Las luces de neón brillaban más que de costumbre y no sólo por el hecho de que era un viernes por la noche, donde todos los habitantes de la ruidosa ciudad de Tokio se volcaban y daban rienda suelta a todo el estrés acumulado de una semana de trabajo, sino porque esta noche en especial dentro de las dos pistas de baile de una de las discos más famosas de la ciudad, se encontraba celebrando su cumpleaños uno de los cantantes más grandes de la historia del país del sol naciente.

Por fuera, las luces que podían dejar ciego a cualquiera, reflejaban el nombre del cumpleañero haciendo que todos se enteren de tan feliz acontecimiento y causando más de mil suspiros en todos aquellos que no fueron invitados ya que en esta fiesta no estaban presentes más que grandes celebridades.

Dentro, el lugar estaba atestado de gente que se contorsionaba al ritmo de la música, demostrando sus mejores pasos. El aroma a tabaco y alcohol inundaba el lugar seguido por las luces que tintineaban continuamente, prendiéndose y apagándose al son de la música, la crème de la crème de Japón estaba reunida dentro de las cuatro paredes de aquel antro de lujo.

La decoración era exquisita, con toques de la época renacentista-barroca. En el lugar reinaban los colores rojo, plateado y negro con candeleros que brillaban con las luces al igual que los vestidos plateados estilo francés Luis XIV que lucían las meseras , quienes iban de mesa en mesa atendiendo cada uno de los caprichos de los invitados.

El bar estaba situado al lado derecho del salón principal donde algunas personas se sentaban a beber y a charlar.

De repente, la música comenzó a disminuir hasta callarse por completo dejando oír los murmullos de los confundidos invitados.

— ¡Distinguidas señoras y señores! —Habló el DJ — es grato para el Club Ropongi recibir a tantas grandes personalidades , y más que nada, a nuestra querida celebridad que nos honra al habernos escogido para la celebración de su cumpleaños número 30… ¡Recibamos con un fuerte aplauso a uno de los más grandes representantes del rock de nuestro país! ¡GACKT!

Todos enloquecieron. Gritaban y aplaudían eufóricamente al momento en que todas las luces se juntaron iluminando el lado izquierdo del anfiteatro reflejando a Gackt Camui quien con paso lento pero firme se dirigía al centro del escenario levantando la mano derecha saludando a todos los presentes.

—Buenas noches…— dijo una vez que alcanzó el micrófono, lucía definitivamente grandioso como un dios griego, alto y gallardo con un pantalón negro algo ajustado, una remera blanca sin mangas que se pegaba criminalmente a su bien formado torso y vientre; encima una chaqueta roja de cuero y un collar delicado de zafiros blancos. Su cabello café claro corto y rebelde hacían juego con sus ojos profundos y azules que resaltaban en su rostro suave y claro como la nieve.

— A todos ustedes, muchas gracias por su presencia — continuó — y quiero agradecer muy especialmente a uno de mis grandes amigos, casi mi hermano, por haber asistido…El más grande J-rocker de todo Japón ¡HYDE! — gritó señalando con la mano hacia el bar.

Rápidamente las luces se dirigieron al lugar donde señalaba Gackt y se posaron sobre una figura sentada y de espaldas en una de las bancas del bar. Aunque todos esperaban que lo hiciera, éste ni siquiera volteó al notar las luces sobre él.

Todo quedó en un absoluto, lúgubre e incómodo silencio ante la actitud de tan singular personaje.

—hum —carraspeó el Camui llamando la atención de la gente y de las luces que lo iluminaron nuevamente — esto…bueno…yo sólo espero que realmente estén disfrutando de la fiesta y… una vez más muchas gracias… —finalizó dejando de lado el micrófono dándoselo al DJ. Todos aplaudieron y ovacionaron una vez más, al mismo tiempo las luces volvían a tintinear con las primeras melodías de la siguiente ronda de baile.

Gackt bajó del escenario un tanto dudoso esquivando a algunos que intentaban felicitarlo y abrazarlo por su tanjoubi. No estaba seguro si era correcto ir a reclamarle a su "casi-hermano" por aquella vergüenza que acababa de hacerle pasar, no sabía si eso afectaría a su orgullo y a sus bien respetados ego y amor propio, al fin de cuentas nunca pudo entender bien a Hyde.

Aclaró su mente tomándose una copa de ron puro que cogió de una de las bandejas de las meseras y se dirigió hacia ese lugar; después de todo, él se merecía una explicación por la amistad que decía tenerle. Se acercó con pasos pausados para que no pareciera una afrenta y se paró al lado izquierdo de éste.

— ¡Qué es lo que pasa contigo Hideto Takarai! — sin poder evitarlo levantó la voz más de lo que hubiera querido; aún así Hyde no pareció escuchar, nuevamente no se movió ni un centímetro.

