-Bueno, me atrevo a dejarles una pequeña historia Yaoi que nació en mi cabeza estos días y que ojala que sea de su agrado. Con mucho cariño ;)

Empezando primer fick...

-Disclaimer: Por desgracia los personajes no me pertenecen a mi. Yo solo juego con ellos en mi cavecita porque me encantan y porque quería dejarle algo a Ayana Itsuki por su increíble obra que fue mi primer anime y un pase a mi verdadera identidad como persona cuando me empezó a gustar el Anime. Es un universo alterno y contiene un poquitito de Oc porque de otra forma contar esta historia seria imposible.

-Advertencia: Esta es una historia Yaoi. Es decir BL. Historia de amor entre hombres. A quien no le guste esta clase de historias, le pido cordialmente que en lugar de criticar esta historia solamente por ello cierre mi pantalla y busque otra ya que nadie les obliga a leerla. A quienes si, les comento que no se si le pondré lemmon o no. Pero avisare siempre de hacerlo en cada capitulo. Esperemos que si os agrade...

Siempre leo ficks de esta categoría y ficks de cualquier clase pero nunca me anime a subir uno serio. Espero lograrlo y solamente os cuento que hago esto por y para mis amigas que me insistieron en que tenia que hacerlo. Gracias a ellas por estar siempre y cariños a todos! :3 Mi nombre de usuario significa en castellano Madame demoño. Ya estáis advertidos. ;)


-PrImErA NoChE: Pensamientos…

Siempre pensé que cuando Riho se enterara de que era un vampiro me odiaría. Pero no fue así. Dice que me ama. Pero yo no creo que pueda amarme un vampiro, cuando los vampiros no podemos sentir y aún no he olvidado el sueño que he tenido entre las visiones que Cain ha enviado para mi a mi mente donde ella me traiciona y abandona. Las dudas en mi mente acerca de si ha sido un sueño o no me confunden y marean ya que son dudas que apenas puedo soportar.

Lo que amaba de ella de todas formas era su esencia y su fragilidad como humana. Le había otorgado la vida eterna y la condena de vagar eternamente entre las sombras sabiendo que yo era como esos demoños que causaron el accidente que mato a sus padres y no sabía si podría perdonarme eso a mí mismo. La duda entre si Cain tenía realmente o no los verdaderos recuerdos de cómo había sido durante mi vida mortal en su interior, daban vueltas por mi cabeza junto con todas esas dudas y ya no me hacía gracia ver como se enfriaba el café en la taza blanca que ella me daba por mucho que me agradara su aroma.

Cuando ella era humana lo único para lo que servía que ese café se enfriara era para que su aroma invadiera mis sentidos y llenara la habitación. De modo que dejara una esencia tan agradable en la misma que causara que no saltara sobre ella para beberle la sangre. Ahora lo único que hacia era recordarme lo que le he hecho y cuando Riho se fue en un ataque de ira completamente impropio de mi, tome esa taza y la estrelle contra la puerta.

Me sostuve la cabeza que me dolía y no pude evitar llorar cubriéndome el rostro en un ataque de debilidad y desesperación que me envolvió al pensar en esas cosas. ¿Cuándo me había vuelto así? ¿Por qué quería proteger a los humanos si por mucho que me esforzara en ayudarlos al final no tenía sentido y ellos nunca cambiaban? También había matado a un humano por accidente. Pero ¿Realmente había sido un accidente o lo había deseado? ¿Cómo podía asegurarlo? Cada vez que me veía envuelto en un caso podía solucionar una cosa y empeorar otra. No podía seguir así por mucho tiempo. Pero tampoco estaba seguro de querer resignarme y regresar con Caìn después de todos esos años.

Me volví a dejar caer en la silla y me volví a acercar al escritorio. Tenía que calmarme de alguna manera. Ahora Yayoi fue la que irrumpió en la oficina que hacía tiempo que había dejado de ser mía ya que cuando me descuide un solo segundo me había envuelto de criaturas que no dejaban de acompañarme y estimarme a pesar de que yo no era consciente aun de que significaban para mi.

Estaba consciente de cuál era la única opción que me quedaba pero no seguro de si era el momento de recurrir a ella. Pero ¿Por cuánto tiempo más iba a huir de mi mismo? Sabía que todo eso era un disfraz para mi. Era consciente de que en el fondo de lo que quedaba de mi ser, había algo que no quería admitir y que por esa razón quienes le rodeaban y le habían acompañado habían logrado distraerlo durante ese tiempo. Pero ya había dejado de funcionar como funciono durante todos esos años. Ya habían dejado de funcionar como meras distracciones.

Desde que le robo el alma…

Un alma que ni siquiera estaba seguro de querer para si mismo.

Pero que sabia que no quería perder...

Un, capricho.

Un capricho, para contradecir a Caìn.

Y allí aparecía su Amo otra vez.

