Holi nwn
Bueno, antes que nada hay que explicar este fic.
Si lo han notado, Slash and Destroy me tiene traumada (:nomedigas:) así que pensando, supe que eso no iba a terminar así, que en algún momento ellos se iban a reencontrar, y mis sospechas se corroboraron cuando salió el spoiler del resumen de "Neutralized!" así que quise ponerme a trabajar en un fic sobre eso, pero salió "Metalhead rewired" y me partió el corazón porque la serie me había ganado ;n;
Pero después me volví a animar y empecé a trabajar en esto que simplemente me encanta 3 espero en Castiel subir el capítulo dos mañana o el sábado por la noche, y lo digo así porque deseo y necesito ganarle a la serie, porque estoy loca y ya :U no, sino porque quiero hacer mi propia versión de como su relación se rompió para siempre (la de Raph y Slash) sin estar influenciada por a serie, quiero ver que tan cerca estoy de lo canónico; pues aunque ya vi el spoiler que se filtró hoy (ashdafsdfa 3 ) igual este cap. ya estaba hecho hace una semana.
Además, adoro el Slashael (una palabra que inventé para el shipping SlashxRaphael) y tenía ganas de hacer algo dulce y hasta romántico de estos dos.
Todo el fic será POV Slash.
Te dejo leer y muchas gracias, ojalá te guste :3
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Yours ever… or maybe not.
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No sé cuanto tiempo ha pasado realmente, solo sé que ya me he acostumbrado a estar solo.
Fue difícil al principio pues, desde el día en que me encontraste hasta el día en que los escogiste a ellos por encima de mí, siempre había vivido contigo.
Sé que hubo alguien con quien viví antes de que tú me encontraras, pero no recuerdo mucho de eso, no sé si mi antiguo amo era hombre o mujer, mucho menos si era joven o adulto como tu padre. Sólo recuerdo que de un momento a otro ya no estaba en mi tortuguero y estaba en un lugar oscuro, sumamente húmedo y que olía a rayos. Intenté salir de allí de muchas formas, pero como era una simple y normal tortuga terrestre, nada funcionó. Tenía hambre, hacia frio y tanta agua a mí alrededor hacia que cualquier cosa resultara difícil y complicada.
Tuvieron que pasar un par de días para que me encontraras. Recuerdo que estaba tirado en la orilla del canal buscando un poco de sombra contra la pared cuando alguien comenzó a acercarse a mí. Estaba tan cansado y tan hambriento que ni siquiera me planteé la idea de moverme o escapar. Qué bueno que no lo hice.
Me tomaste entre tus manos como muchas veces después lo harías y me diste un par de vueltas viéndome, analizándome.
-Supongo que… así es como se ve una tortuga normal-me pusiste sobre mi caparazón y pasaste tu dedo sobre mi plastrón –creo que estas solo, como yo –miraste a tu alrededor como buscando a mi dueño tal y como yo había hecho justo después de caer -¿quieres venir a mi casa?- preguntaste mientras acariciabas mi cabeza con el índice -podemos ser amigos- sonreíste.
Y eso fuimos. Amigos. Yo no era tu mascota, éramos iguales en todo y para todo. Comía contigo, dormía contigo y jugábamos juntos. Me gustaban esas noches en que hablabas hasta quedarte dormido, porque decías todas las cosas que realmente pensabas y sentías y que no le decías a nadie más que a mí.
Todo fue tu culpa, hiciste que me creyera especial.
Me acostumbré a vivir en la alcantarilla. Me habitué a los aromas de cada habitación, a los colores de las paredes, a la textura del piso sobre mis patas, a la pequeña cama que hiciste para mí que estaba junto a la tuya, a los sonidos que creabas al practicar en la batería y la confianza con que lo hacías, a tu manera de despedirte de mí cada que te ibas de patrulla, a la manera firme pero suave que tenías al cargarme, a verte hacer katas, al sonido de tu voz. A vivir en tu hombro.
A todo menos a tus hermanos, ellos no se daban cuenta de lo que te hacían todos los días; todo eso que sin que me lo dijeras, todo eso que aunque no lo demostraras, yo sabía que te lastimaba; y aunque fingías que no pasaba nada, yo no podía hacer lo mismo.
