-No, definitivamente no puedes.
-Si, definitivamente si puedo.
-¡No PUEDES!
-¡Sí PUEDO!
Un par de ojos azules miró fijamente a los dueños de estas dos voces, tratando de tener una comida decente sin las voces fastidiosas de dos adultos discutiendo de… ¿De qué estaban discutiendo? Ni si quiera se acordaba de porque la discusión empezó. Mirando a todos lados salvo a los Jounins que seguían gritándose pero ahora cada uno con kunai en mano. Tratando de buscar una explicación a esto pero fallando en el intento, una presencia familiar llegó al mismo sitio donde él estaba.
-Buenos días Naruto
-Buenos días Sakura-chan.
Sakura tomó asiento a lado de Naruto y ordenó su usual ramen vegetariano. Después de todo seguía estando a dieta porque Ino le acababa de "robar" la nueva falda que estaba a punto de comprar, la próxima vez ella compraría la blusa que Ino soñaba desde que empezó el verano. Sakura la conseguiría primero porque ella si tenía dinero y además Ino tenía demasiado pecho para entrar en ella. Mientras esperaba por su orden ella volteó a ver lo que estaba viendo Naruto Geez… ¿Siguen con eso? ¿Por qué no le paran ya? Se está haciendo fastidioso.
-Te lo dije, eres incapaz de hacerlo sin hacerte daño.
-Soy perfectamente capaz de hacerlo y sin una sola gota de dolor.
Naruto suspiró y ordenó otro tazón de ramen con carne de cerdo, esto sencillamente estaba más allá del fastido y la peor parte es que no podía recordar porque la discusión empezó. Lo que apenas podía recordar es que todo fue culpa de la abuela.
2 semanas antes
Tsunade estaba caminado hacia su usual bar cuando Naruto la vio acercarse, él corrió hacia ella para decirle hola y sorprendentemente ella le respondió con buen humor y hasta le sonrió. En un principio Naruto pensó que era una trampa y parpadeo varias veces sin creerlo, buscando con su mano izquierda un kunai de su bolsa trasera pero desistió cuando la mujer no hizo nada más.
-¿Por qué tan de buenas, abuela?.-parpadeando aun.
-Por nada en particular.-tratando de ignorar la parte de "abuela" y siguió sonriendo.
Naruto cerró sus ojos con incredulidad y se dio unos pasos hacia la mujer para verificar de más cerca si todo lo que su mente había captado estaba bien.
-Nee… ¿Quién eres tú? ¿Qué has hecho con la abuela?.- dando círculos alrededor de Tsunade y verificando si ella era la real, tocando ciertas partes que… pues no deberían ser tocadas por nadie en su sano juicio, bueno salvo quizás por Dan.
Tsunade parpadeo al principio, después la ira se hizo presente y para finalizar… ¡SLAP! Obviamente esto mandó a Naruto volando dos cuadras lejos de Tsunade. Masajeando su mejilla y las otras partes de su cuerpo que fueron dañadas, Naruto la siguió al bar confirmando su presencia en dicho lugar. En la puerta estaba Shizune con Ton Ton en sus brazos, ella le saludó y le preguntó si de casualidad había visto a Tsunade, él solo se limitó a señalar el bar con el índice. La ninja suspiró y después le sonrió al genin, Naruto se estaba impacientando, ¿Por qué todos parecían tan felices el día de hoy?
-Hey… ¿Shizune-san? ¿Por qué la abuela se ve tan feliz el día de hoy?
Shizune parpadeo un par de veces y volvió a sonreir, dandonle una palmada en la cabeza.
-Por nada en particular.
Ahora era official, Naruto estaba furioso ¿Por qué todos le daban ese tipo de respuesta tan barata? En vez de dejar a la ninja entrar al bar, el la miró con furia y la detuvo.
-¡Oy! Servidora de la abuela, dime ¿Por qué la abuela está tan feliz o haré de Ton Ton una cena placentera?.- apuntando con un kunai al cerdito que estaba en las manos de la joven, quien intentaba lo mejor esconderse y safarse de las manos de ella.
Shizune suspiró un poco pero continuó sonriendo. Afirmando con su cabeza le indicó con su mano derecha que se acercara un poco.
-Es solo que… Tsunade-sama está a punto de ganar la primera apuesta en toda su vida.
