Parejas: Yoruichi-Soi fong

Disclaimer: Nada del universo de Bleach me pertenece.


La noticia le cayó como un jarro de agua fría. Yoruichi Shihouin iba a casarse.

"Es imposible, debe ser un error. Yoruichi-sama no puede…"

Pero el rumor se había convertido en noticia y la noticia, en una realidad inminente. No se hablaba de otra cosa en todo el Seiretei. "La boda del siglo. Shihouin y Arisawa se unen en matrimonio". "Yoruichi Shihouin por fin sienta cabeza". "Los Arisawa se comprometen a restaurar el honor de la ilustre casa Shihouin". Los periódicos no mentían, las conversaciones se convertían en especulaciones sobre el origen de tal relación entre los dos miembros de las respectivas familias. Otros incluso vaticinaban cuántos hijos iban a tener.

Soi Fong no daba crédito a sus ojos, ni tampoco a sus oídos. Era verdad que hacía ya algún tiempo que no veía a su antigua maestra. Tras la batalla contra Aizen, había que contabilizar las pérdidas, comenzar con las reparaciones, agrupar de nuevo a todos los shinigamis y procurar especial atención a los entrenamientos y a las misiones especiales fuera del Rukongai.

Todos estaban colaborando al máximo, y Yoruichi-sama no era una excepción. Tras unos meses en la Sociedad De Almas, había bajado de nuevo al mundo humano para "tratar ciertos asuntos con Kisuke", según sus propias palabras.

Pero después de su marcha, unos días más tarde la noticia salía a la luz. La capitana del 2º escuadrón seguía intentando convencerse a sí misma de que se trataba de un malentendido. Quizás era otro miembro de la familia Shihouin el que iba a contraer matrimonio.

Yoruichi jamás le había mencionado nada de otros familiares. Supuso que la razón se hallaba en la acusación de alta traición que hasta hace poco recaía sobre ella.

Aquella semana Soi Fong apenas consiguió dormir. No hacía más que darle vueltas a la cabeza, intentando eliminar de su memoria los comentarios que durante el día los miembros de su división hacían. "¿Por qué ahora? ¿Por qué tenía que casarse? ¿No habría alguna posibilidad de anular la boda? ¿Era eso lo que deseaba su antigua señora? Y ese chico, ¿estaba enamorada de él? Tanto como para…

Ahora que la relación entre ambas había mejorado, Soi Fong solía estar de mejor humor. Seguía siendo fría, estricta y diligente en su trabajo; pero cuando Yoruichi iba a visitarla, a entrenar con ella o a ayudarle a "aliviar tensiones", como ella lo denominaba, notaba que esa sonrisa de pura felicidad afloraba si dificultad en su rostro.

La echaba de menos. Necesitaba estar con ella, especialmente ahora, que tenía tantas preguntas que hacerle.


- Capitana Soi Fong, ¿no se ha enterado? ¡Va a haber una boda por todo lo alto en los próximos meses!- Matsumoto parecía eufórica, cosa que sólo hacía incrementar su mal humor.

- Es maravilloso-corroboró la capitana Unohana- Después de tantas batallas y muertes, una noticia de esta naturaleza se recibe de muy buen grado.

En la asociación de mujeres shinigamis apenas se habla de otra cosa. Soi Fong se maldijo a sí misma, lamentando el momento en el que consideró acudir a la reunión una buena idea. Pero por otro lado…

- ¿Pero quién es el prometido en cuestión? – Inquirió Nanao, ajustándose las gafas.

- Por lo visto es el único heredero varón de una poderosa y antigua familia de la alta nobleza. – Respondió Rangiku con entusiasmo- Su nombre completo es Daisuke Arisawa y, según tengo entendido… ¡no está nada mal!

- Mi capitán me contó que la familia Arisawa siempre ha permanecido ajena a los asuntos de los Shinigamis- aclaró Nemu - De modo que es natural que no conozcamos mucho de ellos.

- Sin embargo, hasta la semana anterior no había oído que Yoruichi-dono estuviese involucrada en una relación sentimental con nadie- apuntó Isane- ¿Cómo es posible que en sólo unas semanas se hayan conocido, enamorado y decidido casarse con apenas medio año de por medio?

Esta vez fue Soi Fong la que respondió, interviniendo por primera vez en la conversación.

- Porque cuando se trata de un matrimonio concertado, la relación que realmente importa es la de las familias. Los futuros esposos no tienen por qué conocerse, e incluso hay algunos que son presentados por primera vez el mismo día de la boda- A medida que hablaba, su tristeza aumentaba, aunque aún ignoraba el verdadero motivo- Es probable que nosotros sepamos la noticia de su boda antes que los propios novios.

Durante unos instantes todas guardaron silencio, ya que todas conocían el estrecho vínculo que había unido a la actual líder de las fuerzas especiales con su predecesora. Ella misma barajaba la posibilidad del matrimonio concertado como la opción más probable. Dentro de su propio clan se habían dado este tipo de situaciones.

- Bueno- suspiró Isane, tratando de romper el hielo- sólo espero que Yoruichi-dono sea tratada con el amor y respeto que se merece. Puede que incluso llegue a enamorarse de su esposo…

- ¡Bah! No te preocupes por eso, Isane. Ella sabe cuidar de sí misma. Yo lo lamentaría más por su futuro marido, porque a poco que no se comporte con ella…- Matsumoto aclaró a lo que se refería alzando una rodilla en un movimiento que sugería dolor extremo para el hombre que intentara hacerle daño.

Eso último comentario logró arrancar una carcajada general y una media sonrisa por parte de Soi Fong. Esa última imagen la hacía sentir un poco mejor. "Aunque se case, Yoruichi-sama seguirá siendo un espíritu libre"

-Bien, bien. Creo que ya le hemos dedicado tiempo suficiente a los cotilleos- sentenció la capitana de la cuarta división- Propongo que pasemos a los puntos del día de nuestra reunión de hoy. ¿Si eres tan amable, Nanao-san?

La susodicha se aclaró la garganta y comenzó a leer la larga lista de objetivos que debían cubrir aquel semestre. Pero Soi Fong ya no le prestaba atención a nada más.

"¿Es que Yoruichi-sama ni siquiera sabe que va a contraer matrimonio con un desconocido en tan sólo unos meses? De haberlo sabido, estoy segura de que lo hubiese impedido."

Con estas y muchas preguntas más, la capitana se dirigió a sus habitaciones para pasar una noche de insomnio. Sin embargo, había una pregunta cuya respuesta le urgía más que ninguna otra y que sólo la propia Yoruichi podía llegar a aclarar. "Yoruichi-sama… ¿realmente quieres casarte?"

Porque ella sabía que si llegaba a hacerlo, se acabaría esa complicidad que existía entre ambas, esos momentos únicos que la devolvían a un sueño que vivió cien años atrás, cuando ella era su señora, y ella su protectora y fiel servidora, donde la razón de su existencia la honraba con su presencia a diario, donde podía contemplarla y deleitarse en la perfección de sus movimientos, donde la subordinada también se convertía en la guardiana de los secretos que compartían, su confidente… Sí, definitivamente si Yoruichi-sama se casaba, tendría que olvidarse de cualquier posibilidad de volver a restaurar esa estrecha relación existente entre las dos.

Pero Soi Fong no tenía ningún derecho a recriminarle nada a su antigua mentora, porque siempre se había tratado de una relación unilateral. "Pero y si…"

Y antes de que pudiese hilar un nuevo pensamiento, se quedó dormida, con la esperanza de encontrar cuanto antes a su maestra y hablar con ella, antes de que fuese demasiado tarde.


Continuará...

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