Los personajes no me pertenecen, qué más quisiera yo, pero...

pues no, son de la gran Rumiko Takashi.


TE OLVIDARE

.

.

Ranma

Cada mañana era lo mismo, gritos, peleas, golpes, malentendidos, pero esa mañana era diferente muy, calmada, silenciosa diría yo, por supuesto tanto él como ella sabían a la perfección la razón de aquella extraña calma.

En realidad sentía una profunda pena, claro que nadie jamás lo sabría y quien osara decir que el gran Ranma Saotome era un debilucho con sentimientos sufriría de una dolorosa reprimenda de parte de mis puños, en fin, ayer lo había hecho por fin después de tantísimo tiempo, no sé ni siquiera como rayos hice para tener el valor de decírselo, en primera porque soy un hombre entre los hombres de esos que no decimos lo que sentimos ya saben, en segunda porque debo admitirlo, temía por mi integridad física, esa marimacho sí que pega duro, pero después de pensar y pensar y si, volver a pensar y pensarlo de nuevo por que la cosa era difícil digo, tome valor aunque mis acciones y el temblor de mis rodillas dijeran lo contrario le pedí amablemente hablar con ella después de media noche para evitar entrometidos primero que nada y bueno, también para asegurar que ella se vería obligada a no hacer tanto escándalo y así evitar la tremenda golpiza.

Y allí estaba yo sintiéndome un crio y con la mente en blanco, no sabía ni como comenzar así que hice lo que siempre hago en situaciones en las que se requiere mi total concentración y mi valentía innata, me quede callado sintiendo que mi cara ardía, rayos si hasta creí notar que salía algo de humo de mi cabeza, y luego después de un poco de tiempo, bueno quizás unos 30 minutos de silencio, alce la vista y allí estaba ella tan frágil, tan delicada, tan endemoniadamente bella, con las manos entrelazadas sobre sus piernas, con el rostro bajo y las mejillas sonrojadas, sentada a la orilla de la cama, como no decirle a lo que había ido, por un momento me sentí la peor basura del universo pero ya no había vuelta atrás.

- Akane, yo tengo que decirte… que… estoy profundamente… enamorado.

Alzó su rostro y pude ver sus ojos, esos ojos castaños que me habían cautivado tanto tiempo atrás, sonrió tímidamente y me sentí transportado a un mundo de fantasía donde solo ella y yo estaríamos corriendo entre esponjosas nubes y… luego volví a sentirme la peor basura del universo.

- Nuestro compromiso para algunos quizás no cuenta mucho que digamos, pero para mí, aunque no lo creas es cuestión de honor, y no puedo seguir postergando lo inevitable por más tiempo, voy… voy a casarme con Shampoo.

Y después de eso solo puedo recordar como su rostro que antes reflejaba una intensa emoción, ahora solo reflejaba la más grande turbación, ella no lo comprendía y yo no se lo había explicado muy bien pero no servía de mucho que se lo explicara a santo y seña porque igual el resultado no cambiaría, sé que es difícil de entender pero cuando por fin decidió decirme lo que sucedería si no cumplía con nuestro compromiso supe sin lugar a dudas que tenía que casarme con Shampu ella era una víctima de mi estupidez y solo de la mía, sabía que Akane sufriría porque para ser francos yo sabía de su amor por mi desde hace mucho tiempo, si no soy idiota, pero el compromiso impuesto por nuestros padres era eso, un compromiso impuesto por ellos no por mí, sé que parece confuso pero lo de Shampu fue mi culpa, ella me había explicado días atrás las reglas de su tribu y supe que no podía permitir que ella muriera por mis idioteces, si Akane sufriría, pero, ¡NO ESTABA SENTENCIADA A MUERTE SI NO NOS CASABAMOS! Shampoo sí, y aunque sabía que estaba atándome a una vida sin amor, al menos de mi parte, sabía que ella haría hasta lo imposible por hacerme feliz, y Akane, toda la vida amare a Akane, toda la vida pensaré en lo que pudo haber sido y jamás será, toda la vida maldeciré mi suerte por no ser yo quien pase el resto de su vida junto a ella.

