Hola!!!

Este es mi primer fanfic de esta pareja, pero simplemente es una pareja que adoro y tenia que intentar. Este es un Renxhoro y haoxhoro. La primera porque me encanta y la segunda también, pero casi no hay de ella.

Bueno antes que nada recalco que Shaman king no es mío, si lo fuera el queridísimo horo seria el rey jaja y bueno que este fanfic es simplemente hecho para divertirme a mi y a los que les llegue agradar mi trabajo.

¿Por qué?

Son muchas las preguntas que uno se hace en el ir y venir de la vida pero la pregunta que más se repetía en la mente cierto pelimorado era ¿Por qué? ¿Por qué sentía que su estomago le molestaba cuando estaba frente a él? Después de regresar de uno de los viajes más largos que había realizado finalmente estaba en Japón. Estaba en el lugar donde se encontraban sus mejores amigos y donde se encontraba aquella persona que causaba tantos conflictos en su corazón, como en su mente. El solo recuerdo de las sensaciones que le causaba generó una mueca en su rostro.

Justo ahí frente a él se encontraba la famosa casa los Asakura; la que había sido alguna vez el punto de reunión de él y todos sus amigos. Su mente divagaba entre si debía entrar de una vez o llamar por teléfono y presentarse al día siguiente, finalmente habían sido muchos los días que pasaron sin verse.

"Señorito, será mejor pasar de una vez" le dijo su fiel amigo Bason mientras flotaba a su lado, buscando darle ánimos al pelimorado.

"Si, tienes razón Bason" contesto el pelimorado. Pero justo cuando se disponía a tocar la puerta escucho una voz detrás de él.

"Ren, si que ha pasado mucho tiempo"

Al voltear se encontró con cierto castaño tan molesto para él. Aún siendo el hermano gemelo de uno de sus mejores amigos seguía molestándole esa actitud tan altanera que lo caracterizaba tanto.

"Si ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo has estado Hao?" fue lo único que logro articular el ojidorado mientras observaba a tan molesta compañía.

"No me quejo, la buena compañía es lo que me ha mantenido entretenido. Pasa y te muestro" contesto el pelilargo generando una angustiosa curiosidad en su espectador sobre su comentario. El haber hecho tanto énfasis en "la buena compañía" era algo que le molestaba aún sin estar seguro del por qué.

Al entrar se encontró con la sonrisa de Yoh quien se encontraba descansando frente al televisor acompañado por su amigo Manta y Lyserg.

"Miren quién regreso" fueron justas las palabras que el pelilargo dijo, mientras tomaba asiento a lado de su hermano.

"Ren que bueno que hayas regresado jiji. ¿Que te trae por aquí amigo?" fue lo que alcanzo a formular Yoh después de asimilar la sorpresa de ver a su amigo frente a él.

"Termine los negocios que tenia en China y mi hermana se quedo encargada del negocio. Así que decidí que estaba listo para regresar al colegio con ustedes." fue la modesta respuesta que les dio el ojidorado a sus amigos mientras que buscaba con la mirada alguna pista que le dijera si el peliazul todavía se encontraba con Yoh.

"Eso es genial, cuando veamos a Horo mañana le daremos la buena nueva" fue la respuesta que dijo Lyserg como adivinando lo que se preguntaba el actual visitante.

"¿Horo ya no vive aquí?" fue la obvia pregunta que salio de los labios del pelimorado.

"No, él y su hermana se mudaron hace poco a un departamento que comparten. Esta cerca del colegio y aún si, el muy despistado sigue llegando tarde jiji" respondió Yoh mientras se acomodaba en el sillón.

"Será mejor que me retire en ese caso" contesto el ojidorado ante la sorpresa de esa noticia. Después de todo su reencuentro tendría que postergarse por un día más.

"No seas tonto, serás nuestro nuevo huésped" fue la frase cortante de Ana mientras le hacia señas a Yoh para que recogiera las maletas del joven Tao.

