Para perlita_negra en LJ, en su cumpleaños.

Disclaimer: Supernatural, sus personajes y mundo no me pertenece, lo creó Eric Kripke y lo produce la Warner.

ALERT: Censor de crack fallando, fallando… fallando… fallaaaaan… ¡LIBRE DE ATADURAS!

Si este auto hablara…

… Lo primero que le diría a Dean sería: "¡No soy una nena, bebé ni chica!". No, porque él era un Impala, ¡Un Impala! Un macho cabrío, un corredor elegante y potente, un auto de más de 40 años con la fuerza y el empuje que cualquier otro desearía tener. No cualquiera aguanta vivir todo el tiempo en interminables carreteras, ataques de todo tipo de monstruos y huidas a todo pistón.

Y, aunque admitía que Dean lo quería, pues debía estar más consciente de que lo trataba con un cariño y palabras que en verdad eran insultantes. En serio, a veces la forma en que lo miraba y acariciaba le hacía pensar que Dean olvidaba que dentro de él había todo un arsenal de armas, que había aguantado incontables choques, hasta posesiones de monstruos y la furia de él mismo. No, no era una chica, era un guerrero y debería verlo con la admiración que se le dirige a un guerrero.

Aunque claro, que lo cuidara tan bien como lo hacía y con tanta suavidad y rapidez en sus manos, no le era del todo desagradable. ¡Pero eso no quitaba que él era un Impala y no una nena!

Al menos los hermanos reconocían, de cierta manera, que había sido el refugio de todos los Winchester, la morada y su hogar. El punto donde sabían que podían correr cuando sus planes fallaban y que, siempre, cooperaría para salir a toda velocidad. Que dentro podrían dormir medianamente calientes en las largas carreteras en invierno, o hablar de lo que quisieran, porque él era su hogar; los habían sentido crecer, pasar de ser un niño de cuatro años que lloraba en las noches y un bebe sin conciencia de nada; a ser hombres, cazadores, guerreros y héroes, de los cuales estaba muy orgulloso.

Desde siempre supo que su destino no era ir de allá para acá lleno de biblias. No, él debía ser un auto con otro destino más trascendente, y los Winchester o habían llevado a ello. Sí, la vida del cazador podía ser una perra, pero no tanto como la de las víctimas de los monstruos que mataban con las armas que él resguardaba. Él era parte fundamental de la misión.

Por eso odió que ese maldito camión lo golpeara tan fuerte como para hacerle daño a los tres. Pero su culpa pudo ser expiada cuando, por una vez en la vida, se le trató como lo que era: un guerrero que había fallado, y Dean lo golpeó con la ira que sabía bien, tenía que sacarse de encima. Borrón y cuenta nueva cuando lo reconstruyó y, otra vez, a la carretera.

Porque él era un Winchester también, y era fiel a los suyos y a la misión. Él tenía su función: llevarlos y protegerlos en el camino. Y lo hacía lo mejor posible.

Claro, también siempre estaba ahí para cuando ni sabía a donde quería ir su conductor, pero siempre para adelante, tomando la carretera. Sí, hablan de que uno de sus amigos, que fue el que iniciaba a sentarse más en su asiento trasero como hacía tiempo no pasaba desde que eran niños y jugaban juntos ahí; había hecho algo terrible.

¡A la mierda! ¿Otro amigo más perdido? A veces odiaba ser un carro y no un humano, como para poder hablar con ellos, decirles que la vida podía ser terrible pero que sino se seguía peleando, era peor… y que claro, que él siempre pelearía junto a ellos, que él nunca se les torcería.

… ¡Oh, Dean acaba de poner a AC/DC! Dio un gran ronroneo de motor para alegrarse, porque ese camino habría sido mucho más pesaroso si seguían callados y en silencio.

Mientras Sam dormía, Dean sonrió al oír que su nena no estaba harto de su música y siguió el camino, siempre para adelante aunque la carretera estuviera llena de baches.

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