CAPITULO 1: SALIENDO DE CASA

La puerta del ático se abrió de repente y salió una mujer joven hablando por un móvil - que sostenía entre su oreja y su hombro - mientras revolvía en el bolso buscando algo, a la vez que caminaba con paso firme y decidido por el pasillo, hacia el ascensor del edificio. Vestía traje de chaqueta y falda tubo hasta la rodilla todo en azul marino, conjuntado con unos zapatos de tacón que desde luego no fueron diseñados para reporteras.

-Ok, Perry, estoy... estamos de camino a la redacción. - dijo la mujer mientras apretaba con el codo el botón del ascensor. - Sí, sí, ya le dije que mi fuente era de fiar pero no podemos presionarla o huirá como un vegetariano en una feria de ganado.

En ese preciso instante un hombre joven salió tranquilamente del mismo piso, cerró la puerta tras de sí con dos vueltas de llave y se dirigió tranquilamente hacia la mujer. Vestía un traje de chaqueta y corbata de corte demasiado clásico para su edad, pero le sentaba bien.

La puerta el ascensor ya se había abierto, pero ella estaba escuchando a su interlocutor con impaciencia por darle la réplica. Parecía que se estaba mordiendo la lengua mientras aguantaba el chaparrón. La mano del hombre evitó que la puerta automática se cerrase atrapando a la mujer que despistadamente seguía enganchada en su conversación.

- Lois, ten cuidado. - dijo él, mientras la guiaba con su mano en la espalda a que ella entrara en el ascensor. La joven cogió con la mano el móvil y lo apartó de su oreja, se podía oír a un hombre alterado en la otra línea.

- El jefe está paranoico desde que empezó todo este asunto. -le explicó ella haciendo énfasis en la palabra 'este'.- Quien iba a pensar que un hombre que podría ser mi padre tuviese tanto interés por un tío en lycra azul y capa roja.- dijo mientras hacía una mueca torciendo los labios y mirando con los ojos abiertos a su acompañante.

El hombre le sonrió, apretó el botón de la planta baja y las puertas del ascensor se cerraron.