Outtakes Pov Edward: ¿Qué hubiera pasado si Victoria tuviera poderes?

Correspondiente al final del capitulo 3 y principio del 4

Después de dejar a mi hermosa novia en su casa, fui al hospital, dónde me esperaba Carlisle para que le ayudara con unos pacientes.

Aparqué el coche en el aparcamiento y fui a paso humano hacia la recepción, porque aunque sabía dónde se encontraba Carlisle, no podía pasar así sin más.

-Buenas noches- saludó la mujer sin mirarme mientras mascaba chicle exageradamente.

-Buenas noches, soy Edward Cullen- dije lo más amable posible, y la mujer al escuchar mi nombre levantó la cabeza y se sonrojó.

"Oh madre mía, es uno de los hijos del doctor Cullen" gritó en su mente. "Espero estar guapa, aunque después de pasar aquí casi todo el día tengo que tener un aspecto terrible."

-¿Qué puedo hacer por ti?- preguntó con voz que intentaba ser sugerente y batió sus pestañas exageradamente.

-Estoy buscando a mi padre. Habíamos quedado- dije intentando aguantar las carcajadas.

-Sí...- buscó en su ordenador-. El doctor Cullen se encuentra en su despacho- dijo sonriendo.

-Gracias- le di una mirada deslumbrante, como las llamaba Bella y la mujer se volvió a sonrojar apartando la mirada.

-¿Necesitas ayuda para llegar?- preguntó. "Que diga que sí, que diga que sí" suplicó en su mente. "Así puede que le rapte y le meta en alguno de los cuartos de mantenimiento..." se mordió el labio mirándome de arriba a bajo, mientras que nos imaginaba a los dos en el cuarto de mantenimiento.

-No hace falta gracias, sé dónde se encuentra- dije intentando huir de ahí.

-Oh- se desilusionó.

-Hasta luego- me despedí y caminé hacia el despacho de mi padre.

Al llegar no hizo falta ni que tocase la puerta.

"Pasa hijo" me dijo en su mente y entré.

-Hola- saludé.

-Hola Edward, siéntate- me ofreció señalando una de las sillas que estaba en frente de su escritorio.

-¿Qué es lo que necesitas?

-No mucho, solo una segunda opinión sobre unos pacientes que estoy atendiendo- dijo sacando los expedientes.

Los cogí y empecé a mirarlos.

Entre los dos fuímos intercambiando ideas sobre que sería lo mejor para cada paciente.

Estabamos casi acabando cuando mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo.

"¿Habrá pasado algo?" se preguntó Carlisle, y es que era muy extraño recibir una llamada a las tres de la mañana.

Saqué el aparato y vi que era Bella la que me llamaba. Rapidamente la respondí.

-¿Bella? ¿Qué haces levantada tan pronto?- la pregunté.

-Ed... Edward...- dijo con voz temblorosa.

-¿Bella?- dije entrando el pánico- ¿Bella, que te pasa? ¿Estás bien, a pasado algo?- pregunté nervioso.

-Edward- lloró- por... por favor... te ne... nece- sorbió su nariz- necesito que... vengas- sollozó.

-En dos minutos estoy allí, tranquila- dije y colgué.

-¿Qué ha ocurrido?- me preguntó Carlisle.

-No lo sé, pero Bella estaba muy nerviosa- dije levantándome.

-Entonces ve con ella. Yo acabo esto- dijo.

-Hasta luego- me despedí y salí lo más rápido posible, pero a paso humano.

Cuando pasé por recepción, noté como la mujer suspiraba, pero la ignoré.

Al llegar al aparcamiento, no me molesté en coger el coche, ya que corriendo iría más rápido.

Dos minutos después llegué a la ventana de mi hermosa y nerviosa novia.

Nada más entrar en su habitación la revisé con la mirada por si estaba herida y ella al darse cuenta de mi presencia corrió hacia mí, enrollando sus brazos y piernas a mi alrededor mientras que empezaba a llorar y a temblar.

Por la sorpresa de su impulso no había reaccionado, pero al escucharla tan mal la abracé inmediatamente.

-Shhh, tranquila mi amor, tranquila- intenté tranquilizarla.

Nos llevé a la cama y me senté con ella encima de mí, mientras que hacía circulos en su espalda y la decía palabras tranquilizadoras. Después de un tiempo, se fue calmando poco a poco y del llanto solo quedó pequeños ipidos. Bella empezó a jugar con el pelo de mi nuca, y fue acariciando mi cara y mi pecho, mientras que me besaba por toda la cara.

Eso si que fue una reacción extraña.

