Bueno, este fic de terror lo comencé hará un par de semanas ya, tengo que ir trabajando en la segunda noche, pero, por ahora subí el primer capítulo como piloto, a ver que tanto agradaba nn

Disclaimer: Shaman King, lamentablemente, no me pertenece, sino que le pertenece a Hiroyuki Takei uu

ADVERTENCIA: ESTE FANFIC ESTÁ PENSADO COMO UN YAOI, HOMOFÓBICOS ABSTENERSE.

Bueno, sin más lean nn

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7 NOCHES

Primera Noche: Ira

La lluvia caía intensamente por la zona¿quién había dicho que ir de vacaciones en invierno era buena idea? todavía la 4x4 seguía avanzando hasta una lujosa mansión que quedaba sobre una colina, las cromadas llantas de la camioneta ahora se veían cubiertas de lodo y la pintura rojo metalizado de esta era opacada por las manchas de barro que se quitaban las ruedas, su conductor, estaba totalmente enojado de que su nuevo "juguete" se estropeara de tal forma, realmente amaba esa camioneta y , aunque no había necesitado ahorrar dinero para comprarla, la apreciaba mucho. Algo más inaudito que las manchas de barro en su preciada 4x4 era que tenía que prestar la lujosa casa que le había regalado su padre para sus recién cumplidos dieciocho años, a sus queridísimos amigos, cuales 4 de ellos en estos momentos viajaban en su hermosa camioneta, estos eran Horo Horo, Anna, Yoh, Hao y Lyzerg, sus amigos apenas se habían enterado que el Tao tenía una casa de vacaciones lo invadieron de peticiones para ir...en realidad no fue así, el se hubiera negado de no ser porque cierta rubia lo amenazó de sobremanera para que los llevase, así que tuvo que acceder "gustoso", poniéndose a pensar un poco la situación de aquella casa. Todavía no entendía porque se la había regalado a él, pudiendo construir otro hotel más...seguramente la zona no era muy buena...o la casa tenía algún que otro problema.

- Tonterías.- bufó finalmente el ojidorado riéndose de sus propias palabras.

- Len...estás bien? Te estás riendo de nada.- Un peliazul que estaba sentado en el asiento del copiloto miraba como el Tao se reía de si mismo con una gran expresión de desconcierto en el rostro.

- Porque no iba a estar bien?.- contesto de manera violenta.

- Calma Len, con esa actitud no llegaremos a llevarnos bien ni dos días.- el ultimo en hablar había sido un chico de cabello castaño el cual intentaba mantener el control sobre las peleas constantes que se sucedían entre el usui y el chino.

- Quién te pidió opinión Yoh?.- bufó el Tao de mala manera, los tratos con el morocho siempre eran así, exteriormente, todo humano valía un pepino para el Tao.

- Déjalos Yoh, que se maten.- la rubia que había mantenido la mente dispersa en la revista que estaba leyendo interrumpió su sagrada lectura para decir esas palabras que por más envenenadas que fueran, en cierta forma, tenían razón.

- Perdón Annita.- se excuso el castaño sentándose tranquilamente al lado de la rubia, ignorando olímpicamente el maltrato de Len, pues estaba acostumbrado a ellos.

Quince minutos pasados de ese evento, cierto peliazul, el cual quería llegar ya mismo a la mansión, no tuvo mejor idea que preguntar sin parar cuanto faltaba.

- Len...oye Len...Len...Len...Len.- el peliazul llamaba en vano al conductor el cual poseía una nueva vena que nacía en su cien latiéndole con fuerza.- Leeeeeeeeeeen...- volvió a llamar, sin respuesta alguna, fue entonces que tomó aire y comenzó.- lenlenlenlenlenlenlenlenlenlenlenlen...- hasta que el chino perdió sus estribos

- QUÉ MIERDA QUERÉS?.- contesto perdiendo la paciencia y casi desviándose del camino, de no ser porque freno justo a tiempo.- QUÉ?

- Fa-Falta Mu-mucho??.- preguntó el peliazul un poco asustado por la reacción del de cabellos violetas.

- NO!.- dicho ese grito volvió a concentrarse en seguir conduciendo sin percatarse que en la parte de atrás de la camioneta, las cuatro personas que viajaban con ellos se pegaron un susto de muerte al escuchar el grito del Tao.

Un rato más tarde los jóvenes habían llegado a la tenebrosa mansión que se erguía sobre la colina, un rayo surcó el cielo tormentoso, alumbrando el lugar.

- Llegamos.- anunció Len al resto. Cada uno saco sus bolsos y fueron corriendo a la casa para no mojarse.- Ya saben cuales son sus habitaciones, acomódense.- terminó por decir el chino de mala gana.- por cierto, yo no cocino.

