Lo que todos perdimos.

capítulo 1: adiós.

n/a : este es mi primer intento en el fandom de Saint seiya, sean amables por favor. :-)

ha pasado un año después de la batalla con Hades, todos quedaron con una cicatriz emocional, y como no, sí fue la peor de las batallas que todos tuvieron. cada uno de ellos había perdido algo incalculable, además que sus heridas eran más profundas que las anteriores.

el peor de todos, seiya. Él había sido atravesado en el pecho por la espada de Hades en la batalla final, protegiendo a atena... valió la pena, según él, pero su cuerpo no dijo lo mismo. Seiya paso meses en coma, y cuándo despertó, estaba en un Estado vegetal, tardo unos dos meses ( y con la ayuda del cosmos de saori) para que volviese á ser el mismo. Shun al enterarse de que Seiya estaba bien, fue inmediatamente a verlo, pero este le recibió frío, y de una cierta manera temeroso. Esto sorprendió grandemente a shun, quien sólo atino a susurrar "lo siento" antes de salir. Seiya sabe que hizo mal, pero él en sí necesita tiempo para sanar.

-No, Perdóname tú, shun- Dice el castaño a la nada.

al día siguiente tanto él como saori se fueron al santuario y no supo de ellos desde entonces.

hyoga, quizás el mas afectado de todos en cuestión emocional, no solo había perdido a su maestro camus ( otra vez) sino qué ahora tenía que lidiar con el recuerdo de su madre, de su amigo y su primer maestro cristal. Él sabía que no debía culpar a shun, pero lo hizo, aún cuando este estuvo grave, hyoga fue el segundo en despertar, a sólo tres semanas de la batalla. Permaneció en la mancion dos días más, en los cuales, se dedicó a verlo dormir. Antes de que ese impulso en su pecho le ganará se marchó, a sabiendas de que era un ingrato con la persona que alguna vez le salvó la vida.

- pudiste haber sido más fuerte- dijo esperando que nadie lo oyera.

esa noche el se fue, con todo y armadura, saori asumió que fue a Siberia.

shiryu, normalmente el mas justo del equipo, quedó reducido a un niño llorando por la pérdida del que consideró su padre. El despertó para encontrar solamente a shun y a Seiya en las camas continúas, él sollozo y sollozo, de alguna manera él esperaba que todo aquello hubiese sido una pesadilla. ¿Qué voy a decirle a sunrei? ¿Qué haremos ahora? ¿Qué futuro nos depara? De cierta manera, él no quiere regresar a los cinco picos en China y a su vez no quiere quedarse aquí, a asumir la derrota, a ver a la cara a shun, no por enojo sino por vergüenza, no quiere quedarse a ver el Estado de Seiya y más importante, no quiere ver a saori. Él se levanta de su cama, toma su armadura y corre como puede, dejando atrás su dolor.

- por que a Seiya y no a mí- dijo shiryu, a sabiendas de que nada cambiaría.

ikki fue él primero en despertar, también él primero en irse. Solamente le tomó una semana para despertar, y pocos minutos para tomar la decisión, irse. Se levantó de golpe de la cama, se arrancó todos los cables que tenía conectados en él, tambaleante se acerca a la cama del de cabellos verdes. Ikki toca su rostro, removiendo uno de los mechones revueltos que yacían en su cara. Suspiró, cerrado los ojos acarició con cariño sus mejillas para luego, tocar el respirador que ayuda a su hermano a respirar.

-Shun, siento estar yéndome siempre, pero no puedo evitarlo - Ikki mira a shun por última vez, antes de intentar saltar por la ventana, pero una voz lo para en seco.

