Hej!~ Aquí traigo otra idea más que no me deja dormir por las noches XD La verdad estas canciones me encantan y ya tengo los personajes para cada capitulo. Solo falta la canción de la Ira. No en todos los capítulos serán los mismos personajes. Los cambiaré así que habrá muchas parejas :3
Esta historia esta basado en las canciones. No es la canción.
Canción: La hija del Mal(Daughter Of Evil):/watch?v=SvXUQGDXYMA
Príncipe del Mal(Prince Of Evil):/watch?v=_eWWC9-suwI
Titulo: 7 Pecados Capitales.
Capitulo: 1. La Soberbia.
Parejas: K2, Stenny. (Si has visto la Saga del Mal, También hay Cryle)
Sumary: Serie de Fics inspirados en la Saga de los Pecados Capitales de vocaloid con los personajes de South Park. No todos son iguales.
Advertencias: Muerte de personaje.
Disclaimer: Vocaloid no es mio ni nunca lo será, su desarrollador es YAMAHA Corporation.
South Park no me pertenece, si no a Trey Parker y Matt Stone. De caso contrario sería tan yaoi como todos quisiéramos...
El principe del mal(Prince of evil) SOBERBIA
Hace mucho tiempo en algún lugar existía el reino de la inhumanidad y en ese lugar gobernaba un joven rey llamado Stan, de tan solo 14 años de edad. Tenía todo lo que cualquiera desearía poder, lujos, dinero y un fiel sirviente que tenía rasgos familiares a los suyos cuyo nombre era Craig.
También tenía en su palacio un establo en el cual poseía un caballo de nombre era Sparky. Vivía la mejor vida de todo el reino. Nada le podía a faltar.
Si acaso el dinero escaseaba, problema no había. Con un llamado a su sirviente lo obtenía sin dudar. El temor de los pobladores crecía ante la soberbia de ese rey. Pero si se llegaban a oponer…
—A la guillotina—habló claro sin una pizca de compasión mantenía esa mirada arrogante.
—Pero su excelencia, no tengo más dinero solo soy un zapatero—imploró un chico castaño.
Sin escuchar los reclamos y gritos que aclamaban piedad se acomodo en su trono con gesto aburrido.
Dos guardias tomaron al castaño por los hombros y lo arrastraron lejos de su majestad seguidos por la mano derecha del Rey.
El acompañante del condenado Token Black, el panadero, cerró los ojos evitando ver la muerte de su mejor amigo y es que el corría la suerte de poder pagar los altos impuestos que imponía el Rey Stan. Pero no deseaba esa "suerte" ese chico pelinegro le había robado a alguien cercano y se las haría pagar. Salió del palacio cerrando los puños y presionando los dientes en muestra de enojo.
Camino por las calles del reino y encontró el lugar que buscaba. Entró en el bar cubriendo su rostro con una capucha acercándose a la puerta hasta el fondo del lugar. Tocando la puerta entró a la obscura habitación.
—Tengo un trabajo para usted…
— ¿Qué necesitas?—interrumpió el desconocido que daba su espalda ocultando su identidad.
—Un asesinato.
— ¡Já! Espero que tengas suficiente para pagarme, soy el más indicado.
Token soltó una bolsa de monedas de oro en la pequeña mesa que lo separaba del hombre.
—Esto será suficiente, son los ahorros de toda mi vida.
Escuchó una leve risa maléfica. El hombre se giró rápidamente encajando una daga en la bolsa ocasionando que de ella se mostrara su interior. El castaño le miro arrogante.
—No me interesa de donde es el dinero, mientras me pagues está bien—escupió sus palabras. —¿Quién es?
Por un momento Token dudó en pedirlo, pero ya no le importaba que allá contratado a un asesino para matar a otro.
—El Rey Stan.
La sonrisa en el rostro del sicario se ensancho dejando ver sus blancos dientes.
—Un reto. Perfecto. Pero eso aumenta su valor. Otra bolsa y lo pensaré.
Para el afroamericano era todo su dinero. Todo valía por ver a ese chico muerto.
—Está bien, te daré lo demás cuando acabes el trabajo.
—Trato hecho.
O-O-O-O
—Todo está listo, majestad—hizo una reverencia.
—Bien, pues vámonos. — sonrió.
El Rey Stan confiaba en su lacayo que no temía demostrar sus muestras afectivas. Prácticamente lo consideraba su hermano.
Los dos azabaches subieron al carruaje que los esperaba. Se disponían a visitar el Reino cercano como parte de un proceso político, cosa que aburría de sobre manera al pequeño Rey si no fuera por la compañía de Craig. Que lo convención explicándole lo importante de las relaciones de la nobleza.
Vio por la ventana dejar atrás su castillo. Suspiró estaba nervioso por conocer a otro Rey, de seguro sería un viejo cascarrabias.
Pronto se aproximaron al palacio que sería por una semana su casa. Era enorme y color anaranjado adornado por una arquitectura vanguardista de la época. El carruaje se detuvo y abrió sus puertas dejando ver a su majestad la larga alfombra roja que lo esperaba y un joven rubio con un gran traje naranja, sus ojos azul cristal hipnotizaron al Rey stan perdiéndose en una confusión de su corazón.
