Ese lugar donde los perfumes de la noche se mezclan, los murmullos se gritan y la música nunca para hasta el amanecer.

-¡HEY!

No me escucha y los bajos hacen temblar las ventanas, ¿Por qué tirar piedras para quebrar una vidrio?, ¿Por qué no se me ocurrió en mis días de rebeldía?, miento, de esos hubo pocos.

-DIANNA- Repito por tercera vez y al fin ella voltea. Da unos pasos y se acerca

-Naya- Me saluda amablemente en la oscuridad y me abraza para bajar la tensión – ¿Cómo estás? –Pregunta sonriendo.

De pronto veo una sombra, ¿Dianna?, ¿Dónde estás Dianna?, ¿Por qué te escondes?, no me da risa tu juego, las conversaciones por mas estúpidas que sean no se interrumpen jugando a desaparecer. ¿Dianna dónde estás?

La música suena más fuerte y empiezo a caer en el mismo laberinto, otra vez la misma anciana, el mismo reloj, la misma fuente y una sombra. La sombra me pregunta si quiero mermelada o mantequilla. Vuelvo a caer y…

¡PUTA!- me revuelco en la cama

¿Qué?- Dice una Dianna asustada, 5 segundos después me doy cuenta de lo que acaba de pasar y ella me mira confundida aún. -¿Entonces?- alza una ceja para intensificar la expresión y yo todavía no tengo palabras para nada porque lo único que pienso es en reírme de la cara de la rubia y del absurdo sueño.

Mierda estoy sudando y a pesar de eso el frío invade mi cuerpo. –Discúlpame, fue solo una pesadilla, o algo así- Digo con el corazón latiendo a mil.

-¿Qué soñaste?- me pregunta riéndose

-¿Te acuerdas de la discoteca a la que fuimos después de la primera semana de grabación de Glee, con los del cast? – averiguo para guiarla por el sueño

-¿La de la música gay?

-Sí, tú sabes, cortesía de Ryan Murphy.

-Claro que me acuerdo- Dice

-Bueno, estaba ahí y de un momento a otro caía a un laberinto donde estaba un reloj y una anciana, que ya había visto en otros sueños y luego caí… si, digamos que caí en tu cama

-Bueno, por lo menos no te mataste – Dijo burlándose de mi

-Bueno, por lo menos no te caí encima – Dije sacándole la lengua y haciendo una pausa – Aunque creo que se me olvido la mitad del sueño, creo que era más interesante- Bostece y Dianna también, nos miramos y volvimos a caer en la cama.