Buenas a todos! Espero que les guste este pequeño fanfic que hice de este gran anime... Apenas lo vi y terminé de ver dije... ¿¡Pero cómo puede terminar así!? ¡Le hace falta más! más historia! asi que estuve varios dias pensando, rondaba en mi cabeza hacer un fanfic o al menos leer un fanfic de goblin slayer.. sin embargo casi no hay en español! asi que decidí hacer algo por mi cuenta xD espero que les guste.. Queria hacerlo mas resumido pero no me salió, aparte que me faltó colocar a las demás protagonistas en este capitulo, pero me extendería mucho y serian muuuchas palabras, asi que decidi dejarlo hasta aquí.. espero que les guste.

Goblin slayer no me pertenece.

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Reeditado


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—¡Venganza! ¡Sin piedad ni errores! –exclamó en un grito de euforia e inspiración el alto señor Goblin ante un gran sin número de estas criaturas, las cuales gritaban de emoción mientras alzaban sus armas hacia el oscuro cielo que solo la luz de las dos grandes lunas iluminaban el lugar.

Las despreciables criaturas sonreían y saltaban al unísono haciendo estremecer la tierra, apenas se podía alcanzar a divisar cuántos había en realidad en aquella desolada y oscura llanura. El Alto Señor sonrío y aprovechó dicho momento de gloria para alzar sus manos a su pueblo y dirigirles un último discurso.

—¡Vengaremos la muerte de mi padre caído, vengaremos las muertes de nuestros hermanos caídos! –hizo una breve pausa para apretar sus puños y proseguir. —¡Y mataremos a todo aquel que se interponga en nuestro camino! ¡La raza Goblin se levantará desde lo más bajo y reinará con gloria y sangre! –Tras esto, su pueblo se agitó frenéticamente en la euforia y confianza que su líder les trasmitía; estaban confiados, confiados de que lograrían su objetivo.

—El Asesino de Goblins… —pausó y sonrió aún más. —…Morirá.

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5 meses antes…

Una vez más; aislado de la ciudad fronteriza y notoriamente alejado de la granja, se encontraba en su rutina de vigilancia bajo la fuerte nevada que caía en el sitio.

Debido al clima, todo se encontraba en completa oscuridad por lo cual el aclamado asesino de duendes optaba por mantenerse en sigilo sentado en un pequeño banco bajo una improvisada carpa que hizo para refugiarse del duro invierno.

Tras pasar un breve rato pudo notar entre la oscura maleza una pequeña luz que se acercaba hacia él.

—No deberías hacer eso. –comentó él.

—Sí, si… Ya sé que la luz atrae a los Goblins. –le respondió la pequeña sacerdotisa apagando la bola de luz que había creado mientras se acercaba y tomaba asiento a su lado.

—Aparte de eso. –le habló nuevamente el guerrero sin apartarle la vista. –No tienes que estar aquí. Hoy acaba el año y deberías estar celebrándolo con los demás. –aclaró.

La joven chica le dio una pequeña sonrisa y le respondió. –Al igual que el otro año, tú estuviste por aquí solo y vine a hacerte compañía ¿Recuerdas?

—Sí.

—Bueno, esta vez vine a hacer lo mismo. –finalizó mientras se quitaba una mochila que trajo consigo. –Esta vez vine preparada, traje comida, un abrigo y algo para mantener el calor. –decía con un leve sonrojo en sus mejillas.

—No deberías estar haciendo esto. –prosiguió nuevamente el guerrero.

—¿Por qué no? –la sacerdotisa dirigió su mirada hacia él mientras colocaba sus manos en su cintura.

—Porque deberías estar con tus amigos celebrando.

Ella dio un suspiro para nuevamente dirigirse hacia su mochila y sacar unos abrigos, el cual se los dio a él.