- yo tampoco.- contesto el peliazul, seguido de Anna, seguida de Lyzerg y Hao, por ende las miradas se posaron en el chico de cabello castaño corto

- y porque yo??.- pregunto Yoh deprimido haciendo un puchero.

- Porque eres un inútil.- contesto la rubia.- voy a preparar nuestra habitación, tú cocina.- se llevó las maletas de Yoh y las suyas, el resto hizo lo mismo dejando al pobre Yoh, solo.

- A mí, siempre a mí.- contestaba el castaño con tristeza prácticamente desplomado en el suelo llorando. De repente alzó la vista , todo a su alrededor era negro y su cuerpo era lo único luminoso, sintió como un extraño sentimiento lo invadía y lo hacía sentir como un imbécil, un idiota por dejarse aplastar por sus supuestos amigos y su prometida, aunque el intentaba contrarrestar esa horrenda sensación una voz se escuchó en su cabeza provocándole mucho dolor.

- Es una lástima, que a uno siempre le pasen ese tipo de cosas no compañero?.- esa voz había retumbado en la cabeza de Yoh, el cual atinó a levantarse de golpe, sosteniéndose la sien como si fuera un lunático-...quién...quién dijo eso??

- Soy la voz dentro de tu cabeza, Yoh.- contesto una voz profunda que hacía eco.- Siempre veo, como tu prometida te trata mal, tu hermano no te defiende y tus supuestos amigos tampoco lo hacen, acaso no te da ira?

-Ira?.- responde Yoh, con sus ojos desorbitados, intentaba controlar aquello que le desbordaba del pecho, pero era inevitable imaginárselo, la furia contenida que el no sabía que poseía lo hacía ver cosas horrendas, violando y golpeando a Anna, descuartizando a Hao, colgando a todo el resto d sus amigos, mientras lentamente los acuchillaba sin piedad para luego lamer la sangre de la cuchilla afilada con la que les había dado muerte...un segundo intento controlarse y volver en sí, pero el sentimiento a cada segundo se volvía peor, hasta que finalmente no pudo contenerse.- si, me da mucha, MUCHA. ira.-

- No te gustaría darle una lección a ellos??.

- Si, eso sería divertido.- contesta Yoh, con su mirada en blanco.- Voy a preparar la cena.- sonrió maléficamente y se dirigió a la cocina, allí comenzó los preparativos para la cena que les sería servida a sus supuestos amigos y a su querida prometida, la verdad nunca había sentido tanta cólera, pero ese enojo no tenía sentido, realmente no podía catalogarse como enojo, sin embargo en esos momentos la ira lo dominaba y quería reírse una vez, reírse tan fuerte de aquellos que siempre lo trataban mal, cocinaba poco a poco, su mirada se perdía mientras cortaba la carne, veía a Anna en un pequeño trozó de carne lo cual hizo aumentar la cantidad de cuchillazos a la misma mientras la sangre salpicaba todo a su alrededor, una gota cayó en su labio, el joven la lamió sin asco alguno. Otro pedazo más de carne, veía a Hao, lo cortaba con ferocidad susurrando y riendo, llego a las verduras, su risa maléfica se intensificaba con cada corte, veía a Horo, a Len a Lyzerg a Manta a todos sus amigos siendo cortados por aquel afilado y platinado machete el cual se movía tan maestrosamente en la mano de Yoh que parecía encantado. Luego de que cocinó todo agarró el ingrediente final, unas pastillas que había en el botiquín de medicinas, las picó rápidamente y las puso como cual diente de ajo sazona la comida hasta que finalmente logró acabar, puso la mesa y lleno todos los platos de comida, mientras reía.- LA CENA ESTÁ SERVIDA.

Todos bajaron a comer y vieron toda la comida que había hecho Yoh, realmente estaban fascinados

- Waw Yoh, cuanta comida, se ve genial!!

- Gracias Horo.- contestó amablemente con una sonrisa.

la primera en dar un bocado fue Anna la cual escupió automáticamente la comida.- Yoh...que demonios me diste?.- la joven tosía y tenía repetidas arcadas.

la risa de Yoh se había incrementado

El segundo en caer fue Len Tao.- YOH MALDITA SEA.- escupió toda la comida que tenía en su boca bebiéndose litros de agua para poder quitar el sabor envenenado de los alimentos

