Notas de la autora:
Solo un par de cosas que deben saber. El fic no es mío, es de una amiga mía, Mitsuko, que me pidió que lo publique. El crédito de la historia es suyo... o más bien de su subconsciente, que fue el que le hizo soñar con esta historia (no me pregunten cómo hace para soñar un fic de 23 capítulos en una sola noche xx). Yo, Hikari, tengo el crédito de ser su beta reader y convencerla de escribir el fic, así que si dejan reviews, recuerden que es de Mitsuko, no mío... yo le transmitiré sus opiniones n.n De aquí en más, todos los comentarios que aparezcan al principio o al final de los capítulos serán de Mitsuko.
Ah, y el fic está terminado, publicaré 1 o 2 capítulos por semana, para que sepan... Pero dejen reviews igual, así sabemos que hay gente que está leyendo
Aclarado esto, pasemos al fic n.n
Capítulo 1: Una noche diferente
La noche era oscura, pero templada. No había muchas estrellas en el cielo, y la luna se divisaba fácilmente. En fin, una noche como cualquier otra, en especial para los Weiss. La misión era muy clara, tendrían que eliminar a un empresario, pero ese era sólo un disfraz para ocultar que había robado, chantajeado, y hasta matado a su propio hermano por conseguir dinero para su oscura causa; ¿pero qué más se podría esperar de uno de los aliados de Takatori? Tenían que liquidar a ese sujeto, y en lo posible capturar a Takatori. Omi esperaría afuera, vigilando el bar donde éste se encontraba. Mientras, Aya esperaría cerca de donde el tipo había estacionado su auto, listo para atacarlo. A su vez Ken lo vigilaría dentro del bar, ya que Youji se distraía de vez en cuando con las camareras. Todo estaba tranquilo.
El empresario ingresó al local, se sentó en una mesa y pidió un trago. Unos minutos después, entró un hombre y se sentó en la misma mesa que él. Ken interrumpió a Youji y le hizo una seña para que viera al hombre recién llegado, para ver si lo reconocía. Ambos pensaron que podría tratarse de uno de los hombres de Takatori, pero no lo reconocieron como tal. Los dos individuos comenzaron a discutir en su respectiva mesa, parecían nerviosos.
La discusión se detuvo cuando al escenario subió una persona a presentar a un nuevo prodigio de la música. Luego de la presentación, una joven de no más de 19 años, cabello castaño, largo hasta la mitad de la espalda, con unos intensos ojos negros, de la altura de Ken, subió al escenario. Llevaba puesto un vestido corto azul oscuro, y parecía estar nerviosa al cantar. Ken notó como las miradas se fijaban en ella, en especial la de Youji y la de los dos hombres. Ella tomó aire y empezó a cantar una pieza lenta. Era la voz más melodiosa que nadie hubiera escuchado jamás.
Repentinamente la música cambió de una pieza lenta a una más rápida y movida, la joven comenzó a cantar y moverse al ritmo de la música, pareciendo que toda su vida se hubiera dedicado a eso. Todos habían quedado fascinados con la voz de esa chica, incluyendo los dos sujetos y a los Weiss; a pesar de eso, Ken seguía vigilando a los tipos. La canción de la chica finalizó de la misma forma lenta, como había iniciado. Hubo una gran ovación para ella apenas terminó la canción, cosa que emocionó a la chica. Ella saludó al publicó agradecida y contenta.
Ken volvió a fijar la vista en los dos tipos en cuanto la chica bajó del escenario. Youji también fijó la vista, pero en una chica que se encontraba sentada de piernas cruzadas en la barra; tenía el pelo como el de Youji, sólo que largo hasta la cintura, atado y un poco más oscuro que el suyo. Traía puesta una falda corta y un top negro que se ataba a la espalda y al cuello.
Ken observó que los hombres volvieron a discutir, pero esta vez más fuerte. Uno, que venía con el empresario, al parecer su guardaespaldas, intentó meterse, pero aún así siguieron discutiendo. Luego vino la seguridad del bar, y ahí se armó una pelea que involucró a gran parte de los que allí se encontraban. El sujeto que tenían que eliminar aprovechó la confusión para huir; el otro hombre lo siguió.
-Balinese, dile a Bombay que le avise a Abyssinian que el tipo huyó y que alguien lo siguió –dijo Ken agachado bajo la mesa juntó a Youji, para evitar que los golpearan con alguna cosa, ya que se estaban dando hasta con las mesas.
Youji salió lo más rápido que pudo para avisarle a Omi.
-¡Bombay! –llamó a Omi por su nombre clave-. El tipo…
-Sí, ya lo sé Balinese –dijo Omi-. Tendrás que ir por Abyssinian para avisarle. Por alguna extraña razón no puedo contactarlo y el tipo tomó otro camino.
-Bien, le diré a Abyssinian. Vigila a Siberian que todavía está ahí adentro –le dijo Youji antes de retirarse.
Omi se encontraba oculto tras unos arbustos con su laptop a mano, tratando de rastrear al sujeto que tenían que eliminar. Mientras tanto, Ken trató de salir del bar sin que lo vieran y sin que lo involucraran en las peleas. De pronto, alguien chocó de frente contra él.
