50 Sombras de García

Por Mayra Exitosa

El castigo siempre es… incierto

Llevaba semanas brincando de alegría, Terry observaba el movimiento, se había auto invitado a un reto que era por mucho tentador, ahora que gozaba de sus vacaciones. Vio que Niel se subía a unas cajas y movía una tela que el mismo viejo gordo de García, había puesto hacía apenas unos minutos. La curiosidad mataba y definitivamente no era su punto fuerte. Se bajaba del segundo piso, donde solo había sido espectador y por fin llegaba hasta el lugar donde Niel, escondido se escabullía para ver por otra parte del cuarto cubierto de telas negras tras los arbustos bajo la mansión Andrew.

- ¿Qué haces Niel?

- Ven, acompáñame, el señor García, está planeando algo, al parecer se encontraba molesto, porque no lo tomaron en cuenta para una cita a ciegas que nos está organizando mi Tía Elroy.

- ¿Qué? Quien en su sano juicio tomaría a un hombre como ese, ¿para una cita?, tan solo… Tu tía abuela, tal vez lo está separando para ella.

- ¡Cállate! No hagas ruido y deja a mi Tía Abuela en paz.

Carol regresaba cabizbaja por no haber cumplido su reto, sin embargo, ahora ya se había desocupado y se preguntaba que su hubiera escrito aunque fuera un short, algún corto, pero ella debía haber asistido a su cita, ahora por haber faltado, Johnson le quitaba la tesorería general de los pagos y gastos para la administración. Stear se acercaba a ella y aun un poco ruborizado le saludaba,

- ¿Qué tienes Carol?

- ¡eh! ¡Nada!

- Sabes tuve una cita… también me… incluyeron. Decía aun nervioso imaginando parte de su cita y viendo avergonzado a la joven

- ¡Ah! Por eso estas así, quisieran saber que opinaría Paty, cuando se rumore tu cita.

- Fue algo privada y… es una gran chica y…

- Si, ya, no tienes que decirme, estoy muy triste por los resultados, yo… no pude ir y Yeneli fue la seleccionada para ir en mi lugar.

- Si, lo supe, creo que George, no quedo muy contento con su cita, al parecer ya tenía planes… el preparo algo para ti. Carol se sintió peor, bajo la mirada y se fue sin continuar con la conversación, ya no quiso saber nada.

Luisy caminaba viendo hacia las cámaras, llevaba una charola con… "melocotones" y se escondía del movimiento de las cámaras, al parecer las llevaba a su habitación, Stear juntaba el entrecejo, extrañado y se iba a la oficina principal, le comentaba Albert si sabía de qué se trataba eso de los melocotones.

- Oye Tío, sabes que hace Luisy llevando algunas cosas de aquí para allá, medio misteriosa. Albert serio y tratando de no darle importancia, respondía,

- Si, al parecer se tomó en serio, lo que le pedí, sobre que… atendiera a Terry, es mi invitado.

- Y por eso esquivaba las cámaras, llevando melocotones

- ¿Melocotones?

Albert se paraba como resorte, tomaba su celular y marcaba el teléfono de su escritorio con parlante, al ver el número en su directorio personal. Esto era algo inusual y Stear se quedaba asombrado, sentía haber mencionado algo que no debía, pero al escuchar la conversación de Albert tan relajada, se tranquilizaba.

- Mandy, ¿mandaste mi doble a la cita?

- Si, como me lo pediste. Ella dijo que se irían a otro lugar.

- Así es. Me mando mensaje mi guardia personal y me dice que lo están tratando muy bien, pero… al parecer está muy obscuro, apenas y se comunico con la pila especial de su celular.

- No se preocupe, mande un escuadrón especial para el rescate, dudábamos que terminara bien esa cita, estábamos preparadas para lo que se ofreciera, además… Necesitaremos al doble de nuevo.

Albert recibía una llamada por el celular, cortaba la otra llamada y contestaba,

- ¿Ya estas lista, mi amor?

- Si, Albert. Estaba preocupada, pero ya tengo todo preparado.

- Muy bien, deja le encargo la oficina a Stear, para que se quede al pendiente de la mansión y… te alcanzo en una hora. – Si amor, un beso. - Stear cuida al grupo, no quiero problemas, llegará mañana mi doble, ya sabes solo déjalo aquí en la oficina y diles que… tengo dolor de cabeza, posterior si ella intenta entrar, que se atenga.

García preparaba algo tétrico, y Terry lo notaba, estaba muy curioso de todo lo que observaba. Niel estaba atando cabos y veía que ahí dentro a alguien ataría.

- Niel, querrá meter alguna de las chicas de las que trajeron para esas extrañas citas con ustedes.

- No lo dudes, este no da pisada sin huarache, bueno eso dice él.

Terry y Niel estaban viendo que si incluía a alguien sin su consentimiento, le avisarían a Albert.

Candy por su parte, después de haberse asustado mucho porque la Tía Elroy iba a casar a todos sus sobrinos de un santiamén, solo le había comentado a Albert, muy enojada sobre su reacción a esas citas a ciegas y como es que el también estaba incluido. Pero Albert probando si ella lo decía por el, comentó que a Terry también le invitarían a una cita, que si ella deseaba ir con él. Eso la molestaba, pues Terry hacía tiempo que ya no estaba junto a ella, con motivo de su actuación. Lo que le incomodaba era que el mejor amigo que siempre había tenido ahora se presara a esa cita a ciegas.

Albert sonriendo, le comentaba, que podía hacer algo al respecto, y si ella lo ayudaba, podría ser su cita a ciegas, mientras otro ocupara su lugar.

- ¿Yo, Albert?

- A mí me encantaría tener una cita con la chica más bella que he conocido, y esa, eres tu Candy

- ¡Albert!

Después de esa ocasión, hacía ya una semana, ahora ambos preparaban una cita romántica para ellos solos, tratándose ya no como amigos, sino como novios, claro esta de manera muy secreta.

Archie ya se había resignado a que su Tía a alguien más le invitaría, al haber recibido la invitación de una cita a ciegas con la hija de un inversionista importante de la familia Andrew. Como Annie, siempre lo evadía, pues ya no tenía caso negarse, iría a la cita con quien le tocará, pues su hermano también había aceptado y hasta el mismo Anthony estaba incluido, la meta de la Tía Elroy era casarlos a todos ese mismo año.

CONTINUARA…