Gackt lo observó con cuidado y notó que a pesar de su fría actitud Hyde parecía un ángel. Un hermoso ángel caído del cielo que llevaba puesto un pantalón negro de cuero ajustado que realmente favorecía la fisonomía de sus hermosas y bien formadas extremidades inferiores, una remera plateada que se ajustaba perfecta y descaradamente a su delicada figura con mangas algo cortas que dejaban ver sus atléticos y tatuados brazos, un fino collar que parecía de púas y un corte de cabello exquisito, lo llevaba corto, rebelde y grandioso con su hermosa piel de porcelana suave y tersa. Todo él era una obra de arte, ya que su piel nívea hacía un hermoso contraste con su cabello negro y sus profundos ojos almendrados los cuales se posaban fijamente sobre una copa de whisky.

Gackt notó que alrededor de este ángel había un aura oscura, tal vez inducida por las dos botellas vacías de whisky y una hielera semivacía que estaban sobre la barra a su lado. Ahora comprendía su actitud, estaba algo ebrio, lo que no entendía era el QUÉ causaba esa necesidad desesperada por alcohol de parte del Laruku.

— Oye Hyde…estas bebiendo demasiado… — hizo una pausa porque pensó que lo que acababa de decir sonaba a reproche y trató de arreglarlo. — Se que no soy tu padre, pero aquí hay mucha gente de la prensa que amará contarle a todos que el famoso Haido Takarai se pegó tremenda borrachera en el cumpleaños de su amigo Gackt… — Hyde apenas y se movió para beberse lo que quedaba en el vaso —…sabes que si tienes un problema puedes contármelo y te ayudaré en todo lo que esté a mi alcance…

— Disculpen… — interrumpió una periodista que se acercaba con una grabadora y un sujeto con una cámara fotográfica — somos de la cadena NHK… ¿podemos hacerles una entrevista? ¿O al menos sacarles unas cuantas fotos juntos? — puso una gran sonrisa.

Gackt miró a su amigo que nuevamente no mostró ninguna reacción y que se servía otra copa de su ya ahora tercera botella. — lo lamento este no es un buen momento — les dijo volviéndose a ellos.

— Entiendo…bueno, será en otra ocasión.

— De acuerdo, yo responderé a sus preguntas más tarde.

— ¡Muchas gracias! Y…espero que todo esté bien — dijo mirando a Hyde. — Muy feliz cumpleaños. — y se retiró con su fotógrafo haciendo una reverencia.

Una vez que se fue, Gackt se volvió a Hyde y se apoyó sobre la barra — Al menos pudiste negar con la cabeza — una vez más no hubo reacción —…olvídalo… — dijo rindiéndose finalmente.

Una mano se posó sobre su brazo que aún estaba sobre la barra, deteniéndolo cuando se disponía a retirarse.

—…

— ¿Hyde?

—… ¿Ya no vas a quererme…? — dijo al fin en un susurro casi imperceptible sosteniendo el brazo de Gackt.

— ¿Qué? — Se acercó para escuchar mejor — ¿Qué dijiste?

— ¿Ya no vas a quererme? … fue lo que me dijo… — su voz claramente se quebraba aun manteniendo la vista perdida en su copa.

— ¿Te dijo? ¿Quién te lo dijo? — habló en tono cariñoso para reconfortarlo. Acercó una silla y se sentó muy cerca de él — ¿Hyde?

Este guardó silencio una vez más por un tiempo. Gackt aguardó pacientemente.

—Revisaba unos documentos en mi sala cuando ella entró bruscamente y me arrojó un sobre con papeles en su interior….

/flashback/

— ¡Necesito que firmes estos papeles! — gritó Megumi una vez que Hyde cogió bien el sobre y comenzó a abrirlo, no podía creerlo, eran los papeles del divorcio.

—Megumi…

—No necesito de tu sermón ahora, ya estoy harta de tener la misma discusión todo el tiempo, además no tengo tiempo para eso…alguien…— tartamudeó nerviosa — alguien me está esperando.

—Megumi por favor… no lo hagas por mi pues ya está claro que yo no te importo más… — la voz se le quebraba pero se tranquilizó porque no debía mostrar debilidad — hazlo por él, por nuestro hijo…no es justo para el niño que nos separemos…

—… ¿Mamá? — Se escucho una pequeña voz desde el marco de la puerta — ¡Mamá qué bueno que viniste! — corrió hacia su madre.

— ¡No te acerques! — Sentenció ella poniéndole un alto con la mano, el niño se detuvo bruscamente en medio de la sala — no tengo tiempo…sólo vine un momento…ya me voy.

—Pero mami… — comenzaba a sollozar

— ¡YA BASTA! ¡No llores! ¿O tú también piensas usar esas técnicas para conmoverme? Si no le funcionan a él —señaló a Hyde con la cabeza — ¿Qué te hace pensar que me quedaré por ti?

