LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN

ESPERO QUE DISFRUTEN LA HISTORIA!

Hi no Koe, significa "Voces de fuego"


Hi no koe

Capítulo I

Se escuchó una gran cantidad de aplausos sonar en el lugar, y todas las miradas de las personas presentes se enfocaron en el escenario. Allí había una joven muy hermosa, se encontraba parada, observando a sus espectadores, y mostrándoles una dulce sonrisa. La chica había terminado su danza con abanicos.

-Bien hecho sobrina!- la felicitó un hombre de cabello blanco.

-Gracias tío Jiraya- contesto la muchacha.

-Has mejorado bastante Sakura-

-Si? …etto..tío iré a dar una vuelta, prometo regresar antes de la próxima función.

Sin decir más, la chica de 18 años salió de la pequeña taberna de sus tíos y se encaminó hacia un pequeño arroyito que se hallaba por ahí cerca.

"Ya pasaron ocho años de eso… me duele saber que era débil para protegerlos" pensaba para si Sakura. Estaba sentada frente al agua, viéndola correr, mientras recordaba su pasado, e, inevitablemente, un sin fin de imágenes se le agolpaban en su mente, haciéndole recordar aquel día en que todo cambió.

Flash Back

Volvía de entrenar. Estaba muy entusiasmada por mostrarles a sus padre y en especial a su hermano mayor todo lo que había avanzado y lo que había descubierto. Entró corriendo a su gran casa, con una enorme sonrisa plasmada en su pequeña cara, la cual se desvaneció al encontrar a sus padres en medio de la sala principal rodeados de un gigantesco charco de sangre.

-Papá! Mamá!- gritaba la pequeña, con su rostro bañado en lágrimas-despierten..-susurró-no me dejen..-.

Al no recibir respuesta, y comprobar que no se despertarían, corrió en busca de su hermano mayor.

-Oniisan! Dónde estás?-gritaba mientras andaba desesperada por recibir respuesta.

En medio de su carrera, pudo oír un débil "Sakura" que provenía de la parte trasera de la casa.

-Hermano! Qué ha sucedido hermano?, dime!- gritaba la pequeña, mientras observaba a su hermano tirado en el césped, agonizando.

-Hermanita vete muy lejos de aquí, no dejes que te encuentren. Hazte fuerte y derrótales, despierta el fuego de tu alma- dijo tranquilamente el chico.

Sakura no hacía más que llorar, ¿ es que acaso una nena de diez años no podía hacer nada?.

-Pero..¿a quiénes?, ¿quién te hizo esto?, ¿fuego…de mi alma?.

El muchacho no podía más, sus fuerzas se estaban agotando, y con todo su esfuerzo pudo articular- a Akatsuki, y…Sakura..lo del fuego ya lo entenderás cuando crezcas- terminó de decir.

-Oniisan ! Despierta! Por favor, no quiero quedarme sola,… por favor…- lloraba la niña.

-Te amo hermanita- fue lo último que salió de sus labios, para caer en la inconciencia eterna.

-Hermano!-un grito desgarrador salió de su boca.

¿Tan débil era como para no poder salvar a su familia? Nunca se lo iba a perdonar.

-Te prometo- dijo, parando de llorar- te prometo que me volveré fuerte, y buscaré y derrotaré a Akatsuki , y voy a vengar la muerte de los Haruno- terminó de hablar. Sus ojos eran desafiantes, ya no mostraba rastros de lágrimas, eran más bien fríos.

Fin Flash Back

Durante un tiempo se preguntó que era eso del fuego, y lo descubrió una tarde buscando unos pergaminos. Los Haruno tenían un pacto con los lobos de fuego, es por eso que podía controlarlo. Este te hizo para poder tener mejor rendimiento en las batallas, ya que su clan era de los de tipo guerrero, y ese poder era necesario para poder acabar con los enemigos más rápidamente, puesto que se vivían tiempos muy difíciles y violentos en el país del Fuego .

Eso fue todo lo que pudo conseguir, pero no se quejaba, por lo menos pudo saber de donde venía ese extraño poder.

Desde la muerte de su familia, Sakura de dedicó a entrenar y practicar con la katana, quería perfeccionar el estilo de pelea de su familia, que sus padres y hermano con tanto empeño le habían enseñado; y, como arma suplementaria, se acostumbró a utilizar un par de abanicos de pelea que su madre usaba en su juventud. Pero..¿ para qué tantas armas si podía utilizar el fuego? La respuesta era simple, prefería usar sus armas, no quería usar su don, porque no quería ser descubierta, por lo menos no por el momento.

Estaba tan ensimismada pensando que no se dio cuenta de que iba tarde.

