»Summary: Cuando hay una familia numerosa todo puede suceder. Se pueden enamorar de alguna persona que quizá podría se una primo(a) lejano(a) y ninguno de estos dos se daría cuenta. Esto les sucederá a Edward y a Bella, después de una cena familiar en la Mansión de la abuela todo cambiara.
»Capítulo 1: En Familia otra vez
Tal vez esta sería la peor fiesta de toda la existencia o de toda mi vida. Iremos a la gran mansión de la abuela Renata.
Desde que había muerto el abuelo Phil ya no convivía mucho con esa familia, más bien era una niña, y las niñas se divertían con cualquier cosa. Pasaríamos cinco semanas en esa mansión rodeada de muchos árboles y al final encontrarnos con una agradable playa en Jacksonville. También estaríamos con sus presumidos y odiosos hijos y nietos -excepto mis hermanos y yo-. Y todo esto para celebrar sus casi 150 años, ¿o eran menos? Si, eran menos por que solo cumplía 78 y ya tenía aspecto de momia.
Y se preguntaran porque esa familia me cae tan mal. Eso es simple. Hace ya casi tres años que yo asistí a su pequeña casa en Miami, y todos estaban reunidos, desde que era una bebé nunca he recordado una muestra de cariño por parte de la viejita, y tal vez por eso no la quería como se debe.
Yo no tenía ánimos de asistir pero fui obligada, en ese tiempo yo tenía tan solo 14 años y ya había cambiado, mi forma de vestir, mis gusto entre otras cosas. De verdad ya no era una niña. Me comparaban con Alice, mi pequeña hermana. Bueno en fin, a su vista yo era 'Rara' y Alice era Normal. Me Sentí mal cuando se decían ser mi familia no respetó mis gusto, me afecto mucho y mi orgullo termino por ganarme. Desde ese entonces no he vuelto a convivir con ellos y la distancia hizo que se olvidaran de mi y casi no me prestarán atención.
Ahora que íbamos rumbo a la Mansión de la abuela estaba totalmente solo, o lo estaría en cualquier momento.
. . .
Me sorprendí por lo grande que era esa mansión. Ya la había olvidado. Muchas habitaciones y grandes ventanas. Era indescriptible.
La abuela ya estaba esperando en la entrada de la mansión. Note que ya casi la mayoría de la familia estaba ahí, pues sus autos estaban estacionados en el patio delantero.
Volví a ver a la señora con piel un poco bronceada y arrugada. Su cabellera blanca como la nieve que antes fue de el color del la miel. Sus ojos aun permanecían azules y brillantes.
La viejita se acerco a su hija, Renée -mi madre- y la abrazo con mucho entusiasmo, después a mi padre, Charlie, a mis hermanos Emmett y Alice, y por último a mí.
—Hola Isabella, pero cuanto as crecido estos años. No te había visto en un muy largo tiempo— y como siempre ni un 'Te he extrañado tanto' o algo parecido
—Es un gusto volver a verla— mentía —Si mucho tiempo de no verla— "y que senote está llenado de arrugas" quería agregar.
—Vamos para que se instalen y puedan salir al jardín para que se unan con los demás— invito la abuela. Aun no podía entender por qué no me mostraba cariño y afecto. Pero ya lo había superado.
. . .
Alice y yo nos fuimos a las últimas habitaciones de un pasillo que daba a un gran ventanal. Abrí la puerta que estaba de un lado del gran ventanal y entre. Las habitaciones solían ser un poco reducidas pero hermosas.
Eran de un color beige con líneas pintadas de vino en el contorno de la habitación. La cama estaba del lado de una ventana de un metro cuadrado con cortinas color vino que al abrirlas se podía observar el jardín y a lo lejos el mar. A un lado de la cama se encontraba un pequeño mueble de color caoba y sobre él una lámpara sencilla.
En el costado derecho de la habitación se encontraba el baño, que también era pequeño pero cómodo. Y por ultimo en el costado izquierdo se encontraba el armario color caoba también. Como dije, pequeño pero hermoso.
Me senté en la cama exhausta y suspire profundamente. Después de todo esto no sería tan malo o sí.
Me asome por la ventana después de acomodar mi ropa en el armario, note que mis padres y mis hermanos ya estaban en el jardín. Ya estaban todos mis tíos y primos. Vi que había unas cuantas personas desconocidas reunidas también. Me pregunte quien podría ser.
Un joven de cabellos color cobrizos, piel nívea y ojos -que a distancia se notaba que eran verdes esmeralda- verdaderamente hermosos miro hacia mi ventana.
Me quede parada como estatua viendo al joven sonrió de lado y volvió su mirada al frente. ¡Qué mierda!" Pensé.
Mi corazón empezó a latir desbocado, mis mejillas comenzaban a quemar. Las manos me estaban sudando. Mi respiración no se quedaba atrás y se agitaba al ver esa sonrisa ladeada de aquel apuesto chico que se encontraba en el jardín de la viejita.
"¡Ay no! Tienes que bajar..." Pensé de nuevo. Cerré mis ojos con fuerza. Como si eso pudiera deshacer las sensaciones que estaba sintiendo en este momento.
Los abrí de golpe. Me arme de valor, abrí la puerta y baje al jardín.
"Trata de no tropezar" me recordaba en cada paso.
Estos no eran nervios por ver a mi familia después de algún tiempo, ¡NO!, era por aquel chico que me miro mientras yo estaba arriba en la habitación.
Ahora más que nunca tenía que actuar 'normal' como esta familia quería que fuera.
Primer capitulo, lo tuve que volver a publicar ya que se habia borrado. Espero su bella opinion.