— ¡ES SUFICIENTE MEGUMI! — Estalló Hyde pues no podía soportar la forma en que trataba al pequeño Akira — ¡No tienes porque desquitarte con nuestro hijo! Él sólo quería…

— ¡NUESTRO HIJO, NUESTRO HIJO! ¡Ya deja de llamarlo así, es más hijo mío que tuyo!

—Oye… — dijo tratando de disimular el dolor que habían causado esas palabras — sé que hubieron días en que no venía a casa… Pero no eran por mí querer, estaba trabajando…y eso no te da derecho a decir que no es mi hijo.

— ¡Jajajajajaja! — Se carcajeó revoleando los ojos — ¿Eres un tonto cierto?...

— ¡No llames tonto a mi papá! — gritó el niño con furia, pero ella no le puso atención y continuó.

— ¿Acaso no entiendes lo que estoy diciendo? . .HIJO — hizo una pausa muy marcada entre cada palabra — lo nuestro fue sólo un mal chiste, necesitaba afirmar mi carrera como cantante, es por eso que yo…

— ¡NO!...no…no es verdad, es una broma ¿Cierto? — lagrimas comenzaban a rodar por las mejillas del vocalista.

—Yo no te amo…nunca lo hice, sólo me enamoré una vez en mi vida…y pensé que pasaba lo mismo contigo, pensé que te casabas sólo por interés; para promocionarnos, ya el que te hayas enamorado…es tu problema.

Hyde se sentía desvanecer, no daba crédito a lo que oía. El niño lloraba profusamente.

— De hecho la persona que me espera es él, el único a quien amé de verdad y…y — dudó un momento — el padre del niño — soltó finalmente, no le importaba terminar de destruir al hombre que tenía enfrente.

Pasaron unos segundos que parecieron años y Hyde finalmente se derrumbó sobre el sofá, se sujetó la cabeza con las manos mientras sus codos se apoyaban en sus rodillas, su cabello formaba una cortina entre sus ojos y ella, no podía, no quería verla. Recordó uno de sus éxitos "Blurry Eyes" porque sus ojos estaban completamente nublados por las lágrimas, no podía asimilar lo que acababa de oír.

Aún anegado en esa espiral de pensamientos dolorosos pudo reconocer la figura de un bolígrafo sobre la mesita central donde hasta hace poco revisaba sus documentos. Lo cogió y comenzó a firmar los papeles del sobre uno a uno, sin reflexionar, sin pensar siquiera, ya no podía más, aquellas palabras; esas que acababa de oír habían terminado por destruirle el corazón, la razón, nada importaba, sólo creía que tal vez, sólo tal vez si firmaba todos esos papeles el dolor en su corazón se iría, desaparecería, pero no, no se iba, al contrario se volvió más fuerte y punzante cuando firmó el último papel.

Cogió el sobre y lo arrojó al sillón más cercano a ella — Vete… — dijo con un susurro apenas audible — lárgate…no quiero volver a verte — quiso gritar, quiso expulsar de su ser un gran "¡VETE!" Pero no pudo, su garganta se cerró por completo, se sujetó con más fuerza la cabeza sin levantar la mirada, sólo vio la sombra de ella en la alfombra cuando se acercó para recoger los papeles. Las lágrimas nublaron su visión totalmente, ya no podía ver nada, oyó un grito desgarrador que decía "¡MAMAAAAÁ!" Seguido de un fuerte portazo. La puerta se cerró fuertemente al igual que su mente y su corazón, cerró los ojos y lanzó un grito desgarrador. Dolía, la herida dolía mucho "La peor tortura es tener el corazón destruido" pensó, sólo quería morir.

No supo cuanto tiempo pasó luego de eso, pero cuando se dio cuenta, estaba sentado en el piso del pasillo de la que fue la habitación de ambos, apoyado en la puerta de ésta con una botella de licor en la mano, ya estaba casi vacía. De pronto una melodía llegó a su mente, era un coro, la inspiración para una nueva canción llegó a él de repente en un momento equivocado, como le pasaba casi siempre. Así comenzó a tararearla:

"Umi wo wataru…kobune wa tooku"

"Negai wo komete…daichi wo moto…meru"

"Sou watashi no…kokoro wa hitotsu"

"Eien no chikai wo sono te ni yudanete…"

La inspiración fluía de él tan naturalmente mientras oía el sonido de violines en su cabeza…

"Ima Watashi ni…sadame no toki wo"

"Tsugu kane no ne ga narihibiiteiru"

La flor favorita de ella ¿Cuál era? Luego de una pausa lo recordó y continuó…

"Aa anemone…Aa anemone"

"Ano oka wo akaku someyuku koro ni wa…"

"Anata e to…"

Si…como deseaba que esta melodía llegue hasta ella…

"Tabidatteiru"

"Anata e to "

Arrastrándose hacia ella…

"Tabidatte Aa"

"Anata e to…"

Sujetó bien la botella del cuello y con toda su fuerza la quebró contra el marco de la puerta. De pronto sonó su celular, lo cogió y vio que era un mensaje de Tetsu, ni siquiera lo leyó sólo notó que tenía más de 100 llamadas perdidas y 50 y tantos mensajes, seguro sus amigos ya se enteraron de todo y se preocupaban por él, pero ya nada le importaba. Arrojó el celular contra la pared de enfrente y voló en mil pedazos, cogió la botella rota con ambas manos y la puso sobre su cuello, pensó en acabar con todo…entonces lo oyó.

