su cabeza se hizo exponencialmente peor hasta que se dejó caer en una entumecida negrura.
Cuando Hermione despertó, se encontró mirando al dosel de una cama grande. Parecía desconocido y a la vez familiar. Luchó por sentarse, pero el movimiento la mareo y termino agitada en un orinal que se encontraba convenientemente al lado de su cama, pisadas se acercaron corriendo, Hermione levanto la vista del orinal con ojos turbios. Había un niño parado en la puerta. Parecía asustado y molesto por verla enferma. Lo conocía ¿Verdad? Su despeinado cabello negro salía en todas direcciones y detrás de sus lentes sus ojos avellanados estaban llenos de alguna emoción que no podía nombrar.
"¡Mamá! Mamá, ¡se está poniendo mal!" el niño grito en el corredor con una voz de pánico.
Pisadas se apuraban a través del corredor, pero estas eran de alguien mayor, más de una dama que las del correr del niño cuando escucho las arcadas. Una hermosa mujer de cabello castaño y ojos avellanados corrió a la habitación, sus manos se sentían gentiles y frescas en la frente de Hermione. La ayudo a regresar a la cama. Con unos movimientos de su varita Hermione estaba bebiendo agua de una copa. El niño se había movido al pie de la cama y continúo mirándola con esos ojos angustiados.
"Hermione". Le suplico desde el pie de la cama. "Lo siento".
"James". La voz de su madre era gentil, pero tenía un tono subyacente de dureza que hizo al chico verse aún más miserable. "No ahora, querido. Puedes rogarle perdón a tu hermana después. Ahora ve y trae a tu padre"
"Si señora", murmuro. Su joven rostro afligido mientras se movía de la puerta.
¿Hermana? ¿Se referían a ella? ¿Era Ella la hermana de James? ¿Era esta mujer su madre? Miles de recuerdos se empezaron a arremolinar en su cabeza a la vez. En unos, era hija única sabía que sus padres no eran mágicos: muggles, en otras era la adorada hija de una familia de magos, la hermana gemela de su hijo. En unos iba a una escuela primaria muggle. En otras ella y su hermano tenían una nana y una institutriz. Vio a dos niños- uno se parecía mucho a su Jamie pero con ojos verdes y una graciosa cicatriz, y un chico pelirrojo. Ambos eran sus amigos: Harry y Ron. Vio a Jamie con la mirada especial que era dedicada solo para su gemela. Vio imágenes volar comparando dos vidas separadas. Estaba tan confundida y su cabeza le dolía terriblemente.
"¿Mami?" susurro, lagrimas rodaban por sus mejías. La hermosa mujer de los ojos avellanados regreso. Había amor y preocupación en su rostro mientras acariciaba la frente de Hermione.
"Estoy aquí, cariño, estoy aquí". Calmándola gentilmente "Intenta descansar, Hermione"
Cuando Hermione despertó de nuevo, no se sentía tan mareada, pudo sentarse cautelosamente y el cuarto solo se movió un poco. Acurrucada en una silla que se encontraba a lado de su cama estaba su madre. Hermione se mordió el labio. Al menos, pensó que era su madre. Pensó sobre eso un minuto, pero luego su cuerpo le hizo saber de sus necesidades.
"¿Mamá?" llamó Hermione. Su madre se despertó instantáneamente, y su mirada fue directa a Hermione.
"¿Hermione?" Había tanta preocupación y tensión en su vos que sorprendió a Hermione.
"Mamá, tengo que usar el servicio" Hermione se escuchó decirlo en un tono de vergüenza. Parpadeó. Se escuchaba como… como una dama. Su madre se paró de inmediato.
"Claro, cariño. Ven, déjame ayudarte" su madre la ayudo a llegar al retrete and luego la llevo de vuelta a la cama. Su madre se desvivió por ella, metiéndola a la cama, colocándole las mantas. Retiro el cabello de la frente de Hermione con delicadeza.
