Esta historia ha rondado por mi cabeza desde que Rowling nos mató a los fans HxHr la esperanza de que estos dos personajes quedaran juntos al final de la saga potteriana. Ni modo, pero para eso estan los fics y los locos y locas como yo que los escriben. Originalmente iba a ser un one-shot, una escena inspirada en la canción del episodio 25 de Cowboy Bebop "Adieu", pero mi actual estado emocional me hizo alargarlo unos cuantos capítulos más. Ahí estará, al final, la escena de la cual nació todo más momentos jamás escritos en mi diario. Es un fic de niñas, con desenlace tipo "La Edad de la Inocencia", me disculpo anticipadamente si les parece deprimente, pero es que la verdad ya no creo en los finales felices. Oh, claro, luego no me vayan a demandar: No me pertenecen ninguno de los maravillosos personajes de J.K.Rowlling, pero aquí éntrenos, los fans de todos modos les hacemos lo que nos pega la gana, jaja.

La Autora


CENIZAS

Por Amaltea-Síbila


Parte Primera

Los Mentirosos


"...estoy tan confundida que a veces no sé dónde termina la verdad de mis sueños y comienzan las mentiras de mi vida."

Emperatriz María Carlota, Noticias del Imperio


"Me pidió matrimonio."

Harry no dijo nada, esperaba que ella continuara. Pero al mirarla supo que no diría más por voluntad propia, ésta última declaración le había costado un esfuerzo gigantesco. Y esa era la razón por la cual le había pedido que se reunieran.

Casi con actitud casi indiferente alzó la taza con café, se llevó el líquido con lentitud hasta sus labios y con la misma calma lo bebió y depositó nuevamente sobre la mesa, como si no hubiese escuchado a Hermione. Pero la había oído y no era su intención ser descortés. Nunca con ella.

La miró. Tenía entre ambas manos su taza y en ella tenía puestos sus ojos que le decían cuán hundida estaba en sí misma. Si no la conociera, de ser otra bruja, quizás pensaría que trataba de ver el futuro en el café. Pero Hermione nunca se había fiado de los sistemas de adivinación, seguía siendo muy terca al respecto y en su terquedad siempre ponía su cara de niña pequeña a quien no han escuchado los mayores. Era muy linda cuando hacía rabietas. Quiso sonreír, pero no pudo.

"¿Y tú que le respondiste?" Le preguntó al fin.

"No le he dado una respuesta".

"Él te ama."

"Ya lo sé, me lo dice todos los días, me lo dice en las flores que me da cada día, con sus ojos y en la forma en que me toca."

"¿Entonces, por qué no le respondiste positivamente en el acto?"

"Me ofende que hagas esa pregunta." Le reprochó con un ligero quiebre en su voz pues no estaba ofendida, en realidad, le había dolido que, estando solos, fingiera no conocer la respuesta. "Tú lo sabes… quería…saber si había alguna razón para negarme". Lo vio a los ojos, suplicante.

"Hermione…" Dijo Harry tocándose la sien como si quisiera sacar algún mal recuerdo y ponerlo en el pensadero, tal cual Dumbledore solía hacer. "No repitamos esta conversación, hace ya casi seis años que decidimos olvidarnos… Ron y Ginny… no podíamos… no podemos…"

"Ya veo, no la hay." Expresó en voz baja pero tajante, con el fin de detener el recuerdo que Harry traía con todas aquellas palabras y que tanto la lastimaban. "No la hay…" Volvió a decir, tratando de convencerse a sí misma, aunque estaba conciente de lo inútil que era pues llevaba años tratando de persuadirse de que había sido lo mejor y de que lo que sentían el uno por el otro no eran si no mentiras. Estaba a punto de romper a llorar, pero se prometió a sí misma no ceder a su dolor, como siempre.

Y Harry cumplía con su parte al no decir que siempre habría una razón para impedir que uniera su vida a la de Ron. Pero… ¿qué los hizo sellar ese pacto¿Por qué ella se habría de casar con Ron si no lo amaba y por qué él, tras escuchar la noticia, estaba pensado en desposar a Ginny lo antes posible sin amarla?

La miró de nuevo, tan triste y hermosa al mismo tiempo. Se supo culpable del resplandor perdido en sus ojos castaños y las lágrimas derramadas de vez en cuando por las noches, cuando Hermione recordaba que seis años trascurridos en su vida eran una farsa y entonces dejaba de luchar y se entregaba a la locura. Él mismo se rendía a veces. ¿En verdad debía cumplir con su palabra?

"Lo siento." Dijo de pronto la chica. "Soy una tonta. Perdón, no debí citarte para esto."

"No debes disculparte. Yo soy el tonto en esta mesa." Sí, lo era, se reiteró. ¿Por qué? Ah, sí. Fue idea de Harry montar el escenario, mejor dicho, fue su decisión, puesto que nunca la consultó. Simple, llanamente dijo que todo debía terminar. Dio argumentos, pero no pidió opinión. Y Hermione, por amor a él, sin poner objeción, dejó que se fuera.

En silencio terminaron sus bebidas, pronto pagaron la cuenta y salieron del café muggle para caminar un rato. Era invierno, el viento helado hacía que Hermione temblara un poquito a pesar del grueso abrigo que traía puesto. Harry iba a su lado con un elegante sombrero gris oscuro sobre sus cabellos azabaches, bufanda rubí, abrigo de lana negro y guantes de cabritilla también negros. Andaba sin tiritar, como si los termómetros no marcaran menos dieciocho grados, firme y con sus hermosos ojos verdes mirando al frente.

Hermione volvió a temblar, pero no por el frío. Tembló como una niña de secundaria que ve al chico de quien está enamorada y no puede hacer otra cosa que titubear, sonreír tontamente y sonrojarse. Harry nunca dejaría de provocarle esas sensaciones. Se avergonzó de su debilidad al dejarse embelezar por su masculino perfume cuando el joven la ayudó a colocarse el sobretodo, sin saber que Harry también aprovechó ese instante para admirarla en su corta falda de pana púrpura que llevaba con un suéter de cuello alto negro y sus botas largas de tacón alto. No supo tampoco que estuvo a punto de abrazarla, pedirle perdón por abandonarla y rogarle que huyeran de las mentiras para comenzar de nuevo. Nunca lo supo.

Sin embargo, Hermione se permitió ese único pecado, tomar el aroma de su adorado y guardarlo para siempre en su memoria. Una efímera sonrisa. Pero la borró de inmediato cuando recordó quién era la dueña real de tan divina fragancia. Y tristemente ya no pudo parar de remembrar.

Fin de la Parte Primera, Los Mentirosos


Notas de la Autora:

¡¡Reviews XD!!