Naruto se cruzó de brazos y cerró sus ojos sin creerse ni una sola palabra, la ninja con un gesto firme lo arrastró al bar donde Tsunade momentos antes había entrado. Había pocas mesas, cada una con 6 sillas. El gerente estaba en la barra al fondo acompañado por otras 5 personas. Naruto los reconoció inmediatamente por sus características particulares, primero estaba el tío fumador con su la típica nube arriba de él, después estaba la kunoichi que parecía estar más que obsesionada con el color rojo, luego estaba la maestra peligrosa, violenta, extraña, con redes de pescar por ropa y de cabello morado. Le seguía su sensei con la nariz metida en su adorado libro y al final estaba Tsunada sonriendo ampliamente.
Naruto estaba a punto de caminar hacia ellos cuando Shizune lo detuvo, mirandola extrañado ella colocó su índice en sus labios como señal de silencio y sonriendo le indicó una mesa no muy lejana de la barra para que ambos se sentaran. Ambos caminaron silenciosamente hacia esa mesa para no llamar la atención, afortunadamente la mesa estaba ubicada de tal forma que ellos podían verlos y escucharlos con claridad sin ser descubiertos. Los adultos estaban un tanto silenciosos, solo bebiendo sus respectivas bebidas hasta que Tsunade decidió romper el silencio.
-Dime Kakashi ¿Qué volumen estás leyendo ahora?
El nombrado dejó de leer para mirarla sobre las páginas de su libro con un poco de interés, solo un poco. El resto del grupo miraron a Tsunade con sospecha ¿Hacia dónde quería llegar? Ella nunca había aprobado que su compañero sannin se pasará su vida escribiendo novelas pornográficas en vez de entrenar, trabajar o lo que sea salvo eso. Tsunade ignoró olímpicamente sus miradas y continuó mirando fijamente al ninja pelo gris, quien ya había regresado a su lectura.
-Volumen 6.-dándole vuelta a la pagina, ignorando completamente a la 5 Hokage.
-¿Ya llegaste a la parte donde la enfermera y el doctor tienen un encuentro en el escritorio?
Todos en el bar incluyendo a Ton Ton y el gerente, miraron estupefactos y aterrados a la Hokage con excepción de Shizune que seguía sonriendo. ¿Acaso habían oido lo que ella acababa de decir? O ¿Había sido consecuencia del alcohol fluyendo en sus venas? Kakashi paró completamente su "estudio" y miró a la mujer confundido pero con un gran interés. ¿Acaba de decir lo que imagino que dijo?
-En realidad encuentro más interesante el volumen 3. En particular la parte de buceo en la piscina.- sonrió la rubia maléficamente y tomando otro trago de su sake frío.
Asuma dejó caer su cigarro en la barra ¿Qué demonios está pasando? Mirando a Kurenai y comprobando que estaba igual que él, boca abierta y dispuesta a recibir cuantas moscas Konoha pudiera engendrar. Anko tenía un ligero rubor alrededor de sus mejillas pero con la boca igual de abierta. Todos en Konoha sabían que Kakashi era un pervertido y no sentía el más mínimo pudor en admitirlo. Pero… ¿La Hokage? Una de los tres legendarios sannins ¿leyendo esas mierdas de libros y compartiendo sus contenido tan abiertamente al público? No, no a cualquier público. ¿A Kakashi?
Tsunade siguió bebiendo y sonriendo placidamente, de vez en cuando mirando de soslayo a Kakashi, quien no había apartado su mirada de incredulidad de ella.
-¡Oh por favor! No esperaría que el Hokage solo se la pasará haciendo papeleo e investigaciones todo el tiempo ¿verdad?.- dando otro sorbo a su sake.- Además he sido compañera de ese idiota pervertido por más años de los que has vivido.-señalando al ninja copia con su índice derecho.
Anko estaba un poco furiosa pero también decepcionada ¡¿Cómo había sido posible que la Hokage hubiera caído tan bajo como Kakashi al leer semejantes cosas?! Ni siquiera merecían el título de libro. Anko cerró su boca y su mano derecha se convirtió en un puño. Tsunade percibió esto y sonrió aun más. Esta funcionando.
-Entonces ¿No piensas lo mismo eh… Kakashi-kun?.-guiñandole el ojo y ordenando otra botella de sake al gerente estupefacto que tenía enfrente.
