El guardián de la puerta
Uno de mis escritos al cual aprecio mucho por el sentimiento de esperanza que se ven reflejado en el... Espero que te guste, Mena
Una inmensa oscuridad cubría el lugar que parece no tener aleta ante los ojos de cualquier ser vivo. Entre la nada misma, un hombre de ojos esmeraldas se mantiene vigilando una hermosa puerta de mármol blanco, la misma que se puede cortar de tan oscuro escenario.
Máximo, miraba hacia adelante, como si en tan solo unos segundos, una presa saltara a un lado y corrompió lo que está por tanto tiempo se vea sujeto a cuidar.
Pasaron tan solo unos minutos, en donde nada más que el silencio reino.
Hasta que de repente ... La escena se vio interrumpido por una lijera brisa. -Ahí viene.-Con gran habilidad desenfundo su espada, sus ojos miraron sin vincularse con la realidad que la bestia del hombre negro que venía a perturbar a su reina - No pasarás nada más que la dirección que tomará el espectro, y que está aquí una suave luz blanca comenzó a desprenderse de su arma ... Esperanza.
El poder que le otorgaba a Ama al salir de su arma ayudándole a sí mismo rápidamente.
Sabía lo que eso significaba, el hecho de que su arma brillaba no era algo bueno. Todo en este mundo tenía su lado oscuro y negativo y el otro como los pequeños brillos de la luz desapareciendo lentamente entre el hombre negro del enemigo, logrado afirmar lo que pensaba.
Con rapidez se acercó hasta la puerta e ingreso desasígena antes de mension.
Entre paredes blancas y lujosas, un tronco de oro con incrustanciones de joyas, con la reina blanca, mas esta en vez de permanecer sentada, su cuerpo yacía inconsciente en la enorme alfombra roja que cubría el lugar.
–¡Mi Reina! –enseguida el guardián socorrió a la mujer, teniéndola en brazos en un intento de despertarla –Max ... - la Dama que tan solo se aparentaba ser una mujer joven a la par de los milenios en los que se vio sujeta a vivir ahi, le devolvió la mirada inundada de tristeza a su protector –No va a venir Max –su voz sonó quebrada, casi sin fuerza, como si hasta la más mínima esperanza de que su Rey apareciera se hubiera esfumado.
–Eso no es verdad Mi Dama ... Él Señor ... él –Max no fue capaz de terminar la oración. De nada le sirve a la mujer escuchar las palabras que hasta para las falsas resultantes.
¿Cuántos años había pasado? Ya ni siquiera lo recordaba, la primera vez que tuvo la oportunidad de ver a la Reina está tan solo era una niña de apenas 13 años, inocente y llena de vida.
¡Una niña! que aprendió a vivir en esta lujosa prisión, con solo su eterna compañía de consuelo y alimentándose de la inocencia y la pureza que significaba el amor en su vida.
Pero los años pasaron, y con eso la sabiduría a causa de las decepciones hizo mecha en la joven que se veía con tristeza como el hombre al que siempre esperaba no era más que eso ... Un sueño. Un simple sueño que caería enfrente de sus ojos, destruyendo una parte de su alma en el camino.
Por eso tengo que quedarme con Debía cuidarla! No podia permitirse que su Reina se rindiera. Que esa esperanza y esperanza que tenía sentido desde niña, se esfumara a causa de los espectros que lo mostraban lo cruel y doloroso, que podría ser el amar a alguien.
Él se quedó a un lado por toda la eternidad hasta que el hombre que estaba esperando que apareciera y con eso la mujer en sus brazos fuera finalmente libre de la desdicha.
Fin..