—Estoy con mi amigo. –sonrió con los cerrados para sonrojarse tímidamente y comentarle lo siguiente. –No te… Dejaré nunc a solo… Goblin Slayer. –le costó pronunciar su nombre pero al final pudo decirlo rápidamente.

La chica constantemente se sentía nerviosa y muy tímida siempre que interactuaba con su amigo, desde que le salvó la vida en aquella cueva siempre lo ha admirado y ha sentido una necesidad enorme por hacerle compañía y ayudarle en todo, nunca lo dejaría estar solo en momentos tan importantes como lo era hoy; la víspera de Nochevieja.

—Ya veo... –el Goblin Slayer tomó las pieles que le trajo su compañera y comenzó a colocársela, junto a ella quien le ayudaba en el proceso. Él la miró y le susurró. –Gracias.

Ella se detuvo debido a la impresión por su comentario, se sonrojó levemente y le respondió el gesto con una sonrisa.

—Te encantará esta comida que traje, es un poco de sopa con el componente que probamos aquel día llamado "Crema" ¡Está muy deliciosa! –exclamó la sacerdotisa sacando de la mochila un tazón y colocándolo en una pequeña hoguera que tenía el Goblin Slayer dentro de su campaña.

—Ya veo.

—¿Sigues con tus palabritas? –le miró fijamente la chica con una cara de pocos amigos.

El chico levantó su mano en señal de rendición, carraspeó un poco y le respondió.

—Lo siento, lo siento. –bajó su mano y carraspeó por segunda vez. –Algo me decía que seguramente vendrías hoy también, así que te traje esto...

La chica se sorprendió una vez más ante el comentario de su amigo y comenzó a ver lo que buscaba él entre sus pertenencias.

—¿Qué es… Goblin Slayer?

El chico se volteó hacia ella y le entregó un pequeño presente envuelto en papel.

—Un presente. –le respondió.

La sacerdotisa se estremeció y se sonrojó bruscamente, quedó en estado de shock. ¿En verdad el Goblin Slayer le estaba dando un regalo? ¿Aquel hombre frio, raro y sin creencias más allá de exterminar goblins?

—U…un… ¿Regalo?... –la chica tímidamente tomó el presente a duras penas debido a que sus manos temblaban y no precisamente por el frío invierno.

—Tengo entendido que, en estas fechas se dan presentes. –pausó el chico para dejarle el objeto y continuar más cómodamente. –No pude entregártelo el día de Navidad debido a la misión que tuvimos, nos tomó todo el día y llegaste a la taberna exhausta. Decidí guardártelo para el día de hoy. –aclaró.

La chica estaba en estado de impacto, no esperaba algo así de su parte. Aunque una vez… Él le regaló la moneda de oro que se ganó por matar al Lord Goblin, con la excusa de que fue ella quien lo mató cuando no había sido así.

La sacerdotisa no sabía qué hacer, estaba complemente en blanco y su mirada perdida en el obsequio; no tenía valor de mirarlo de frente pese a que llevara él su típico casco.

El Goblin Slayer la miraba con confusión.

—¿No te gustó? –preguntó este.

—¡Eh! –la chica salió de su estado al escuchar su pregunta y tras varios gestos negando su pregunta, le respondió. —¡Cómo crees! Es… ¡Es que no me lo esperaba! No creí… No creí recibir un regalo de tu parte...

—Ábrelo.

La chica asintió aun manteniendo su típico rubor en sus mejillas y comenzó a desenvolver el regalo. Tras varios segundos de quitarle el papeleo sus ojos se agrandaron debido a la sorpresa que llevaba dentro.

—E… Es…

Su sorpresa fue indescriptible, el contenido era una nueva cota de llama completa. No solamente era para el pecho, también le cubría los brazos, piernas, cuello y tría una especie de protección para su cabeza.