-Bella, Bella, ¿qué pasa?- pregunté separándola un poco de mí.

-Edward...- sollozó- a sido horrible, y tan real...

-¿Has tenido una pesadilla?- pregunté con voz dulce al entenderlo todo.

-Sí, lo siento...- dijo temblando.

-¿El que sientes?- pregunté confundido.

-Sé que has estado muy ocupado con todo lo de la boda, pero necesitaba llamarte y...- no dejé que siguiera hablando.

-Ey, ey, ey, yo nunca estaré ocupado para ti. Para mí, tú eres lo más importante, y lo único que quiero es que estés bien. Todo lo demás puede esperar. ¿Vale?

Bella me abrazó, y me besó, y yo encantado se lo devolví. Después de unos minutos nos separamos y nos mirámos a los ojos.

-¿Quieres contarme el sueño? Te sentirás mejor- pregunté con cuidado. No quería volver a alterarla.

Suspiró y mientras que jugaba con mi pelo empezó a contármelo.

Al parecer había soñado con mi muerte y entendía su nerviosísmo, ya que si yo fuera capaz de soñar y tuviera una pesadilla que tuviera que ver con la muerte de mi angel, estaría igual o peor que ella.

Cuando terminó de contármelo la abracé más fuerte.

-Oh, mi amor, tranquila, ya está, solo fue un sueño, no me ha pasado nada, tranquila- dije besando su cabeza.

-Era tan real- susurró.

Luego de un rato abrazados, Bella bostezó, así que nos levanté de la cama, la tumbé y después la arropé.

-Por favor, quedate esta noche, no me dejes sola- suplicó con los ojos llenos de lágrimas.

-No pienso irme a ningún lado- dije mientras me tumbaba a su lado y la abrazaba-. Descansa, yo cuidaré de ti- dije y empecé a tararear su nana.

Ella se acercó más a mi abrazo y me dio un beso en el pecho, para después acurrucarse más en mis brazos.

Poco después noté su respiración más acompasada, así supe que se había dormido.

Mientras que Bella descansaba, decidí llamar a Carlisle para que se llevara el Volvo a casa.

-Carlisle- dije cuando él respondió.

-Edward, ¿cómo está Bella?- preguntó.

-Ahora bien, está dormida, pero tuvo una pesadilla que la ha tenido muy nerviosa- dije mirándola.

Incluso dormida podía ver el miedo en su cara.

-Oh- dijo.

-Necesito que te lleves mi coche; está en el aparcamiento del hospital- le pedí.

-Por supuesto. Salgo en una hora, no te preocupes.

-Gracias- dije y colgué.

Bella consiguió dormir tranquilamente hasta la mañana siguiente. Lentamente abrió los y la sonreí.

-Buenos días, hermosa- saludé besando su frente.

-Hola.

-¿Te sientes mejor?- pregunté pero ella solo se encogió de hombros-. No te preocupes, ¿por qué no mientras que yo voy a casa y me cambio de ropa para ir al instituto, tú te vas preparando?- pregunté, y ella me miró asustada-. Tranquila, volveré antes de que termines de ducharte para prepararte el desayuno- prometí.

-Vale- dijo bajito.

Nos levantamos de la cama y me abrazó.

-No tardes, por favor- suplicó, y me besó. Cuando nos separamos, miré por la ventana para asegurárme de que no había nadie mirándo, salté y empecé a correr.

A pesar de haber tenido un sueño tranquilo, todavía podía notar el miedo en sus ojos, y la forma en que me suplicaba que no me fuera. Si no hubiera sido necesario tener que cambiarme de ropa, no me hubiera marchado de su lado.

Cuando llegué a casa me encontré con todos reunidos en la sala.

-Llegas justo a tiempo- sonrió Alice y me arrastró a la mesa-. Bella va a pasar la noche en casa- dijo dándo saltitos.

-¿Por qué?- preguntó enfadada Rosalie.

-Hija- Esme le dio una mirada reprobatoria-. Bella es parte de la familia y puede quedarse siempre que quiera- defendió a mi novia y le sonreí agradecido.

-Bueno, eso es cierto, pero esta vez si hay un motivo- dijo Alice-. Al parecer la policia de Seattle a pedido ayuda a la de Forks para un caso, y Charlie va a tener que estar fuera toda la noche. La llamará cuando tú llegues- dijo mirándome y asentí.

-Gracias por la información duende- la revolví el pelo-. Nos vemos luego- dije.

Subí rápidamente a mi habitación y me cambié de ropa a velocidad vampírica.

Iba a marcharme ya, cuando Esme me llamó.