—Soy el Rey Kenny, Bienvenido—se presentó al tiempo que ofrecía su mano en ayuda para que bajase del carruaje.
El pelinegro se sonrojo ante aquella invitación, sintiendo a su corazón desbordarse en felicidad.
—Mi nombre es Stan. Rey Stan— reacciono aceptando su mano, golpeándose mentalmente por ante tosca presentación de su parte. El rubio rió levemente, no en gesto de burla si no como una forma de hacer que el chico se relajara.
—Pues mi casa, es su casa. — sonrió. El pequeño Rey sentía que su corazón explotaría, no había escuchado una risa más hermosa que aquella. —Bien entremos te mostrare tu habitación. —camino seguido de su huésped.
Mientras Craig cargaba el equipaje de su amo, siguiéndolos a una distancia prudente.
O-O-O-O
—Y este es el baño—el Rey anfitrión terminó el recorrido por la habitación.
—Si es muy linda la alcoba, como tu…Tu palacio—se dio cuenta de lo apuntó que estuvo por hacer y se corrigió. De nuevo escucho esa risa que lo hacía volver loco. ¿2 en un día? ¿Qué le esperaba en una semana? Empezaba a convencerse de que creía que todos los reyes eran viejos, no era tan cierto después de todo, pues el joven Rey aparentaba no más de 19 años.
—Te espero en la cena.
El Rey Kenny salió de la habitación siendo seguido por la mirada de su huésped. Pronto esta se topo con su sirviente, quien entraba al cuarto gracias a las explicaciones de un pellirrojo que le dijeron donde estaba la habitación.
Craig pasó su mano frente a los ojos de su Rey despertándolo de su mundo.
— ¿Qué?—declaro algo sonrojado. Craig sonrió. — Vale, ese Rey no está mal…
Se había enamorado del Rey Kenny.
Stan caminaba por los lujosos pasillos del castillo anaranjado siguiendo al pequeño sirviente rubio delante de él.
—Ya casi llegamos—aviso el menor con una sonrisa. El pelinegro de la nobleza ansiaba volver a ver al Rey Kenny estuvo esperando a que el momento de la cena llegara. El sirviente del reino anaranjado abrió las puertas del comedor en par, encontrando una escena comprometedora.
—Oh salchichas! L-Lo siento, Rey Kenny—se disculpo totalmente sonrojado.
El rubio ojiazul se separó del chico que estaba bajo sus dominios capturado por una apasionado beso, sonrió con tranquilidad calmando a su nervioso lacayo.
—No te preocupes, Leopold—había suficiente confianza entre ellos para que el Rey le llamara así. Se dio cuenta de que su invitado también estaba presente. — ¿No hubo ningún inconveniente? Él es Kyle, el Rey del reino verde y mi prometido. Nos acompañara en la cena, si no es problema.
Stan quedó atónito ante lo que estaba pasando una tristeza y enojo llenaron su corazón en un instante. Sonrió hipócritamente y aceptando cenar con ese joven pelirrojo, el cual se había ganado su odio.
Se sentaron todos en la gran mesa, Stan unos lugares más alejados, evitaba hacer contacto visual perdiéndose en la decoración. El Rey Kenny aplaudió para que varios sirvientes entraran con diversos platillos y dio la orden para empezar la cena.
El resto de la velada permaneció generalmente en silencio, hablando muy poco y respondió muchas veces como monosílabos, asentimientos o negaciones. Cosa que extraño a sus anfitriones, pero lo atribuyeron al hecho de que estaba cansado.
Sin embargo el resto de la semana lo pasó igual permanecía en el alcoba de huéspedes saliendo a comer, pasear por las cercanías del palacio, con su fiel sirviente Craig o para discutir asuntos políticos con el Rey Kenny, que era el único momento donde permanecían solos. Veía como cada vez más se enamoraba de él, tan cerca pero imposible el tenerlo. No lo culpo.
Llego el día en que finalmente regresarían a su patria. La despedida fue corta y rápida, no hubo muchas palabras. Pero se llegó al acuerdo de una alianza, entre el reino azul y anaranjado.
El carruaje atravesaba los caminos del reino de Stan, en el viajaban los dos azabaches.
—Craig. Quiero que hagas algo— su sirviente se había dado cuenta del cambio de humor en su Rey y estaba dispuesto a hacer lo que sea para que volviera. Sin despegar la vista de la ventana al paisaje nublado que le daba Stan entrego un pañuelo que envolvía un objeto alargado. —Mátalo, ataca el reino verde, destrúyelo que no quede nada. Y mata al Rey de ese reino.
Stan se encontraba cegado por los celos y la ira, comenzando una guerra con el Reino verde. El rey Kenny no tenía la culpa de que ese pelirrojo se interpusiera. Lo quitaría del camino y él podría ser el único dueño del corazón del rubio Rey.
Desde su balcón podía ver las llamas que envolvían ese Reino lejano. Los gritos de los inocentes eran ajenos al azabache que no los escuchaba. Una sonrisa de satisfacción llego al rostro del Rey Stan, hacía mucho que no sentía una felicidad. La oportunidad de estar al lado de la persona que amaba.
