N/A: Soy la peor persona sobre este planea, tengo tantos fics pendientes y salgo con uno mas. Por favor R&R, ya sean tomatasos, criticas, lo que sea.

Advertencia: Slash (boy&boy action)


El Sol aun no llegaba a alumbrar completamente la torre de Griffindor y mucho menos a los dormitorios de los sextos años, sin embargo en el de varones ya se escuchaba el susurro de una muchacha apurándose a vestir. Con lo absorta que se encontraba en evitar que el cierre de su falda sonara como el grito desgarrador de una banshee a la mitad de la noche, y con el eco de sus recuerdos en sus oídos, no se dio cuenta que la llave de la regadera, que se había abierto mucho antes de que ella se despertara, en esos momentos se cerraba. Antes de marcharse quiso despedirse, pero se arrepintió, no tenía caso despertarlo, de seguro haría mas ruido que ella y despertaría a sus amigos, los cuales armarían entre gritos, preguntas y estúpidas exclamaciones el peor recuerdo de ella en Hogwarts. Justo cuando se encontraba a unos pasos de la salida alguien abrió la puerta del baño. Al oír crujir la madera debajo de las pisadas, se volteo alarmada sujetando con fuerza sus zapatos contra su pecho. El muchacho que acababa de entrar a la habitación tuvo una reacción parecida: dejó salir un gritito de sorpresa y sujetó la toalla que solo lograba cubrir de su cintura hacia abajo con ambas manos.

-¿Lily?- Preguntó en voz baja el hermoso hombre lobo después de recobrarse del susto.

-¡Remus!- Lily Evans no pudo controlar el tono de su voz, aunque ni se dio cuenta que su grito de sorpresa hiciera que el joven Sirius Black lanzara un gruñido desde su cama que se encontraba cerca de la puerta.- ¿Qué haces aquí?

-¿Qué haces TÚ aquí?- Hay que agradecer a los dioses por la visión que daba el joven: de la mitad de su cuerpo para abajo había que dejarlo a la imaginación, sin embargo unas gotas de agua, provenientes de su cabello castaño que lo llevaba a la altura de sus mejillas (lo cual acentuaba el color miel de sus ojos) resbalaban saboreando la blanca tez, bajando por su lacerado y delgado torso. Mientras que la imagen de la pelirroja era desaliñada, su cabello largo a la altura de sus hombros, se encontraba despeinado y su blusa del colegio se notaba un poco arrugada.

-Yo... - comenzó a excusarse, y sin encontrar alguna historia que pareciera convincente, se preguntó por que su cerebro había decidido irse de viaje a Fidji- yo vine... vine por mi libro.

-¿Tú libro?- cuestionó confundido Remus. Trataba de encontrar los verdes ojos pero al perecer el piso ofrecía un gran espectáculo.

-Si, mi libro de... er...- inconscientemente, mientras pensaba, jugaba con su cabello con la mano derecha, mientras que con la otra sostenía su calzado- de pociones que le preste a Ja... ¡Potter!- "¡Bravo, Lily! Se más obvia", se reprimió a ella misma.- Si, vine por mi libro de pociones que le preste a Potter- Trataba de mantener sus manos ocupadas para que no se notara su nerviosismo, hasta que no puedo mas y las tuvo que esconder detrás de su espalda..

-¿ le prestaste un libro a James y vienes por él a las seis de la mañana?- Remus lentamente comenzó a encaminarse a su baúl sin quitarle la vista a Lily.

-Así es, me lo pidió para estudiar, pero yo no me acordé que hoy lo necesitaba- esperaba que si su voz se notara segura y tal vez su historia se podría creer un poco. Durante unos estresantes segundos parecía que Remus, quien no le quitaba la vista de encima, le refutaría su historia, pero no fue así.

-Supongo que yo también haría lo mismo- Replicó esté encogiéndose de hombros. Lily hizo un sonido entre risa y soplido como queriendo dar a entender que captaba el chiste o que lo comprendía. Remus, que ya había abierto su baúl, rió. Un silencio bastante incomodo cayó sobre los dos, Lily paseo su mirada por la habitación meciéndose en sus talones.

