Capítulo 1 - El Inicio
Sofia The First no me pertenece.
Las vacaciones de verano estaban demasiado cerca y la familia de Albuquerque estaba planeando a donde ir pero no sabían dónde.
"Hugo, ¿a dónde te gustaría ir de vacaciones?" - preguntó el Rey Garrick a su hijo menor.
El príncipe Hugo ya era todo un joven adolescente de 15 y se veía más guapo que nunca, las princesas se desmayaban por donde pasaba pero él solo tenía ojos para aquella chica que le había robado el corazón, la princesa Sofía de Encanthia, aquella pequeña que le dio una buena lección sobre que las niñas pueden hacer cosas que los niños también y viceversa, tanto en el Derby Volador como en el baile sobre hielo, a propósito de eso, ahora él era reconocido por todos como el primer varón en tomar esa clase, una que antes se pensaba era solo para las niñas y ahora todos intentaban hacer lo mismo que él, aspiraban tener mismo talento.
"Bueno...mmm..y si vamos a Tangu?, las alfombras voladoras, las tiendas de antigüedades y podría ver a mi amigo Zandar" - Estaba sentado en uno de los sillones frente al escritorio de su padre revisando el mapa de todos los reinos y continentes.
"Estaría bien pero ya fuimos allí el año pasado, creo que esta vez podríamos ir a un lugar donde nunca hemos estado" - le comentó su padre mientras daba vueltas por todo su despacho, entonces se dio cuenta de algo importante - "por cierto, ¿dónde está tu hermano?, se suponía que los tres íbamos a decidir a dónde viajaríamos"
"La verdad papá, ya conoces a Axel, debe estar en una de sus citas diarias con alguna otra chica de su clase" - conocía las andanzas de su hermano mayor mejor que nadie y lo cierto era que le preocupaba ver cómo jugaba con los sentimientos de las chicas que cortejaba, un día era una rubia ojos azules y otro era una peli negra oji gris, por no decir que le daba mala fama a los hombres de la familia, todos conocían a el príncipe Axel, mejor conocido como el príncipe mujeriego aunque en el fondo esperaba que algún día cambiará y sentara cabeza.
"Es verdad" - dijo con algo de pena su padre, él no era oído sordo al comportamiento de su hijo mayor y le agradecía a la princesa Sofía por haber entrada a la vida de Hugo, hacerlo madurar, si no fuera por ella seguro que él hubiese seguido los mismos pasos. - "Bueno, creo que tendremos que decidir sin él"
De repente escucharon la puerta de la habitación abrirse y pudieron ver a un Axel muy sonriente entrar.
"Vaya, hablando de el rey de Roma" - dijo el rey con el ceño fruncido y los brazos cruzados, mismo ceño que mostró Hugo.
El príncipe los miro a ambos sin entender a qué se debía su mal genio, estaba feliz, había conseguido 5 direcciones de 5 princesas distintas.
"¿Qué pasa?, ¿porque esas caras?" - les pregunto de lo más despreocupado.
Axel ahora era un joven de 20 años, muy guapo y seductor, lo cual usaba muy bien a su beneficio, casi todas las chicas de la academia real habían sido cortejadas por él, unas lo dejaban por su propia cuenta y otras eran terminadas por él, lo cual le acarreaba serios problemas a su padre, los reinos de aquellas chicas no querían comerciar con el padre de el hombre que le rompió el corazón a su hija, unas se lo callaban por el bien de sus reinos pero otras no podían ocultar su tristeza y a él muy poco le importaba, le encantaba tener a las jóvenes princesas e incluso a las aldeanas comiendo de su mano, sabía que muchas lo cotizaban y eso no hacía más que inflar su ego, sin preocupación se sentó en la silla frente a la cual ocupaba su hermano - "veo que están buscando a donde ir en las vacaciones"
"Si y esperábamos que tú tuvieras alguna sugerencia" - le respondió su padre aún enojado con él.
"La verdad, no tengo ni idea, cualquier lugar que elijan está bien para mí" - por lo que se veía le importaba muy poco el poder salir en familia y disfrutar de unas merecidas vacaciones.
El rey pidió mentalmente paciencia a Dios, le prometió a su difunta esposa que iba a criar muy bien a sus hijos pero no supo en qué momento el mayor se le fue de las manos y además le entristecía, se supone que Axel al ser el hijo mayor es el siguiente en heredar la corona pero por el camino que va no estaba muy seguro.
"Axel, ¿porque siempre tienes que mostrar esa actitud de que no te importan los demás, más que a ti mismo?" - se atrevió a encararlo Hugo, estaba cansado de ver a su amado padre bajo el estrés por el irresponsable comportamiento de su hermano mayor.