-Edward, ¿cómo está Bella?- preguntó preocupada.

-Algo nerviosa. Anoche tuvo una pesadilla que la a tenido muy inquieta- dije.

-Pobre mi niña; ve entonces con ella- dijo.

Me acerqué a ella y la di un beso en la frente para después coger el coche e ir hasta la casa de mi angel.

Al llegar a la puerta toqué suavemente con mis nudillos. Escuché como Bella corría y me preocupé ya que de seguído escuché que tropezó, pero al parecer no cayó al suelo ya que no escuché el golpe, si no, pisadas hasta puerta.

Bella abrió la puerta y se me quedó mirando con una sonrisa, pero algo pasó por su mente ya que pude ver algo distinto en sus ojos mientras que agachaba la mirada.

-Estás preciosa- la dije. Podía imaginar que pasaba por su mente, y estaba casi seguro que había vuelto a tener esos absurdos pensamientos de inferioridad. ¿Es que aún no entendía que ella era lo más hermoso que mis ojos habían visto?-. Vamos, te prepararé el desayuno- dije mientras la cogía de la mano, cerraba la puerta y la llevaba a la cocina.

El teléfono empezó a sonar y Bella me miró.

-Es Charlie, quiere disculparse por no haber venido en toda la noche- dije y ella respondió mientras que yo me ponía a prepararle el desayuno.

-¿Sí?

-Bella, menos mal que todavía no te has marchado. Siento no haber podido volver hoy a casa, esque tuve que irme hasta Seattle para ayudar a la policía de aquí, y nos ha mantenido ocupados toda la noche el caso.

-No te preocupes, papá. ¿Qué es lo que pasó?

-Oh, al parecer hay un asesino en serie, y han desaparecido varias personas. Asique nosotros estamos ayudando para que esto termine.

-Ten cuidado.

-Claro. Bueno hija, te dejo que tenemos que seguir. Hoy tampoco pasaré la noche en casa, asique llama a Alice, y preguntala si te puedes quedar con ella hoy, no quiero que estes sola.

-Vale, papá. Adiós.

-Adiós- dijo Charlie y colgó.

-¿Se habrá enterado Alice que hoy pasaré la noche en vuestra casa?- preguntó.

-Sí, cuando llegué se lo estaba contando a todos, por eso sabía que quería tu padre.

-Oh- dijo-. ¿Qué me estás preparándo?- preguntó mirándo sobre mi hombro.

-Un vaso de leche con cereales y un yogurt de fresa- dije sonriendo.

Cuando terminé de prepararlo lo serví en la mesa, y ella se sentó para empezar a comer. Me senté enfrente de ella y la miré. Era tan hermosa y tan delicada..., pero algo en ella me llamó la atención. Bajé la mirada a su cuello y fruncí el ceño.

-Bella- levantó la mirada- ¿qué te ha pasado en el cuello?- dije señalándolo pero no respondió-. ¿Bella?- volví a preguntar, ya que parecía perdida en sus pensamientos.

-Emm... pues...- dudó-. ¿Qué marcas?

-Bella, tienes unas marcas en el cuello.

-¿Ah, sí?, pues... no sé...- algo en su tono de voz me hizo sospechar. Iba a replicar cuando mi teléfono empezó a sonar.

-Alice- dije al descolgar.

-Edward, ¿ya sabe Bella que va a pasar la noche con nosotros?- preguntó emocionada.

Me la podía imaginar dándo saltitos por la sala.

-Sí, ya lo sabe- respondí.

-Genial- noté como sonreía-. Después del instituto llévala a casa, tiene que seguir practicando con los zapatos.

-Vale, adiós- colgué-. Era Alice, quería saber si ya te había dicho Charlie que hoy te quedarías, y que te llevara directamente a casa, para que sigas con los ensayos- la informé y suspiró mientras que terminaba de desayunar.

Lo que menos le gustaba a Bella era tener que pasar horas y horas encerrada con mi hermana mientras que aprendía a caminar con los zapatos de tacón.

Cuando acabó se levantó y limpió todo.

-Espera, voy por mi mochila- dijo y subió las escaleras.

Pacientemente la esperé al pie de la escalera. Bajó y nos fuímos al instituto.

Pasamos todo el camino en silencio. Bella parecía preocupada por algo, ya que estaba perdida en sus pensamientos; por eso no quise molestarla, ya que probablemente estaría algo mal todavía por lo de su pesadilla.

Cuando aparqué Alice y Jasper ya nos estaban esperando.

-Hola, chicos, hoy nos espera un gran día- dijo Alice dándo saltitos.