-Lily, no es por ser grosero ni que te este corriendo pero me gustaría vestirme.

-¿Qué?- Lily salió de su ensoñación .- Claro, claro... si, vestirte. Ya me voy.- Se había librado de una situación extremadamente vergonzosa, ó eso era lo que ella creía.

-Lily¿tu libro?

-¿Qué¡Ah! Mi libro, claro- con una sonrisa nerviosa se agachó junto a la cama de James, que al momento de entrar se encontraba inmediatamente al lado izquierdo, y tomó el primer libro que encontró.-Nos vemos Remus.- Su rostro había arrevesado la tonalidad de su cabello, pero en fin, pudo haber sido peor.

-Adiós Lily.- Y sin más salió de la habitación.

Remus se inclinó para sacar la ropa de su baúl. No era de extrañarse de encontrarla perfectamente doblada y planchada con un fresco aroma a limpio (su pequeño secreto era poner un pañuelo empapado con su perfume en el fondo). En cualquier otra ocasión habría puesto especial atención para no desordenarlo, sin embargo su mente se encontraba luchando con dos pensamientos: el primero era descifrar el motivo por el cual Lily Evans había tenido que mentir (porque su excusa era como Peter tratando de hacerle creer a James que por fin había podido tener un cita con una chica más grande que él, de Ravenclaw, un lunes por la noche, en la torre de astronomía). Y el segundo se encontraba en la cama contigua, con la cortinas cerradas. La de Sirius. Justo esa donde el grito de Lily había arrancado un gruñido minutos atrás. Había algo en ese espacio que hacía que su cuerpo se sintiera atraído. No solo era el aroma de su joven ocupante, ó el sonido apagado de su respiración, era mas bien la imagen de él acostado, esos ojos grises ocultos por sus párpados, sus suaves labios aun carmines, su perfecto cuerpo cubierto por las delgadas sabanas.

No pudo soportarlo más, sin terminar de abrocharse la camisa descorrió la cortina lentamente para no despertarlo, se sentó en la orilla de la cama y por un momento se quedo mirando lo acertada que era la imagen que había creado en su mente. Como le gustaba verlo así, tranquilo, lejos de su hiperactividad; pero debía confesar que le gustaba más cuando estaba despierto. Según lo que había dicho Sirius la noche anterior, cada palabra, cada mirada, cada roce estaba dirigido para él. Estaba decidido, debía despertarlo, así que se acercó al oído de él y lo lamió. Sirius gruñó entre sueños y abrió los ojos.

-Sabes, hay personas que te sacuden del hombro, gritan tu nombre ó hasta te echan agua encima, pero es muy raro que te laman la cara.- Dijo en un sensual susurro.

-A menos que sea un perro...

-Mmmm... ¿volvemos a cambiar de papeles? A mi no me molestó, digo, nunca pensé que tu quisieras hacer algo así...-No pudo terminar su frase porque un muy sonrojado Lupin le había tapado la boca con la mano.

-¡No lo digas!- Le dijo con apremio- Lo de ayer fue, no se... tal vez, quizás, se lo podría llamar una buena experiencia.

-¡Y vaya que si fue buena!- Lanzó una de sus características risas / ladrido- es mas, hay que repetirla- Remus que seguía inclinado recibió un beso por Sirius quien no iba dejar pasar esa oportunidad.

-Ahorita no.- Dijo Remus rompiendo el beso.

-¿Por qué no?- Preguntó como si fuera de un niño al cual su mamá le había quitado una barra de chocolate. -Por favor Moony, es la madrugada del viernes...

-De hecho son las seis y media, ya es de mañana.

-... nadie vendrá a interrumpirnos.

Y como si se tratase de una mal augurio se oyeron los pasos de alguien aproximarse. Sin pensarlo dos veces Sirius empujó a un atónito Remus de la cama para que se escondiera, ninguno de los dos tuvo el tiempo suficiente para evitar que las cobijas cayeran también al suelo, haciendo que un joven pasara imperceptible a la vista mientras que el otro quedaba en todo su esplendor. De un momento a otro el ruidoso de James Potter apareció en la escena.

