Notas autora: Segundo fanfic que publico. También tengo intención de que sea largo. Primero será lo que le pasa a Sliny en la realidad, y luego... ya veremos, que no quiero hacer más spoilers, por lo que a disfrutar.

Música: Con tal de que sea tranquila, vale cualquiera, y si no hay, es lo mismo X3

Advertencias: Lo más probable es que haya algo de OCC. Quizás también haya algo de Lemon, pero no mucho. Voy a tardar mucho en actualizar y los romances se me dan fatal, por lo que... no seáis duros conmigo T.T Pongo M por el probable lemon.

Disclaimer: Death Note no me pertenece, y tambpoco sus personajes. Ellos son pertenencia de Tsugumi Ohba, Takeshi Obata y Nisio Isin.

Venga, todo puesto. Ahora, a leer ^^


1 - Fuera de la realidad.

- Hmm... creo que es hora de despajarse un poco - dijo Sliny al apagar el ordenador.

Ella no solía salir afuera por cualquier motivo, siempre viendo anime, leyendo manga, fanfics o libros, si no los estaba escribiendo. Ella, desde pequeña tuvo un interés increíble por los libros y desde hacía dos años los escribía y los publicaba. Y se podía decir que era medianamente conocida por donde iba, por ser una escritora tan joven.

Así era su vida. Aún con todo eso, ella era una chica de quince años guapa; de pelo marrón, al igual que sus ojos, delgada y a pesar de su contínua cara de inexpresividad, a veces, cuando sonreía, tenía una sonrisa muy pegadiza y bonita. Algunas de sus amigas se preguntaban cómo podía ser normalmente tan antipática y a la vez tener esa sonrisa.

Al apagar el ordenador, pensó para sí misma: "Me estoy volviendo loca... Esto no solía pasarme... Bah, esto puede ser uno de esos asquerosos síntomas de la adolescencia. Dentro de cinco años no pasará... o eso creo. A saber qué me dirán mis compañeros al salir, si me ven. Puede que pierda mi reputación". Cuando ella iba a salir de su casa, Escuchó una voz proveniente de la cocina:

- ¡Anda!¡Tú saliendo de casa por voluntad propia! Esto no me parece muy normal, pero allá tú - se extrañó su madre al ver que se dirigía a la puerta. - ¿A qué hora se supone que volverás y qué vas a hacer?

- Supongo que volveré dentro de una hora. - respondió Sliny, de mala gana y pensando que su madre era la razón por la que quería ir a dar una vuelta - Y lo que vaya a hacer... - dijo pensativa - me parece que no te incumbe.

- Respuestas secas y malhumoradas, como siempre - dijo su madre con una cara de "no tiene remedio" - Allá tú. ¿Necesitas algo de dinero?

- Dos euros no me vendrían mal; quizá compre algo para comer por el camino.

- Pues que te vaya bien - dijo mientras le daba el dinero a Sliny, sin esperar respuesta.

En ese momento, iba con unos shorts vaqueros, una camiseta negra que ponía "Death Note" de lado, y unos leggings del mismo color, que le llegaban a un poco más alto después de la rodilla. Cuando se disponía a salir, cogió su chaqueta gris deportiva, un paraguas rojo, ya que llovía, y su bolso negro, donde tenía tres mangas y algún aparato electrónico. Se puso sus zapatillas, las que llevaba prácticamente siempre y salió de su casa.

Primero fue a una tienda que estaba cerca de su casa para comprar una barra de chocolate, ya que desde que vio Death Note, su vicio por los dulces aumentó desproporcionadamente. Sliny caminó por casi toda la ciudad donde vivía, que era Bucks, en Inglaterra.

Después de tres cuartos de hora caminando se sentía demasiado agobiada para seguir en la calle, así que se dispuso a volver a casa. Ya no llovía. Cuando estaba a aproximadamente a cincuenta metros de su casa, se encontró con una chica, que a vista de Sliny, era una cosplayer en toda regla; iba como de sacerdotisa japonesa. La chica se giró para ver a Sliny, y ésta, le sonrió.

- Buenos días, creo que se dice - dijo la cosplayer.

- Ah, cierto, buenos días - contestó Sliny con una sonrisa de las suyas.

- Eres Sliny Seabrooke, ¿me equivoco?

- Vaya, no te equivocas. ¿Cómo lo sabías?

- Cosas de mis contactos, pero eso no importa en este momento. No soy de aquí. Puede que me vaya a mi país natal dentro de poco, así que me gustaría hacerte unas preguntas rápido.

- Adelante - dijo Sliny, pensando "puede que a tí no te importe cómo sabías mi nombre, pero a mí sí que me importa".

- Si no me equivoco te gusta el Manga y el Anime. Con eso casi puedo asumir que has visto Death Note, que de momento es el anime que más te gusta, ¿me equivoco?