"¿Te sientes mareada?" preguntó su madre con cautela
"No. Me siento… más o menos hambrienta" confeso Hermione después de pensarlo por un momento. Su madre asintió.
"Le voy a pedir a Notty que te traiga una bandeja con un poco de sopa y tostadas. Ahora, ¿Te sientes lo suficientemente bien como para traer a James a verte? El pobre chico a estado un poco inquieto", le dijo su madre con un tono de incertidumbre.
"Me gustaría ver a Jamie", se escuchó decir nostálgica, sintiéndose sorprendida por la necesidad de ver al chico. Su madre hizo un ¡mjm! con un tono de burla.
"Es algo bueno, que él te deje llamarlo así, porque al resto de nosotros solo nos lanza miradas", le dijo su madre con un brillo en los ojos que le dejó saber que era una vieja broma entre ellas.
En cuestión de segundos, puedo escuchar el golpe de los pies que subían las escaleras y el chico con los ojos avellanados le había lanzado a lado de su cama. Sus lentes estaban un poco desalineados y sus mejillas estaban color rosa. Aun tenia es mirada angustiada cuando la vio a los ojos.
"¿De verdad estas bien, Hermione?" Le rogó. Ella asintió despacio.
"Si, Jamie" dijo tranquila. "De verdad estoy bien, pero ¿Qué pasó?"
"Estaba practicando Quidditch. Tú sabes que quiero ser guardián. ¡Voy a ser el mejor guardián que Hogwarts haya visto! De cualquier manera, había una bludger fuera de control, y te golpeo en la cabeza". James se apuró a decir todo lo que estaba haciendo sentir culpable a su joven corazón. Hermione parpadeo con la información dada.
"¿Estabas practicando quidditch? Jamie, no dejan a los de primero ingresar al equipo", Dijo Hermione con cautela. James sacudió su cabeza.
"No me importa. Voy a ser el doblemente mejor en mi segundo año. Lo siento tanto, My own *" Cuando te encontré, inconsciente y sangrando creí que te había matado. Tenía tanto miedo" Susurró, su rostro pálido, y sus ojos bien abiertos por el recuerdo.
"Oh, Jamie. Estoy bien. Ven abrázame. Para que te des cuenta tú mismo" Le dijo negando hacia su hermano.
Él se lanzó hacia ella, abrazándola hasta que lo costó respirar, y le dijo que se quitara. Notty apareció con su sopa y tostadas, por lo cual James insistió en alimentarla. Ella rodó los ojos, pero el insistió. Cuando se terminó la sopa y la tostada, la metió a la cama y corrió a traer a su madre. Hermione sintió una oleada de amor cuando su madre entro. Tenía recuerdos preciosos de esta mujer, que se sintió abrumada por un momento.
Pasaron varios días antes de que Hermione fuera considerada lo suficientemente sana para pasearse por la casa. Tomo un baño y su madre la ayudo a lavarse su largo cabello. Cuando ya estaba vestida en un hermoso vestido de seda, y su cabello estaba cuidadosamente cepillado, se observó a si misma frente aquel ovalado espejo. La niña que le devolvía la mirada parecía sorprendida de encontrarse ahí. Parecía tener más o menos diez años, con ojos avellanados como los de su Jamie y su madre. En lugar de la maraña castaña de cabello que esperaba, se encontró con unos revoltosos rizos negros que caían hasta su cintura. Era su rostro, pensó, pero también parecía una versión más delicada y femenina del el rostro de James. ¿Era Ella? Tocó su rostro sobre el espejo. ¿Era ella? Frunció el ceño al ver su reflejo y luego inspecciono sus dientes. En orden, incluso, dientes blancos brillaban frente a ella. Sonrió a su reflejo. Era su sonrisa, noto cuidadosamente, y ese pensamiento la confortó.