Intenté leer su mente pero al darse cuenta de lo que quería hacer empezó a bloquearla. Lo único que pude leer fue algo de cremas faciales y pedicura; así que lo más seguro es que estaría preparando su noche con Bella.

-Alice, por favor, ¿no puedes darme un respiro? No he pasado buena noche- se quejó mi angel.

-Si, lo he visto, pero no te preocupes, verás que con la noche que he preparado te sientes mejor- dijo aplaudiendo y Bella gimió.

A mi probre Bella le esperaba una tortura con mi hermana.

No pasó mucho tiempo hasta que sonó el tiembre.

-Vamos- dijo Alice agarrándola de la mano y arrastrandola dentro del edificio.

Las clases estuvieron como siempre aburridas. Ir al instituto cuando lo has repetido tantos años y tantas veces era algo muy cansado.

Si los profesores se enterásen de que tenía la edad suficiente como para ser su abuelo, que tenía varias licenciaturas en medicina y que me sabía los temas mejor que ellos; se quedarían pasmados. Me obligaban a aprenderme hechos de la historia que yo mismo había vivido.

Bella pasó la mañana muy distraída y en en algunas preguntas que le hacían los profesores tuve que chivarle las respuestas para que no la castigaran.

Me preguntaba que pasaba por su mente. En estos momentos odiaba que mi don no funcionase con ella.

Cuando el timbre de la hora de la comida sonó, recogí nuestros libros , cogí su mochila y salímos.

En la puerta de la cafetería ya estaban Alice y Jasper esperandonos.

-Bella, Bella, vamos a seguir planeando lo que haremos hoy- dijo Alice acercándose a mi novia dándo saltitos. La agarró de la mano y la llevó hasta la mesa mientras que Jasper y yo comprábamos la comida.

-Bella está algo ausente hoy- comentó mientras que hacíamos la fila.

-Sí- suspiré-. Creo que es por la pesadilla que tuvo anoche.

-¿Esa en la que tú morías?- preguntó.

-La misma. Desde que se ha levantado a andado muy distraída.

-Bueno no te preocupes, verás como se le pasa pronto- dijo y para ese entonces llegamos a nuestra mesa con las bandejas de comida.

Jasper y yo nos sentamos y junto con Alice empezamos a fingir que comíamos, pero Bella no estaba probando bocado.

De un momento a otro noté como empezaba caerse a un lado y rápidamente la sujeté.

-Bella, ¿estás bien?- pregunté preocupado.

-¿Eh?- preguntó desorientada-. Sí, sí.

-Has estado todo el día distraída, ¿te encuentras mal?

-Edward, estoy bien, solo tengo sueño.

-Quizás deberíamos saltarnos el resto de clases y llevarla casa para que descansara- propuso Jasper. "Parece cansada".

-No hace falta, en seguida se me pasará.

-Bella, no has comido nada desde el desayuno- dije preocupado.

-Es que no tengo hambre, pero de verdad que estoy bien- intentó sonreir mientras que cogía la botella de zumo y le daba pequeños sorbitos. Eso pareció bastarle a Alice, porque siguió haciendo planes sobre lo que harían por la tarde.

Cuando sonó el timbre, tiré el contenido de las bandejas y acompañé a Bella a su clase. Llegamos a la puerta y le entregué su mochila y la di un beso en la frente.

Me di la vuelta y escuché como Mike se acercaba a Bella.

-Ey, Bella, había pensado que podríamos...- no terminó su frase ya que Bella pasó de él olímpicamente y se fue a sentar con Angela. "¿Pero qué...?" se quejó en su mente confundido y no pude evitar soltar una carcajada.

Después de cada clase fui a recoger a Bella y la llevé a la siguiente, y cuando llegó la última, la llevé hacia el gimnasio y me miró confundida.

-Tienes educación física, amor- dije con tranquilidad.

-Oh- dijo distraída.

-Te recogeré cuando termines- la di un beso en la mejilla y me fui a mi última clase que era matemáticas y me tocaba con Alice.

-Hola- saludó feliz.

-Alice, creo que deberías relajarte con Bella- dije.

-Tonterías, verás como...- no terminó de hablar ya que una visión llegó.

"Bella en el gimnasio jugando a futbol, o más bien apartándose del camino de la pelota. De repente cierra los ojos... -¡Bella, cuidado!- alguién grita, y la visión acaba.

-¿Señor Cullen?- me llamó la profesora.

-Lo siento, no me siento bien, ¿puedo salir?- dije fingiendo.