—Papá…

Quitó la botella y la escondió detrás de él, mientras el niño se le acercaba. Había salido de su habitación.

— Papá… — le sorprendió que aún lo llamara así, —…— hubo una gran pausa —…ahora… ¿Ya no vas a quererme?

Hyde lo miró atónito.

Se puso de pie como pudo pero no resistió mucho, estaba muy mareado y cayó nuevamente esta vez en cuatro. El pequeño corrió y trató de ayudarlo, Hyde se puso de rodillas y se abalanzó contra él, el niño trastabilló pero no cayó, lo abrazó con toda su fuerza.

— Mi hijo…tu siempre serás mi hijo…eso no cambiará nunca.

/Fin del Flashback/

Gackt lo miraba atónito no podía creer todo lo que su amigo había estado sufriendo, lo cruel que podía ser esa mujer.

—Aún hoy cuando lo veo, su mirada refleja un gran dolor, no importa cuánto finja, sé que está sufriendo…y no… no puedo hacer nada…no puedo…ni siquiera…— ya no dijo nada más, se recostó sobre su brazo izquierdo extendido sobre la barra.

—Hyde… — Gackt no sabía que decirle, ahora lo sabía todo, pero no tenía ni idea de cómo reaccionar, ¿Qué le diría? ¿Que entendía? No podía decirle eso porque no lo hacía, no sabía lo que se sentía estar en la situación de Hyde, no podía sentir lo mismo que su gran amigo, no era verdad y no iba a empezar a mentirle ahora. Puso sus pensamientos en orden y dijo lo que le pareció más apropiado en ese momento — Yo estoy a tu lado…Haido…— y lo acercó a él en un abrazo fraterno rodeando con su brazo derecho los hombros de Hyde y reclinando su cabeza por encima de la de él quien sólo se dejo hacer.

Un flash furtivo de cámara fotográfica los sorprendió y tuvieron que separarse.

— ¡Maldición! ¡¿Quién fue?! — preguntó Gackt muy molesto

—Ya debo irme… — Hyde se levantó de pronto, pero apenas y pudo mantenerse en pie, estaba pasado de copas y se tambaleaba a cada paso — mi hijo debe estar preocupado…

— ¡Chotto… Hyde! — Gackt lo seguía — ¡No puedes irte y menos en esa condición! ¡No permitiré que conduzcas así, te matarás…!

— Yame yo…deja de gritar…no manejaré… — aún se tambaleaba — llamé a Hideaki mi chofer…ya debe estar llegando… — y continuó su recorrido hacia la puerta del local.

— Hyde…espera por favor… — fue tras de él.

….

Mientras tanto, en otro lugar muy distinto a ese.

— ¿Podemos extraer una muestra de sangre del espécimen? —preguntaba un sujeto con bata blanca como de doctor y unos lentes de vidrio grueso, era algo mayor con aire imponente.

—No señor… — contestó otro con la misma apariencia sólo que más joven — aún es muy inestable.

—¡No es posible! —se dio vuelta y empezó a caminar rápidamente por los pasillos de un lugar lúgubre que parecía ser un estar abandonado, era una verdadera sorpresa encontrar vida en un lugar así. Iba caminando por un corredor largo lleno de puertas de la que alguna vez fue una gran fábrica de textiles y que ahora estaba totalmente vacía, o al menos… eso parecía...

Abrió una de las puertas y he aquí en medio estaba un gran domo de cristal lleno de agua que burbujeaba como una gran pecera, tenía varios cables que se conectaban a él, los que a su vez terminaban en grandes computadoras que monitoreaban el domo. Alrededor de este, había cerca de 20 tipos más con pinta de médicos que controlaban las máquinas y observaban de cerca aquello que contenía esta gran esfera de cristal.

— ¡¿Cómo es posible?! — Entró gritando — ¡¿Cómo es posible que aún no hayamos podido conseguir una maldita muestra?! ¡Una maldita muestra! Ya han pasado casi 50 años desde que pudimos hacernos de este maravilloso ejemplar ¡Y me dicen que hasta ahora no hemos podido hacer ningún progreso!