James la ayudo a bajar cuidadosamente, como su estuviera hecha de cristal. Había un hombre parado al final de las escaleras, esperando pacientemente por ella. Parecía familiar. Se parecía a James con su incontrolable cabello negro, pero ojos café brillaban detrás de sus anteojos.
"¿Cómo está mi princesa?" Preguntó gentilmente abriendo sus brazos. Estaba envuelta en unos fuertes brazos protectores presionada contra su túnica. Podía percibir el olor a pergamino, y tinta, y un indicio de algo. Se retiró y lo miro cuando un recuerdo pasó por su cabeza.
"¡Has estado fumando! Lo acuso. Su aguda voz de niña llena de enojo. Él le sonrió.
"Bueno, estaba preocupado. Y cuando me preocupo, tiendo a fumar." Le dijo "Tu madre no me grito por eso".
"Oh, padre", dijo Hermione en un tono desesperado. Su madre disimuló una sonrisa. Su Hermione los había asustado. Había estado inconsciente por un par de semanas, y las sanadoras estaban preocupadas por la presión en su cerebro. Sin embargo, redujeron la hinchazón y parecía estar bien ahora. Gracias a Merlín. Si algo le hubiera sucedido a ella hubiera matado a James.
"Mira, mamá, mira"
James corría a través de la casa gritando con todas sus fuerzas. Hermione solo se sentó en la mesa del comedor sosteniendo su carta de Hogwarts y sonriendo. Aún tenía sueños confusos, no estaba segura de que era real y que no lo era. Solo sabía lo que podía ver, saborear, y sentir. Todos sus sentidos le decían que ella era muy, muy real, pero recordaba Hogwarts, y sabía que le gustaba ahí. Charlus Potter entro al comedor y le sonrió a su hija.
"¿También recibiste tu carta princesa?"
"Si señor", contestó Hermione alcanzándole la carta a su padre. Le dio un ligero beso en la frente y se fue a sentar a su lugar en la cabeza de la mesa.
"Ahora querida, sé que es mucho pedirte pero trata de mantener a tu hermano fuera de problemas, hazlo como un favor para tu viejos padres" bromeo su padre. Ella le mostro la lengua.
"¡Papi tú lo alientas! Tú dabas tanta lata en tus días de escuela como lo hará James. " Se quejó Hermione. Su padre rió ante esto.
"Eso es muy cierto," acepto con una sonrisa "Ahora bien, tu madre y yo los llevaremos al Callejón Diagon para comprar todo la otra semana. Tu madre quiere asegurase que ninguno de los dos necesite algo mientras estén en la escuela."
Una vez Hermione estuvo recuperada, se escabullo al cuarto de James, se metió en la cama con él. Su mano encontró la de ella en la oscuridad recostados uno junto al otro. Cuando eran bebes habían compartido una cuna, y mientras aprendían a caminar y valerse por sí mismos les habían permitido compartir la cama, pero conforme fueron creciendo ya no era apropiado. Se acordaba que Hermione Potter había llorado como si se le fuera a romper el corazón cuando le dieron su propio cuarto a la edad de cinco años. James se había escabullido a su habitación esa noche y durmió con ella. Él se había ido cuando ella se despertó en la mañana. Era una de las cosas que habían superado por la mayor parte del tiempo, pero ocasionalmente aun buscaban esa comodidad que solo el contacto cercano puede brindar.
"¿Qué supones que va pasar?" Pregunto el en la oscuridad de su cuarto. Hermione solo se mordió el labio
"Algunas veces, Gemelos son elegidos para diferentes casas." Confesó Hermione. Una lágrima bajó por su mejilla. James bufo en la oscuridad.
"¡Bien! Eso no nos va a pasar a nosotros." Dijo el con firmeza. Hermione apretó su mano en la oscuridad y espero que así fuera. Ella recordaba haber sido una Gryffindor y para ella todavía era la mejor de las casas. Sabia por sus otros recuerdos que la mayoría de la familia Potter había estado en Gryffindor, con unos pocos Ravenclaws, Hufflepuffs, y Slytherins salpicando el árbol genealógico de la familia.