"Kuso! Es muy tarde, debo darme prisa" pensó. Se había pasado gran parte del día recordando, y todavía debía llegar a la taberna y prepararse para la función.

Cuando llegó, entró por la parte de atrás y fue hacia su cuarto, pues allí vivía con sus tíos.

Mientras se ponía su kimono rojo, el que usaba para sus shows, se volvió a sumergir en sus pensamientos. ¿Ese era el día de los recuerdos? Pues..así parecía.

Flash Back

Habían pasado siete años desde el asesinato de su familia. Entrenó día y noche para mejorar y había dado fruto. Pero, además de eso, se había dedicado también a buscar información sobre Akatsuki, y lo único que pudo conseguir como información, fue que esa era una organización secreta de criminales, cuyo distintivo era su capa negra con nubes rojas, pero además de eso nada más.

No se desalentó y siguió investigando, hasta que, luego de meditarlo por un tiempo, decidió irse de su pequeña aldea y recorrer el país en busca de esos mercenarios. Emprendió su viaje, el cual duró cinco meses. Fue solo con su caballo negro, llamado Uma, y con una pequeña bolsa de viaje que contenía dos de sus kimonos y uno más que usaba para entrenar, un conjunto de ropa que su hermano solía usar para luchar, por su algún día le era necesaria, ya que no planeaba volver a su casa, algo de dinero y , por supuesto, sus armas.

El final de tu travesía fue Konoha, la capital del país, la recorrió pero no pudo obtener nada de información ¿ es que esos locos vivían bajo tierra? Pues así parecía.

Luego de un tiempo de andar, encontró a sus tíos, Tsunade y Jiraya, y decidió quedarse con ellos y contarles de sus planes.

Fin Flash Back

Unos sonoros golpes en la puerta de su cuarto interrumpieron la línea de sus pensamientos.

-Vamos Sakura, apresúrate- oyó que le gritaba su tía.

-Ahí voy Tsunade!- contraatacó la chica, haciendo gala de su mal genio.

Si!, ella había comenzado a trabajar en el bar de sus tíos, ya que prefirió quedarse allí y seguir entrenando y buscando información sobre esa banda. Sakura trabajaba no solo como camarera, sino que también, tres veces a la semana, realizaba una breve danza con abanicos. Terminó de recoger su cabello largo de un exótico color rosa y salió al escenario.

Durante su show se percató de que sus tíos estaban hablando con un joven rubio, de ojos celestes, o eso creía, que tenía pinta de samurai. Vio como el muchacho les entregaba un pergamino a sus parientes, los saludó, dirigió una mirada hacia el escenario, la cual se topó con la de la pelirosada y se encaminó hacia la salida del lugar.

-Quién era el joven?- preguntó Sakura luego de concluir con su espectáculo.

-Uno de los soldados del ejército del Señor Feudal- contestó serio Jiraya.

-Aquí? Y qué quería?- dijo exaltada.

-Nos pidió, muy amablemente, que colgáramos este anuncio en la puerta de la taberna- habló Tsunade.

Sakura tomó el trozo de papel y leyó:

El ejército del Señor Feudal convoca

a todos los hombres mayores de 18 años, a que se alisten

en sus tropas, con el objetivo de enfrentar a la banda de

criminales Akatsuki.

A todos se los esperará mañana a las 8.00 de la mañana

en las puertas de entrada de la ciudad.

No lo podía creer, era su día de suerte! Estuvo mucho tiempo buscando información sobre Akatsuki, y guala! Ahora tenía una muy buena solución frente a sus ojos. Pero no todo lo que brilla es oro, y se percató de que tenía dos problemas por delante:

1- ¿Cómo decirle a sus tíos que se marcharía al ejército?

2-¡Era mujer! Y la solicitud era solo para hombres, y ,aunque se disfrazara, tenía unas curvas demasiado voluptuosas.

Pero no le importó, estaba cien por cien decidida e iría a como de lugar.

-Tíos..tengo que decirles algo- soltó de repente la muchacha cuando ya estaban los tres solos limpiando el lugar.

-¿Qué sucede?- cuestionó su el peliblanco.

-Verán..-comenzó- he tomado una decisión, me alistaré a las tropas y así podré vengarme de Akatsuki- dijo decidida.

-Estás loca!- habló Tsunade-eres mujer! Si te descubren te pueden matar, sabes lo machistas que son en este país-.

-No me importa, me arriesgaré; pero no dejaré pasar esta oportunidad.

Frente a la notable determinación de su sobrina, Tsunade y Jiraya lo único que pudieron hacer fue ayudarla a que se introdujera a las filas del ejército y rezarle a Kami para que no le sucediera nada.


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