—Pero señor…es que no ha sido nada sencillo — contestó uno de ellos — fue un verdadero milagro que los recolectores de esas épocas hayan conseguido ponerla dentro del domo EJ51, pero aún así…aunque esto disminuye su poder…es posible que si le damos tan sólo un milímetro de oportunidad, es decir, si cometemos un pequeñísimo error será lo último que hagamos…

Todos pusieron la mirada sobre el domo, en aquello que éste contenía y se podía distinguir la figura de una persona dentro, era una muchachita de más o menos 17 años, de pequeña estatura y con la piel blanca, muy blanca, casi parecía de papel. Su cabello era de un negro intenso, era muy largo ya que se podía notar que las puntas podían llegarle sin problema hasta los pies aunque ahora flotaba en el agua del domo al igual que ella.

Tenía una especie de casco en la cabeza que derivaba en una centena de cables que se conectaban con el exterior de la esfera. En la cara tenía un respirador que aislaba su sistema respiratorio del agua, ambos tanto el casco como el respirador le cubrían casi todo el rostro, además sus brazos estaban atados con una camisa de fuerza. Todo esto le daba la apariencia de un pequeño ángel capturado.

— Ya ha pasado mucho tiempo —continuó el sujeto del principio — incluso la inanición ya debe haber hecho algún efecto en ella, no ha probado una sola gota desde que está aquí sin mencionar las drogas y choques eléctricos que le hemos suministrado ¡¿Y me dicen que aún le temen?!

—Ayer hizo explotar 10 de las computadoras cuando intentamos tomar una muestra de su sangre…y ni siquiera se movió, lo hizo con su mente…creo que aún es muy pronto para que…

—¡Basta de excusas! ¡Aquí las cosas las tiene que hacer uno mismo para que funcionen! — dijo abalanzándose contra la computadora principal que se encontraba frente al domo, y manipulando el panel principal hizo que una fuerte descarga eléctrica impactara contra el frágil cuerpo de la muchacha quien se retorció un poco para luego quedar totalmente quieta.

— ¿Lo ven? Eso era todo lo que necesitaban, una descarga de unos cuantos miles de voltios…y listo… ¡listo! —Gritó eufórico — ahora podemos tomar las muestras que queramos, ahora tú — ordenó a uno de los que estaban ahí — muévete y has que el LJ45 se vacíe, entraré yo mismo a coger una muestra de sangre, y tú… — estuvo a punto de dar otra orden pero fue interrumpido por un ruido detrás de él, se dio vuelta hacia el domo y notó que una pequeñísima grieta se había formado en la parte superior de éste.

—Pero que demo... —no pudo terminar porque de pronto el lugar empezó a temblar como si se tratara de un terremoto pero no era así, aún cuando estaban todos en el suelo pudieron notar que tal fenómeno estaba siendo producido por la persona del domo, vieron con horror como su cuerpo comenzaba a perder esa forma encantadora para convertirse en lo que los humanos llaman "un monstruo" aunque…

El domo se partió en mil pedazos con un estruendo ensordecedor, miles de astillas volaron por los aires decapitando y mutilando a algunos entre los cuales estaba el científico que ocasionó todo esto. Los que sobrevivieron se levantaron para poder salir del lugar, pero vieron cómo toda esperanza de vida se desvanecía ante ellos cuando el manubrio de la puerta se fundía sellándola. Estaba claro que se trataba de ella. Era ella quien estaba haciendo todo esto, se dieron vuelta y contemplaron una de las criaturas más increíbles pero aterradoras que ni siquiera en sus sueños o pesadillas hubieran imaginado. Era la personificación misma de la muerte.

Las alarmas comenzaron a sonar por todo el edificio y un gran grupo de guardias uniformados corrían armados hasta el piso subterráneo encontrándose con una puerta que no se abría por más intentos que hacían, no importaba cuanto dispararan o cuantas dinamitas arrojaran, ésta no cedía, después de todo fueron ellos quienes la diseñaron para que resistiera cualquier tipo de ataque sin mencionar que la puerta parecía estar sellada por dentro.

Dentro se podían escuchar gritos desgarradores.

— ¡TENEMOS QUE ABRIR ESA PUERTA! — Gritaba uno de los guardias.

De pronto se hizo un silencio casi petrificante.

— Esperen…esperen — dijo el guardia que parecía estar al mando haciéndose y haciendo que todos dieran un paso hacia atrás. La puerta se abrió muy lentamente con un sonido chirriante que rompía el silencio. Y cuando se hubo abierto por completo, del interior salió de forma caudalosa el agua que hasta hace poco contenía el domo mezclada con la sangre y partes de los cuerpos mutilados de todos los científicos.

Los guardias que estaban hasta al frente resbalaron y cayeron al piso bañándose en toda esa porquería mientras veían horrorizados partes humanas dispersadas por todas partes.

En el interior de esa habitación distinguieron la figura de una persona, pero no se podía distinguir bien a causa de todo el humo que había. De pronto comenzó a acercarse hasta que se la pudo ver. Ahí estaba de pie frente a ellos. Todos se quedaron pasmados pues se trataba sólo de una adolescente.