Cuando el día oficial para abordar el tren a Hogwarts llego, Hermione se sentía muy peculiar. Sus antiguos recuerdos seguían imponiéndose tratando de sobrepasar a los presentes. Les dio un beso de despedida a sus padres mientras James trataba de pretender que ya era muy mayor y hombrecito para esas cosas. Recordaba también haberse despedido de sus padres muggles con un beso y abrazo. Estaba tan confundida que siguió a James dócilmente y se sentó en el compartimiento con una mirada distante y pensativa en su rostro. Saco un libro y comenzó a leer. Otro chico entro a su compartimiento. Los miro a los dos con ojos inteligentes y curiosos, se sentó junto a james y comenzó a hablar. Hermione no estaba prestando atención hasta que James la señalo.
"Y esta es My own," Dijo con un orgullo posesivo. El chico la miro, ojos grises brillando con curiosidad
"¿My own?" Repitió. Ella le frunció el ceño
"Solo James me dice así," le contesto con vos fría. James le dedico una sonrisa satisfactoria al chico. "Tú me puedes llamar Hermione"
Su interés regreso rápidamente al libro cuando los chicos comenzar a hablar entusiasmadamente de quidditch. Fue sacada de su ensueño cuando escucho la crueldad de su hermano hacia el otro chico en el compartimiento. ¡Severus Snape! Se dio cuenta muy sorprendida. También se dio cuenta que el chico sentado con James no era más que Sirius Black. Bueno no hay esperanza con esos dos, supongo. Cuando una Lily Evans de once años abandono el compartimiento muy enojada con Severus Snape, los ojos de James se dirigieron a su hermana y lo que vio le hizo retorcer el corazón con culpa. Sus ojos avellanados no eran acusatorios y de enojo – eso lo hubiera hecho actuar a la defensiva. En lugar de eso brillaban con desilusión.
"Oh, Jaime," le dijo tristemente negando con su cabeza moviendo sus negros rizos. Se paró y dejó el compartimiento. Fue fácil encontrar a los dos chicos porque el cabello de Lily era un faro brillante. Abrió la puerta y se colocó incómodamente el asiento de enfrente junto al chico que leía silenciosamente.
"Por favor no le hagan caso a James," dijo formalmente, sus ojos avellana suplicando.
"Se estaba comportando como un idiota" Dijo Lily enojada, aun alterada. Una pequeña triste sonrisa paso por los labios de Hermione.
"Debes entender cuando James esta… um… inseguro, usa la indiferencia para demostrar que no le importa, lo cual usualmente no es cierto. El problema es que a mi Jaime le importa demasiado". Hermione se escuchó a si misma explicar con esos tonos suaves y cultos que parecía favorecerla en esta vida. Ella sabía que todo lo que dijo era cierto, pero ella estaba utilizando más que todo, recuerdos de Hermione Potter. Lily bufó y Severus la observo con ojos analíticos.
"¿Está asustado? ¿Eso es lo que estás diciendo verdad?" El delgaducho chico preguntó.
"¿Por qué él es tu Jaime?" pregunto Lily con el ceño fruncido. Hermione se mordió el labio para evitar reírse.
"Él es mío porque somos gemelos" Contesto Hermione con simpleza. Luego volvió su rostro a Severus. "Él tiene miedo porque algunas veces elijen a gemelos para diferentes casas. Él no quiere admitirlo, pero la idea de que yo esté en una casa diferente le molesta".
"No te da miedo a ti también que eso suceda" pregunto Lily con curiosidad. El mentón de Hermione se levantó con la misma arrogancia de la de su gemelo.
"Eso no va a suceder" les contesto con firmeza, tirando su cabello negro hacia atrás. Hubo un toque en la puerta.
