Prologo

Desde niña siempre he odiado a los dentistas. Si, esos sádicos doctores con su trauma a la limpieza; sus maquinas para hacer nido de conejos en los dientes, y con aquella risa siniestra que muestran al terminar su trabajo. La última vez que visite un dentista podría decirse que fue la peor experiencia de mi vida…

"My dentist sadistic"

Mi sádico dentista

Poco antes de cumplir 4 años mi madre sugirió reservar una cita para ir al consultorio dental, cada día me hacía cepillarme los dientes tres veces o después de cada comida, evitaba no darme dulces y cuidaba mi alimentación, siempre diciendo que una señorita de alta clase, "jamás" debería poseer un diente imperfecto y el mismo día de mí cumpleaños asistí a una revisión.

Para mi suerte la mayoría en la sala de espera eran igual que yo, niños. El problema se desato cuando al acercarme todos lloraban, pataleaban, gritaban, y aquellos que salían del consultorio portaban una de sus mejillas roja como un jitomate.

-Mami, ¿Podemos irnos? Mis dientes están lindos así.-En un intento de huir de aquel horrible lugar, utilice mi ventaja como una niña pequeña y las palabras salieron tan melosas como en ocasiones llegaba a lograr.

-¡Por supuesto que no!-Me reprocho no solo con sus palabras, si no también con una mirada fugaz que me dirigió.

Bien, logre controlar el miedo durante 25 minutos en los cuales seguía siendo un caos ese lugar, pero toda mi determinación se fue a la basura al momento de ser llamada por la asistente dental.

-¡Yuuki Asuna!-Busco entre la sala, hasta que me acerque a ella.-Pasa pequeña.-Me dedico una ligera sonrisa intentando no asustarme.

La habitación es de un tamaño regular, extremadamente blanca, las cosas están estrictamente ordenadas. En las paredes hay carteles con dibujos de dientes siendo atacados por un grupo guerrero de bacterias y cepillos dentales con músculos y capas rojas.

-¿Es tú primera visita al dentista verdad?-Cuestiono una señora de mediana edad con anteojos, cabello rojo chico, algo robusta y bajita. Masticaba las frituras que colocaba en su boca, mientras revisaba la computadora en su escritorio.

-Si

-Bueno, siéntate en la silla azul.-Señalo un asiento forrado de azul y blanco, con una mesilla movible a su costado. Cuando se acomodo y acerco aquella mesita, mis piernas comenzaron a temblar de solo ver aquellos objetos puntiagudos, filosos y largos.

-Bajare un poco el respaldó para que te acuestes.- mientras me acodaba, entre sus manos sostenía un instrumento con un pequeño espejo redondo-Ahora necesito checar tus dientes, así que muéstramelos.

-¿Así?-Le mostré una sonrisa de oreja a oreja.

-Abre la boca.

-Pero con solo ver mis dientes de enfrente vera que están bien y no necesitan nada.

-Ábrela de una vez-resoplo de manera molesta.

La revisión duro aproximadamente siete minutos, no dijo nada durante ese tiempo y tampoco paro de ver cada rincón.

-No tienes nada.-Esas palabras fueron la gloria-Solo te administrare flúor en cada diente.-Y lo arruinó.

Esa pequeña herramienta con la que hacen pozos, si esa, fue por la que rogaba que no tomara, pero al parecer no era mi día de la suerte.

-Tengo sabor cereza y vainilla ¿Cuál quieres?-me pregunto toscamente.

-Cere...

-Martha pásame el flúor de vainilla.-Acorto mi respuesta, como si mi voz la irritara de solo escucharla un poco.

-Pero yo dije cereza.-Si iba a ser torturada en ese lugar, por lo menos debería disfrutarlo un poco, así que intente corregir sus palabras.

-Solo tengo vainilla.-Contesto como si fuera lo más natural del mundo.

Fruncí mis cejas y mis mejillas se inflaron en un claro signo de enojo, su actitud no me agradaba de ninguna manera.

Mi madre ya no estaba adentro del consultorio conmigo, salió cuando su teléfono comenzó a sonar por una llamada que había estado esperando hace más de una hora. Así que me abandono cuando tuvo oportunidad.

-Yo estaré contigo todo el rato que estés con la dentista.

Me había vuelto a engañar.

Me aplico toscamente la pasta en los dientes por delante y atrás, no sabía en nada a vainilla lo único que hacía que la reconocieras era el olor dulce que desprendía. El sonido de una maquina diabólica llego hasta mis oídos.

-Te hare solo un pequeño blanqueo.-Sin darme oportunidad de contestar, introdujo su taladro destruye dientes en mi boca.-Deja de estarte moviendo. Tu lengua me está estorbando, deja de jugar.

Movía mi pequeña lengua con la intención de mantenerla alejada de ese artefacto que producía un horrible sonido. Y paso lo que tanto evite.

La señora me rasgo una parte de mi lengua.

-Te dije que no te movieras, ahora ya te corte.

Sentí un miedo tan aterrador que provoco que comenzara a temblar. ¿Y si me desangraba? ¿Si ya no volvía a ser capaz de hablar? ¿Si me contagiaba de alguna enfermedad? ¿Si en el primer beso con mi novio el me dejaba por tener una lengua deforme?

Comenzó a llorar tan desconsoladamente que nunca me percate que mi madre había entrado corriendo al consultorio.

-¿Qué te paso Asuna?-Grito tan asustada que su mirada de dirigió a mí y a la dentista, al no recibir respuesta solo miro con enojo a la doctora. -¿Qué le hizo?

-Le dije que se estuviera quieta y no lo hizo. Le hice un ligero corte al costado de su lengua, cerrara y no se notara nada, no es grave.

-¡¿No es grave?! ¡Acaba de cortar a mi hija! Se supone que es especialista-Grito.

-¡Yo le pedí que se estuviera quita!-Contesto en el mismo tono que mi madre.

-¿Sabe qué?-Pregunto con ironía-No regresare a este lugar tan inadecuado.

Me cargo entre sus brazos y salimos de la residencia dental tan deprisa. Mis llantos se habían convertido en sollozos y solo daba pequeños hipos.

Desde aquella ocasión me prometí no volver a visitar un dentista, que me cuidaría al 100% de mis dientes y comencé a odiar a esos sádicos dentistas.

Buenas noches :D

Quiero dedicar este pequeño prologo a una amiga que siempre me ha alentado a seguir con mis uarras historias que salen de esta loca imaginación mía. Gracias "Adriana" y "Kamui"

Anteriormente comencé como escritora en otro Fandom pero no tuve un buen recibimiento por un haker y deje la escritura, pero muchas personitas me siguieron apoyando y realmente se los agradezco mucho.

Espero sea de su agrado está loca idea mi :D

Alison.

Fragmentos del siguiente cap

-¿A dónde se dirige?

-¿Enserio Asuna, comenzaras otra vez con tus locuras?

-¡No pienso poner un solo pie en un consultorio dental!

-Soy Kirigaya Kazuto…