El cantinero reaccionó inmediatamente y fue a la parte posterior de la barra para agarrar otro contenedor de sake, mientras tanto el puño de Anko se estaba tornando rojo y se sacudía ligeramente con un poco de ira. Tsunade continuó mirando a Kakashi que seguía con la misma expresión de antes, total desconcierto. El gerente/cantinero regresó con otra botella llena del sagrado néctar para Tsunade quien lo disfrutó inmensamente de un solo sorbo.
-Son buenos debo admitirlo, pero es duro tratar de parar una vez que empezaste. Pero soy mujer así que puedo parar cuando yo desee.-lamiendo la comisura de sus labios, atrayendo completamente la atención del ninja pelo gris con este movimiento.
-No como alguien que conozco.
La tensión del ambiente fue rota por estas últimas palabras, ahora la atención estaba puesta sobre el origen de esta palabras, la sonriente kunoichi de pelo violeta. Anko miró a Kakashi con enojo y con una sonrisa triunfante en sus labios se mofó de él. Kakashi consiguió recuperar la compostura y comenzó a respirar normalmente, resumiendo su lectura. Asuma sacó otro cigarrillo de su chaleco, mientras que Kurenai estaba mirando directamente a su amiga, esperando pacientemente su siguiente movimiento.
-¿Lo ven? De vuelta a su mundo de fantasía del cual no se puede escapar, no importa que.-dando un sorbo pequeño a su batido de vodka con caramelo.- Aunque su vida dependiera de ello.
-Puedo controlar perfectamente mis hábitos de lectura para tu información, Anko.-sin despegar el ojo del libro e ignorándola completamente.
-¡Oh sí! Se nota.- señalando al libro abierto frente a su nariz.
Kakashi la miro por encima de su libro con su ojo perezoso, Anko estaba sonriendo y esperando su respuesta. Este solo suspiró y tomó con su mano derecha la copa de vino tinto que tenía enfrente, balanceándola ligeramente.
-Si puedo.-meneando la copa, sin dejar de leer.
-Entonces ¿Por qué el libro sigue abierto, eh? Kakashi.
Tsunade notó como Kakashi frunció el cejo y que se estaba impacientando un poco por las palabras desafiantes y fastidiosas de la kunoichi.
-No tengo porque dar explicaciones a alguien que no puede controlar sus hábitos alimenticios, sobre todo en el departamento de lo dulce como el dango.-tomando un sorbo de su bebida, tan rápido que solo Tsunade percibió dicho movimiento.
-Y esto viene de alguien que solo ve las palabras Icha Icha e inmediatamente alquila su alma por un pedazo de esa mierda.-sujetando fuertemente su vaso con la mano izquierda.
-Al menos no me pongo hiperactivo cada vez que como dulces.-cerrando su libro de golpe.
-Al menos no me pongo caliente cada vez que leo cosas como esas.- levantándose y dejando su bebida en la barra.
-Al menos no engordare por leer mis libros.-mirándola fijamente sin levantarse.
-Al menos no me quedaré ciega por comer dulces.
-Desde luego que no me quedaré ciego por esto.-guardando el libro en su chaleco.
-Estas a medio camino ya.-señalando el único ojo visible del shinobi.- Ninja perezoso y pervertido quien no puede vivir una semana sin sus apreciados libros.
-Ciertamente que puedo vivir sin ellos, pero en tu caso estarías muerta sin una sola gota de azúcar fluyendo en tus venas en un solo día.
-Me las puedo arreglar al contrario tuyo.
-Lo dudo mucho, amante del Dango.
-¡Si puedo! Bicho porno.
-No puedes, Dulce adicta.
-.-.-.-.-
N/A: Bueno primero que nada este es mi primer fanfic en 3 años y segundo esto es una traducción del fic original que tengo. Estoy haciendo esto porque bueno perdí la idea para los capítulos siguientes y tengo la esperanza de que traduciéndolo me ayude a recordar ¿por qué escribí esto? y ¿cuál es el final original? Bueno espero que les haya gustado, traté de ser lo más fiel a la pieza original pero bueno es casi imposible hacerlo ¿verdad? En fin solo traduciéndolo para que más personas lo puedan leer y espero que esta pareja se propague y se vayan estos bloqueos de inspiración
LiraWM
Siguiente Episodio: Ambos personajes se preguntan porque perdieron la compostura y ambos reciben una sorpresa que no saben si considerarla buena o mala.