—Es una nueva cota, decidí crearte una especial. Ese material es escaso y muy raro, asumo que su obtención es muy difícil de encontrar puesto que no es comercializado o casi nadie lo tiene, ni siquiera Lancero. –pausó mientras la chica lo miraba totalmente sorprendida. –Lo que lo hace especial es que es muy fino, puedes usarlo debajo de tu atuendo sin problemas, no te dará calor ni te molestará, es muy liviano y aparte de todo eso, es muy resistente. Si un Goblin intentara morderte o atravesarte con un arma corta, no podría. –agregó el chico.

La joven chica estaba perdidísima ante lo detallado que fue su amigo, ¿En verdad le hizo algo así… Para ella?

—Te… ¡Te debió costar mucho! –le exclamó ella.

—No realmente, llevaba días haciéndola. Recibí ayuda de mi armero el cuál fue el maestro en todo esto. El material utilizado al parecer viene de las escamas de Dragón aunque no estoy seguro, eso fue lo que me dijo él pero no lo sabría certificar. –Pausó para agregar. –Aún así medí su dureza y es casi tan resistente como mi armadura, sin embargo no resiste combates excesivos así que mantente alejada de las cosas realmente afiladas.

La chica se echó a reír ante su última frase y le respondió. –Tú sabes que yo no combato cuerpo a cuerpo, con lo pequeña y frágil que soy me harían helado. ¡Jajaja! –se echó a reír al siquiera imaginarse combatiendo con un escudo y una espada.

El goblin slayer muy por debajo de él dio una pequeña risa, apenas detectable debido a las ráfagas de la nieve que caía en el exterior.

El gesto hizo sorprender nuevamente a la sacerdotisa la cual le preguntó con intriga e incredibilidad. —¿Te… ¡Reiste?! –primera vez desde que lo conoció que escucha algo de alegría provenir de él, no estaba segura si lo escuchó reír pero le pareció que así fue.

El joven solo se inmutó a cambiar la conversación. –Ya la comida se debe estar quemando. –señaló a la taza que ya estaba más que hirviendo.

—¡Ahhhh! ¡Es cierto! –exclamó la joven chica asustada porque no se le fuera a dañar su comida.

Tras salvar la comida y prepararla en dos pequeñas tazas para él y para ella se dispusieron a comer.

—¡Feliz año nuevo Goblin Slayer! –le expresó ella alegremente.

Él dirigió su mirada a ella y le sonrió un poco; aunque ella no pudiera verlo.

—Feliz nuevo año. –tomó un sorbo de la sopa y agregó. –Ah, nuevamente se me olvidaba decir.

La sacerdotisa se asombró y dirigió su mirada hacia este. —¿Qué cosa?

—Espero otro año de aventuras contigo.

La chica se ruborizó, colocó su taza en sus piernas y se llevó sus manos a su rostro.

—E… Yo… ¡Yo igual contigo! –le dijo rápidamente debido a su alto nerviosismo, pero una parte de ella comenzó de repente a sentirse mal.

—¿Sucede algo? –preguntó el Goblin Slayer al verla actuar estrepitosamente.

—Yo… Eh… —no encontraba palabras para decirle lo que sentía. –Yo… No… No tengo nada que obsequiarte hoy… Goblin Slayer. –lo dijo entre pequeños sollozos tristemente.

Ambos guardaron silencio unos minutos mientras este la miraba fijamente, tras unos segundos después le comenta en un leve susurro.

—Tú ya me diste un obsequio.

La sacerdotisa se asombró ante el comentario de su amigo por lo cual dirige su mirada hacia este, ella lo miraba con los ojos muy abiertos y estupefactos ante tan inconcurrencia.

—¿Qu… Qué obsequio… Te di? –le preguntó ella llevando sus manos a su pecho.

—Me agrada tu compañía. –musitó él para darle un sorbo a su taza.

La joven chica se ruborizó aún más y decidió guardar silencio para pasar un poco el momento tan tenso para ella.