—Está muerto—apareció detrás su fiel sirviente entregándole una daga manchada de la sangre. Hizo una reverencia y salió del alcoba.
O-O-O-O
Esa mañana era el día perfecto para declararse. Aquel obstáculo del pasado ya no existía más.
Craig entro a la habitación con una sonrisa. Ayudaba al soberano a prepararse para un nuevo día.
—Hoy en la merienda, habrá Flan de postre. —decía explicando el menú del día mientras tomaba la ropa sucia poniéndola en un cesto para llevarla a lavar.
O-O-O-O
—Claro, Craig—esa sonrisa perfecta, inocente de Stan era la felicidad de Craig.
La guerra pronto había acabo y el Reino verde sucumbió junto a su soberano. Miles de muertes y ninguna razón. En el reino anaranjado todo era diferente, estaba furioso con aquel hecho absurdo que llevó a su prometido a la tumba.
—¿Me buscaba, señor?—entró en la habitación real un castaño robusto cubierto por una capucha, se detuvo frente al Rey e hizo una reverencia.
—Tengo un trabajo para ti…—la ira se apreciaba en su fría miraba y sus ojos estaban vaciados de lagrimas.—Si lo necesitas, te daré el apoyo del ejercito real.
Nada podía ser más perfecto para el asesino. Llevaba semanas planeando la muerte del Rey azul. Ahora tendría el dinero de un panadero y el apoyo del Reino anaranjado. Sonrió con orgullo.
—Como desee su majestad—se despidió con una reverencia y salió de la habitación.
O-O-O-O
Esta vez se había quedado completamente solo en la magnitud de su palacio. Aquellos lujosos muebles ahora ardían en las llamas de la justicia. No solo era una guerra declarada por el Rey Kenny, si no se había unido una revolución del pueblo contra la tiranía con la que el joven Rey Stan gobernaba.
Sus ojos azules se posaron sobre el hombre frente a él.
— ¿Qué se siente perder todo, princesito?—se burlo Eric Cartman el mejor guerrero, sicario y asesino. Abofeteo al chico con fuerza para dejarlo caer y pateándolo en el estomago dejándolo sin aire. Lo tomo de los cabellos dejando sus rostros a una distancia corta—Morirás en la guillotina, tirano. — lo soltó con brusquedad haciendo una seña para que dos hombres se lo llevaran al calabozo.
O-O-O-O
Ahora estaba ahí encerrado en el lugar que iban los criminales, él era uno más de ellos.
—Su muerte será a las tres de la tarde—escucho a las afueras de su puerta hablar a dos guardias.
Solo se quedó a esperar que la hora de su final llegara. Miles de personas acudieron al evento.
El rey fue obligado a arrodillarse ante la guillotina no opuso ninguna resistencia. Solo se veía su rostro sin ninguna expresión. No había temor, miedo, orgullo, tristeza, odio. Nada. Cartman hizo una mueca de asco frente a él azabache
Pero este ni se inmuto.
—Algo último que decir, su majestad—se burlo el chico robusto.
Las campanas de la iglesia anunciaron la hora. Stan sonrió arrogante.
—Arrodíllense ante mí.
Su cabeza cayó al cesto. Aquellas fueron sus últimas palabras. Hace mucho tiempo en algún lugar, existió el reino de la inhumanidad, cuyo rey era un chico de 14 años de edad.
Aqui la información de todos los capitulos:
1. La Soberbia. El jóven rey que gobernaba un reino cayó en las redes del amor, su poder absoluto le hacían invencible. Pero la venganza sería su perdición. K2, Stenny. (Si has visto la Saga del Mal, También hay Cryle). Advertencias: Muerte de personaje.
2. Gula. Un castillo en medio de bosque alberga al hombre que desea probar cualquier sabor existente, sus sirvientes se esfuerzan en apetecer sus excéntricos gustos. Probando hasta lo más infame que se llegue a : Muerte de personaje y retorcidos platillos.
3. Envidia. Philip Pirrup es un sastre que se esfuerza en su empleo. Para él no es suficiente con solo ver a su novio. Y peor lo engaña ¿Que tienen aquellos que él no tenga? Sea lo que sea lo obtendrá. Dip, Cramien, Dyle y Denny(DamienxKenny) (?) Advertencias: Muerte de personaje, revolturas de insunaciones de incesto(?)
4. Lujuria. Unas extrañas desapariciones aterran a un pequeño pueblo llamado South Parks y los pobladores no saben cómo enfrentarse al problema. Por su parte el duque tiene todo lo que pudiera desear. Kweek, K2, Keneric, Creek, Tyde y Style. Advertencias: Muerte de personaje, Lime-Lemon.
5. Avaricia. El mejor abogado en ese tribunal es el efectivo. No importa el precio, Wendy sabe que lograra obtener lo quiere aun si corrompe la ley, por que solo tiene un interés y es ella. Bendy. Advertencias: Muerte de personaje.
Actualizada: 29/09/13
¡Gracias por leer! :3