- Cierto. - dijo Sliny, asintiendo al final de cada frase, cada vez más extrañada.

- No hace falta que sospeches de mí en absoluto. Ya te dije que eran mis contactos los que averiguan esto. Continuamos, pero no digas nada, a menos que te lo pregunte. Si no me equivoco, casi toda la gente que vio Death Note, querría cambiar algo, y tú estás entre ellos. Tú estás de parte de L, y te hubiera gustado que fuera él mismo el que ganara al final de la serie, y por lo tanto, que siguiera vivo. ¿Cierto?

Sliny, extrañada, asintió, pensando "¿en qué momento dije o publiqué eso?".

- Pues, me gustaría saber si tú querrías entrar en el mundo de Death Note. Con eso me refiero, en que si pudieras ser un personaje en la serie, ¿lo serías?

- Por supuesto. - dijo Sliny con una sonrisa en la cara, sólo con pensarlo.

- ¿Y cómo y cuándo querrías aparecer, en la serie?

- Pues... eso tendría que pensarlo. Aún así, creo que esta conversación no lleva a nada.

- Escribes libros, ¿no? Intenta pensarlo de ese modo. Para ser una escritora tan joven tienes que tener una imaginación rápida, y más si es de algo que te gustaría que pasara.

- Hmm... - Sliny se puso a pensar, aún mosqueada por el rumbo que tomaba la conversación y por la razón por la cual aquella chica sabía que ella escribía libros, a pesar de ser de otro país, según ella. - Creo que un día de nieve, Watari, al volver de hacer unas compras, se dirige a su casa, y se encuantra a una niña de ocho años sentada en la nieve, con una gabardina negra y larga cubriéndola, y cara de haber sufrido un trauma. En este caso, la niña sería yo. Eso sería cuando L tenía... mmm... quizás trece años... pero no sé por qué me haces decir esto...

- Las razones dan igual - dijo la cosplayer, ignorando la cara de enfado de Sliny - ¿Y el aspecto de la chica, junto con rarezas que destacar en comparación con una persona normal?

- Hmm... Igual que yo, me imagino... pero las rarezas serían... un vicio hacia las piruletas, los dientes caninos un poco más largos y el iris del ojo, rojo, los dos últimos a causa de una enfermedad. Luego, una manía de ir vestida como un chico, con la gabardina negra con la que se la encontró Watari. Y quizás me gustaría que tanto L como B sintieran cierto aprecio hacia mí, ya sabes a lo que me refiero. - dijo Sliny dejando escapar una risita pervertida - Y, por supuesto, con una inteligencia parecida a la de L, evidentemente un poco menos. Creo que con eso no tengo nada más que decir.

- ¿Y crees que esa vida sería mejor que la tuya actual?

- Ni falta hace que lo preguntes, creo yo. Es un sí rotundo.

- Entonces si tuvieras que escoger entre seguir tu actual vida, sin ningún cambio con respecto a rutina diaria, o perder los recuerdos de tu actual vida y pasar a la vida de esa chica de Death Note, con unos cambios repentinos y en cada poco tiempo, ¿cuál escogerías?

- Evidentemente la de Death Note, ya te lo dije.

- ¿Estás completamente segura?

- ¡QUE SÍ, ABUELA, QUE TE QUEDAS SOOORDAAAAAAAAAA! -justo después de decir eso, Sliny se fijó en "...perder los recuerdos de tu actual vida...", cosa que le resultó muy extraña. Se dio cuenta de que estaba escogiendo perder TODOS sus recuerdos, a cambio de tener una vida entre la espada y en la pared. Divertida, sí, pero peligrosa. Aún así pensó: "Es imposible que pase. Completamente imposible. Como escritora, debo mostrar algo de imaginación por mi parte, pero es demasiado lo de pensar que esto puede llegar a pasar."

- Bien, prepárate, ya no puedes rectificar.

"¿Rectificar?¿A caso eso va a cambiar mi vida profesional?¿A caso cree que va a suceder, así, como por arte de magia?¿Unas insignificantes palabras de un deseo inocente, van a convertirse en un infierno para quien lo deseó? Un momento... creo que tanta pregunta... va a... colapsa-..." - mientras pensaba en esto, fue perdiendo la vista poco a poco y notó que se caía a los brazos de la chica cosplayer, mientras decía:

- Fueron tres oportunidades para cambiar de opinión. Sé que en el fondo, no querías esto, pero ya es tarde para arrepentirse. - las palabras fueron desvaneciéndose, mientras Sliny perdía el conocimiento.


Notas: Me parece que esto va por mal camino... pero si os gustó, review! de momento aún no aparece L, pero en el siguiente capítulo, fijo que aparece. Y... creo que esto tardará en actualizar... pero las reviews animan a que se publique antes ^^