-¡Por las barbas de mi abuelo y otros pelos¡Padfoot, cúbrete!

-¡Prongs! Deberías de tocar.- Sirius jaló un poco de sabana y se cubrió como le fue ordenado.

James, que iba vestido con su pijama favorita con dibujos de patitos de hule ("¡Es el mejor juguete que los muggles pudieron crear!"), tocó de forma sarcástica el poste del dosel.

-¿Puedo pasar?

-Claro, Mr. Prongs, se encuentra usted en su casa.

-Muchas gracias Mr. Padfoot, que buenas las tenga y que mejor las pase.- Se sentó en la orilla de la cama de una forma no muy masculina, cruzando una pierna sobre la otra y posando sus manos en las rodillas- Veo que Mr. Padfoot tuvo una noche muy agitada.

-Que siga los consejos de los franceses acerca de cómo amanecer con un cuerpo relajado y sin las presiones que uno generalmente tiene durante la noche, no necesariamente quiere decir que me mantuve ocupado.

-No sabia que conocías franceses.

-Amigos de un amigo.

-¿Qué amigo¿De Wormtail? Espera, me estas distrayendo¿con quien fue?- James conocía (o creía conocerlo) muy bien. Sabía leerlo como si se tratara de una jugada de Quidditch, tal vez por eso todos los planes que hacían juntos les salían tan bien.

Sirius carraspeó y se movió inquieto en su colchón- Yo...- Remus, que no se había movido ni siquiera para respirar apropiadamente por temor a que James lo escuchara, cerró los ojos y junto las manos a modo de rezo.- Mejor dime tú con quien.

-¿Yo?- Puso su conocida cara de fingida inocencia, generalmente estaba reservada para cuando Lily lo atrapaba con las manos en la masa; cabe mencionar que ninguna de las veces que la había usado había funcionado.- Yo no hice nada.

-Prongs, mi casi hermano, te conozco tan bien. Esa sonrisa que cruza tu rostro, ese brillo en tus ojos, lo relajado de tu postura, la confianza que irradias y ese enorme chupeton tan cerca de tu oreja me dicen que no fui el único que no durmió.

-¡Ja! Lo admites.- ¿Cómo puede ser que Sirius fuera tan estúpido? Se preguntaba Remus, quien ante sus fallidos rezos había golpeado el piso con su frente.- No dormiste.

-Tu tampoco.

-Digamos que tienes razón.- Dijo James tratando de imitar a los viejos detectives que salían en esas películas en blanco y negro, alzó una ceja, y se puso en la posición de "El Pensador" (Esa escultura tan famosa, de ese personaje igual de famoso que al momento de mencionarlo se escapa de la punta de la lengua)

-Obviamente.- No había que ayudar al ego de Sirius para que alcanzara distancias extraordinarias.

-Y como es obvio yo no te voy a decir.- Esto no era por quisiera vengarse por el súper desarrollado narcisismo de su amigo (el cual llegaba a irritar a la mayoría de las personas), si no porque le encantaba verlo sufrir. Inmediatamente al escuchar esta respuesta Sirius frunció el seño.- A menos que...- esta bien, no lo podía hacer sufrir demasiado- tu me digas.

Sirius negando agachó la cabeza al mismo tiempo que chasqueaba la lengua.

-No puedo.- Dijo en voz baja. Remus rascaba el piso con desesperación, era la única forma que evitaba que comenzara a gritar.- Lo siento, pero he prometido que lo mantendría en secreto. Tal vez para la próxima, Prongs.- "¿Para la próxima¿la próxima que¿Qué quiso decir?" Se preguntó indignado Remus.

-¿Tan fea es?- James se alejó de él como si hubiera contraído una enfermedad realmente contagiosa. Sirius rió como loco, comenzó revolcarse como perro en la cama, las lagrimas comenzaban a salir de sus ojos, no podía ni respirar. Después de un rato, cuando recuperar su aliento, le preguntó poniéndose en una de sus "sexy poses", preguntó.