Por eso cuando el mutágeno cayó en el suelo, comí todo el que pude porque allí estaba mi oportunidad de dejar de ser una simple tortuga y mutar como tú. Ahora yo te defendería y liberaría de todo lo que tus hermanos hacían.
Leonardo siempre te molestaba regañándote sobre cosas que únicamente estaban mal si las hacías tú, como defender tus cosas, desconfiar del enemigo y pelear hasta el final; pero si era Mikey o Donnie no decía nada. Pero lo que más odiaba, era que estaba bien si él molestaba a tus hermanos, pero si lo hacías tú eras un inmaduro; y cuando te enojabas por cosas normales, siempre hacia un gran alboroto. El siempre bien y tú siempre mal.
Donnie siempre menospreciaba tu opinión diciéndote cosas como "piensa Raphael" o "jamás piensas en nada"; aun cuando tú siempre lo consolaste porque esa chica que a veces venia ya nunca más volvió.
Y Mikey siempre te hacia bromas pesadas, y tú tenías que aguantar lo que fuera que hiciera sin enojarte porque si lo hacías, todos se enojaban contigo; aunque el que te había hecho la broma era Mikey, tú eras el malo si te enojabas. Siempre te hacia enojar a sabiendas que tu reacción iba a ser tomada a mal por todos.
Por eso hice lo que hice.
Golpee a Donnie para que se diera cuenta de que así como mis golpes, sus palabras también te habían dolido a ti. Como sus faltas hacia ti no eran tan graves y tú parecías ignorar lo que te hacía, no lo maté, pues tal vez más tarde regresaríamos los dos a acabar con él.
Dejé a Mikey colgado de aquel edificio porque aún no termino de entender tu relación con el chico. A veces lo quieres tanto y otras no lo soportas, y cuando te abraza, no siempre contestas su gesto. Pero la otra vez que estaba inconsciente en la sala tú lo abrazaste primero y toda la noche hablaste sobre lo mucho que te habías preocupado. Así que después de vengarme un poco, preferí dejarlo allí y que tú decidieras lo que querías hacer con él.
Y a Leo no lo encontré antes de que tú me encontraras, pero cuando sacaste la navaja, supe que pensábamos igual. Iba a vengarme por mi cuenta y te buscaría para que tú dieras el golpe final. Así, cuando al fin te hiciera libre de tus hermanos y tu padre, podríamos ser sólo tú y yo, como siempre debió haber sido. Tú y yo peleando a tu manera, viviendo a tu gusto y trabajando a tu ritmo.
Tú y yo contra el mundo.
Nada de eso pasó.
Me atacaste cuando yo no quería pelear contigo y me hiciste enojar cuando yo sólo te quería hacer entender. Si te azote contra el piso y te hice traspasar esa pared fue porque tú me provocaste, no querías entender que todo lo había hecho por hacerte feliz. Pero los escogiste a ellos por encima de mí… ¿No entendiste que si los hice a un lado fue porque ellos te retrasaban? ¿Qué los golpee porque eso y más se merecían por todo lo que te habían hecho todos estos años? ¿Qué todo lo hice porque te quiero?
Al parecer no.
No me atrapaste.
Y tampoco fuiste por mí.
Ellos claramente son tu prioridad. Yo no.
Está bien, creo que puedo vivir con eso.
Y así es como lo he hecho todo este tiempo.
Encontré un lugar en donde quedarme, robo de los almacenes para comer y observo la ciudad por las noches, duermo en el día.
Sigo acostumbrado a tu ritmo de sueño.
Lo único bueno de eso, es que aún puedo encontrarte cuando vas de patrulla. Casi todas las noches te veo correr en los tejados, saltando de edificio en edificio y algunas veces te observo pelear contra pandilleros o el kraang.
No eres difícil de detectar, toda la vida he estado en tu hombro así que tu aroma, que también tiene un poco de olor a mutágeno, es algo muy fácil de encontrar para mí.
Fue así que te encontré cuando caíste del edificio.
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Seh, soy un fraude, lo corté allí.
Espero que te haya gustado y que sobre todo, no quieras matarme :U
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Nos leemos en el siguiente capítulo, ¡bye!