Lazy Lord.
By: Sui Cipher.
Aclaración: Nada de los personajes relacionados con Harry Potter es mío, es de la diosa de la escritura Rowling.
La trama si es de mi total autoría.
Enjoy!
Era de mañana en el Valle de Godric, aunque se disimulaba con totalidad.
Las cosas habían cambiado mucho con la subida al poder de Lord Voldemort.
Hace siete años, la legendaria batalla de Hogwarts se llevó a cabo; y terminó tan pronto como empezó:
Con el cadáver de Harry Potter y la Orden del Fénix junto a él.
En realidad desde hace mucho tiempo se tenía previsto que el Señor Oscuro iba a salir vencedor de esa batalla, por lo cual el ejército del fallecido Albus Dumbledore aminoraba cada día, los mortífagos se multiplicaban con rapidez y cada sangresucia o mestizo se entregaba a la esclavitud de manera más sumisa.
Lo que debía pasar pasó.
Ahora, las festividades giraban en torno a la victoria absoluta del amo de todo lo que se ve y los esclavos eran tratados como lo que eran. Los días comenzaban y terminaban grises y sin vida.
En una de esas mañanas Lord Voldemort, regresó a ser Tom Riddle. Regresando su cuerpo a un aspecto totalmente humano con un poco de ayuda consentida por él. El atractivo pelinegro acariciaba las sábanas con tranquilidad, sabiendo que era otro día de dominación sobre el mundo mágico y el muggle. El hombre pronto frunció el ceño y abrió los ojos sacando las encantadoras esmeraldas verdes con un toque de rubí, signo de que estaba a punto de irritarse. La razón era simple:
Su mujer no estaba acostada con él.
Oh, su pequeña y joven esposa. En realidad solamente era pequeña de estatura pero su belleza y carisma la hacían ver como la más sensual de las muñecas, su inteligencia y destreza para las batallas la convertían en una bruja muy poderosa.
Amaba como sus grandes orbes color caramelo se encendían al momento de torturar a algún mortífago que no prestó atención a los mandatos impuesto por él mismo, así como también esos mismos ojos se escurecían de placer cuando tenían sexo.
Sus rizos color chocolate, sus casi imperceptibles pecas en las mejillas, sus dientes perfectos, sus labios carnosos, su senos... ni grandes ni pequeños, sus piernas y como olvidar su maravilloso y jugoso cu...
Sin duda se sentía un hombre y amo afortunado, ni todo su poderío y dominación mundial llegaban a hacerlo tan feliz como lo hacía su amada esposa. Estaba orgulloso de haberla tomado para sí cuando apenas tenía 18 años luego de la batalla. Recordaba muy bien que era toda una fiera para atacar, pero en el arte del placer; era un poco inocente. Fue un total gusto para él adentrarla en las delicias del erotismo; luego de haberse casado con ella. Ahora con unos bien entregados 25 años su mujer era toda una experta en todo, todo lo que hacía.
Sonrió para sí mismo con arrogancia antes de sentir como su sábana era levemente levantada. Escéptico, miró hacia abajo y una mueca salió de sus labios, solamente al pensar en su sensual esposa lo puso duro.
Joder.
Un suave toque de la puerta hizo activar todos los sentidos del Lord, que, aún sin levantarse de la cama abrió un poco la puerta con magia sin varita, solamente para escuchar al súbdito que está afuera y que no entrara.
-Mi señor- dijeron al otro lado, con cierto nerviosismo.
Voldemort hizo una mueca irritada -¿Qué quieres, Lucius?
El hombre rubio tardó dos segundos y medio para responder -Lo esperan en el comedor, mi Lord... es un poco tarde.
El Señor Oscuro enfureció totalmente aún sin levantarse de la cama.
¿Qué clase de hombre se creía ese gusano para remarcarle cosas y darle órdenes?
La única que tiene la oportunidad de hacer eso era su esposa, que no estaba con él.