"jiji si buena idea Anita" fue la respuesta que dio el castaño mientras levantaba las cosas de Ren y las llevaba a una de las habitaciones vacías del lugar.

Durante la noche trato de dormir, pero era como un sueño imposible el pensar que unas horas más eran lo que lo separaban de su adorado peliazul. Tras incontables de horas de imaginar y reinventar la idea de su reencuentro termino quedándose dormido. Al despertar se dio cuenta de que era tarde y salio corriendo como sus pies se lo permitieron.

"¡Será posible que en un día tan importante uno se quede dormido!" era lo que gritaba mientras corría tan rápido como sus piernas le permitían. Estaba a punto a entrar cuando de pronto choco con alguien cercano a la puerta.

"¿quién demonios se ha metido en mi camino?" fue lo que logro articular después de recibir tremendo impacto y terminar en el piso.

"Disculpa, se me hizo tarde y no te vi mientras corría. Mi nombre es…"

"Horo Horo" fue lo único que alcanzo a decir después de alzar su mirada y encontrarse con esa persona. Una sonrisa sarcástica se adueño de su rostro al pensar que ese, sin lugar a dudas, no era el encuentro soñado, pero no importaba. No importaba porque él estaba ahí, frente a él.

"¿Ren? Pero ¿Cómo? ¿Cuándo?" fueron las preguntas que a penas lograron salir de la boca del despistado peliazul que parecía observar un espejismo.

"Te lo explicaré pero primero debemos entrar a clases antes que nada" fue lo único que alcanzo a responder el pelimorado mientras le pasaba sus cuadernos a su despistado amigo.

Al llegar al salón se encontraron con que todos habían entrado ya a la clase. Entonces mientras trataban de entrar al salón sin llamar la atención el profesor que se encontraba escribiendo algo en el pizarrón dijo:

"Tarde para variar joven Usui"

"Disculpe trate de llegar a tiempo pero…" intentaba explicar el peliazul cuando fue interrumpido por su ojidorado amigo

"Pero me lo encontré en la entrada y me acompaño para señalarme el aula que para coincidencia es la misma que la suya"

"Joven Tao me imagino. Horo siéntate y clase les presento a su nuevo compañero de clases el joven Ren Tao. Tao tome asiento a lado del joven Horo. Y continuemos con la clase en silencio" respondió el maestro mientras retomaba las notas del pizarrón.

"Gracias" fue lo único que articulo el peliazul antes de tomar su cuaderno y empezar a tomar notas de la clase.

Después de eso la clase continuo de lo más tranquila, el profesor molesto algunas veces a Horo por no poner atención mientras este garabateaba constantemente en su cuaderno, pero no hubo nada fuera de lo normal. Al salir del salón Horo se veía bastante tranquilo y con una gran sonrisa que era muy común en él, pero con un brillo especial.

"Es genial tenerte de regreso amigo" fue lo primero que dijo cuando llegaron a la cafetería

"Si lo es" contesto el ojidorado, buscando como debía iniciar la conversación. Justo iba a responder una de las preguntas de su amigo cuando escucho una molesta voz que venia de su espalda.

"Horo te tengo una sorpresa"

Y al voltear ahí, frente a él se encontraba el molesto gemelo de su amigo que parecía dispuesto a molestarlo a cada paso que daba. Pero su presencia no fue lo que lo fastidio, lo que verdaderamente lo incomodo fue escuchar la familiaridad con la que trataba a su amigo. Y ahí fue justo cuando pensó que nada podría ser peor, observo la sonrisa con la que recibía el peliazul a tan indeseable persona.

"¿en serio? ¿Cuál es la sorpresa?" pregunto el peliazul con el mismo tono infantil con el que siempre tomaba las cosas.

"Te traje tu favorito" le dijo mientras se interponía entre el pelimorado y el peliceleste y le colocaba a este ultimo en las manos un plato con un pastel de chocolate.

"aaaaaaaaaaaaaaaa Hao gracias, tu siempre eres tan genial" le contesto el peliazul mientras tomaba el pastel con la felicidad de un niño de 10 años en su cumpleaños.