- ¿no puedes o no quieres?- el Fénix suspira frustrado, sabé de quien es esa voz

- ¡¿que quieres, saori!?- fue su respuesta o más bien queja, la pelilila solo rio bajo

- no se responde una pregunta con otra-

-no tengo tiempo para tus bromas- responde tajantemente el Fénix - tú no entiendes estas cosas!-

la diosa sólo Atina a desviar la mirada antes de continuar - él te necesita a su lado!-

el moreno gruño antes de pasarse la mano por el cabello - no puedo...yo... traté de matarlo, no puedo verlo a los ojos, no aún.-

y sin más, se arrojó por la ventana

-Ikki- suspiro triste- cuando entenderás que es mejor enfrentarse a los problemas y no evitarlos-

todos habían tomado rumbos diferentes una vez se pudieron parar, dejando así sólo a shun y a tatsumi en la mansión. Fue en ese entonces que shun descubrió lo solitario que era, por que al fin y al cabo era el único que no tenía donde ir o alguien que lo esperará. Hyoga tiene amigos en Siberia y de seguro un lugar cómodo para dormir. shiryu tiene a sunrei y la cabaña del viejo maestro, de seguro ahora mismo está tomando el té con una cena tibia. Seiya... Seiya es él que más lugares tiene a donde ir, si él quisiera pudiera haberse ido con miho al orfanato, donde es bien querido por todos o bien irse al santuario con saori como al final hizo, e incluso pudo haberse quedado en su apartamento cerca del muelle, pero y shun que tenía... simplemente la lástima de la heredera de los kido. Curioso, pensó shun amargamente, el alma más pura de esta era es también la mas solitaria.

tatsumi era otro en este juego de la vida, tal vez de alguna manera su castigo por sus pecados pasados. Él después de tanto tiempo obtuvo lo que siempre quiso, ser ascendido, ser el representante en la Fundación, pero ¿ Y ahora? ¿Que? Ahora sólo es un solitario viejo pelado sin nadie que lo extrañe, nadie que lo esperé en casa. Al inicio cuando tatsumi fue ascendido, saori le ordenó que dejará a shun vivir en la mansión con él, lo cual tatsumi accedió a regañadientes, pero mediante fueron pasado las semanas se fue acostumbrando a la presencia del joven peli verde. Todo comenzó una noche cuando shun le llevó cena a su cuarto, el la tomó y cerró la puerta en su cara. Permaneció asi por unos dias mas, shun llevando comida y el comiendo encerrado, pero eso cambio, una noche después de un largo día de trabajo. Shun llegó y le dio su comida como siempre pero está vez él...

-hey, mocoso!- shun nerviosamente voltio a ver.

- s si, tatsumi Sama?- tatsumi no pudo evitar sonreír

- vamos, no tienes que que ser tan formal. Solo tatsumi esta bien, mocoso.

- e... esta bien, tatsumi!- respondió algo apenado el joven antes de preguntar- que se le ofrece?

-comeré contigo

shun no pudo creer lo que oyó y preguntó- conmigo?

tatsumi levantó una ceja y puso su cara "cómica" para aliviar el ambiente - que? No quieres?

- Ahh claro, tatsumi... g- gracias!

- hmp! De nada, mocoso- dijo revolviendo los verdes cabellos del chico - vamos antes de que tu cena se enfríe!

- h... hai! O/o

- pero, te diré algo- tatsumi dijo mirando a shun a los ojos - mañana no cocine, iremos a comer fuera luego de que regresé de trabajar, entendido?

- h... hai! / responde el joven, con la cara roja

- hee... pero, eso si mocoso!- advirtió cambiando el tono de antes por uno mas relajado - vístete decentemente! Iremos a un buen lugar, no donde tú y los vagos de tus amigos solían ir!

- entendido!- Por primera vez en meses, shun sonrío y a su vez, causó que tatsumi lo hiciese.

después de ésa noche, la relación entre ambos fue cambiado, tatsumi se volvió poco a poco mas cariñoso con shun. Shun, a su vez también empezó a ver a tatsumi como un amigo. Tatsumi llegó a tal punto que, empezó a lamentar todo lo que lo hizo a shun e incluso a los demás.

- lo siento... - le dijo a shun desde la mesa, shun quien estaba lavando los platos se volteó a verlo extrañado, tatsumi repitió lo que dijo - lo siento

- por que? A que se refiere tatsumi? - pregunto curioso el joven - por que se disculpa?

- por todo lo que te hice en el pasado, a ti... y a tus amigos.- suspiro y luego bajando la mirada continuó - se que es tonto e incluso ridículo pensar que con un simple lo "lo siento" cambiaré el pasado...pe

el pelón no pudo terminar la frase, ya que los delicados brazos del Santo de Andrómeda lo rodeaban - está bien... te perdonó, tatsumi.

tatsumi tragó aire antes de seguir - por que me perdonadme? Por que así de fácil, mocoso?