Rato después de terminar su cena, ambos prosiguieron en su vigilancia de algún posible ataque Goblin, sin embargo el sueño le estaba ganando a la sacerdotisa y aunque ella tratara por mantenerse despierta contándole anécdotas a su amigo, poco a poco sus ojos se iban cerrando por si solos hasta que se quedó dormida en el regazo de este.

El chico la miró fijamente en silencio durante un buen largo rato, la chica parecía dormir tan plácidamente, podía notar que aunque durmiera, seguía teniendo algo peculiar en ella. No decidió esperar más tiempo y la acomodó en unas mantas y pieles que había traído ella en su mochila para cubrirse ambos del invierno.

El guerrero la acostó delicadamente encima de una manta, para luego envolver encima de ella otros largos pedazos de pieles y abrigos y cubrirle todo su cuerpo. Quería asegurarse que se encontrara totalmente abrigada puesto que la temperatura parecía descender aún más, el chico estuvo un rato más sentado y cuidando de que el fuego no se apagara debido a las constantes ráfagas de viento, al pasar un rato más decidió cerrar casi por completo la tienda en que se encontraban al ver que el viento soplaba con más furia.

El sueño lo estaba venciendo, así que sin darle más tregua decidió acostarse al lado de su compañera y abrigarse completamente; no quería admitirlo pero en verdad agradecía que la sacerdotisa estuviera allí con él y le hubiese llevado todas esas mantas. Primera vez que veía un invierno tan violento, jamás había sentido tanto frío como lo estaba sintiendo ahora mismo.

Antes de quedarse completamente dormido, dio un último vistazo a su compañera para cerciorarse de que se encontraba cálida. Al percatarse de que sí, se acercó lo máximo posible para mantener a ambos el calor dentro de las mantas y así evitarle a ella una posible hipotermia.

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2 días después…

—¡Feliz año Goblin Slayer! –le exclamó la recepcionista muy alegremente desde su zona de trabajo al guerrero, el cual bajaba de las escaleras.

Era temprano en la mañana, por lo cual muchos se encontraban aún durmiendo. La taberna se encontraba relativamente sola, solo estaban un par de residentes desayunando y ellos dos.

El chico se dirigió hacia ella y le respondió. —Sí… -hizo un balbuceo algo extraño para la recepcionista y continuó. —Eh, quiero decir… Feliz nuevo año para ti también.

Esto hizo impactar a la chica del gremio, quedó en shock. ¿En serio le estaba deseando un feliz año a ella? Después de 7 años de conocerlo, jamás le había dicho tal frase; pese a que ella siempre se las deseaba, nunca recibía por parte suya una interacción así. ¡No lo podía creer!

La joven rubia se sonrojó y no pudo evitar ponerse nerviosa al comentarle dicho acto.

—Es… Es primera vez que me lo… que me lo das. –apenas pudo terminar la oración, su cuerpo comenzó a estrepitarse de una forma extraña.

—¿Sí? –preguntó él algo extrañado.

—jejeje… ¡Sí!

—Ya veo.

La recepcionista dio un leve suspiro para tranquilizarse, este hombre era un duro hueso de roer.

—¿Goblins? –preguntó este al observar el tablón de misiones.

La chica se armó de valor y salió detrás del escritorio para ir donde él y ponerse tímidamente a su lado para responderle.

—Afortunadamente no ha habido reportes de ataques goblins por el momento… Desde que mataste al señor goblin, se han detenido gradualmente sus ataques. –le puntualizó la chica.

—Es de esperarse. Los Goblins no atacan de forma aleatoria, ellos siguen un patrón cubriendo una extensa área desde su punto de asentamiento. Allí en el centro, siempre hay un alto cargo, un Chamán, un Trasgo o en el peor de los casos un señor Goblin, al acabar con el lord de ellos, los pocos que debieron haber quedado por la zona debieron haberse retirado, pero… -el chico hizo una larga pausa, dejando con intriga a la recepcionista, ésta no dejaba de mirarlo.