"Desean algo del carrito queridos" Hermione sabía que Severus no tenía dinero. Su rostro tenía una mueca adolorida cuando dijo que no quería nada. El corazón de Hermione se compadeció de este pobre chico, especialmente cuando sabía que era lo que le esperaba. Le lanzo una mirada a Lily y recordó su otro primer viaje.
"¿Eres nacida de muggles, cierto?" Pregunto Hermione con una mirada pensativa. Lilly miro a Severus nerviosa y luego asintió. Severus le envió una mirada feroz desafiándola a decir algo malo a su amiga. Ella le sonrió a Severus. "Deberíamos asegurarnos de que no vaya a Hogwarts desconociendo el mundo mágico ¿no?"
"supongo" estuvo de acuerdo con el ceño levemente fruncido. Hermione se voltio hacia la señora del carrito y le sonrió dulcemente.
"Vamos a querer algo de todo, ella nunca ha probado bocadillos mágicos" Hermione señalo a Lily. Rebusco en su bolso de mano y saco el dinero que su padre le había dado.
"Aquí tienen queridos" Dijo la señora con una sonrisa amable hacia Lily y Severus quienes le devolvieron la sonrisa un poco dudosos, Hermione compartió todo por igual.
"Aquí tienes, um, Lily ¿verdad?" pregunto inocentemente. Lily asintió y acepto los dulces.
"Este es mi amigo, Severus," agrego Lily. El pecho de Severus se inflo con orgullo cuando Lily dijo eso, y Hermione le sonrió dulcemente.
"Aquí tienes Severus," dijo Hermione alcanzándole una buena cantidad de dulces. El los observo. Hermione también le alcanzó al quieto niño que había estado leyendo. La observo por un momento y luego le sonrió tímidamente diciéndole gracias. "Soy Hermione Potter por cierto. No me importa en qué casa queden, mientras sean amables con migo, yo seré su amiga".
"Remus Lupin" dijo el niño con una sonrisa incierta. Hermione le sonrió.
Severus y Lily le sonrieron y notó que Remus también le sonrió. El resto del viaje se pasó explicándole a Lily acerca de que eran todos los diferentes dulces. Hermione observo a Severus relajarse y disfrutar un poco, y asintió. Esta vez, se iba asegurar que el supiera que tenía amigos. Esta vez no se iba a convertir un amargado. Pronto carcajadas infantiles llenaron el compartimiento, y Hermione se encontró a si misma relajándose solo un poco.
Cuando llegaron Hogwarts, la sensación que atravesó a Hermione era casi dolorosa. Ella siguió con los demás. James buscó frenéticamente a través de la multitud, y cuando la encontró, la tomo y se la llevó al bote que estaba compartiendo con Sirius Black y de alguna manera, Remus. ¿No habría una manera de mantener a estos chicos apartados?
"¿A dónde fuiste My own?" Le pregunto James and voz baja mientras el boto se acercaba a Hogwarts. Le echo un vistazo. "¿Estas enojada conmigo?"
"Oh Jamie. Mi mayor problema es que es casi imposible para mi estar enojada contigo". Le dijo triste mente con una negación de su cabeza.
James se estaba poniendo cada vez más nervioso mientras se acercaban al castillo. Él nunca lo admitiría ante ninguno, y no tenía que admitírselo a su gemela. Se conocían uno al otro muy bien. Siguieron las instrucciones de la profesora McGonagall, y James consiguió hacer una mueca arrogante. Sirius sonrió con malicia y volvió su atención a la espera. No fue sorpresa para Hermione cuando fue seleccionado para Gryffindor.
"¡Potter Hermione!"
"Señorita Potter es bueno verte de vuelta a donde verdaderamente perteneces" ¿de verdad? "Oh sí, pero donde ponerte esta vez…" "No seas ridículo. Sabes exactamente en donde pertenezco". "Muy bien no perdamos tiempo entonces ¿eh?"
"¡GRYFFINDOR!"
