Sasha: Hey, hola, aquí estamos con otro de mis locos proyectos.
Tesha: en esta ocasión se trata de un tema…que me sorprende que ella escribiera –la mira-
Sasha: -se alza de hombros- de vez en cuando es bueno meterse un poco con los ángeles, ¿no?
Joselyn: pero es raro en ti, senpai.
Sasha: oh que la…mejor dejemos que lean de una buena vez ¬.¬
Tesha y Joselyn: Hai.
NOTA: La mayoría de los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. Hay OC.
CAPITULO 1: EL ACCIDENTE.
Dentro de un automóvil rojo viajaban al trabajo cuatro personas; cuatro amigos de por vida, cuatro almas inseparables; ellos eran Fugaku y Mikoto Uchiha; y Kushina Uzumaki y Minato Namikaze.
Se conocían desde sus tiempos de estudiantes, vivían cerca los unos de los otros y sus hijos eran amigos. Casi un cuento de hadas era su vida, prospera y sin preocupaciones.
-Gracias por traernos, Minato – comentó el señor Uchiha algo disgustado.
-Por nada, Fugaku, es un placer que viajemos todos juntos al trabajo - la respuesta de un sonriente hombre rubio fue cálida.
-Mmm…lo sé - el ceño fruncido del señor - Pero es incómodo el causar molestias…
-Fugaku- una mujer de cabello color fuego habló - No es ninguna molestia…
-Ah…esto no estaría pasando si Sasuke hubiese llenado el tanque de mi auto…
-Cariño…- la mujer que iba al lado de Fugaku en el asiento trasero le tomó de la mano- fuiste tú el que no quiso tomar el auto de Sasuke.
-Si llegaba tarde a su clase se enfadaría y pelearíamos - el señor miró por la ventana - ya no quiero pelear con mis hijos - el silencio reinó unos minutos. Increíble ver como el contacto con Minato había suavizado tanto al señor Uchiha.
-¿Cómo están Sasuke e Itachi?- la pregunta eliminadora de aquel silencio fue agradecida por todos.
-Muy bien, aunque pelean, como todos los hermanos - una mujer de sonrisa amable contestó mientras miraba a esposo.
-Jaja...cierto…Naruto y Nagato igual pelean, aunque…
-No tanto como mis hijos…-sonrió la señora Uchiha.
-Eso creo.
-¿Recuerdan cuando los encontramos nadando desnudos en la piscina?- Minato sonrió a sus acompañantes trayendo a su mente viejos recuerdos.
-Sí, eso fue hace años, no creo que lo hagan ahora - respuesta fría pero cargada de emociones por parte de Fugaku.
-No lo dudes, amigo; sabes cuan locos están ellos.
-Igual que sus padres. ¿No, Mikoto?
-Si…- unas estruendosas carcajadas emanaron de los labios del grupo. Minato llegó a un cruce, tenía luz verde pero…
Un conductor de transporte pesado intentó frenar, el mal estado del vehículo de la compañía se hizo notorio: los frenos no respondieron. El automóvil rojo contenedor de tanta felicidad no le vio venir hasta ser muy tarde. Las mujeres gritaron mientras los hombres maldecían.
El camión de carga les impactó. Todo quedó en la oscuridad. Un dolor insoportable hizo a la señora Uchiha perder el conocimiento, mientras que su esposo estaba inconsciente por el impacto.
Minato y Kushina seguían semiconscientes, a pesar de haber recibido la mayor parte del daño.
-Ku…Kushina… ¿estás bien, amor?- la voz sonó en los oídos de la mujer, quien fue abriendo los ojos lentamente.
-Cr-creo que…si…-mentira, no sentía su cuerpo y apenas le alcanzaban las fuerzas para responder- Minato…- volteó a ver a su marido, el horror invadió sus ojos.- Minato….tú….
-No es…nada…-cerró los ojos mientras sonreía- estoy…bien…- ¿Qué estaba bien? Tenía la frente destrozada, vio sus piernas prensadas bajo el volante, varios vidrios impactados en su rostro y cuerpo; pero lo que más terror le causó fue el ver que un gran trozo de metal estaba enterrado en su pecho.
-Mina...to…- las lágrimas acudieron a ella. Ya no importaba su dolor, estiró su mano a pesar de ello y tomó la del ser amado.
-Va…mos…Kushina….a Naruto…no…le va a…gustar saber…que has…llorado…- la sonrisa en el rostro del Namikaze continuaba en su lugar. Tenía que darle valor a ella. Sabía que él moriría sin remedio, pero al menos alguien debía de vivir, ella tenía que vivir, así sus hijos no se quedarían solos. Tendrían a alguien, aunque no fuera él.
-Nadie….le dirá…
-Kushina…- ahora las lágrimas se reflejaban en su rostro ensangrentado, pero sin perder aquella sonrisa - TE AMO….
-Yo también…te amo…- el agua salada brotó con mayor intensidad.
-Cuídalos mucho…diles que…los amo…-las sirenas anunciaban su llegada en el momento en que aquel rubio cerraba los ojos en forma pacífica.
-¡MINATO! ¡MINATO!- la mujer gritaba con desesperación, con toda su alma, con las pocas fuerzas que le quedaban en su ser; él no podía morir, no, él no - ¡No me dejes, Minato!- un dolor agudo le penetro en su pecho, miró hacia el sitio dolido, un cristal estaba enterrado en su cuerpo. Sonrió ante lo irónico de la situación - Minato….- las fuerzas le dejaban a ella también. Miró por última vez al amor de su vida. Apretó aún más fuerte aquella mano.
Vino a su mente toda una vida de amor:
La primera vez que le vio.
Cuando se presentaron.
Su primera cita.
El primer beso.
Su boda.
La primera noche juntos.
La llegada de Nagato.
El nacimiento de Naruto.
En ese momento lo pensó con la suficiente claridad como para que doliera aún más. Sus hijos. No era posible que los fuesen a dejar solos. No…
-Nagato…Naruto…- Los rostros sonrientes se reflejaron en su mente; después todo quedó a oscuras. Lo último que escuchó fueron las voces de los socorristas y las sirenas. Lástima que llegaran tan tarde – lo siento.
Sasha: bueno, espero que les gustara.
Tesha: advertencia: este fic avanza algo lento los primeros capítulos.
Joselyn: pero después se pone interesante…creo.
Sasha: ¿Creo? ¬_¬
Tesha: ella quizó decir: creo que será de su agrado –esconde a la menor-
Sasha: si, es igual. Nos leemos luego…ah, cierto, este fic será actualizado cada semana o dos semanas, aún no decido.
Joselyn: debería actualizar siempre -3-
Sasha: como tú no eres la que escribe.
Tesha: ya, ya, deja. Hasta la próxima :D
