Capítulo uno: Incesto.

El es un reconocido Tai Youkai...

El es uno de los más poderosos demonios de toda la región...

Él tiene una hermana gemela...

Ella es muy tímida y frágil...

Ella tiene un montón de pretendientes, aunque no les hace mucho caso...

Ella es muy hermosa, demasiado...

Él se percato de esa belleza.

Todo inició en una noche de Luna Llena.

Ella se encontraba caminando cerca del lago. Pensaba en todas aquellas ventajas y desventajas que el tener pareja le ofrecía.

Jamás imagino la cruel jugarreta que le hizo el destino.

Su hermano, que por sus responsabilidades de Tai Youkai se hallase ocupado, solo sabía de la belleza de las hembras por su hermana.

Ella, tan inocente, tan pura y tan perfecta...

Esa noche, ella pensaba todas esas cosas, cuando se percató de que su hermano la observaba de hace tiempo.

-¿Qué ocurre hermano?

-No podía dormir. ¿Qué haces tu aqui?

-Pensaba.

-¿En que?

-¿Qué clase de pregunta es esa? Pensaba en mi futuro, por supuesto.

-¿futuro? ¿Para que preocuparte por algo así?

-Es que... He decidido tomar pareja, lo siento mucho por...

-¿Por quién?

-No, te enojarás si te digo quién.

-No lo creo.

Ella empezó a notar que su hermano no parecía tener sueño, y su mirada no era normal.

-Pensé que mañana irías a un viaje.

-Iré. Pero no tengo sueño. Lo que si tengo es una gran inquietud, y probablemente tu puedas ayudarme.

-¿De que estás hablando?

-¿Quieres saber?

-Claro.

-Bueno, ju, en realidad, no creo que puedas compartir lecho con tu "futura pareja".

-¿Que clase de pregunta es esa? ¿Por qué dices eso?

-¿Por qué me miras asi? ¿Acaso me tienes miedo?

Dijo avanzando hacia ella, hasta estar frente a frente.

-En realidad, si. Me estás asustando, ¿Qué es lo que realmente quieres?

-Ya que deseas saberlo, seré directo: Te deseo.

Un escalofrío se apoderó de ella, al instante descubrió las intenciones de su hermano para con ella, y lentamente, empezó a retroceder.

Él se percató de la reacción de su hermana, lo que lo animó a actuar al momento.

Rápidamente, le dió alcance, y a tomó bruscamente del brazo y empezó a besarla contra su voluntad.

-¡Ya basta! ¡Déjame en paz! ¡Suéltame!

Ella reunió suficientes fuerzas para alejarlo. Este se molestó y agarrándola de ambos brazos le susurró:

-Si sabes lo que te conviene, no intentaras nada salvo disfrutarlo, ¿De acuerdo?

E inmediatamente, se dispuso a rasgar las ropas de su hermana, y el a desvertirse, para disfrutar del cuerpo de ella, ese cuerpo perfecto, puro e inocente...

Ella solo podía llorar, llorar ante la impotencia de no poder detenerlo, de no poder hacer nada, de ver truncados sus sueños...

Él disfrutó cada detalle del cuerpo de su hermana, la consumió como el fuego consume los pétalos de una frágil rosa, de una forma cruel, despiadada...

Una vez satisfecho, él se acercó a su hermana, quien todavía lloraba por lo sucedido, y tomandola bruscamente del mentón, le hizo una advertencia que marcaría el resto de su vida.

-Esto nadie debe saberlo, de lo contrario, yo mismo te mandaré al infierno.

Al día siguiente, tan pronto salió el sol, él Tai Youkai se marchó con su segundo sirviente más fiel, por tiempo indefinido.

Esa tarde, ella descubrió que estaba embarazada.