Yayoi noto que Shido no le estaba escuchando y le miro preocupada. Le veía más pálido de lo habitual y su mirada era diferente a la que conocía. Desde lo que había sucedido en aquella iglesia había perdido el poco brillo en sus ojos carmesí que le quedaba y se preguntó si no era cosa de que tenía sed. Le ofreció un brazo al que Shido siquiera le prestó atención. Pensando que lo aprovecharía ahora que Riho no se encontraba y finalmente se perdió en la cocina. Intento que le hablara pero cuando le ignoro, se dijo que lo mejor sería sentarse y trabajar sola. Cosa que hizo. Saco sus papeles. Se sentó frente a él y comenzó a escribir y a pasar cosas.

Le observo en silencio. Recordó la ocasión donde había tenido el honor de cruzarse con ella por primera vez. Cuando su hermana estaba enferma después del incendio que les había envuelto y el hecho de que se hubiera sentido culpable por algo que no había hecho ella y que su hermana se había hecho a sí misma. Hasta empezaba a pensar como Caìn y eso ahora era lo que realmente le molestaba. No quería darle la razón.

Yayoi termino de ordenar sus papeles por su cuenta al creer que por mirarle le estaba prestando atención (como habría sido cierto en otras circunstancias) y recordó algo que Caìn le había dicho hacía tiempo: "Los humanos son como nubes flotando por encima de nosotros" ¿Seria cierto? Se estaba dando cuenta de que los pocos humanos que le rodeaban ya no significaban nada para él y no estaba seguro de que en realidad hubieran tenido algún significado para su persona en algún momento.

Yayoi se levantó indignada de que no contestara sus preguntas y farfullando cosas como siempre hacia (cosa que en otras circunstancias me hubiera parecido graciosa) fue a prepararse un té.

Yayoi regreso sonriente con una taza de té en cada mano. Sabía que el aroma del té y del café siempre me hacían sentir mejor. Pero entrecerró sus ojos al ver la taza favorita de Riho intacta sobre mi escritorio. Requerì de todo mi autocontròl para no volver a huir de mí mismo y saltar a sus brazos para volver a probar el néctar de su sangre que me regalaba su dulce y delgado cuello, lebantandome. Guni resbalo de mi hombro izquierdo y se despertó con ese brusco movimiento que también era impropio de mí y Yayoi se detuvo. Al darse cuenta de que algo iba mal. Pero no estaba preparada para saber que según leí en su mente y sin embargo tampoco me importo.

- Voy a irme. –Solté repentinamente.-

Esas tres simples palabras cambiaron en un segundo por completo el orden de las cosas. Yayoi soltó las tazas que sostenía entre sus manos y ni siquiera se apartó cuando cayeron sobre sus pies donde se hicieron añicos al estrellarse contra ellos. Pero esta vez no hubo ningún gesto que dibujara sobresalto en mi, ni ningún intento en mi rostro de dibujar una expresión de angustia por su bienestar. Solamente una mueca de desagrado.

Yayoi centro sus ojos. Verle llorar en otro momento hubiera sido una tortura para mi. Pero ya estaba cansado. Cansado de ser siempre quien debiera ser el bueno de la historia y el que corriera detrás de los problemas de todos cuando nadie podía ayudarme con los míos cuando mas los necesitaba. Cansado de ser el único que siempre terminara perdiéndolo todo. Bien. ¿¡Querían que a pesar de todo siempre terminara solo!? Entonces terminaría solo.

- ¿Qué… estas diciendo Shido? Piensa las cosas con claridad. Riho… -intento convencerme.-

Solté una risa completamente desconocida para mí que nada tenía que ver con el sarcasmo y que causo que Yayoi retrocediera asustada. Asustada de mí enserio, por primera vez desde que nos conocíamos. Como si yo nunca pudiera cansarme de las cosas pero todos los demás sí. Porque ellos eran humanos y yo no.

- Ella lo entenderá. Ya no puedo seguir con esto, Yayoi. Quiero estar solo.

Ella me dio una fuerte cachetada que no sentí y que no me movió ni un ápice de donde me encontraba. Solamente le causo un fuerte dolor en su mano que causo que se la sostuviera y que cayera a mis pies de rodillas. Volviendo a llorar. Esas lágrimas falsas que solamente significaban desesperación. Desesperación porque ella no quería aceptar que en algún momento podía perderme. Porque se había acostumbrado a mi presencia y compañía. Pero las cosas solamente cambian si uno las cambia y sabía que si no atravesaba en ese momento esa puerta, no lo haría jamas.

- ¿¡Es por ese hombre, cierto!? ¡Te está obligando a hacer esto! ¿Verdad? –Soltó al recordarlo en sus pensamientos.-

Gruñí.

- ¡No tiene nada que ver con Caìn! –Mentí.- Ya no puedo seguir perdiéndome a mí mismo Yayoi. Mira que transformar a Riho, en uno de nosotros… - dije entre una risa nerviosa y me aparte hacia atrás los cabellos con mi mano derecha, cerrando por un momento los ojos. Antes de volver a sentirme capaz de mirarle con indiferencia.- fue un error que nunca más volveré a cometer. –Y le mire directamente a los suyos.-

Y respondiendo a una pregunta que ella guardaba en su corazón. Desde que transforme a Riho sabía que sería la siguiente en pedirme que lo hiciera y por más que eligiera irme y seguir mi camino por primera vez en mucho tiempo no quería hacerle daño solamente porque en ese momento le guardara celos. No era una razón para odiar a nadie. Yo no le había amado como una amante. Le había amado como la compañera fiel y responsable que era y Riho había perdido lo que le quedaba de esencia y lo único por lo que podría haberla querido y lo único de lo que podría haberme enamorado de ella...