-¿Yo, el hermoso y siempre glamoroso Sirius Black, dueño de la mirada más seductora, de la sonrisa más bella, del perfil más cautivador, y del cuerpo más deseado por estudiantes y cuerpo docente de Hogwarts, metiendose con alguien no digno de su altura? Prongs¿Con quien estas hablando?.- Remus, no sabía como sentirse¿halagado? Tal vez.

-Entonces, no entiendo porque no me puedes decir.

-Por que me encanta verte sufrir, mi bien ponderado Prongs.

James necesitaba saberlo, tenía que sacárselo de alguna forma. Pero ¿cómo?, Sirius podía llegar a ser muy terco, y cuando se empeñaba en hacer algo no había forma alguna de hacerlo cambiar de parecer. Entonces tenía que idear otra forma de enterarse y solo quedaba investigando por su cuenta, sin embargo¿por que no lo hacía más entretenido? Estaba seguro de que se enteraría y no temía de que Sirius fuera a descubrir su pequeño secreto

-Muy bien, no me digas, tarde o temprano, me enterare.

-Claro que no.

-¿Apostamos?- Lupin ya llevaba rato temiendo esta pregunta. A los dos los conocía muy bien. Sabía que James iba a mover cielo, mar y tierra para saber con quien había estado Sirius, y se iba a enterar, o sino su alma nunca descansaría. Pero no podía dejarlo solo así¡No! Tenía que arriesgar algo para que le supiera mejor la victoria. Mientras que Sirius confiado de si mismo, picaría el anzuelo... como siempre.

-Quien se entere primero con quien estuvo el otro gana.- Y estiraron su manos para estrecharlas.-¡Espera¿Cuál es el premio?- James se hacia como el que pensaba, pero desde el principio ya lo tenía pensado.

-El que gane podrá ordenar al perdedor sin que este reproche en ningún momento, durante toda una semana.- "¡No Sirius, no seas estúpido!" Gritaba Remus dentro de su cabeza esperando que la telepatía funcionara "¡No lo hagas, por lo que mas quieras, por tu maldita dignidad (y la mía) no lo hagas!". Pero ni con todo el oro de China lograría detener a Sirius, quien ya estrechaba la mano de James.- Trato hecho.- Decía este alegremente. "¡NO!"

James se levantó de la cama feliz, que fácil sería ganarle. Se estiró dejando ver una pequeña parte de su bien formado torso. De reojo vio el reloj sobre la cómoda de su amigo.- ¡Mierda¡En treinta minutos empieza Transformaciones!- James se levantó de golpe de la cama y se encamino a la suya. Comenzó a sacar apresuradamente sus cosas de su baúl.- Sirius¿qué no te vas a mover?

-Si ya casi.- Estaba tratando de hacer tiempo para que James se fuera y así Remus pudiera salir de debajo de la cama.

-¿Te vas bañar?

-Obviamente, no voy andar oliendo a perro mojado. ¿Qué tu no?

-Estoy esperando a que Moony salga de baña... Oye- De forma intuitiva miró hacia la cama de Remus y se dio cuenta de que algo andaba mal, ya que su amigo era siempre el primero en levantarse, y en esos momentos su cama se veía recién hecha como si nadie hubiera dormido en ella .- ¿Y Moony?

-¿Qué tiene?

-No durmió aquí.- Si la madre de Remus hubiera escuchado todas las malas palabras que su hijo en ese momento pensó le hubiera lavado la boca con el desinfectante más poderoso de su casa.- Su cama esta intacta.

-¿Así?- Y como quien no quiere la cosa Sirius estiró el cuello para ver la cama vacía.- ¡oh es cierto! Tal vez se quedó dormido en la biblioteca.- Dijo tratando de fingir indiferencia. Mientras tanto, el susodicho le vino una ataque de ansias "¡No puedo creer que llegaré tarde a la primera clase por una idiotez!"

- Ayer no lo vimos allí.

-¿Lo vimos¿Quiénes?