Yoh que demonios hiciste.- dijeron al unísono Hao y Horo, repitiendo lo de Anna y Len, el único que todavía no había probado nada era Lyzerg y con más razón, no lo haría

uno a uno fue cayendo bajo los efectos de aquella comida.- Les gusta?.- dijo el joven Yoh sonriente blandiendo una pequeña hacha en su mano.- las hice especialmente para ustedes...el sabor de esa comida es el sabor que ustedes dejan en mi.-Rápidamente, comenzaron a sentir sus músculos adormilados, sentían que no podían moverse. Yoh reía psicóticamente, su voz, era más grave y su mirada estaba completamente en blanco, a pesar de sonreír , su rostro realmente era escalofriante.- Pero, ahora yo me voy a deleitar.- se acerco a Anna la cual miraba sorprendida a su prometido, el estaba parado frente a ella levantando el hacha en lo alto, con una mirada asesina, listo para cortar a la mitad a la rubia.-

ALTOOO!!.- Lyzerg, al ver donde se dirigía la situación rápidamente tomo un pequeño florero y lo aventó contra la cabeza de Yoh, sus mirada maldita y sus ojos blancos penetrantes lo miraron.- Lyzerg Diethel. Prepárate.- fue lo ultimo que atinó a decir en su transe satánico para luego caer desmayado.

- Yoh.- la rubia rápidamente amortiguo la caída de Yoh, con la poca fuerza que le quedaba, haciendo reposar la cabeza de él en sus piernas.- Qué demonios pasa aquí?.- pregunto Anna de muy mal humor a Len.

- Y tu crees que yo sé? Jamás arriesgaría mi trasero en entrar aquí si hubiera algún problema!!!.- sentencio el chino.

- Yoh no es así, algo tuvo que haber pasado.- dijo Hao seriamente.

- Oi, no creo que Len tenga la culpa, la casa todos sabemos que fue un regalo.- Horo saltó a defender a Len sin dudarlo, el mismo Usui, se preguntó por qué demonios lo había hecho, si esa pelea era solo de Len.

- Defiende a tu noviecito luego de que solucionemos el problema con MI hermano.- contestó Hao fieramente

- Mi noviecito?? quien te dijo eso? .- las mejillas de Horo adquirieron un tono Rosado casi imperceptible

- No soy el noviecito de nadie Hao.- habló secamente Len.- si tienes que hablar de parejas mírate tú y el verdecito

- y yo que tengo que ver?.- Lyzerg abrió desmesuradamente los ojos al escuchar el apodo que con tanto "cariño" le pusieron los otros.

- No me mezcles con lagartos.- se defendió el castaño.

- Lagarto?.- dijo el peliverde en un tono ciertamente ofendido.- y tu qué?

- Yo qué? soy perfecto , claro.

- miren, hablo Brad Pitt.- se metió Horo

- Prefiero ser Brad Pitt antes que tener preferencias sexuales con un chino mitad gato mitad tiburón.

- A quién le dices así Hao Asakura?.- contesto el Tao evidentemente molesto

- A ti quien más.- río el castaño ante su propio comentario.

- Por lo menos TENGO preferencias sexuales .- contesto el de Hokkaido, rematando por dos el doble comentario de Hao.

- OIGAN PUEDEN DEJAR DE DISCUTIR TODOS??.- la rubia molesta y preocupada por su prometido necesitaba que guardaran silencio, finalmente el de cabellos cortos despertó, sonriendo tranquilamente.- Hola Anna, jijiji.- su actitud había cambiado y su mirada también, no era lo mismo de antes, la rubia feliz de ver a Yoh tal y como era, lo abrazo tiernamente.- Yoh...- el castaño solo atinó a sonrojarse y a sonreír.

- Bueno, será mejor que nos vayamos todos a dormir.- sentencio el Tao tranquilamente. a lo que los demás asintieron y, con ayuda de Yoh y Lyzerg fueron llevados a sus cuartos.

A la media noche la tormenta se había vuelto peor y los truenos resonaban en toda la casa. sin embargo Horo Horo, el cual tenía su habitación para el solo, como todos, exceptuando a Yoh y Anna, podía dormir sin ningún problema, pero unos pequeños golpecitos en su puerta lo hicieron despertar.

El peliazul medio dormido pregunto por la persona que iba a tocar a su puerta.- Quién es?.

- Hoto...Abre.- el de Hokkaido ,como si fuera un flash abrió la puerta encontrándose con una imagen más que tierna, Len abrazando una almohada, con un rostro que delataba lo asustado que estaba en las tormentas.- he...te molestaría si...tu ...sabes.- miraba hacía abajo con un evidente sonrojo.

- Claro que no Len, duerme conmigo si quieres.- contesto Horo sonriendo y dejándole pasar.- si no te molesta compartir cama, claro.- esta vez el sonrojo fue de Horo.

