Es un día como cualquier otro en Londres. Excepto para Hermione Granger quien se está mudando de su ciudad natal Oxford a la capital. El cambio fue por el trabajo de su padre.

Hermione está ayudando a sus padres a meter las cosas a su nueva casa. El barrio donde van a vivir denota tranquilidad una de las cosas por la que le gusto a los señores Granger.

-Hija se te hará tarde para tu primer día-Dijo el señor Granger una vez que dejo una caja en la sala de la casa.

-No quieres que me quede aquí para ayudarlos.

-Por supuesto que no. Tu madre y yo no nos la apañamos solos. Vete tranquila.

Hermione asintió se acerco a su padre y le dio un pequeño beso en la mejilla en forma de despedida.

Cuando salió de la casa vio a su madre sacando otra caja del camión de remolque. Se acerca a ella para despedirse.

-Me voy mamá.

-¿Vas a ir hoy? Porque no mejor te quedas y vas mañana.

-No creo que mejor si voy no quisiera quedarme atrás con los apuntes y quiero saber en qué salón me toco y todo lo demás.

-Bien, te cuidas.

Hermione asintió y camina hacia su auto. Su auto es un auto normal nada presuntuoso como el de los adinerados pero tampoco es una chatarra.

Hermione llego al colegio con un poco de dificultad algo típico al ser nueva en la ciudad. Apaga el auto y sale de él.

Empieza a caminar hacia la puerta de entrada con nerviosismo ya que todos los alumnos que están aun afuera esperando el timbre de entrada la están mirando. "Ha de ser algo normal, soy nueva" pensó Hermione. Camino aparentando que no le importaba en lo mínimo las miradas sobre ella.

Hermione entro en la dirección de la preparatoria por su horario cuando se lo dio la secretaria le sonrío agradecida y salió en busca de su salón.

Hermione llego a la puerta del salón 5-B por lo que decía su horario le toca física. Cuando iba a tocar la puerta alguien choco con ella por atrás. Se giro para ver quien había sido el tonto que choco con ella. Cuando vio esos ojos azules por alguna razón se quedo hipnotizada pero lo que también noto era que era pelirrojo.

-L-lo siento…venia muy rápido y no pude parar-Dijo el chico.

-No te preocupes, fue un accidente.-Dijo Hermione con una sonrisa la cual el muchacho se la regreso.

-Por cierto soy Ron. Ron Weasley.

-Yo soy Hermione, Hermione Granger.

-Un placer Hermione.-Ron se le acerco un poco más y la saludo con un cálido beso en la mejilla. Hermione se sonrojo por el acto de Ron.-Sera mejor que entremos si no queremos problemas.

Ron le abrió caballerosamente la puerta Hermione y dejo que ella entrara primero. Cuando entraron recibieron un pequeño regaño de parte del profesor Delaway por el retraso.

Hermione y Ron se sentaron hasta el final juntos. Empezaron a poner atención a la clase pero de vez en cuando Ron miraba por el rabillo a Hermione, sabía quién era y que llegaría hoy eso fue lo que le dijo su padre.

Hermione notaba la mirada de Ron y la ponía nerviosa pero intentaba disimularlo fácilmente.

Después de haber tenido sus 4 primeras clases por suerte 3 de ellas le toco con Ron pero una. Literatura, no le toco con el pero ahí se hizo amiga de Luna Lovegood cuando la conoció pensó que era un poco rara después de estar un rato con ella lo afirmo pero aun así le pareció buena persona.

Iba con Luna por el pasillo con dirección al comedor. Luna le iba contando cosas de la escuela. Hermione la escuchaba con atención ya que esto le importaba no le gustaría meter la pata en su primer día de clases.

Cuando estaban a punto de llegar al comedor. Se toparon con Draco Malfoy y su novia Pansy Parkison.