- acaso quieres que te odié

- quizás! - grito - no entiendes!? Te maltrate a ti y a tu hermano durante su estadia...! E incluso, cuándo regresaron seguí con mis malos tratos! ¿Cómo puedes perdonadme así de fácil?

hubo un silencio incómodo antes de que shun respondiera - todos merecemos una segunda oportunidad!

tatsumi estaba atónito, de veras este niño lo esta perdonando de buenas a primeras?

-tú sólo seguías órdenes, tatsumi- shun le dio una leve sonrisa - si, aveces te pasabas, pero eran órdenes al fin.

-incluso tus "amigos"- tatsumi hizo énfasis en las últimas palabras, él sabía que los demás Santos tenían cierta desconfianza con shun ahora, lo que causaba gran dolor en él - a ellos también les perdonará?.

- a que te...

él no pudo terminar la frase, ya que tatsumi volvió a hablar - no te hagas! Tú sabes que ellos te tienen miedo ahora, por eso te han dejado solo... grandes amigos tuyos, culpandote de algo que no eres culpable.

Shun apretó los labios y apartó la mirada. Tatsumi sabía que no le gustaba lo que estaba oyendo, especialmente por el tono sarcástico que estaba empleando en forma deliberada, pero la crisis tenía que iniciar por algún lado.

- aveces, la gente suele buscar culpables a los cambios en su vida- dijo en un tono melancólico el menor - para ti, el cambio fue verte rodeado de niños desconocidos y criarlos, por eso, para ti siempre fuimos los culpables. Para ellos, que varios de sus seres queridos ya no esten con ellos, y quien es el culpable mas razonable... yo.

La mirada que le dirigió Shun lo hizo sentirse como si acabara de patear a un cachorro, pero tatsumi logró mantener una sonrisa cínica, lo necesita, después de todo él es el malo ¿no?

-son errores humanos y los perdonó, así como te perdonó a ti.

-siempre fuiste muy gentil, shun.- el mencionado volvió a verlo sorprendido, era la primera vez que tatsumi lo llamaba por su nombre en ese tono, en un tono cálido. - siempre... mejor persona que los demás, por eso Ellos no se merecen tu perdón... y sobretodo yo.

-todos merecemos una segunda oportunidad... si ellos me la quieran dar, sere feliz.

-shun...

shun rápidamente abrazo a tatsumi, como si este fuera una tabla salvavidas. Tatsumi, en completo retorno el abrazo, y a su vez escuchó como el peliverde lloraba amargamente. Él sintió cómo su corazón se escogía al escuchar los sollozos del joven, y a su vez el mayordomo no pudo evitar derramar algunas lágrimas también.

- Lo siento... lo siento tanto

sollozo el joven aún más

- no quise causar tanto daño...

tatsumi acarició su cabeza, suspirando en su cabello, por primera vez Tatsumi sentía empatía por uno de los jóvenes que tanto odio.

- me siento tan sólo, Tatsumi-San... ¿por que no morí?

Tatsumi trago saliva y siguió escuchando.

- acaso... ¿es tan malo verme la cara?

ahora, el peliverde temblaba, fue entonces que tatsumi abrazo mas fuerte a shun.

- sabes...yo también me he sentido sólo estos meses- le confesó el mayor, shun lleno de curiosidad alzó la mirada, y fue asi como sus verdes ojos se encontraron con los cafés de tatsumi - serví a la familia kido durante toda mi vida, antes de que el señor kido me encontrará, yo era un Don nadie.

shun, sorprendido por esto solo se limitó a observar, por lo tanto tatsumi continuó.

- el abuelo de la señorita saori, atena, me acogió cuando yo tenía 18 y nadie me daba trabajo. Mis padres me dejaron a mi suerte, por eso siempre tuvo un carácter pesado, del cual me arrepiento. Bueno, como decía, él me dio todo pot lo cual me convertí en su mayor y mas leal sirviente, él fue como un padre para mi.

- por lo cual tu quisiste a la señorita saori como una hija...- concluyó shun, a lo cual el pelón asintió

- la cuide lo mejor que puede, a pesar de que yo no podía hacer frente a las amenazas que ustedes afrontan.