- He, no hay problema.- otra vez sonrojado se metió dentro de las sábanas de Horo, el cual rápidamente se volteo y parecía haberse dormido.- Hoto?.- preguntó Len casi inaudible a lo que el de Hokkaido contesto con silencio, un trueno se apodero del ruido de la lluvia haciendo asustar al joven chino, el cual sin dudar se aferró fuertemente a Horo, abrazándolo.- Gracias.- susurro esto ultimo antes de cerrar sus ojos y caer dormido, el de Hokkaido había sentido el abrazo y el tiritar de Len, totalmente rojo, se dio vuelta despacio en la cama hasta quedar frente al rostro del chino, abrazándolo por la cintura, susurrando.- gracias a vos.- para finalmente caer en los brazos de Morfeo.

Unas habitaciones más lejos, Lyzerg se encontraba casi en la misma situación, solo que platicaba con Hao en el cuarto de este, ambos estaban sentados sobre la cama mirándose fijamente.- que crees que le haya pasado a tu hermano?.- inquirió el peliverde.

- eso me gustaría saber. Quizás este lugar esconde más secretos de lo que pensamos nosotros.- se acerco un poco a lyzerg.- porque no nos preocupamos de otros asuntos?.- dijo Hao avivadamente.- Hace horas que hablamos de mi hermano y me gustaría que hagamos otras cosas.- sonrío de lado, con una mirada sensual la cual siempre hacía temblar a Lyzerg. El peliverde se sonrojo y asintió levemente. fue acercándose de a poco hasta juntar sus labios con los de Hao, fundiéndose en un beso.

En el cuarto en donde se encontraban Anna y Yoh, este último por alguna extraña razón no podía consolar el sueño, repetidas y extrañas imágenes llegaban a su cabeza, sobre él intentando matar a sus amigos, envenenando su comida, con un hacha en la mano y , por último, el aterrorizado rostro de Anna el cual era totalmente inusual en ella.- mmmh, eso me recuerda... Yo no cené.- con una expresión en sus ojos que demostraba el hambre que tenía, Yoh se dispuso a bajar a la cocina en busca de algún alimento, lentamente bajo las escaleras, intentando no hacer ruido.

Era de noche y la sala de estar estaba muy oscura, decidió prender la luz, pero antes de llegar al interruptor, unos pasos se escucharon tras él, respiro hondo, cerro sus ojos con fuerza, rogando que no hubiera nada que lo hiciera saltar del susto, prendió la luz y giro su cabeza de un lado al otro, no había nada. Se giró completamente para ver una extraña sombra que paso de un lado al otro de la habitación, trago saliva, la sombra se dirigió a la cocina, el mismo lugar dónde el se dirigía. Pensó en abandonar y volver arriba, pero su estómago reclamaba comida, Yoh tenía mucha hambre y eso podía contra su miedo.

Se precipitó a la cocina lo más rápido que pudo para encender la luz, pero una sensación extraña se lo impidió...

Solo un segundo...Fuego, olor a azufre, podía sentir como el mismo se quemaba, cerro sus ojos, pero casi no pudo, se vio a él mismo, en el centro de la cocina siendo atado por cuerdas que iban en cada una de sus extremidades; la punta de cada una de las cuatro cuerdas era sostenida por un hombre encima de un caballo. Atrás de todo, un sujeto al cual solo se le podía ver su sonrisa psicópata. Los hombres a caballo lentamente les indicaron a sus animales que comenzarán a trotar , el cuerpo del castaño quedó suspendido en el aire, mientras el Yoh verdadero contemplaba la escena estupefacto sintió como cada uno de los huesos de su igual era dislocado como si él estuviera ahí. Cada vez los caballos se tomaban más distancia hasta que finalmente cada uno de los cuatro miembros de Yoh fueron arrancados de su cuerpo.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!.- un grito ahogado, en un completo estado de inconciencia fue necesario para que todos se acercaran allí. Hao se acercó a su hermano golpeándolo suavemente haciéndolo reaccionar, hasta que finalmente Yoh volvió en sí, vomitando en el suelo.

Qué pasó?.- pregunto su hermano mientras lo sujetaba. El de cabellos cortos se encontraba temblando, sin todavía poder salir del shock.- vi-vivo .- articuló finalmente.- me ...me desmembraron vivo.- dos lágrimas le escurrieron a Yoh mientras Hao le encargaba a cualquiera del resto que lo ayudara a llevar a Yoh hasta un sillón cercano, este estaba en el suelo tirado boca abajo, sin mover sus brazos ni piernas, como si se los hubieran arrancado.

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oO impresionante nee? xD

si realmente fue de su agrado, me gustaría que dejaran un lindo lindo rvw nn

y si no fue de su agrado, ya que, dejenlo también xD

se aceptan criticas...no muy malas porfavor xD es mi primer fic de terror xD

aios