-Oh, si, por supuesto- dijo y salí lo más rápido que podía.

Pero llegué tarde. Cuando llegué al gimnasio, Bella estaba en el suelo rodeada de estudiantes.

-Edward- Jessica se acercó a mí, con claras intenciones de coqueteo, pero la ignoré.

-Bella- susurré agachándome.

En la mente de todos vi desde diferentes ángulos como había sido el golpe y como se había golpeado la cabeza al caer al suelo.

La pelota le había golpeado en la cara, ya que la tenía muy roja.

Sin perder ni un minuto, la levanté en mis brazos y la saqué del instituto para llevarla a casa.

Al salir, Alice y Jasper ya estaban dentro de su coche.

"Ya lo he arreglado todo por nuestras salidas, y Carlisle ya va a casa para revisarla. Lo siento. No sé que pasó. No entiendo porqué no lo vi antes" me dijo en su mente y asentí.

Subí a Bella al asiento trasero y rápidamente conduje a casa.

Cuando llegamos Carlisle ya nos esperaban en mi habitación.

-¿Qué a ocurrido?- preguntó.

-Estaba jugando a futbol y un balón le dio en la cara y cayó al suelo. Creo que se ha golpeado la cabeza- dije nervioso mientras que la tumaba en la cama.

Carlisle la examinó mientras que seguía inconsciente, y cuanto más minutos pasaban más nervioso me ponía. Aunque él dijo que no estaba mal, yo no podía evitar preocuparme ya que no despertaba y había pasado casi una hora desde que llegamos.

Me acerqué a ella y la cogí de la mano.

-Bella, despierta por favor- le pedí preocupado-. Alice, ¿cuando va a despertar?

-Enseguida, Edward, tranquilo.

Poco a poco Bella empezó a moverse y de vez en cuando hacía muecas de dolor. Lentamente abrió los ojos y miró a su alrededor.

-Bella, ¿cómo te encuentras?- le preguntó Carlisle.

-Bien, aunque me duele la cabeza- se aclaró la garganta.

-Alice traele un vaso de agua a Bella- le dijo Carlisle-. Es normal que te duela, te has dado un golpe bastante fuerte, has estado inconsciente más de una hora.

-Oh- dijo.

Alice apareció con el vaso de agua y se lo tendió.

-Toma.

-Gracias, Alice- dijo y empezó a beber.

-Bella, me has dado un susto..., no vuelvas a hacerme eso- dije acariciando su cabeza.

-Lo siento.

-Bella, vas a tomarte estas pastillas cada ocho horas, si notas que te duele mucho tomatelas cada cuatro, y si ves que tienes problemas de visión y orientación llamame, ¿de acuerdo?- dijo Carlisle mientras le daba la caja de pastillas, y ella asentía. Cuando llegó a la puerta se giró y le dijo-: Ah, y lo mejor será que pases el resto del día en la cama, nada de esfuerzos por hoy- y se marchó.

Alice aprovechó también y salió.

"Creo que voy a ir de compras, está claro que nuestra noche se estropeó" pensó con un suspiró y salió.

-¿Y Alice?- preguntó.

-Se a ido a hacer unas compras. Estaba algo desilusionada porque no podría hacer la fiesta que estaba planeando.

-Oh.

-Bella, ¿vas a contarme que te pasa?- pregunté.

-Edward, no me pasa nada, estoy bien.

-No, no lo estás. Has estado todo el día ausente, no has comido nada, un balón te ha dado en la cara, y te has caído al suelo, golpeándote la cabeza, pasando más de una hora inconsciente; así que no digas que estás bien- dije exasperado.

-De verdad Edward, no me pasa nada, solo estoy algo cansada, eso es todo. Seguro que son los nervios por la boda, y los preparativos, nada más, en serio, no te preocupes- me cogió de la mano, y sonrió, pero la sonrisa duró poco, porque un bostezo la interrumpió.

-Tienes sueño, deberías dormir- dije acostandome a su lado- Duerme, amor- dije y empezé a tararear su nana, y al momento se quedó dormida.

Hola! Aquí os dejo el primero Outtake de está historia. Todos serán narrados por Edward, y solo serán de los capitulos o escenas más interesantes, y así veremos como lo pasaba cuando Bella sufría tanto.

He hecho un grupo en facebook para ir poniendo más o menos los días de actualización, adelantos de los capitulos y para que me preguntéis lo que queráis de una manera más directa =) Así que si os queréis unir buscarme como Eli MusicLove

Sorry por las faltas que encontréis.

Espero que os haya gustado y me dejéis muchos reviews.

Besitos =)