Y volvemos al momento en que su confundido rostro me observaba y su tierno corazón latía con la esperanza de haber escuchado mal, y como todo un maldito no pude contenerme, la abrace con todas mis fuerzas y la bese con una pasión de la que jamás había sido capaz de permitirme, ella se dejó hacer, que más podría hacer mi hermosa marimacho que entregarse a mí con la esperanza de que yo me arrepentiría de mis palabras antes dichas, pero yo sabía , ella sabía que no había vuelta atrás así que sin tonterías infantiles ni timidez alguna la bese y la toque como jamás me había permitido hacerlo sabía que esta sería la primera y única vez que estaríamos juntos de esa forma, entregados a una pasión de la que no podíamos escapar gritamos nuestro mutuo amor con nuestros cuerpos en una sincronía y ternura sin límites, repitiéndole en susurros una y otra vez cuanto la amaba, cuanto había deseado que este momento llegara, dejaría una marca que ningún otro borraría jamás y ella haría lo mismo en mí ,tatuaría en mi piel el rastro de sus caricias y besos, yo dejaría la esencia de mi ser como un perfume eterno en la suya. Era un maldito, valga la redundancia, ya no solo por lo de Jusenkyo ahora también por esto, por haber robado la pureza de Akane y evitar así que pudiera olvidarme algún día, era un maldito egoísta y lo sabía, pero no podía quedarme más tiempo viéndola dormir, acariciando con la punta de mis dedos la suavidad de su desnuda piel, no podía seguir oliendo el perfume de su cabello, no podía permitir que me viera llorar en silencio, me levante con cuidado de no despertarla, me vestí y antes de huir como un cobarde deposite un suave beso sobre su frente sin poder evitar que unas rebeldes lágrimas mojaran su blanca piel, y me fui sin mirar atrás o jamás podría dejar la residencia Tendo.


Akane

Desperté con una extraña sensación en el pecho, una corazonada que me hacía temer que algo malo pasaría, tonta de mí, si lo hubiera sabido esa misma mañana lo habría… lo habría… no sé lo que habría hecho, pero me estoy adelantando, esa mañana era una de esas en las que parece que el sol brilla un poco más de lo habitual ya saben, los pájaros cantaban, había una armonía maravillosa así que tome la decisión de decírselo hoy, de por fin ser valiente y confesarle mis sentimientos, que moría de amor por él, porque esa era la maldita verdad, amaba su egocentrismo, su fanfarronería, sus detalles, su timidez, su valentía y fuerza, su físico si, su cuerpo me tenía deleitada al imaginar que un día seria solo para mí, su rostro perfecto y sus ojos, esos pozos azules que me invitaban a hundirme en ellos y no salir jamás, así que cuando tímidamente y casi en secreto me pidió hablar conmigo y ¡A media noche! Pues que más, no pude evitar pensar que quizás él se adelantaría, que iba a confesarse primero, por supuesto que yo me haría la avergonzada no fuera que alguien dijera que era una facilita eso jamás, y de pronto después de MEDIA HORA se atrevía a levantar la vista estaba totalmente avergonzado, con las mejillas rojas como tomates frescos, humo saliendo de su cabeza y una duda tremenda en su mirada, estaba simplemente arrebatador, y yo estuve a punto de hablar antes que él y confesarle mi amor de abrazarlo cuando hablo, y lo que dijo hizo que mi corazón latiera a mil por hora.

- Akane, yo tengo que decirte… que… estoy profundamente… enamorado.

Ahí estaba la confesión, las palabras que ansiaba escuchar con todo mi ser y cuando estaba a punto de correr a sus brazos y decirlo yo también volvió hablar y me sonó como una tremenda equivocación.

- Nuestro compromiso para algunos quizás no cuenta mucho que digamos, pero para mí, aunque no lo creas es cuestión de honor, y no puedo seguir postergando lo inevitable por más tiempo, voy… voy a casarme con Shampoo.