Respiró lentamente, aún colérico -Te dejaré algo muy en claro, Malfoy. Ninguno de ustedes inútiles puede tratar de darme órdenes, ¿entendido? Si vuelves a si quiera pensar en darme una orden te mataré, a tu esposa y a tu hijo también.
No se escuchó más sonido que la respiración errática de Malfoy -Pe-perdone mi insolencia, se-señor. No vo-volverá a pasar- dijo con la total intención de irse.
-Antes que te vayas, Lucius. Dile a mi esposa que venga lo más rápido posible.
Mientras Voldemort divagaba aún acostado en las figuras sensuales de su mujer alguien abrió la puerta. Sólo una persona tenía esa potestad de abrir las puertas de sus aposentos sin necesidad de tocar. Su esposa había llegado.
Su Hermione.
Se acercó lentamente bajo la mirada del Lord, a lo que Hermione, o como la llamaban sus mortífagos "Dama Oscura" respondió con una sonrisa cargada de promesas de satisfacerlo. Al llegar a la cama quedó mirando a su esposo, con una hermosa ceja alzada.
-Cariño, ¿por qué no has bajado?- preguntó con desasosiego mientras se sentaba al otro lado de la cama.
Voldemort bajó su mirada a las piernas de su bruja...
Oh, esas piernas lo traían loco desde que las vio por primera vez.
Era una aspirante a mortífaga en ese entonces y estaba luchando por su obra cuando de repente fue golpeada por un hechizo de una maldita pelirroja, la maldición asesina casi da con ella, pero fue suspicaz y la esquivó.
Él mismo mató a esa porquería de la orden, Ginebra.
-Estoy con mucha pereza, Hermione- respondió viendo a los ojos a su mujer.
-Ah, recuerdo todo ese duro entrenamiento, cariño. -dijo con las mejillas arreboladas- ¿Por eso no quieres levantarte?- replicó mientras se acercaba a su marido.
Ese hombre que la dejó sin aliento la primera vez que lo vio aún en su forma de serpiente; pero cuando se enamoró verdaderamente de él fue al momento de salvarla y matar frente a sus ojos a esa perra de la orden.
-No lo sé, Hermione. Simplemente no quiero levantarme de la cama hoy- dijo con pasividad instantes antes de tomar la cintura de su mujer y apegarla completamente a él, para unir sus bocas apasionadamente.
Cuando acabó, Hermione estaba más roja de las mejillas y sus ojos, estaban oscuros por la excitación.
-Parece que tenemos a alguien despierto por aquí- susurró mirando con hambre el erecto miembro de su esposo tapado por las sábanas -Te parece si te ayudo un poco, ¿Mi Lord?
Sin esperar respuesta llevó una de sus delicadas manos al enorme pene que parecía que estaba humedeciendo ya con líquido pre seminal la sábana de seda negra.
Voldemort soltó sin impedirlo con gemido gutural debido al roce, amaba cuando Hermione se ponía así, entusiasta y ardiente.
-Sabes que te deseo demasiado, mi Dama Oscura- próximo a ello la sensual y apasionada Hermione Granger de Riddle quitó la cobertura de tela que tapaba el deseo de su marido, Lord Voldemort para subirse a él, completamente desnuda...
A la mañana siguiente no fue el Señor Oscuro que despertó de manera somnoliente, sino su esposa, su Hermione amaneció perezosa.
Más que perezosa, exhausta.
Mis notas :D
Bueno, soy nueva en el Fandom de HP, además de ser mi primer escrito de la saga.
De verdad que ando por otro lado, un Voldmione.
A decir verdad hay muchos escritos muy buenos de esta pareja que además de crack es casi desconocida.
Yo sólo vengo a dejar mi granito de arena en la escritura de esta sensual y hermosa pareja.
Siento no poder dejar lemmon, será en otra ocasión.
Me gustaría que dejaran sus comentarios acerca de esta historia, si gustó, o si no... Algún error y toda esa wea :D
Besos y Avadas, Sui Cipher.