- Tatsumi- San...

Tatsumi le sonrió, pero no de ésas sonrisas huecas que él solia darles, sino una que reflejaba lo mismo que él siete, soledad y tristeza.

- no soy nadie para obligarla a quererme y quedarse a mí lado, pero se lo que sientes. He dedicado toda mi vida a ella, solo para que ella me abandoné asi sí mas.

shun no pudo contener sus lágrimas ante tales palabras - creí que era el único egoísta.

tatsumi bufo - egoísta!? - exclamó casi enojado - tú también mereces amor, shun. Tú que siempre observé que eras el que trataba de mantener el equipo unido! Él que siempre se quedaba solo mientras los demás se iban! Él que escuchaba sus problemas, y no esperaba nada a cambio!

dos lágrimas gordas rodaron por sus blancas mejillas, él Moreno las secó rápidamente y dijo

- eres humano, shun. Tú también tienes derecho a llorar sobre el hombro de alguien.

-Gracias...

a partir de ésa noche, ellos se volvieron amigos, compañeros que alivian mutuamente la soledad que sus almas sentían. Fue asi como convivieron mas y mas, hasta formar una relación tipo padre e hijo, que para tatsumi fue la cura a su amargura. Y después de eso se formó una rutina en sus vidas, fue asi como transcurrieron 6 meses y todavía ninguno de sus amigos o diosa había enviado cartas o respondido alguna de las cuales él envió, pero al final éso no importó, por que hoy era el cumpleaños de shun. Tatsumi siempre se pregunto como fue que se en cariño tan rápido de shun, aveces se sentía un poco hipócrita, ya que no hace mas de un año, el lo maltrataba, pero... había algo en el alma del caballero de bronce que lo llevaba por dentro. Desde ese día, tatsumi hizo todo su esfuerzo por mantener feliz a shun, ya que él veterano mayordomo sabía de la inmensa tristeza que agobia al Santo de Andrómeda. Por ello, en su cumpleaños le dio lo mejor, culminando con una cena. Durante esa cena, tatsumi descubrió un poco de esperanza para el alma gobiadaa del que ahora considera su hijo.

- wow ¡esta comida es excelente! - exclamó el empresario, al mismo tiempo que bajaba con estruendo su jarra de cerveza - este filete es demasiado bueno!- y diciendo eso se metió otro bocado de carne y patatas.

shun lo miro de reojo y soltó una risita, pero para disimular tomó un bocado de carne. Tatsumi por supuesto notó ese gesto y su sonrisa se amplió aún más.

- al fin sonríes de manera genuina, shun.- dijo este causando un leve rubor en las mejillas del chico - me alegra verte así.

el rubor se hizo aún más grande - a mí me alegra que alguien se preocupé por mi

- olvida el pasado y construye tu futuro, shun. - dijo en un tono serio, pero a su vez dulce, era un tono paterno - si ellos hicieron su vida, tu también has la tuya... asi como ellos te dejaron por sus razones, tú también dejalos ir.

shun se mordió el labio inferior, y se forzó a tomar jugó para el mal rato - lo se... - dijo secamente

Tatsumi notó la inconformidad del Santo, asi que solo atinó a tomarle la mano al joven - no te lo tomes a mal, pero debés entender- hizo una pausa - por favor, vuelve a ser tú.

shun levantó su mirada y pudo observar que las palabras de su antiguo verdugo, eran reales. Una leve sonrisa apareció por su rostro, apretando fuertemente la mano de su tutor le dijo determinado:

- ¡tienes razón! ¡Ya basta de sufrir!

- así se habla!

- es mas, tatsumi- continuó shun - quiero estudiar!

Tatsumi lo miro por unos segundos antes de esbozar una sonrisa - en ¿serio? ¡Que bueno!

shun río y asintió levemente - sí, quiero formar un futuro

- entonces, he de inscribirte en una buena. He oído de una en la ciudad, creo que se llama Instituto kurumada.

- suena bien! Empezaré el otro año a estudiar- prometió shun triunfal

- a tu salud! - tatsumi dijo levandoo su jarra al mismo tiempo que shun.

la cena finalizó de manera amena, tatsumi por fin llegó a pensar que shun había sido curado de su corazón, en verdad quería pensar eso, pero...