— ¡Disparen! — gritó el hombre que estaba al mando pues sabía bien de quien se trataba.

Todos comenzaron a disparar a quema ropa, pero increíblemente las balas se detuvieron en el aire. La muchacha, ya sin camisa de fuerza sino más bien con un camisón blanco de hospital sin mangas que le llegaba a las rodillas, comenzó a caminar hacia ellos arrastrando su hermoso cabello. Mantenía la cabeza gacha como arrepentida. Inmediatamente las balas volaron de regreso matando a todos los guardias del frente, los demás comenzaron a huir desesperadamente, pero ella levantó la mano derecha señalando el cielo y en ese momento…todo explotó.

…..

— ¡¿Qué fue eso?! — gritaron algunos de los invitados que vieron la explosión a lo lejos, allá por el lado norte de la ciudad, incluso Hyde y Gackt lo vieron.

—No se preocupen… — dijo el DJ quien le bajó el volumen a la música para que su voz pueda escucharse a través de los micrófonos — la explosión fue por el barrio industrial, ahí hay muchas fabricas en desuso y seguramente están demoliendo una para construir una moderna en su lugar.

Entonces todos olvidaron rápidamente el incidente volviendo al baile.

—Escucha Hyde — Gackt se paró frente a él y lo sujetó por los hombros con ambas manos — iré contigo.

—No, no, no — dijo haciendo aspavientos con una de sus manos tambaleándose un poco.

—No te estoy pidiendo permiso.

—No, escucha Gac-chan...hoy es tu día, debes disfrutarlo, no te preocupes por mi — se ladeó y casi se cae de no ser que Gackt lo tenía sujeto — escucha…yo estaré bien, los chicos de la banda están al tanto de todo…de hecho ellos están ahora en mi casa cuidando a— un gesto de dolor se formó en su rostro — …mi hijo…todos han sido muy buenos y ahora lo único que deseo es estar a su lado…

—está bien…— aceptó a regaña dientes — pero llamaré a Tetsu para preguntarle cómo estás. Mañana iré a tu casa y pasaremos tiempo de calidad con Akira ¿Te parece?

—Hai, hai — se tambaleó una vez más y se separó de Gackt

—Cuídate Haido…ey, ¿Te acompaño hasta que llegue Hideaki?

—No Gackt tranquilo, ya ha pasado un buen rato desde que lo llamé ya debe estar por llegar si acaso no llegó, además…si te ven salir te rodearán y quedaremos atrapados, no señor…no tengo tiempo para eso, tú llamas mucho la atención… — afirmaba con la mano.

Gackt se sonrió — ¿acaso tú no? ¿Crees que no te rodearán en cuanto te acerques a la puerta?

—Para eso tengo esto — dijo y del bolsillo derecho de su pantalón sacó un gorro de lana y unos lentes para sol, se los puso cubriéndose todo el cabello y los ojos con lo que prácticamente parecía otro. — ¿Lo ves? Nadie me reconocerá, saldré por la puerta de atrás ahí nadie me verá. Le dije a Hideaki que me esperara ahí… Adiós… — dijo finalmente dándole la espalda y agitando la mano como despedida mientras salía por la puerta del servicio.

Gackt subió los escalones hacia el piso de arriba donde había ventanas que daban a la parte trasera del local. —Hyde…— dijo suspirando mientras lo veía apenas parado frente a la calzada mirando a todos lados esperando a que apareciera su chofer. Lo que le había pasado era algo terrible, no podía creer que existiera una persona más malvada en el universo como la ex mujer de Hyde, ahora la odiaba, aunque antes no era del todo de su agrado.

— ¡Sousuke!

—Dígame señor — respondió el guardaespaldas de Gackt ante el llamado de éste.

—Por favor síguelo y asegúrate de que esté bien hasta que suba a su auto.

—Como ordene señor.

Mientras, en otra parte de la ciudad en el apartamento del vocalista de los Laruku, tres adultos y un niño se la estaban pasando de lo más divertido jugando al póker.

— ¿Estás seguro de que a Doiha no le molestará que le estemos enseñando a su hijo a jugar Póker? — preguntaba Yuki a Ken mientras ponía una carta sobre la mesa.

—Yo se lo advertí — contestó Tetsu.

—Tranquilos…seguro que no se molesta — afirmaba el guitarrista defendiéndose ante las recriminaciones del bajista y líder de la banda mientras colocaba otra carta sobre la mesa.

— De acuerdo, pero si lo hace le diremos inmediatamente que fuiste tú el que insistió en que jugáramos póker, serás el primero en caer. — puso su carta sobre la misma mesa.

—jajaja —Yuki fingía una risa — caerás dentro del infierno…no hay nada peor que encontrarse frente al Akuma enojado.

— Si yo fuera tú Ken, empezaría a hacer mis maletas, no creo que a mi papá le agrade mucho que me hayas enseñado este juego de perdición… — dijo Akira colocando su carta.