Acto que hizo rabiar a Ren como nunca. Estaba ahí y no solo había sido interrumpido por Hao, sino que "su Horo" le decía que era genial a alguien que no era él. Definitivamente ese día había ido de un sueño a una pesadilla en menos de 10 horas. Entonces cuando pensó que nada podía ser peor observo como Hao tomaba del brazo a Horo y lo jalaba levemente.

"Será mejor que busquemos un lugar para que tomemos asiento, comas tu pastel y aquí nuestro amigo Tao nos diga porque regreso"

Mientras más escuchaba esas palabras y observaba esa imagen más sentía un caos emocional nacer en su corazón, pasar por su cabeza y estallar en su estomago. La familiaridad con la que ese tonto tomaba de la mano a su Horo, que este se lo permitiera y que finalmente tuviera la desfachatez de llamarle amigo. Cada que lo pensaba más y más no podía dejar de pensar que había entrado a una especie de dimensión desconocida en donde todos parecían estar en su contra.

Aún así no planeaba dejar ganar a Hao en ningún juego enfermo que este creyera estaba jugando con él. Por lo cual los siguió hasta tomar asiento en una de las mesas que se encontraban en el jardín.

"Este si que es un día de lo mas genial, primero regresa Ren y luego Hao me trae mi pastel favorito" dice el peliazul con una dulce sonrisa mientras observa el pastel como quien observa un dulce por primera vez; analizando cada pulgada de este; imaginando el sabor, la textura.

"Si, eso es cierto que buena suerte tienes Horo. Y bien ¿Por qué regresaste?" dijo Hao mientras observaba a Horo probar el primer bocado del pastel y volteaba para mirar retadoramente a Ren.

"Porque quería estar con mis amigos y los negocios están en buenas manos con mi hermana" fue la respuesta cortante que dijo el ojidorado, deseando que esta fuera más emocional y únicamente escuchada por su eterno tormento.

"¡Eso es de lo más genial Ren!" fue la feliz respuesta del peliazul mientras continuaba devorando el pastel que Hao le había traído.

"Si lo es" respondió cortantemente Hao mientras observaba a Horo como quien observa un diamante.

"¡Ren te invito a mi casa para que festejemos con todos! Aunque debo irme porque tengo que ayudar al profesor de educación física. Pero platicamos al rato. Yoh y los demás te darán la dirección" dijo el peliazul al notar que se le había hecho tarde y por lo cual debía correr a su clase.

"Creí que todavía no teníamos educación física" fue lo que el ojidorado dijo en un tono de pregunta para él aún presente que sonreía ante la actitud del peliazul.

"No tenemos. Pero Horo le ayuda al profesor de educación física a cambio del salario mínimo y puntos en la clase de matemáticas" fue la respuesta cortante de Hao para después observar retadoramente a Tao.

"No se que planes tienes Hao, pero Horo no es tuyo" respondió cortantemente el pelimorado

"Eso es lo que tu crees, pero aún cuando hayas regresado no planeo compartir a Horo con nadie" contesto el castaño mientras se ponía de pie y se alejaba del pelimorado.

"No te lo voy a dejar" replico el ojidorado

"No me importa" contesto el castaño para dejar un molesto Tao que no entendía la situación.

Aunque si había algo que tenia claro era que no planeaba perder a Horo aún cuando tuviera que pelear por el con alguien como Hao. En definitiva planeaba demostrarle a Hao que el llego para quedarse. Al fin había comprendido a que se refería Hao con lo de buena compañía pero no se retiraría por nada del mundo y mucho menos si Horo estaba en juego.

FIN

¿Qué les pareció? Mmmm creo que apesta un poco jaja, pero bueno fue lo que se me ocurrió con esta pareja. Espero tener opiniones para poder continuar con mi trabajo, ya sean para regañarme o corregir cosas. Toda crítica es bienvenida, para poder continuar y mejorar.