—¿Pero…?

—Los Goblins desertores son aún más peligrosos, llevarán esa información obtenida del campo de batalla a otras comunidades adyacentes de Goblins. Tendrán miedo, estarán vueltos en pánico al ver visto a toda su comunidad exterminada por el enemigo, sin embargo ese miedo se convertirá en su mejor aliado. Compartirán lo visto en batalla a otros Goblins y buscaran métodos de usarlo a su favor, los Goblins no son listos pero tampoco son idiotas… Tienden a evolucionar conforme caen, es por ello que siempre los elimino a todos y a cada uno de ellos. –finalizó el chico tras darle la espalda a la recepcionista.

Ella se vio aterrada por un momento, no había pensado en eso y la sola idea de que los Goblins hayan adquirido una mejor forma estratégica después de aquella batalla tan grande… La sola idea de que fuesen a tomar represalias la asustaba enormemente, los Goblins no suelen matar a las mujeres directamente a no ser que sean potencialmente peligrosas, sin embargo a las aldeanas o mujeres con capacidades de batalla bajas terminan siendo capturadas por estas criaturas para ser violadas noches tras noches para dar a luz a nuevas crías goblins y finalmente, cuando ya no puedan dar más a luz…Las matan salvajemente.

La recepcionista tragó saliva de inmediato y negó con la cabeza varias veces para no pensar en ese destino tan indeseable.

El Goblin Slayer dirigió su mirada hacia ella y le comentó. —No debes por qué temer. Mientras yo esté aquí, los goblins morirán.

La chica sonrió levemente y con un pequeño sonrojo le contestó. —Yo tengo fé en ti Goblin Slayer, yo sé que siempre estarás aquí para salvarnos a todos.

El chico asintió y le respondió. —Sí. –para regresar su mirada a la puerta y proseguir su camino, pero la rubia lo detuvo.

—¡Oye! –lo tomó de su mano y evitó que se marchara. —Espera por favor. –le suplicó.

Nuevamente dirigió su mirada hacia ella y le preguntó. —¿Qué sucede?

Ella tartamudeó mientras trataba de responderle. —No… No has comido… ¿Por qué no… te quedas a comer un poco?

Él guardó silencio unos minutos y le respondió asintiendo. —Está bien.

La rubia sonrió y le dijo que esperara mientras le traía lo de siempre, este asintió y se acomodó en su típica mesa que siempre escogía. Le encantaba ese sitio, era lo suficientemente alejado de los bullicios de los demás aventureros, pero lo suficientemente cerca para escuchar noticias respecto a posibles ataques de Goblins.

Tras unos breves minutos, la chica del gremio trajo consigo varios platos y tazas para el desayuno, los colocó en la mesa y fue sirviéndole las porciones. El chico notó que le estaba sirviendo más de lo que era común así que intervino.

—Es suficiente, solo comeré lo necesario. –aclaró él.

La chica paró en seco y le preguntó. —Pero es muy poco, apenas te he servido un pan y té. Al menos permíteme servirte estos otros aperitivos.

—Gracias, pero es suficiente. Como dije, comeré lo necesario. –nuevamente le aclaró.

La recepcionista guardó silencio un momento, pero se armó de valor para aprovechar ese momento repentino para usarlo a su favor.

—Bueno, aprovecharé y comeré yo también. Jejeje. –sonrió con un notorio sonrojo en sus mejillas. —¿Será… Que me permitas acompañarte a comer? –le preguntó mientras acomodaba la silla en la cual se sentaría.

El chico bebía unos sorbos de té para luego asentir y responderle. —Haz lo que gustes.

Ambos comenzaron a comer en silencio, pero debido a las proporciones que tenían, obviamente el Goblin Slayer iba a terminar mucho antes. Así que la recepcionista tomó cartas en el asunto para evitar que eso sucediera.