-Mis ojos y yo¿quién mas?- Sirius alzó una ceja. James se hizo el desentendido- ¡Tampoco durmió aquí Wormtail?- Exclamó con entusiasmo al percatarse que el ultimo (y siempre prescindible) miembro de su banda también estaba ausente.- Al parecer no fuimos los únicos que pasaron una noche agradable.

-No te emociones por la rata, se quedo dormido en la sala común. Le prometí hablar bien de él con la próxima chica que se me atravesara.- Todo el mundo ya sabía que Peter no contaba con la suficiente materia gris y que era fácil de manipular.

-¿Y Mr. Moony¿Le prometiste fondeu de chocolate para que te dejara el dormitorio para ti solito?

"Le mencione algo sobre chocolate; pero no importa, de todos modos lo disfrute yo solito" Y una gran, enorme, sonrisa se formó en el rostro de Sirius.

-¿De que te ríes?- James se acercó a la cama de Sirius. Remus se cubrió la cara con las manos como si se tratara de esconderse mejor.

-Del hecho de que sospeches que nuestros dos amigos lleguen a tener la misma suerte que nosotros.- La mente de Remus abrió un pequeño paréntesis en su delirio de persecución "¿Qué quiso decir el idiota de Sirius?".- Por el amor de Dios, antes de que Wormtail llegue a superar el ataque de nervios al ver a alguien del sexo femenino, necesitare la Torre de Londres llena de pastillitas azules.

-Tal vez tienes razón, es darles mucho crédito. ¿Pero entonces donde esta nuestro lobito?

-Ya sabes como es, de seguro acampó afuera del despacho de Flitwick para ser el primero en preguntarle que vendría en el próximo examen como si a alguien mas le importara.

-Aun no estoy convencido de que el Castulo Fidelio de Remus no haya aprovechado la noche... Quien sabe. Será mejor que me apure.- Uno pensaría que James se sentiría presionado por la hora, pero ni apuro el paso y se fue silbando al baño.

Sirius se quedo sentado con la piernas cruzadas en su cama, hasta que su mejor amigo cerró la puerta tras de si. Luego se acercó a la orilla de su cama y miró debajo de esta para encontrarse con la figura de Remus.

-Un, dos, por tres por Moony que esta debajo de mi cama.

-Muy gracioso Sirius.- Le contestó de mala gana mientras que se levantaba del suelo.

-¿Qué¿Por qué estas enojado?

-¿Qué por que me enojo?- Tapo sus ojos con sus manos en señal de una gran frustración- En primer lugar, me aventaste de la cama...

-¡Fue para que no te viera!- Moony se destapó los ojos para luego apuntarlo con un dedo acusador.

-En segundo lugar aceptaste una estúpida apuesta que no solo te afectara a ti¡también a mi!-

-¡Oye! Lo estas diciendo como si ya la hubiera perdido, y no es así.- Le reprochó.

-¿En realidad crees que el alma de James descansara en paz sin enterarse con quien estuviste¿Qué no lo conoces?

-Si, digo, no... ¿Qué? Si lo conozco, y no me importa si su alma no encuentra la paz eterna...

-Y en ultimo lugar ¡¿No puedo llegar a tener tu misma suerte¿Te tengo que recordar lo que hicimos anoche?

-¿Qué querías que le dijera? Prongs, podrías cerrar los ojos mientras que Moony sale de debajo de la cama, gracias ¡Le estaba siguiendo la corriente!

-No se porque siquiera...-Se paró a la mitad de frase para tomar aire y sobarse la sien.- Me esta doliendo la cabeza y ya es muy tarde.

-No pensaras irte sin zapatos y con la camisa abierta ¿o si?- Remus estaba tan enojado que ni siquiera volteo a verlo mientras que se regresaba por unos zapatos y sus libros.- Aun te falta la camisa, pero por mi no hay problema, déjatela abierta.

-Te veo al rato.- Y salió de la habitación sin decir más.

-Apenas son las seis de la mañana y el día ya apesta- Y Sirius se dejo caer sobre su cama derrotado.