Chapter 1: The Lady Morgana

-Adiós, Morgana- susurro Merlin mientras la mirada de la bruja se perdía en el firmamento.

Morgana lloraba por dentro, sin fuerzas para reflejarlo por fuera. Las imágenes se agrupaban en su mente haciéndole darse cuenta de todo lo que había hecho, pero ya era tarde para eso.

Vio a dos niños jugando en la orilla de un río "recuerdas esos días en los que solía vencerte…". Eran Arturo y ella, jugando a empujarse, el chico cayó, empapándose "eso nunca pasó". Luego recordó, cuando a sus quince años, llegó su nueva sirvienta, Gwen… "Es más que una sirvienta, es mi amiga" Ella siempre había estado a su lado, hasta que Morgana puso por delante la corona "algunas personas han nacido para ser reina…". Luego recordó el día que Merlin salvó a Gwen de la hoguera, y cuando le llevó a ver a los druidas "Y si la magia es algo que no eliges… ¿y si te elige a ti? "siempre había sido su amigo "tener magia no es algo de lo que temer… simplemente no te das cuenta de lo especial que eres". Oh, si le hubiera escuchado "puede que algún día la gente llegué a ver la magia como una fuente de bien…" Eso era lo que ella decía. Y Uther, su protector, su padre. Estaba equivocado, ¿pero era malvado?¿o el temor le consumía? ¿y si Uther estaba ciego por la venganza y la tristeza, como ella? Entonces no eran tan distintos "soy tú hija después de todo" solo estaban en extremos opuestos en lo referente a la magia. Pero él le quería, podría haberle hecho entrar en razón "¿ de verdad me odias tanto?".

Otras imágenes surcaron su mente. Como podría haber sido su vida de no haberse llenado de odio. Habría visto a sus mejores amigos coronarse reyes. Tal vez ella se hubiera casado con Merlin, y se hubieran convertido en los magos de la corte, bajo la ayuda de Gaius, que siempre le cuidó.

Pero ahora eso era imposible… todo se había acabado para ella. Ya no habría segunda oportunidad.

Las estrellas empezaron a ganar brillo hasta encontrarse en una sala brillante. Era como la sala del trono de Camelot, pero era de mármol. La luz lo inundaba todo.

-Morgana-dijo una potente voz.

Se dio la vuelta y casi se muere del susto, si es que no estaba muerta ya. Un león gigante le miraba a los ojos. Ella ya no llevaba un vestido negro, sino uno blanco, sin adornos. Su pelo estaba suelto, reluciente y ondulado.

-¿puedes…?-empezó a preguntar.

-Si, Morgana, puedo hablar-le dijo él-soy Aslan, el león-

-¿y que quieres de mi?-pregunto ella- yo he muerto, he sido desgraciada muchos años… nadie me ha querido-

-Te equivocas, pequeña, ha habido mucho amor en tu vida… Arturo, Uther, Gorgoloais…Merlin-dijo el león- incluso Morgause, de corazón de piedra, quiso lo que creía mejor para ti-

-Pero ya no me quieren, les he hecho mucho daño…-dijo ella derramando una pequeña lagrima.

-El corazón puede ser complejo, Morgana-dice él- llorarán tu muerte, aunque sea en silencio-

-¿estoy muerta?-pregunta ella, dudosa.

-Si quieres, si-dice él- puedes conformarte con tú vida vivida y quedarte aquí pensando en ella, remordiéndote la conciencia para siempre… o puedes tener tu segunda oportunidad si decides seguir viviendo-

-¿puedo volver a Camelot?-pregunta ella.

-No, querida mía-dice él- te necesito en un lugar llamado Hogwarts… los mundos han chocado y se avecina una guerra que planea acabar con la humanidad…-

-¿qué es Hogwarts?¿que mundos?-pregunta ella.

-Todos, todos los que había en el bosque entre los mundos, sus aguas se han inundado y las historias se han mezclado entre si-dice él- puedes elegir tú destino en esta nueva historia, Morgana… y esta será tu última oportunidad.

-La acepto, Aslan-dijo ella- estoy preparada-

-Entonces agárrate a mi, hija de Eva, porque vas a viajar a otro mundo-

Ella hizo lo que le decía y se agarró a su melena. Solo tocarla le hacía sentir como en casa.

-Sube-dijo él.

Morgana subió encima del león con precaución y él salió corriendo hacía delante. Aslan no le había dado mucha información, pero confiaba ciegamente en él, no sabía porque, pero lo hacía. Cualquier cosa por la oportunidad de volver a ser ella misma.

Todo volvió a oscurecer y Aslan desapareció de repente. Estaba sentada entre las ruinas de un castillo. Una despedida cruzó su mente "nos volveremos a ver, hija de Eva" dijo Aslan en su mente. Morgana sonrió, y por una vez en muchos años, fue de alegría. Pero por ahora solo podía intuir lo que estaba a punto de suceder.

Espero que os haya gustado este primer capitulo, se que no da mucha información, pero se irá descubriendo más adelante.

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