Hola :) .. Decidí hacer este experimento juntando mis dos series favoritas, ojalá les guste porque a mí me está gustando mucho escribirlo.
Si leen fics de House, quizás sepan que yo soy Huddy, y este fic también lo es. Es un capítulo introductorio muy cortito, es sólo la presentarles la historia. Los siguientes capítulos se pondrán más complicados.
Ni House MD y Private Practice me pertenece ni pretendo ganar algo con ellos, sólo es diversión
Es un fic categoría T pero no descarto incluir algo de sex quizás en el futuro, pero como el fic en general no es de ese tipo, no lo puse en M.
Los títulos de los capítulos probablemente les resulten algo confusos, pero ya entenderán a que me refiero.
*Dedicado a Saru, que se da la paciencia de leer todo lo que escribo; a Lore, quién probablemente no comentará el fic xDD y aún así se lo dedicaré porque la quiero mucho :D ; y a Jen, cuyos comentarios sobre mis historias alegran infinitamente mi día :)
ENJOY
El paraíso
Addison Montgomery, la mejor ginecóloga y cirujana neonatal de la costa este entró por las puertas del hospital Princeton-Plainsboro con un suave taconeo y movimiento de cadera. La alta pelirroja no pasó desapercibida y tanto doctores como pacientes se quedaron mirándola, algo que ella parecía ya acostumbrada pues no le dio atención.
-Hola, tengo una cita con la Dra. Cuddy ¿Está ella aquí? –Le preguntó a la enfermera que estaba en la recepción- Soy Addison Montgomery.
-Ah, sí, pase por favor, la oficina de la Dra. Cuddy está ahí.
Addison caminó hasta la entrada, pero a través del vidrio pudo ver a un hombre y una mujer hablando en la oficina.
-Pero ella está ocupada ahora –Le dijo a la enfermera- Será mejor que espere ¿Verdad?
-¿Ocupada? –La enfermera vio por el vidrio también- Oh, no, él es House, puede entrar.
-¿House? –A Addison le sonó muy conocido ese nombre- ¿Gregory House, el diagnosta?
-El mismo.
-¿Trabaja aquí?
-Desde hace más años de los que me gustaría.
Addison echó otra ojeada a ambos doctores. La mujer sentada detrás del escritorio riendo muy tranquila y relajada, el hombre estaba cómodo en la silla de al frente, pero no podía verle el rostro.
-Pase Sra. Montgomery.
Addison se aguantó de corregirle a la enfermera que en realidad era 'señorita' y pasó a la oficina de Cuddy. Ambos al sentirla entrar se callaron y la miraron con curiosidad. Addison enseguida se fijó en House, cuyos ojos parecían escanearle hasta el último centímetro del cuerpo. Cuddy preguntó:
-¿Puedo ayudarla?
-Sí –Dijo torpemente. Se había quedado viendo a House demasiado tiempo- Usted debe ser la Dra. Cuddy –La saludó estrechándole la mano- Tengo una cita con usted, soy Addison Montgomery.
-Oh Dra. Montgomery, un placer, esperaba verla en unos días. Por favor siéntese.
-Mi agenda se desocupó y preferí venir enseguida.
-Encantada –House tosió para que le prestaran atención y Cuddy le presentó con el brazo al nefrólogo- Dra. Montgomery él es Gregory House, tal vez haya oído de él.
-Un par de veces –La pelirroja le estrechó la mano también, sonriéndole de una forma diferente- Un gusto conocerlo al fin, Dr. House.
-Lo mismo digo –House se paró y se ubicó justo detrás de Cuddy, posando su mano en el hombro de la endocrina y mirando fijamente a la ginecóloga- Es famosa en LA ¿Eh, Doctora?
-Espero que hablemos profesionalmente –Addison rió ante el atrevimiento del doctor- ¿Lo hacemos Dr. House?
-Por supuesto –También sonrió.
-Dra. Montgomery –Habló Cuddy algo molesta por ser ignorada- Tal como le dije en mi llamada telefónica, el hospital estaría encantado de tenerla trabajando aquí ¿Ha pensado en nuestra propuesta?
-Sí, su propuesta llama mucho mi atención.
-Entiendo que debe ser difícil el cambio.
-Es radical –Admitió- pero en mi vida los cambios son buenos. Así lo sentí cuando viajé a LA, fue una bonita y enriquecedora experiencia vivir allá.
-¿Quién deja el mar y los trajes de baño por un lugar tan aburrido como este? –Interrumpió House extrañado- Debe tener una buena razón.