-Tatsumi- el susodicho voltio a ver al joven, cuya vista estaba postrada en la ventana del auto observando el exterior.

- ¿que sucede? - respondió sin retirar la vista del camino - ¿te sientes mal?

- No... Yo- este dudó si terminar la frase, trago saliva y la dijo con rapidez - ¿crees que sí yo muriera, ellos vendrán?

la pregunta cayó como balde de agua fría para el mayordomo, que preso de su sorpresa frenó de golpe, causando que los autos atrás de él también lo hiciesen. Tatsumi miró enojado al joven de cabellera esmeralda, que solo se digno a darle una fugaz mirada, fue asi como tatsumi sin decir más aceleró y se puso en marcha a toda carrera.

- ¿¡ Por que!? - reclamó este ofendido - ¿¡ No hables así!? ¡No desperdicies tu vida!

- Yo...

-¡No!- bravo este mientras conducía sin mayor cuidado - shun, entiendo tus sentimientos, yo también me sentí asi cuando la que consideré mi hija se fue sin mas a atender a Seiya- shun se sorprendió al oír la voz de tatsumi quebrarse

- Tatsumi...- el joven sintió sus propios ojos inundarse

- promete... - dijo - promete que no harás nada estúpido

shun lentamente asintió, y ofreciendo una sonrisa le prometió seguir a su lado. Desde ese día las cosas se calmaron un poco, pero eran apariencias que shun se esforzaba por dar. Desde el Hades había sido agobiado por terribles pesadillas, que cada vez eran peores, matando su alma y sumado el abandono, shun no podia mas. Todas las noches desde su cumpleaños salía a la media noche al acantilado cerca del mar, y estando ahí se paraba cerca de la orilla a gritar. El joven gritaba con todas sus fuerzas a los cuatro vientos, gritaba los nombres de sus compañeros, el grito hasta que se quedo sin voz. Tatsumi sabía de esto, pero optó por dejarlo ser, ya que para el era una forma de desahogo.

- ¡CHICOS, PERDÓNENME! - sollozo - PERDÓN... VUELVAN

siempre gritaba sin obtener respuesta, ya nisiquiera la compañía de tatsumi era suficiente. Él quería morir, por que tal vez así las cosas serían mejor. Fue una noche en la que se levantó de golpe de su cama y fue hacia su armario, y ya estando ahí, tomó una caja llena de fotos de él y sus "amigos" , las miro un rato y luego una a una las rompió, rompió también algunas prendas, otras las tiró por la ventana. Ya cansado, se tiró a su cama y espero para poder escapar y poder cumplir su objetivo.

horas después, ésa noche de Luna llena y lluviosa, corrió al acantilado cerca del mar, ubicado cerca de su casa. Se aseguró de irse súper tarde, para que tatsumi no lo descubriese e intentará detenerlo, shun ya había tomado su decisión, esto debía acabar. En sí, él se sentía culpable, tatsumi se esforzaba por hacerlo sentir amado, pero el simplemente ya no podía con las pesadillas. Observando la Luna por última vez y sintiendo la fría lluvia rozar su piel le dio la espalda al filo del barranco, y cerrando sus ojos se dejo caer. Durante la caída sintió el frío de la noche despidiéndose de él, en el momento del impacto pudo sentir las afiladas rocas perforando su piel, cortandola. Cayó al agua cubierto de terribles heridas, abrió los ojos para observar su propio cuerpo hundirse en el olvido, por fin sintió alivio, pero a la vez culpable ya que dejaba a tatsumi sólo. Él joven Cerro sus ojos y dejó que sus pulmones se llenarán de agua, explotando por última vez su cosmos.

el efecto fue casi de inmediato, llegando el mensaje a todos los lugares del mundo, incluso tatsumi que nunca había sido capaz de sentir el cosmos despertó sobresaltado. Esa energía que rodeaba su habitación la reconoció de inmediato, estallando en llanto, el mayordomo de los kido llegó a jurar que incluso sintió un abrazo aún estando sólo.

mientras tanto, en Siberia, China y Grecia los jóvenes amigos del fallecido sintieron su cosmos despidiéndose, e incluso el Fénix llegó a sentirlo, llenando sus almas de angustia.

continuará