"Por favor, hermanito no empieces con tus sermones, por cierto, no deberías de estar en tu clase de bailecito sobre hielo" - No entendía porque había escogido un deporte para niñas y al mismo tiempo que su padre lo alentará a seguir en este, no abandonaba su actitud machista esa misma que casi hace que Hugo fuera su copia exacta pero afortunadamente no fue así.
"Se llama, baile sobre hielo y no, la señorita Flora no puedo darnos clase por un contratiempo que tuvo y además era solo la última clase" – Hugo sabía de su desagrado por aquel deporte, no era por el deporte en sí sino porque él lo tomaba, no le importaba, con el apoyo de su padre, sus amigos y Sofía le bastaba pero le molestaba que lo utilizara como medio para burlarse de él.
"Basta, no quiero que peleen, Axel, ya te dije que tu hermano me mostró lo bueno que es para ese deporte, deberías de ir a verlo algún día, es el mejor de su clase junto a la joven princesa de Encanthia" - le comentó su progenitor con una marcada sonrisa de orgullo en su rostro mirando a su hijo menor el cual le respondió con una sonrisa de felicidad y agradecimiento, resopló con fastidio mientras volteaba los ojos, nunca los entendería.
"Si, si, lo que digas, bueno, me voy, tengo muchas cosas que hacer nos vemos después" - y así sin más salió del despacho dirigiéndose seguro a buscar más chicas que enamorar o más bien a seguir malgastando su vida.
El viejo rey de Albuquerque dio un sonoro suspiro mientras se disponía a ver el gran cuadro en la que estaba retratada toda su familia antes de la muerte de su esposa, recordaba lo duro que había sido para Axel el despedirse para siempre de su madre, Hugo no recordaba mucho de ella pues sólo tenía 4 años cuando se fue pero aun así el también la había llorado, a los tres les había lastimado mucho el que los dejará solos tan pronto pero sabía que siempre los cuidaba desde el cielo y desde el comienzo se vio a la tarea de que nunca la olvidaran pero ahora tenía miedo de que su primogénito se hubiera olvidado de la crianza que esta les había inculcado y destruyera su vida, se sentía impotente al no poder hacer algo que lo cambiara.
"Papá" - Hugo se acerco a él para admirar el mismo cuadro y no muy lejos estaba uno con la figura completa de su madre en toda su majestuosa belleza, creía que ninguna podría llegar a compararse con aquella hermosura pero cuando conoció a Sofía algo le llamó la atención y aunque su comienzo no fue el mejor no era siego a la ternura y belleza de la aquella entonces pequeña niña, es cierto, no lo quería aceptar, se decía que era común que una princesa fuera bonita pero con forme pasaba el tiempo y después de aquella ves que hicieron equipo para ganar el campeonato de la Corona Voladora, pudo apreciar la verdadera belleza de la princesa más joven de Encanthia llegando a entender porque todos la admiraban y no fue hasta cuando le ayudó a luchar por su sueño de practicar baile sobre hielo que se dio cuenta, si, la sonrisa de Sofía era la única que se le podía comparar a la de su madre, aquella que siempre le alegraba el día, luego de un tiempo se dio cuenta de sus sentimientos, se había enamorado perdidamente de ella pero tenía miedo de que lo rechazara por lo que no tenía el valor para decírselo, algún día le confesaría sus sentimientos pero por ahora se conformaba con que ella lo considerase su amigo, su mente vago por lo pocos recuerdos de su progenitora y llego a la conclusión de que si Sofía la hubiera conocido seguramente se llevarían muy bien.
Una sonrisa nostálgica se formó en los rostros de cada uno al admirar aquellos ojos verdes de la nombrada reina eterna de Albuquerque, mismos ojos que había heredado Hugo y que esperaba sus nietos llegaran a tener.
De este modo el rey se dispuso a sentarse en su gran sillón frente al escritorio mientras que su hijo lo sigue con la mirada.
"No sé qué hacer con él" - muchas veces había intentado hablar con Axel pero nada parecía llegarle.
"Papá, si algo aprendí con Sofía, es que en algún momento encontraras a tu talón de Aquiles, es decir, alguien que te enseñe una lección" – decía un Hugo muy seguro, rememorando la gran lección que ella le dio de niños.
"Es cierto pero ¿quién sería esa persona que haga reaccionar a Axel?" - ni Hugo ni su padre se imaginaban lo cerca que estaba aquella persona.
"¿Amber?..¡Date prisa, mamá y papá, nos están esperando para cenar!" - En el castillo de Enchancia se encontraba el príncipe James frente a la puerta de la habitación de su hermana melliza, esperando que está se apurara, ya tenía hambre.