—Y dime, ¿cómo pasaste la despedida de Nochevieja? Como es habitual… No te vi entre nosotros.

—Sí… -pausó para dar otro sorbo a su taza. —Fue como lo habitual, afortunadamente nada de Goblins por los alrededores.

—Ahmm… ¿Y por qué precisamente en esos días pasas allá afuera? Los demás días estas descansando. –le preguntó ella algo curiosa debido a su costumbre tan rara de pasar vísperas de navidad y año nuevo; fuera del pueblo.

—Es simple, esos días los aldeanos y aventureros están celebrando con música, luces y constantes ruidos. Esos actos se escuchan a gran distancia, incluso bajo tierra. Las vibraciones hacen captar la atención de los Goblins por lo cual van tras estas en cuevas subterráneas, suelen salir a la superficie y visualizar de donde proviene, allí pueden captar la luz que emiten en el pueblo y dependiendo el tamaño de la luz y las vibraciones captadas ellos pueden identificar si se trata de un pequeño pueblo o una ciudad enorme. Sin embargo no son muchos Goblins que van a ver, siempre son un pequeño grupo de exploradores. –aclaró él.

—Ohhh… Ya veo… Es por eso que nunca estás aquí con nosotros esos días. –puntualizó ella.

—Sí.

Tras otro breve momento de silencio, la chica insistió. —Deberías un día de esos pasarlo con nosotros… -hizo pausa para sonrojarse un poco y sonreírle. –Pasarla con tus amigos. ¡La pasarías muy bien! No estarías solo… por allá. –agregó ella.

Este terminó de beber su taza y le comentó. —No es importante. Además, la he pasado agradable, he tenido compañía.

La recepcionista se sorprendió e inmediatamente le preguntó con mucha curiosidad. —¿Te… Te han acom… pañado?

—Sí.

La chica del gremio quedó impresionada, ¿Acaso era él? ¿El mismo chico que entró hace 7 años por aquella puerta, aquel chico todo serio, sin sentimientos, con la vista perdida y sin una idea que no fuera aniquilar Goblins? Desde que lo conoce, siempre ha estado solo. Nunca le ha gustado buscar o tener algún compañero consigo, le sorprendió al ver a la joven sacerdotisa acompañarlo en cada misión que tenía; de por sí de ser misiones peligrosas, ella sabía bien que sus prácticas eran bastante brutales, y más que tiempo después se unieron los 3 aventureros más a él. Algo asombroso e inverosímil, jamás creyó ver al Goblin Slayer en una especie de grupo de aventuras.

Ahora que lo recordaba… Desde hace muchísimo tiempo, él no se quitaba el casco, por nada ni por nadie. Aquella en vez la taberna, repentinamente se quitó el casco ante todos, nadie lo podía creer. Todo esto le despertó cierta intriga y curiosidad a la rubia.

—Has… Has cambiado mucho… ¡Es increíble! –dijo ella con una enorme sonrisa.

El chico dirigió su mirada hacia ella con confusión y le aclaró. —Soy el mismo de siempre. Nada ha cambiado.

La recepcionista se rió y al ver que este se preparaba para marcharse le comentó.

—Más tarde… Habrá una un banquete especial para todos… Como bienvenida a este nuevo ciclo de año… ¿Gus… Gustaría acompañarnos? –preguntó tímidamente.

—Lo pensaré. –finalizó para marcharse del lugar.

La chica del gremio dio un gran suspiro para retomar a sus cosas laborales… Ese hombre era un hueso duro de roer. Ella sabía que lograr llamar su atención no era fácil, no sabía exactamente qué hacer para que él se fijara en ella, lo peor es que seguramente iba perdiendo terreno ante su rival; la amiga de la infancia de él.

Ellos se conocían desde que eran niños, él vivía con ella… Ella le hacía la comida siempre… Él dio todo por ella cuando pidió ayuda para protegerla del ataque de los Goblins… Él la salvó de un ataque Goblin en las altas montañas nevadas… ¿Cómo podía competir contra ella?