Pero me sorprendió lo que hizo. Saco de su bolsillo su arma. Creyendo que podría matarme con el mismo método con que mataba a sus queridos Breed's. Pero no. Yo no podía morir de una forma tan simple. Yo era inmortal. Era eterno y por más que no tuviera los mismos años de experiencia en las tinieblas que Caìn, sabía que tenía los mismos dones que él y que podía hacer las mismas cosas que él hacía. Que nunca hubiera tenido la necesidad de hacerlas o que no quisiera utilizarlos era otra cosa.

- Si te vas… ¡Tendré que matarte! –exclamo.-

Claro. Había olvidado que ella formaba parte de una asociación de detectives que mataba demoños y especialmente Breed's. Si ella mataba a un vampiro de una categoría tan alta como la mía o como la de Caìn, se convertiría en un miembro muy importante y reconocido de la N.O.S. Pero no iba a permitírselo. Simplemente le ignore y Guni ignorando a Yayoi, sobrevoló la sala de estar e intento volver a sentarse en mi hombro izquierdo. Pero le mire de reojo y se detuvo. Quedándose flotando en el aire y mirándome confundida.

- Quédate con Riho, Guni… -ordene.-

Yo jamás le ordenaba nada por más que sabía que podía hacerlo y esto causo que su rostro se tornara de mascara inexpresiva por un instante. Antes de que cerrara los ojos nuevamente…

- Shido… -intento decir algo…-

- Por favor. –añadió.-

Guni finalmente asintió y Yayoi tomo mi capa de viaje cuando quise dar un paso hacia la puerta. Su mano temblaba tanto que por un momento estuve a punto de perder el autocontròl. Intente contener las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos y calmarme de nuevo. La mano me tembló solamente por un instante cuando la deje caer sobre el picaporte y palidecí.

- Shido… por favor… piensa con claridad. No lo hagas… Si hay algo en lo que… pueda, ayudarte. Pero… ¡Quédate… -Me rogó en una voz temblorosa y quebrada por el llanto.-

Me aparte.

- No puedo huir siempre de mí mismo, Yayoi. Ya estoy cansado. Cansado de todo y te recuerdo que nadie puede ayudarme. Ni siquiera, yo mismo… -suspire.-

Cuando abandone la oficina dejando atrás hasta mis cosas, le di un portazo a la puerta. Me quede por un momento plantado en aquel pasillo pequeño contemplando en silencio la puerta de soslayo por última vez antes de negarme a mí mismo. Cerrando nuevamente con fuerza los ojos para quitarme la idea de la cabeza y los volví a abrir antes de comenzar a correr por él. El pasillo parecía cerrarse detrás de mí lentamente a medida que corría lejos de esa puerta que me había protegido del mundo de los vampiros durante todos estos años. Pero no cambie de idea. Sabía perfectamente que solamente se trataba de una sensación mía.

Abandone el edificio y me encontré fuera de el por primera vez en mucho tiempo desde lo ocurrido. Era de tarde. Me sentí extraño pero libre a la vez y de alguna manera incomprensible: condenado para siempre al mismo tiempo. Quería intentarlo. Quería ser como era por primera vez en mi vida. Quería entenderme a mí mismo realmente como vampiro. Sin Riho, sin Yayoi, sin Guni y por encima de todo: sin Caìn.

Meti las manos en los bolsillos de mi larga capa de viaje y deje que la brisa me despeine levemente los cabellos hacia atrás. Me los solté. Me cayeron sobre los hombros en una cascada lila y arrojo la coleta de cuero con la que por tanto tiempo los había ocultado para parecer más humano al suelo y la piso cuando volví a levantar la mirada para ver el cielo que nunca me había parecido tan azul.

¿Y ahora que iba a hacer…

Me tenía que poner a prueba a mí mismo si quería darme cuenta de cómo eran las cosas y de cómo era mi verdadera realidad.

Riho regresaba de sus estudios cuando comencé a caminar en la nocturna para alejarme de allí para siempre. Se quedó inmóvil cuando me vio fuera de la oficina. Pudo darse cuenta de que algo iba mal y saque de los bolsillos de mi capa de viaje mis gafas de sol y me las coloque. Ella solo tuvo la oportunidad de entreabrir los labios cuando salte para aparecerme a su lado…

- Sayonara… -murmure a su oído antes de volver a desaparecerme.-

Una vez que me desaparecí, supe que ya no había marcha atrás.

Se deshizo en el suelo y ni siquiera…

-o.O.o.O.o-

- ¿Que les ha parecido? espero sus comentarios y apenas pueda les dejare el siguiente capitulo de esta historia. Sera una pequeña historia Yaoi entre Cain+Shido. Hace tiempo quiero escribir sobre ellos así que estoy sùper contenta de haberme animado. Ahora, a ver como sigue!

Madamunoakuma-