Hermione se sentó junto a Lilly Evans quien le sonreía emocionada. Las dos niñas se voltearon a tiempo para ver a Potter James ser seleccionado en Gryffindor también. Hermione sabía, con esos recuerdos abrazadores, que su madre y padre estarían increíblemente orgullosos de que sus dos hijos fueran seleccionados para Gryffindor. Le dio un fuerte abrazo a su hermano y luego él se voltio para platicar animadamente con Sirius.
Nadie lo hubiera creído, pero Hermione no estudio mucho en su primer año en Hogwarts. Le estaba costando combinar sus dos vidas separadas. Tenía todos los recuerdos de la otra Hermione- Hermione Granger- impuestos sobre su propia vida. En momentos sentía como si estuviera sufriendo un déjà vu y otras veces era como una peculiar doble visión. La mayoría del tiempo era ella misma y estaba agradecida de eso. Las otras veces cuando tenía flashes raros de esa otra vida, o sueños que la hacían sentarse en su cama de un jalón en el medio de la noche con su camisón empapado en sudor. Continúo llevándolo de la mejor manera posible porque no había nadie que pudiera realmente ayudarla.
Como un instinto de supervivencia, se convirtió en amiga de Lily, porque estaban en el mismo año y compartían un dormitorio. Ambas niñas le ofrecieron a Severus una incansable amistad quien parecía mejorar con su gentil influencia. Hermione esperaba que fuera más fácil para él, si tenía más de un amigo. No estaría tan desesperado, o amargado si tenía un círculo de amigos un poco más grande. Quizá ella también esperaba que su amistad cambiara el resultado de algunos de sus sueños más turbios. Desafortunadamente, él estaba entablando amistades en Slytherin también, y algunos de ellos no eran la clase de gente que la antigua Hermione aprobara. Los tres estaban sentados en la biblioteca cuando fueron interrumpidos.
"Severus, ¿Qué estás haciendo con esta gente?" sonó una aristocrática voz arrastrando las palabras, una voz que alerto a ambas la antigua Hermione y la nueva. "Ven; vamos a un lugar donde esté un poco menos… sucio."
"¿Qué se supone que significa eso?" preguntó Hermione bruscamente, entrecerrando sus ojos avellana. Se paró y se puso frente a frente con el chico un poco mayor. La antigua Hermione se dio cuenta con alarma que era un más joven Antonin Dolohov.
"Creo que sabes exactamente qué significa" le contestó con desprecio. Su varita estaba en su mano antes que ella lo imaginara y le presiono el pecho.
"Quiero escucharte decirlo" Le siseo. Sus ojos avellana brillaban con enojo, su varita presionando el pecho del chico.
"Vamos, Severus, seguramente lo que se supone que son modales de sangre sucia se le pegan a todo aquel que los toca" contesto Dolohov con vicioso desprecio, una mueca arrogante en sus labios. Los ojos de Hermione se abrieron furiosamente. Su mano se movió por inercia y el sonido de su palma en la mejilla del chico hizo eco en la biblioteca.
"¡Como te atreves!" susurro Hermione.
Lagrimas se asomaron por sus ojos y tomo sus libros para salir corriendo. Lily no había entendido la mayor parte de la conversación, pero si sabía que el chico rubio las había insultado a las dos. Severus no había hecho nada para apoyarlas. Se miraba miserable, pero no podía mirarla. Lily tomo sus libros y salió tras su amiga. Llegó a la sala común tras Hermione, y la vio subir las escaleras al dormitorio. James estaba al pie de las escaleras llamándola, so rostro reflejando su preocupación.
"¡Hermione Sabes que no puedo ir haya arriba! ¿Qué está pasando?" se voltio y miró a Lily y se acercó rápidamente a ella. "¿Qué sucedió?"
