Maratón de Drabble como regalito para Sasu-chan! Ya viene su cumple!

Estúpido

─Teme… ¿Me quieres? ─preguntó Naruto abrazándose al torso desnudo de Sasuke.

Sabía que era estúpido preguntárselo, porque, bueno… Era Sasuke Uchiha. Y un Uchiha nunca dice esas cosas, mucho menos Sasuke.

─Hmp… ─fue la única respuesta que recibió mientras la mano del chico acariciaba distraídamente sus rubios cabellos.

Naruto suspiró resignado.

No podía hacer mucho para conseguir una respuesta que no fuera como esa. Aunque, si lo pensaba era probable que tal vez la respuesta fuera un "no" y el Uchiha solo quisiera ahorrarle un mal rato.

─Teme… ─suspiró antes de quedarse dormido con su cabeza sobre el corazón de su novio.

Un suspiro de alivio brotó de los labios de Sasuke y la tensión en su cuerpo desapareció de inmediato.

Se mordía la lengua cada vez que Naruto preguntaba lo mismo. Su mandíbula se tensaba y su respiración se detenía.

Era estúpido sentirse así por alguien, él lo sabía. Y aún más por un hombre, pero realmente no había mucho que hacer. No podía evitar que su corazón se acelerase cuando él entraba a la misma habitación, ni que sus mejillas se sonrojaran ligeramente cuando el chico Uzumaki dejaba un casto beso en su mejilla antes de salir rumbo a su propia casa.

Se maldecía internamente porque cada vez que escuchaba "¿Me quieres?" y él no respondía algo dentro de Naruto se rompía.

Detuvo el movimiento de su mano y con mucho cuidado de no despertarlo, logró colocar su cabeza en la almohada. Miró atentamente el rostro del chico. Amaba esos bigotitos que tenía en las mejillas y una ligera y casi imperceptible sonrisa apareció en sus labios.

Acercó su boca al oído del chico y trató de controlar su respiración y el salvaje impulso de atrapar su lóbulo con los dientes.

─No te quiero… te amo… ─susurró tan suavemente que dudaba que siquiera fuera capaz de notarlo. Besó sus labios suavemente y notó que una sonrisa se posaba en ellos mientras se abrochaba los vaqueros.

Sí, era estúpido no decírselo de frente para ver esa sonrisa aún mayor, pero ya lo haría… algún día, cuando tal vez dejara de ser un imbécil y su orgullo no fuera más grande que su valor.