— ¿Tú también estas de su lado? — Dijo Ken sorprendido — ¿Así es como me agradeces que te haya enseñado algo tan invaluable que te ayudará en el futuro?

— ¿Cómo podría ayudarle esto en su futuro? — dijo Tetsu en tono de burla.

— ¿Acaso quieres convertirlo en un loco obsesivo por los juegos y las apuestas? — preguntó Yuki riendo — ¿le darás ese argumento a Hyde? Suerte con eso Kitamura.

—Pero seguro que Akira-chan me apoya, ¿cierto? No le dirás a tu papi que fui yo quien te enseñó ¿verdad? — se inclinó hacia el niño que estaba a su lado con ojos tiernos y suplicantes —que dices ¿Ayudaras al tío Ken?

Akira rió divertido.

— ¿Tío Ken? ¿Cuál tío? — Tetsu levantó la voz riendo — ¿Cómo se te ocurre que podrías llegar a ser el tío del pequeño de nuestro pequeño tan fácilmente? Aún te falta mucho, quizás de aquí a unos cien mil años, iluso. ¿Verdad Akira-chan?

—Si tío Tetsu.

— ¿Tío Tetsu? — dijo Ken.

—Bien dicho pequeño — dijo Yuki haciéndose participe de la broma.

—Gracias tío Yuki.

— ¡¿Tio Yuki?! — Ken se fingía ofendido.

— ¡Jajajajajaja! — todos rieron ante la cara de Ken.

— ¿Y yo? Hey, todos se pusieron de acuerdo… ¿Y yo?

Todos reian. Momentos como este eran los que Akira más disfrutaba porque realmente se sentía bien con los amigos de su papá, los quería mucho y le gustaba verlos reír de esa forma, ojalá su papá también…a él le gustaría verlo reírse de ese modo.

— ¿Estás bien Akira-chan? — preguntó Tetsu preocupado por el cambio repentino en el semblante del pequeño.

— ¿Eh? — Akira volvió a la realidad y noto que los tres lo miraban preocupados. — Ah…jeje…lo lamento, es sólo que…

— ¿Qué pasa? — dijo Ken abrazándolo por los hombros.

—Puedes confiar en nosotros — dijo Yuki.

—Me gustaría que mi papá también riera de esta forma…

Todos comprendieron.

—Tu papá es el hombre más fuerte y decidido que he conocido jamás, sé que muy pronto lo verás reír así como todos nosotros — Contestó Tetsu acariciando su cabeza — lo hará por ti, a quien más ama.

El pequeño sonrió reconfortado, de pronto Yuki se ladeó un poco hacia Ken el cual usando esa genialidad para las bromas dijo. — ¡Ey! ¡¿Estás tratando de ver mis cartas?!

— ¡¿Yo?! – contestó Yuki indignado.

— ¿Yo? — Lo imitó Ken — mira como trata de fingir ahora.

— ¡Yo no estaba mirando tus cartas!

— ¡Es verdad! Nos olvidamos del juego — dijo Tetsu mientras todos reían — a ver muestren sus manos señores, empezaré yo.

Así colocó sus cartas sobre la mesa seguido de Yuki, quienes no tenían nada.

—Es mi turno… — dijo Ken — señoras y señores — puso su mano de cartas sobre la mesa — tengo escalera queridos amigos míos jajajaja — se abalanzó sobre las fichas viéndose ganador pero una pequeña mano lo detuvo.

—No tan rápido — dijo Akira poniendo sus cartas sobre la mesa — Tengo full amigo…

Todos veían asombrados y más Ken que no lo podía creer.

—Creo que esto es cuando dicen que el alumno superó al maestro — dijo Yuki acabando con el silencio.

Todos rompieron a reír nuevamente.

— ¡No puedo creer que el gran Kitamura Ken as de las cartas haya perdido ante un niño! —gritaba Ken cogiéndose la cabeza.

—Bueno, bueno — Dijo Tetsu levantándose — ya casi son las 12, es hora de dormir — miró a Akira.

—ahhhhh, noooooooo. — reclamó Akira

— ¿Tan temprano? — dijo Ken.

—Él no tiene los mismos hábitos vampíricos que tú — regaño Tetsu.

—Pero es que yo…quería estar despierto hasta que mi papá llegue.

—Eso no será posible pequeño, tu papá llegará muy tarde.

—No será así — dijo Yuki — hace un rato llamó a Hideaki para que vaya a recogerlo, ya debe estar llegando al local donde esta Hyde.

En ese momento Akira miro a Tetsu fijamente con ojitos, ablandándolo.

—De acuerdo…

— ¡SI! — Gritaron todos.

— Ok, vamos a preparar unos sándwiches y unos refrescos ¿me acompañas Akira? — y así junto con Tetsu fueron a la cocina.