Yo… yo no sé. Estábamos en la biblioteca y este chico rubio de Slytherin le dijo a Severus que no debería estar donde hubiera suciedad, lo que es raro porque la biblioteca siempre está limpia" James contuvo la respiración su rostro se tiñó de un raro color, Sirius se colocó a la par de James, su rostro furioso. Lily trago nerviosa. "um, Hermione se molestó y se paró, quería saber qué era lo que él estaba insinuando. Luego él dijo um… algo acerca dela crianza de sangre sucia y sus modales. Ella lo abofeteo muy fuerte y corrió fuera de la biblioteca llorando.
"¡No lo hizo!" Siseo James refiriéndose a Dolohov. El enojo haciendo que sus manos temblaran. Sirius tomo su brazo y comenzó a susurrarle en el oído. James parecía calmarse un poco. Lily se miraba aún más confundida.
"¿Qué es exactamente a lo que se refería?" pregunto finalmente Lily. James apenas contuvo su enojo. Sirius la miro con esos ojos grises y se puso colorado.
"Es realmente grosero, una muy mala palabra que gente educada generalmente no usa," contesto con una mueca en los labios. "Se supone que es un insulto a las personas que tienen padres no mágicos"
"Gente como yo" susurro Lily. Empalideciendo. "Pero, ¿Hermione no es como yo, o si?"
"No" contesto James todavía temblando del enojo "Pero nosotros hemos sido enseñados mejor que eso, sin ofender Sirius. Apuesto a que Hermione estaba enojada por ti, Lily. Ella puede ser muy protectora con aquellos que le agradan."
"oh" murmuro Lily, sonrosándose. A ella le agradaba Hermione y la consideraba una amiga aunque no la conociera por mucho tiempo como a Severus. "um Voy a ir a ver si está bien"
"Podrías por favor traerla acá abajo" Le suplico James, sus ojos avellana llenos de preocupación por su gemela. Lily lo miro por un minuto. Siempre que James estaba con su hermana, Lily casi podía tolerarlo. Ella asintió. Hermione estaba en posición fetal dándole la espalda a la puerta, Lily suspiro y se paró frente a la cama de Hermione.
"Él está preocupado por ti" le dijo Lily en voz baja. Hermione se limpió sus enrojecidas mejillas y miro a Lily. "Por favor baja"
"Está bien" dijo Hermione en voz baja. Aliso sus túnicas, se puso un poco ansiosa y miro a Lily incierta por el rabillo de su ojo. "Sabes que no todos son como Dolohov. ¿Verdad?"
"Sé que tu no lo eres," Le dijo tristemente Lily. Pensando en Severus quien no había hecho nada para defenderla. Hermione se veía muy triste, y extrañamente vieja y sabia por un momento.
"Él tiene que tener mucho cuidado, ¿Lo Sabes?. Él es mestizo y está en Slytherin. Pueden hacerle la vida difícil. Puedes… puedes no creer lo que ellos harían, y pensar que es gracioso," Dijo Hermione despacio y con cuidado mientras se alisaba la parte de enfrente de su uniforme. Lily se hecho su rojo cabello hacia atrás sus ojos verdes brillantes.
"¿Lo estás defendiendo?" pregunto bruscamente. Hermione sacudió su cabeza.
"No, pero entiendo su posición. Ven James esta frenético probablemente." Hermione se dio la vuelta y dejo el cuarto.
Descendió las escaleras del dormitorio de niñas con elegancia, y Jaime se le lanzo en el momento en llego al final de las escaleras. Se la llevó al sofá y la sostuvo en sus brazos, sus obscuras cabezas muy cerca, sus labios en su oído, susurrando. Ella asentía ocasionalmente. Sus ojos avellana se dirigieron a Sirius en algún punto de la conversación y asintió con mala gana. Lily se sintió como una intrusa con los gemelos y se retira a sentar en una silla cercana.
"Me lo prometes My own" dijo James de pronto cuna una voz seria lo suficientemente fuerte como para que Lily escuchara.
"Si, Jaime" la voz de Hermione era más suave, pero Lily alcanzo a escuchar. "Si no estás cerca encontrare a Sirius."