No podía ser, no, él se había equivocado quiso decir mi nombre, pero al muy bruto se le revolvieron las palabras ¿Verdad? Y lo confirmo de nuevo con su mirada una de tremenda pena, de dolor, no sé qué paso nos quedamos en silencio lo que me pareció una eternidad casi pude escuchar como mi corazón se rompía en pedazos, cuando el veloz como una exhalación me abrazaba como si quisiera que nos fundiéramos en unos mismo y luego, me beso y lo bese, quise demostrarle que nadie jamás lo amaría como yo, que su lugar era a mi lado no supe como pero nuestras ropas yacían regadas por mi habitación, perdimos toda timidez y la reemplazamos por pasión, me sentí amada, deseada, hice que se tragara todas sus palabras aquellas que en su inmadurez gritaba a los cuatro vientos, marimacho, pecho plano, fea, él en susurros me decía cuanto me amaba y me deseaba y yo me sentía plena, no sé cuánto tiempo estuvimos así entregándonos el uno al otro pero en un punto de la madrugada, el me acariciaba y besaba pensando quizás que yo dormía, se levantó y después de un momento beso mi frente y sus lágrimas resbalaron por mi rostro, quise detenerlo pero no pude, y será algo de lo que me arrepienta toda mi vida, y así como entro esa misma noche por mi ventana, salió para no volver más.


(Y así el destino de Ranma y Akane fue sellado, ¿O no?) Esa misma mañana antes de que los demás despertarán en el dojo Tendo, Akane hizo sus maletas y silenciosamente bajo las escaleras cuando entro a la cocina para abastecerse de alimento para su viaje, Kasumi entro, no pudo contener las rebeldes lagrimas que salían sin su permiso de sus ojos y se lo dijo todo a su hermana, ella escucho pacientemente y comprendió su situación le dijo que no se preocupara que ella informaría a la familia, que se cuidará mucho, que la amaba, que cuando estuviera lista para regresar ella estaría con los brazos abiertos para ella.

Akane se fue no soportaba estar en esa casa, no estaba él, no podía, decidió irse a entrenar para olvidar el dolor, no sabía cuánto le tomaría, pero no pensaba volver hasta haber olvidado.


Llego al bosque y acampo. Tenía ya algunos días en ese lugar, encontró una cueva y decidió acampar dentro para protegerse de los elementos, pero perdió la noción del tiempo cuantos días habían pasado dos, tres, pareciera que el tiempo corriera en una dirección diferente en ese lugar, o quizá era su dolor el que la hacía sentirse tan desorientada, por la mañana salió a buscar agua y caminado por el bosque le vio, era como una hermosa pintura, un ser tan diferente y hermoso que parecía una ilusión, curiosa como era se acercó, era un chico, parecía dormido pero las raíces del árbol en el que estaba lo envolvían con fuerza y parecía que habían estado creciendo y atando a su presa por años cientos quizá, vestía con extrañas ropas, antiguas y de color rojo, su cabello estaba muy largo y plateado y sobre su cabeza tenía ¿orejas de perro? ¡Pero que rayos!

.

.

Como verán es mi primer fic, porfis no sean tan duros, bueno si déjenme sus criticas porque quiero mejorar, como se habrán dado cuenta este primer capítulo ha tenido más drama que otra cosa, pero en realidad esta historia tiene de todo un poco, drama, romance, acción, y comedia.

Esta es una idea que llego de pronto a mi loca cabecita, y me dije a mi misma ¿Por qué no? Así que ni tarda ni perezosa me decidí a escribir este fic, según yo no hay ningún otro igual, parecidos quizá, donde los personajes de Ranma ½ e Inuyasha se conocen pero, en esta historia no sucederá así, o al menos no exactamente así, porque para empezar Kagome no existe en mi historia, este será una especie de triangulo amoroso entre Inuyasha/Akane/Ranma y ¿quizá un poco también Kikio?…aun no lo sé, la historia se va desarrollando mientras mis dedos teclean, en fin espero les guste la historia.

Sin más por el momento me despido, nos leemos luego.