-¡Discúlpame, no te vi! ¡Lo siento! –dijo una dulce voz entre asustada y nerviosa. Ken observó atentamente a la chica con la que chocó, reconociéndola.
-Tú eres la chica que cantó hace un rato, ¿verdad?
-Sí, ¿quieres un autógrafo? –bromeó ella. Al ver la expresión de Ken supuso que no la dañaría.
-¡Miren! ¡Qué bella chiquilla! –dijo un viejo borracho, con una botella en la mano, acercándose a la joven.
-¡Era lo que me faltaba para tener una noche perfecta de trabajo! –dijo ella con sarcasmo.
El tipo comenzó a acercarse a ella con malas intenciones, a lo que Ken intervino.
-Creo que la señorita no quiere irse con usted –dijo él, poniéndose en medio del viejo y la chica.
-¡Tú no te metas, impertinente! –el viejo trató de golpear a Ken con la botella, pero él lo esquivó y le hizo una zancadilla, haciendo que el viejo cayera de cara al piso. Los amigos del hombre al ver la escena se lanzaron sobre Ken y la chica.
-¡Ven! ¡Vamos! –dijo ella tomando a Ken del brazo y guiándolo hasta la salida.
Él la ayudo a escapar evitando que la dañaran con los objetos que aventaban los tipos envueltos en la pelea, sin contar que encima los perseguían los amigos de aquel viejo borracho, que no estarían muy sobrios que digamos. Ambos corrieron para evitar que los atraparan y lograron escapar con éxito.
-Creo que los perdimos –comentó Ken a la chica que se encontraba a su lado.
-Eso parece –concordó ella. De pronto se escucharon sirenas. Se trataba de dos patrullas que se dirigían al bar. La chica se alteró al oírlas.
-Oye, gracias por ayudarme, pero debo irme. ¡Adiós! –le dijo a Ken dejándolo atónito, y se fue corriendo calle arriba.
A su vez, Aya, Youji y Omi se aproximaron a donde Ken se encontraba.
-¡Hey, Ken! ¿Quién era la chica? –preguntó con picardía Youji rodeándolo con su brazo.
-Era la cantante del bar –dijo, y al ver la mirada de Youji agregó-. ¡No me mires así! ¡Sólo la ayudé a salir del bar por el revuelo que se había armado!
-Sí, sí. ¿Y te dijo algo? –insistió Youji.
-Sí. "Gracias y adiós" –respondió Ken molesto, a la vez que Youji y Omi comenzaron a reír. Luego recordó la misión, y al sujeto que había estado vigilando-. Oigan, ¿qué sucedió con…?
-Cuando lo encontramos alguien ya lo había matado –interrumpió Aya.
-¡¿Qué?! –dijo Ken sorprendido.
-Sí. Alguien hizo el trabajo por nosotros –agregó Youji con una sonrisa.
-No sabemos quién ni cómo fue. Aunque debió ser un profesional, ya que no dejó rastro –prosiguió Aya.
-¿Habrá sido el tipo que estaba con él? –preguntó Ken.
-Aún no lo sabemos –dijo Omi-. Creo que deberíamos irnos antes de que la policía piense que tenemos algo que ver con este tumulto.
Las patrullas rodearon el local, los policías habían arrestado a la gran mayoría de los que se encontraban en el lugar. Los cuatro se dirigieron hacia el auto, estacionado varias cuadras lejos del lugar. Omi, Aya y Youji subieron al auto, mientras Ken se montaba en su motocicleta. Todos estaban confundidos.
Fue una noche común, llegaron al lugar, divisaron el objetivo y acabaron con él. Pero esta vez no fueron ellos quienes lo hicieron, y eso los sorprendió. Era lo que diferenciaba esa noche de otras, su misión había sido consumada, pero por alguien más. ¿Quién sería ese sujeto? ¿Por qué lo hizo? ¿Qué relación tenía el asesino con su víctima? ¿Alguien lo habría contratado? ¿Qué habría pasado antes de que ellos llegaran? Estas eran algunas de las preguntas que ellos se hacían. Nadie cruzó palabra durante todo el camino.
Los cuatro se dirigieron de regreso a la florería, el lugar que era la pantalla de sus verdaderos trabajos. Es muy irónico pensar que cuatro jóvenes aparentemente normales para su edad, con lo que muchos considerarían un trabajo decente como era atender una florería, en realidad fueran asesinos.
Era la coartada perfecta. Nadie lo sospechaba y nadie lo sospecharía. Sin embargo, eso estaba a punto de cambiar.
¿Qué les pareció? Si les gusta, ¡perfecto! ¡Nos estamos entendiendo! Y si no les gusta… ¡se joden! ¡Porque lo van a tener que bancar un buen rato en cartel! Jajaja XDD
Quejas, reseñas, insultos, opiniones, amenazas, etc., dejen un review.
En caso de no gustarles la historia o de querer presentar quejas en contra de ella, dirigirse a mi amiga, que si no hubiera sido por ella jamás la hubiera escrito. Así que Hikari, no se si agradecerte o ahorcarte por esto… ¬.¬