"¡En un unos minutos bajo, James!" - le gritó desde adentro.
James suspiro y rodó los ojos, jamás entendería a las mujeres, su madre lo había enviado a buscar a su hermana, Amber, Sofía ya estaba abajo por lo que agradeció no tener que buscarla a ella también, tenía hambre y quería comer, ¿que acaso nadie lo comprendía?
El joven príncipe rubio, oji pardo era un adolescente de 16 años muy atractivo, su lema sigue siendo "¡Boom!, ¡Hace el cañón!" pero se podía ver que era un poco más responsable, más maduro, desde los 14 empezó a prepararse para ser el rey con su padre y ahora lo ayuda en casa con casi todos los deberes reales y se ha vuelto más sobre protector con sus hermanas, a pesar de que Amber era la mayor no permitiría que alguien las lastime.
"¡Bien pero si mamá me manda a buscarte de nuevo será mejor que salgas!" - y mientras bajaba, murmuraba algo sobre que las mujeres son difíciles.
Dentro de la habitación, había una Amber con muy pocos ánimos, se podía notar la tristeza en sus ojos, ¿qué le había pasado?
Otro hombre que terminaba con ella, muchos decían que ella era difícil pero ¿es que no podían ver más allá?, no era una caja vacía como todos pensaban, tenía sentimientos.
Al igual que su hermano mellizo tenía 16 y seguía siendo junto a Sofía una de las princesas más populares y bellas de la academia, su cabello rubio ahora era más largo y le llegada a la cintura, su vestido era parecido al que tenía de niña.
El príncipe David, su último novio había sido como muchos otros que le pedían más de lo que ella podía dar, él había intentado hacerla suya a la fuerza pero gracias a algunas cosas que había aprendido con Sofía puedo defenderse de la forma más común para neutralizar a un hombre, una patada certera en su hombria y así el tipo quedo neutralizado y tirado en el suelo maldiciéndola, mientras ella corría asustada.
Al llegar a su casa se encerró en su habitación y hasta ahora no ha salido pero se dijo que no podía ser tan obvia, la vida debe continuar, así que decide hacer como cualquier otro día y se alistó para la cena.
Ya abajo respiro profundo y mostró su mejor sonrisa esperando que nadie se diese cuenta.
Sus padres y hermanos la saludaron y ella les regreso el saludo, intentó parecer neutral y distinguida como siempre pero aún se le podía ver las pocas ganas que tenía de comer o hablar con alguien.
Sofía y su madre lo notaron, mientras comían intercambiaron miradas como buscando quién sería la primera en preguntar.
"Amber" - Miranda tomó la iniciativa y se animó a indagar en el problema, conocía a su hijastra y sabía que cuando no hablaba era porque algo malo había pasado - "¿está todo bien?, te noto inusualmente callada"
Como toda madre le preocupaba verla tan apagada, ella no era así, siempre que podía les decía a todos sus maravillosas planes para la semana, que compraría, a dónde saldría y con quienes, que actividades realizaría en el castillo con sus hermanos y amigos, les mostraba los diseños de vestidos que diseñaba o lo fascinada que estaba con las estrellas, en fin, de todo, incluido sus numerosos novios, con David era el décimo.
"Bueno..." - ¿se atrevería a contar algo tan intimo y delicado en medio de su padre y hermano?, es decir, sabía que podía contar con Miranda y Sofía pero no quería que su padre la regañara y que James saliera como loco a golpear al desgraciado de David, no , esperaría a que pudiera estar a solas con ellas - "solo, me preocupa que...James y Jade no se hablen, ella es mi amiga y el mi hermano, quisiera que estuvieran bien"
Ante esto el mencionado se para en seco en medio de una pieza de pollo y voltea a otro lado disgustado, en parte era cierto, Sofía, Ruby y ella estaban preocupadas por lo mal que iba la relación de James y Jade, según James, Jade es demasiado mandona y con un carácter difícil mientras que para Jade, James era muy infantil y testarudo.
Se habían hecho novios desde hace dos años pero parecía que la relación había decaído, el rubio siempre tenía un deber real que hacer y la chica era muy temperamental cuando se le provocaba, sabía que algunas amistades de su novio le veían por debajo debido a sus raíces y eso le molestaba mucho.
A pesar de que la reina intuía de que se trataba de algo más complicado que eso, dirigió su mirada a su hijastro y a esto se le unió el rey Roland, también estaba enterado de el noviazgo de su hijo con la mejor amiga de su hijas y a veces se sentía mal por darle tantas responsabilidades a su hijo pero si quería ser el rey algún día tenía que aprender desde lo más pequeño, hasta lo más grande, desde lo más fácil, hasta lo más difícil aunque eso implique no darle tiempo a tu vida amorosa.
