Deseo de Navidad
Disclmaer: Los personajes de BNHA no me pertenecen.
Siempre ocurre en estas fechas. Aquel sentimiento llega y se apodera de todo; mi cielo se torna más oscuro de lo que es, las estrellas se vuelven cada vez más pequeñas hasta desaparecer.
Todo a mí alrededor es negro.
Es allí, cuando únicamente oigo mi respiración.
Es allí cuando me doy cuenta que estoy solo.
/…/
La primera vez que nuestras manos se unieron me asombré, no solo por el tamaño, sino, por la calidez que desprendía. Existía algo en aquel calor que me transmitía calma y seguridad, indescriptible, pero real, me ayuda a no perder el control, como ahora.
Endeavor-san ha estado muy callado en el paseo, usualmente es así, escatima palabras, mas sé que está pendiente de todo. Nuca se le escapa nada. Es como si tuviera un sexto sentido que le ayuda a deducir lo que estoy pensando o tramando.
—¿Qué te ocurre? —cuestiona.
Quisiera decir que "nada", pero él no es idiota.
—Solo…aprecio la decoración —mencioné. Realicé una leve sonrisa, de esas que dicen poco y ocultan mucho—. Las luces hacen que las calles luzcan preciosas, como en las películas. Incluso esos adornos colgados, la Navidad vuelve todo especial…¿No lo crees?
La navidad debería hacer milagros.
—No todo, pero las personas se ven más felices.
—¿Y tú Endeavo-san? —Constantemente me he preguntado cómo sería su hogar en vísperas. Él tiene una familia, personas con quién compartir una rica cena, alguien a quién abrazar cuando el reloj alcance la medianoche.
Todo lo que siempre quise.
Optó por el silencio, de sus labios no brotó ni una sola palabra. Simplemente se encogió de hombros y continuó con la mirada hacia el frente. Sus silencios me gustan y abruman a la vez, pero comprendía que evitaba hablar o sacara a relucir el tema más de lo debido.
Aún así, continuamos caminando, al ser de noche las calles se encontraban casi vacías y en torno a nosotros solo había nieve. Fue cuando estábamos cerca de mi apartamento que cuando por fin habló.
—¿Qué quieres que te obsequie el día de tu cumpleaños?
Esta vez fui yo quien se quedó sin palabras. No recuerdo cuándo fue la última vez que alguien se ocupó de mí así, tampoco tenía idea de que conociera con exactitud la fecha de mi cumpleaños. Hay mucho que quisiera pedir, pero tampoco puedo condicionarlo, aunque lo que más anhelo es…
—Pasar Navidad juntos…—Luego de decir aquello reí. Lo más probable era recibir un "No" como respuesta, por lo que creí que era mejor hacer que pareciera una simple broma. Rasqué mi nuca tratando de esconder el nerviosismo en algún sitio, ni siquiera la bufanda que cubría la mitad de mi rostro podía ayudarme a ocultar el pudor.
—Está bien. Pasemos Navidad juntos
Mi corazón se detuvo.
¿Lo estaba diciendo en verdad?
Por un instante mi mente colapsó, la leve fuerza que ejerció cuando volvió a tomarme la mano me trajo nuevamente a la realidad.
—Lo digo en serio Hawks…
Endeavor-san tuvo que reafirmar sus dichos para que pudiera creerlo. Me sentí un tonto, un tonto muy feliz. No supe cómo reaccionar, pero comprendí que la expresión de sorpresa y asombro lo decían todo. Ahora entiendo por qué a veces él prefiere callar, hay instantes en que las palabras están demás…
Quizá este año pueda abrazar a Endeavor-san a media noche.
Aferrarme a él muy fuerte…
/…/
Tengo nervios, un millar de emociones burbujean en mi corazón esparciéndose por todo el cuerpo. Endeavor-san está aquí, conmigo, aún no puedo creerlo.
Me pellizqué más de tres veces para constatar que no es un sueño; para tener la certeza de que estoy despierto, vivo, porque la felicidad que siento es única e inigualable. Los días transcurrieron demasiado rápido; Navidad llegó casi sin problemas, no hubo tantos asaltos y los héroes pudieron gozar -aunque sea un poco- de tranquilidad.
Aunque en la mesa hay pollo frito, mis ojos solo están puestos en Endeavor-san, eso es amor, al menos para mí, lo creo y lo afirmo. Por primera vez no hay seriedad en su mirada, sus rostro luce diferente, más iluminado e incluso ha hablado más que de costumbre.
Quería preguntarle sobre sus hijos pero pensé que tal vez sería inadecuado.
Quería preguntarle tantas cosas, cosas como…
¿Qué sientes por mí en realidad?
¿Te parece que mi deseo de cumpleaños fue egoísta?
Soy un tonto; demasiado inseguro aunque aparente lo contrario, aun conociendo que Endeavor-san es alguien que prefiere actuar a decir palabras que quedaran en el olvido, continúo dudando y permitiendo que mi mente confabule ideas erróneas.
Él lo sabe.
Faltan pocos minutos para que sean las doce y a pesar de estar satisfecho corté el pastel. Me tiemblan las manos, me tiemblan las piernas de la emoción, la ansiedad me superó y no me resistí a entregarle su regalo. Saqué de uno de mis bolsillos la pequeña cajita envuelta en papel brillante y esbocé una enorme sonrisa al entregárselo.
—No debiste molestarte, Hawks.
—¡Claro que sí! —inflé los mofletes cual niño empecinado y lo apuré para que lo abriera. Alguien que deja casi todo para pasar esta noche conmigo, merece mucho más de lo que puedo dar.
Sus dedos pronto despedazaron el envoltorio, mientras, los latidos de mi corazón iban en aumento.
—No sabía que obsequiarte, en verdad quería que fuese algo único —susurré. Mi voz se había tornado un fino hilo trémulo—. Nadie podrá darte algo como esto, es una parte de mí…
Me apabullé ante su silencio, mas al ver la leve curvatura de sus labios y oírlo pronunciar un simple: "Gracias", le han dado vida nuevamente a mi cuerpo.
Solo es una pluma, un colgante, cuyo significado oculto es que siempre estaré a su lado.
Aquella noche, mientras la mayoría de las personas aún compartían risas; nosotros compartíamos caricias, su mirada tan profunda escudriñaba mi alma y cuando por fin me recosté a su lado, mi corazón que latió toda la velada desbocado se tranquilizó.
Éramos dos personas muy solitarias que por una vez decidieron dejar de serlo
Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño mis brazos rodearon el cuerpo de Endeavor-san
Justo cuando creí que nada podía pedir más nada…él susurró en mi oído las palabras que ansiaba escuchar: Te amo, Hawks.
*.*
Nota de autora:
One shot que escribí para Navidad.
Estaba subiendo algunos trabajos y decidí publicarlo.
Escrito y dedicado a Abrilito.