-Disclaimer-

League of legends no es de mi pertenencia.

Furia de la tempestad de Acero

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Capítulo 1: Renombrando la tormenta

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Habían pasado varios días desde las presentaciones de los nuevos campeones a la liga de las leyendas. Sus nombres eran raros y poca cosa; sin embargo al menos uno ayudaría en el campo de batalla, brindando ayuda por la jungla… O eso esperaba…

El sol se estaba yendo por el horizonte y yo estaba en lo alto del techo de la academia, mientras veía como varios campeones socializaban en el pequeño parque que había debajo.

Jum… Es gracioso ver como en el campo de batalla se peleen a muerte… Y aquí, se quieran tanto.

Miraba el cielo que se tornaba cada vez más oscuro y opaco, las horas pasan muy rápido cuando estás en los campos de justicia luchando y luchando… Al menos eso quita la monotonía y te reprende por tus actos pasados…

- Creo que yo mejor me voy a mi habitación… Quizás coma algo.-

Comenté para mí mismo como es de costumbre, tenía un poco de hambre y mi estómago crujía. Así que salté y bajé del techo, no hice mucho ruido para no molestarle la conversación que mantenían esos chicos… Sus problemas no deberían ser interrumpidos.

Caminé por los pasillos de la academia, iluminados por simples velas; aunque poseía luz eléctrica, el lugar quería mantener la vieja tradición de los antiguos guerreros. En esos pasillos me topé de reojo a varios campeones con los cuales luché mano a mano y de vez en cuando; en contra. Algunos eran muy fuertes, debía admitir eso.

Mi mente estaba con un solo objetivo y era ir al restaurant de la liga. ¿Qué podría comer? Servían deliciosos platillos de Ionia, pero la verdad no sé qué podría pedir a mi selección.

Iba tan concentrado que no me percaté que al doblar la esquina del pasillo, choqué con un campeón y tumbé sus libros y arma.

- ¡Ah! Lo lamento, disculpa. –

Me disculpé al ver que se trataba de una de las campeonas de la liga. No soy caballeroso ni sé si quiera serlo, pero fue mi culpa y le brindé ayuda al recoger sus pertenencias.

- ¡Uh! ¡Yo también lo lamento! Venía algo distraída leyendo estos libros que son muy ¡Grandiosos! –

Comentó con una voz algo chillona… No me había percatado de quién era, me resultaba conocida pero la verdad no me interesaba.

Tomé sus libros y su arma, bonito báculo de… ¿Viento? Observé el arma algo intrigado, era muy interesante esto. Le entregué su pertenencia y sin poder evitarlo, ojeé sus libros.

- ¿El poder de la tormenta? –

Le pregunté algo curioso, primera vez que escuchaba ese título.

- ¡Sí! ¡Es un libro fantástico! Se trata de una historia, ¡Pero tiene dentro varias habilidades que no había visto antes! –

¿Habilidades que no había visto antes? Eso sí es algo curioso.

- ¿Habilidades de viento quizás? –

Pregunté con la misma influencia.

- ¡Sí! ¡Verás! Mucha gente le teme al viento porque trae consigo destrucción y caos, ¡Pero no es cierto! –

Aclaró muy alegre.

Yo estaba algo confuso y sorprendido, era muy cierto ese punto. Pero… ¿Qué no era cierto? ¿Qué trataba de decir?

- ¿No lo es? –

Nuevamente, pregunté dominado por la curiosidad.

- ¡Nop! Si lo puedes ver desde el punto correcto, traerá alegría, salud, conformidad y sobre todo, curación. –

¿Qué?

¿El viento puede traer todo eso? ¡Imposible! Solo trae muerte.

Me niego a creer tal cosa. Aunque no podía evitar sentir curiosidad por el tema.

- ¡Ahhh! ¡Qué mala educación la mía! No me presenté, ¡Lo lamento! –

Se disculpó por algo que tenía poca relevancia, aún así me pareció gracioso el gesto que hizo.

- ¡Mi nombre es Janna! Creo que ya nos habíamos visto ¿No? –

Janna…Janna… Creo que no… ¿O sí? Su aspecto lo he visto y seguramente ha estado en el mismo equipo conmigo o quizás en contra, pero no le he prestado atención a esos detalles. Es muy posible y evidente de que sí.

- Seguramente, casi siempre nos emparejan con buenos campeones. –

Alagué un poco, no es mi actitud, pero supongo que es el hambre.

- ¡Ah! ¡Muchas gracias! ¿¡En qué carril vas tú!? Yo voy soporte por lo que es por ello que no te conocía. –

¿Soporte? ¿Esos chicos que no hacen más nada que cubrirles la espalda a los arqueritos? Debe de serlo, ya que ellos van en el carril de abajo y casi ni toco esa línea, da muy pocas cosas buenas qué ofrecer.

- Voy en el carril del medio… Yasuo. –

Me presenté dándole la mano; la verdad solamente conozco a un puñado de campeones, 2 o 3 como máximo, no socializo mucho ni me interesa, pero supongo que no está de más saber opiniones e historias ajenas.

- ¡Yasuo, mucho gusto! –

Parece muy alegre la chica, sus orejas delatan que no es de por aquí cerca. Iba a preguntarle con respecto a esa historia que estaba leyendo, pero crujió mi estómago y fue algo bochornoso.

- Ahh –

Dije al unísono en que sonó mi estómago; tenía rato que no comía y ya necesitaba eso.

La chica; Janna, rió de mi situación. Al parecer le agradó o se burló, de cualquier caso no la culpo.

- ¡Debes de tener mucha hambre! Yo pensaba ir a un sitio donde repasar un poco la historia que estaba leyendo, si deseas te acompaño, veo que te interesa el tema sobre el viento. –

No me interesaba en sí, es algo natural y claro. Pero lo que si me daba curiosidad era ese tema de habilidades curativas y positivas.

Acepté su compañía.

- Me parece bien, quisiera saber un poco más con respecto a eso de las habilidades. –

- ¡Pues vamos, antes que te desmayes del hambre! –

Ella rió y comenzó a… ¿Levitar?... Vaya que tiene sus sorpresas.

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Fin de la parte I

Como notarán, esta parte es corta, pero es por el hecho de quiero saber vuestra opinión. Si les gusta, continuaré sin problemas, pero quiero ver antes de continuar, si es de su agrado. :)

Ojalá y tenga reviews.