Sus preguntas retumbaban en la cabeza mientras las horas pasaban y pasaban… De pronto una voz la sacó de sus pensamientos.

—¡Hola Uketsuke-san! ¡Muy buenos días! –le saludó con una cálida sonrisa su amiga la joven sacerdotisa.

—¡Buenos días Onna Shinkan-chan! ¡Feliz año nuevo! No te vimos por acá con nosotros. –le respondió ella alegremente.

—¡Feliz año a ti también Uketsuke-san! –le devolvió los buenos deseos con un leve sonrojo. —Sí es que… No pude pasarlo aquí ya que estaba en otro lugar jejeje. –se rió nerviosamente mientras se ruborizaba un poco más.

—¡Ohh! Debió ser importante entonces, es la segunda despedida de año que no te vemos por aquí, Yōsei Yunde-san estuvo muy preocupada, esperaba que estuvieras esta vez con nosotros. Sin embargo después del segundo trago se fue perdiendo y ya era irreconocible. ¡Jajaja! Los elfos tienden a tener poco aguante hacia el licor al parecer. –comentó la chica del gremio.

—Sí ¡Jejeje! No podía dejar a Goblin Slayer solo, así que decidí… acom…pañarlo nuevamente… -susurró la joven sacerdotisa mientras se ruborizaba aún pero aún más.

Este comentario hizo abrir de golpe los ojos a la chica del gremio, quedando impactada e impresionada.

—Eeee…eee… tu. .ttttt…

—¿Uketsuke-San? ¿Te… Te encuentras bien? –preguntó la sacerdotisa algo preocupada por su amiga.

—Ssssisi…. Si… Es qu…qu…. –de pronto fue interrumpida por el Goblin Slayer.

—¿Goblins? –preguntó apareciendo de la nada en el lugar junto a ellas dos, ambas quedaron algo asustadas.

—¡Waaaa! –la sacerdotisa dio un paso hacia atrás para reincoporarse y sonreírle tímidamente. —¡Bue…Buenos días! ¡Goblin Slayer-san!

—Buenos días. –le saludó cortezmente y posteriormente dirigió su mirada hacia la recepcionista. —¿Nada de Goblins?

—Ehhee… No…No, aún nada. –le respondió mientras se reincorporaba ella también.

La Sacerdotisa la miró algo extraña pero no le prestó mucha atención, la verdad ella tenía hambre… Ayer llegaron tarde del puesto de vigilancia donde se habían quedado en Nochevieja, habían caminado mucho y estaba muy exhausta así que se fue a dormir de inmediato por lo que no comió nada. ¡Estaba muriendo de hambre!

—Disculpe Uketsuke-san… ¿Podría traerme un desayuno por favor? Muero de hambre jejeje. –le comentó ella.

La chica del gremio asintió ante su pedido pero fue interrumpida por el chico.

—Que sean dos por favor. –agregó.

—¿Eeeehhh? –preguntó confusa la chica rubia, estaba muy confundida.

—¡Oh! ¿No has comido, Goblin Slayer? –le preguntó la joven sacerdotisa.

—Esta mañana, comí un poco pero solo lo necesario. Hice mis rutinas y aquí estoy de vuelta. –respondió él.

La recepcionista estaba algo impactada, la verdad no se esperaba algo parecido a eso en sus planes diarios.

—¡Aahh! ¡Qué bueno que me esperaste entonces, yo siempre te espero! –le exclamó la joven compañera mientras se dirigía a la mesa en compañía del chico.

—Es lo justo. –agregó él mientras se sentaba.


¿Continuará? ...

Si hay Reviews ... si... animenme! xD Si dejan comentarios os traigo nuevo capitulo, de lo contrario lo dejaré hasta acá xD critiquenme, díganme sus opiniones quiero escucharles :D