"¿Me ayudaras Sirius?" La voz de James se había vuelto un poco incierta. Los dos niños se habían vuelto buenos amigos en poco tiempo, pero James estaba pidiendo un favor un poco grande.
"Claro" replico el otro niño al instante, su tono un poco ofendido. "Soy tu amigo, ¿no?"
Si era honesto, Sirius Black admitiría que hubiera cuidado de Hermione Potter por su propio bien. Cuando su madre le había enviado vociferadoras en el gran comedor porque había sido seleccionado en Gryffindor, la pequeña mano de Hermione había encontrado la suya para apretarla. No lo había mirado, o había comentado sobre la actitud de su madre de alguna otra forma, pero le había demostrado que le importaba. Para un chico demasiado privado como Sirius, eso se había significado más para el que cualquier otra cosa. Sin embargo, los niños de 11 años raramente son tan honestos con ellos mismos, el con gusto uso su amistad con James Potter como impulso para proteger a la hermana de su amigo.
James Potter era un extrovertido y amigable niño simpático con confianza y carisma. El y Sirius eran muy unidos quizá debido a sus similitudes. Hermione se dio cuenta de la introducción del joven Remus Lupin con una sonrisa aprobadora para el tranquilo chicho estudioso.
Un día, cercano a la luna llena,Remus miro a Hermione de una forma extraña. Ambos estaban sentados en un sofá en la sala común de Gryffindor. Ella lo había estado observando por encima de su libro con preocupación y afecto. Él le frunció el ceño.
"¿Por qué te agrado? ¿Por qué estas siempre preocupada por que este bien?" le pregunto de repente, causando que tanto Sirius como James levantaran la vista de algo que habían estado hablando a susurros, y miraron de Sirius a Hermione. Ella le sonrió levemente y se acercó a darle un beso en la mejilla. Y luego sus ojos avellana lo observaron, sin parpadear.
"Porque eres una buena persona" Le dijo con firmeza. Remus enrojeció y dirigió la mirada a su libro. Hermione se levantó del sofá y se dirijo al cuarto de las niñas dejando a tres confusos niños atrás.
Ese año para navidad, James compro un gato de cara aplastada color anaranjado como un regalo para su amada hermana. Ella gritó de alegría y lanzo sus brazos alrededor del cuello de su hermano casi ahorcándolo.
"oh, Jamie, lo amo, muchas gracias" le susurró Hermione al oído.
El resto del año pasó sin mucho que comentar. Hermione dejó que Remus Lupin y Lily Evans recibieran las mejores calificaciones en cada clase. Era su tiempo, después de todo. Hermione recordaba haber tenido las mejores notas en todo; recordaba los halagos de los maestros y la reprobación de los otros estudiantes. Ya había sido prefecta y muy seguro hubiera sido premio anual. La pequeña Hermione Potter sabía muy dentro de sí que había cosas que eran más importantes que sus calificaciones altas. Sus sueños le enseñaron eso. Lo hizo bien, pero había podido hacer la mayoría de las cosas de memoria. En lugar de eso paso la mayor parte del tiempo tratando de entender cuáles eran los puntos críticos de la historia que se desarrollaba en este tiempo, y como salvar a su Jaime. El fiero amor posesivo que sentía por su hermano no era algo nuevo para Hermione Potter. Había recuerdos difusos que le informaban que siempre se había sentido así hacia él. Estaba loca si lo dejaba morir esta vez. Él era de ella, y Voldemort lo tendría sobre su cadáver, se estaba encariñando con Lily, y quizás ese cariño la persuadiría para compartirlo con ella, Quizá.
My own es el apodo o sobre nombre que James utiliza para hablarle con cariño a su hermana en el fic original, no encontré una forma de traducirlo debido a la originalidad de la autora al crearlo. pero si alguien tiene una sugerencia aparte de "Mia" (que a mi criterio es muy cliché y no encaja ) bienvenida sea.