"James, ¿quieres hablar sobre eso?" - esta vez fue él quien hablo con notable preocupación en su voz.
"No, papá y si me disculpan ya estoy lleno, por lo que quisiera irme a mi habitación" - sus padres no tuvieron más remedio que acceder, ya después hablarían con él a solas.
Sofía estaba preocupa por sus hermanos, uno no quería hablar y la otra no quería decir la verdad, así es, ella ya había oído el chisme, claro, según el mismo David lo había contado después de que lo encontrarán tirado retorciéndose en una esquina de la escuela.
El muy infeliz había acusado a su hermana de tratar de matarlo solo porque le quería darle un beso pero conocía a Amber y sabía que para que si ella hiciese eso debía ser para defenderse, además de que conocía la fama que se había ganado aquel principito, Hugo ya le había hablado sobre él, lastimosamente el reino de David, el reino de Zafiro, fue nombrado así debido a su riqueza en aquellas piedras preciosas de color azul, era socio comercial con el reino de Albuquerque, por lo que lo conocía desde niños, aunque David más bien tenía la edad de Axel aunque .
Según Hugo, David era malévolo, malcriado, creído, arrogante y todos los demás adjetivos negativos habidos y por haber, mala fama para un príncipe.
Los ojos azules de Sofía se posaron en su hermana rubia notando el poco ánimo que mostraba.
"Mamá, ¿recuerdas que prometiste que íbamos a pasar un rato, Amber, tú y yo para charlar cosas de mujeres?" - Sofía esperaba que su madre entendiera el mensaje.
Inmediatamente Miranda leyó entre líneas y se dio cuenta de que Sofía buscaba que las dos hablaran con Amber sin Roland y James y así ella soltaría todo.
A pesar de tener 14 años, la joven princesa de Enchancia era toda una belleza casi Inmaculada, su ternura e inocencia infantil no la abandonaban, sin embargo ahora venía combinada con la sensualidad que se le empezaba a desarrollar, su delgada figura, ojos azules, largo cabello castaño y piel suave como la ceda despertaban la ternura y deseo en los hombres, no por nada Hugo estaba tan enamorado de ella pero lo que él amaba más que nada era su corazón, la mitad de todos los príncipes estaban embonados con ella pero era tan inocente que ni lo notaba.
"Es verdad Sofía, se me había olvidado" - le sonrió a su hija, siempre actuando más madura de lo que su edad mostraba. Amber no entendía pero Sofía le envió una mirada tranquilizadora, diciéndole que por favor confíe en ella por lo que no dijo más nada.
La cena termino y Miranda fue a buscar a Sofía para luego ambas ir a la recámara de Amber, gracias a Dios que Roland no pregunto porque, Sofía toco la puerta y espero unos segundos.
"Adelante" - se escucho la voz de Amber desde adentro y ambas aprovecharon y entraron.
La princesa rubia estaba en su acostumbrada bata de dormir mirando por su telescopio, en momentos así solo esto podría hacerla sentir mejor, al escuchar la puerta abrirse cambio su vista de las estrellas para ver a su hermana y a su mamá entrar.
"Entonces, Amber..¿nos contarás?" - le preguntó cautelosa Sofía no quería obligar a su hermana a confesar si no quería hablar.
"¡Oh, Sofía!" - Amber no pudo esconderlo más necesitaba del calor y afecto que le brindaran su hermanita y su madre. Se abalanzó sobre Sofía y la abrazo con fuerza, sorprendido tanto a Sofía como Miranda.
"Amber, hija, ¿qué sucede?" - le preguntó preocupada Miranda.
"¡Mamá!" - la princesa rubia no podía parar de llorar - "es que...es que..." - El llanto casi no la dejaba hablar, Sofía y su madre dedujeron que debía ser grave para que ella estuviese así.
"Tranquila, Amber, respira profundo y dinos qué pasó" - le indicó su hermana y ella obedeció.
"Lo que pasa es que...David... ¡intento aprovecharse de mí!" - y así Amber volvió a romper en llanto ante las atónitas miradas de Sofía y Miranda.
Nota de la Autora: hola, ¿qué tal?, bueno. Como podrán ver esta historia es distinta ya que no solo tiene hugfia sino también a Axel por Amber y viceversa, mi pareja súper favorita del programa es hugfia pero como dije tengo otras y esta es una de ellas, mas adelante clocare un avatar para este fic, subiré los dos primeros capítulos puesto son lo que desarrollado hasta el momento, sin mas que decir, espero que les agrade y gracias por su atención.