—Mientras nosotros buscaremos alguna buena película en la televisión — dijo Yuki pero Ken ya se le había adelantado y cambiaba de canales rápidamente.

—Esta película es fantástica…

—¿Qué es? …Pero qué…

Era la película más sangrienta que se puedan imaginar (el nombre? Quien sabe :P)

…..

— ¿Dónde está ese baka? — Decía Hyde quitándose los lentes y la gorra para que su chofer no tenga problemas al reconocerlo, además de que la lana le producía alergia — ¿Cuánto más piensa hacerme esperar? Pensé que ya estaría aquí…— cogió su móvil dispuesto a llamarlo pero vio cómo su jeep negro se acercaba del Este a toda velocidad hasta detenerse totalmente delante de él.

Alejado un par de metros atrás, estaba Sousuke el guardaespaldas de Gackt que vio detenerse el auto del joven Takarai frente a él, terminando con la misión que le encomendara su jefe. Se dio vuelta haciéndole una señal de "Todo bien" a su protegido quien miraba desde una de las ventanas del club. Gackt asintió.

Todas las ventanas de su auto estaban cerradas cosa que lo extrañó, pero rápidamente la ventana del chofer comenzó a bajar.

— ¡Al fin! — Sin prestarle atención al rostro de su chofer — ¿Dónde te habías metido? Empezaba a creer que… ¿Estás bien? — dijo cuando lo vio a los ojos.

El semblante de Hideaki estaba marcado por el terror; Hyde lo miró un momento hasta que estuvo a punto de preguntar qué le ocurría. Pero, luego de un fuerte ¡BANG! Su propio rostro se hallaba manchado con la sangre de su chofer.

El guardaespaldas escuchó un disparo, se dio vuelta rápidamente metiendo su mano instintivamente en el bolsillo interno de su chaqueta y sacando su revólver calibre 45 que se supone usaría para defender a la persona que tenía al mando si la ocasión lo requería. Ahora lo requería, pues el mismísimo Gackt le dio la orden de proteger a aquel cantante.

— ¡Alto! — Gritó Sousuke a los sujetos que por la fuerza metían al vocalista de L'arc-en-ciel a su propio auto — ¡¿Qué creen que están…?!— Escuchó un segundo estruendo seguido de un dolor punzante en el estómago; no murió como lo esperaba, pero las fuerzas comenzaban a abandonarlo cayendo primero de rodillas para terminar totalmente bocabajo con la mirada fija en el rostro de su amado Jefe quien con los ojos muy abiertos no daba crédito a lo que acababa de pasar.

— Lo lamento Gackt-sama…le he fallado.

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Lentamente Hyde subió una de sus manos hasta su cara, se limpió la mejilla derecha suavemente y mirando sus dedos se percató de que lo que le acababa de bañarle el rostro: era la sangre de su chofer. Vio con horror que detrás del ahora cuerpo sin vida de éste, había un hombre de aspecto mafioso sosteniendo el arma que le quitó la vida a su empleado. No pudo siquiera reaccionar porque de la parte trasera del coche salieron velozmente 2 sujetos de iguales apariencias que lo sujetaron fuertemente por ambos brazos. Un hombre a unos metros atrás de él, gritó "¡ALTO!"

Giró la cabeza para ver quién era, pero vio que el hombre se desplomaba a causa de un segundo disparo que salió de la parte trasera de su auto. Dentro había un hombre más, quien después de dispararle a aquel hombre, lo tomó por la remera y lo jaló hacia adentro. De un momento a otro y gracias a los otros sujetos que lo cogieron de los brazos y piernas, estaba dentro de su auto con rumbo a quien sabe dónde.

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Para el otro, todo pasó en cámara lenta. Un disparo y Hyde daba un paso hacia atrás tambaleándose sin llegar a caer, su guardaespaldas se daba vuelta y sacaba su revólver, dos tipos salían del auto del vocalista y lo sujetaban por ambos brazos, el guardaespaldas corría para salvarlo, otro disparo y Sousuke se desplomaba, otro tipo se asomó por el asiento trasero del auto jalando a Hyde hacia adentro.

—¡HYDE! — gritó con desesperación que aumentaba cuando vio como arrojaban el cuerpo de Hideaki afuera y cerraban la puerta arrancando y llevándose a su amigo.

Rápidamente bajó las escaleras empujando a todo aquel que se ponía en su camino, salió por la puerta del servicio y corrió directamente hasta su empleado.

— Tranquilo, estarás bien…— le dijo al notar que Sousuke aún estaba con vida.

Corrió hacia su auto mientras llamaba a una ambulancia mirando el auto que se alejaba velozmente.

—No dejaré que se lo lleven…— dijo subiendo a su convertible veloz y lujoso.

Pisando a fondo arrancó siguiendo el auto de Hyde a toda velocidad — no permitiré que lo lastimen, si lo hacen ¡Los mataré!

Continuará…