-Que no es de tu incumbencia House –Lo calló Cuddy con el cejo fruncido- por ahora le ofrezco el departamento de Ginecología Dra. Montgomery, el consejo no quiere dar pasos tan arriesgados aún. Pero si las cosas salen como pretendo, en poco tiempo podría estar a cargo de cirugía general. Es lo que usted quería cuando trabajaba en Seattle ¿No?
-¿Por qué me ofrece tanto Dra. Cuddy? –Preguntó perspicaz Addison- Me llama la atención que le ofrezca un puesto así a una doctora que jamás había visto antes, menos trabajado.
-Su nombre suena en las conversaciones Dra. Montgomery –Cuddy fue clara y segura- es alguien en el mundo de la medicina, alguien importante. Está a cargo de su propia consulta, que además funciona perfectamente ¿Qué otra razón puede tener?
-Pero jamás he tenido a mi cargo un departamento entero ¿Por qué se arriesga?
-¿Aceptaría mi propuesta si le ofreciera menos?
Ambas doctoras sonrieron. Se levantaron y estrecharon sus manos, encantadas de haber hablado con alguien con altura de miras.
-Mis abogados se encargarán del contrato, me tendrá instalada el lunes por la mañana.
-Así espero Dra. Montgomery.
-Addison –La corrigió sonriendo- Es mi jefa ahora ¿No? Llámeme Addison.
-Llámame Lisa y estaremos igual.
-Hasta pronto Lisa –Miró a House, quien no le quitaba la vista de encima- Adiós Dr. House.
La cirujana salió de la oficina. House volvió a sentarse frente a Cuddy con la boca abierta, sorprendido.
-¿Qué ha sido todo eso?
-¿De qué hablas? –Cuddy comenzó a leer unos papeles, indiferente.
-Primero: me dejas quedarme en tus negociaciones sin siquiera que te lo pida.
-No iba a hacer un escándalo frente a ella.
-Segundo: le ofreces un puesto por el que cualquiera mataría.
-Es una buena doctora.
-Tercero: ¿Qué diablos hace Addison Montgomery aquí?
-Debiste partir por ahí ¿No crees? –Se levantó con un montón de papeles y los dejó en una repisa- Pensé que la única manera de tener más benefactores era tener a alguien tan importante como ella aquí.
-¿Por qué ella?
-Una vieja amiga me contó que atraviesa serios problemas con sus socios en la consulta. Problemas personales. Era el momento de "atacar"
-Es excitante como atacas, te diré.
-Y tal como pensé, aceptó –Se sentó nuevamente- Pronto podremos lucirnos de tener el mejor diagnosta del continente y a la mejor cirujana del país.
-Y la más sexy, por cierto.
-¿Perdón? –Cuddy enarcó la ceja y cruzó los brazos, enojada- ¿Crees que no te vi coqueteándole?
-Ella me coqueteó a mí.
-Hipócrita.
-No te pongas celosa jefa, yo sólo tengo ojos para un culo…
-Empiezo a dudar si es realmente el mío del cual hablas.
-¿Cuántos adjetivos más debo brindarle para que te convenzas, eh?
-Ve a pasar consulta. Se acabó el recreo.
-Bien por mí –House se encogió de hombros y luego se levantó- hasta más tarde…
-Hey, hey –Cuddy se levantó y se acercó a él- ¿Por qué tan fácil?
-Debo hacer mi trabajo –Caminó hasta la puerta, pero Cuddy se quedó en la entrada con la ceja enarcada- ¿Qué más quieres que diga?
-¿Esperas ver a Addison Montgomery en el lobby?
-Quizás…
-¿Piensas que es divertido? –Enojada.
-¿Verte así? Oh sí, muchísimo.
-Si llegas a tocarle un centímetro a Montgomery –Lo besó en los labios- te castraré con mis propias manos –sonrió y antes que House pudiera responder el beso abrió la puerta y le indicó que saliera- Estás advertido.
-Si me castras pierdes tanto como pierdo yo.
-Hay más peces en el océano.
-Y sirenitas también…
Cuddy iba a responder pero House se encaminó a la clínica. La endocrina se rió de sí misma, de lo patética que era celosa y de lo que le encantaba verla así a él. Volvió a su oficina decidida a seguir con su trabajo y miró como todos los días la foto de ella, Rachel y House en el parque de diversiones, casi 1 año atrás. Sonrió, olvidándose de todo lo relacionado con Montgomery.
Por fin podía decir que House era sólo de ella.
Pero ¿Debía estar tan segura?
Continuará.
¿Qué tal? :)
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