XIAOLIN SHOWDOWN – (ChaseJack)
La estatua negra
Capítulo 1.- El comienzo
Salió de la ducha sin molestarse en secarse o taparse. Se observó en el espejo medio empañado por el vapor.
-Asqueroso- musitó el joven. Sin el maquillaje y sin el tinte pelirrojo su albinismo salía a relucir haciendo que sintiese asco de si mismo y a esto se le sumaban los moretones que se comenzaban a formar sobre su pálida piel. Trató de levantar el brazo para coger el desodorante y una mueca de dolor se formó en su cara al notar un latigazo recorrer su espalda. Se le llenaron los ojos de lágrimas al recordar el porqué de aquellas tres heridas que abarcaban desde su omóplato derecho hasta casi su cintura.
Agachó la cabeza y se giró para no tener que seguir viéndose en el espejo. Al salir del baño las luces se apagaron detrás de él y comenzó a recorrer el amplio pasillo de su mansión con paso lento.
Otro día más. Otro día mas de desprecio, de humillación y de tener que aguantar miradas de repugnancia.
Esta vez fue en Noruega. En el taller sonaba a todo volumen musica punk de algún grupo inglés poco conocido. Tras haberse pasado la mañana trabajando en una nueva mejora para los Jackbots oyó el pitido del detector de Shen Gong Wu.
-¡Ah! ¡Ahora no! Maldita sea...- estaba cubierto de sudor y de manchas de las múltiples sustancias con las que había estado experimentando...aparte del olor que desprendía tras pasar un par de días allí encerrado. Definitivamente debía de dejar de descuidar su higiene personal y su alimentación, las costillas se le estaban empezando a marcar más de lo habitual.
Bufando molesto, arrojó las herramientas a un lado, cogió la gabardina, se adecentó el pelo en la medida de lo posible y se montó en su jet privado.
-Arrancando motores – Le habló a la máquina.- ¡Jackbots, seguidme!
No le hacía ninguna gracia tener que poner en acción a sus maquinas sin haberse asegurado de que el programa recién instalado funcionaba correctamente. Pero era lo que había. Por lo menos esperaba que no le atacasen a él como la última vez que se desconfiguraron. Había terminado auto-encerrándose en el cuarto de baño hasta que se les acabaron las baterías.
Tras un par de horas de viaje llegó a su destino. Al bajar del jet una corriente helada sopló haciéndole estornudar. Estaba a unos 200 metros de altura sobre un fiordo, en pleno invierno, con una capa de nieve bajo sus pies y él solo con una gabardina.
- Bueno, pues vamos a ver que demonios es ese dichoso Shen Gong Wu que me ha hecho venir hasta aquí- comentó mientras manipulaba el detector.
En la pantalla apareció algo parecido a una pequeña roca.
"MARMOL NEGRO DE ORIGEN DESCONOCIDO: Uso desconocido. Pequeñas vetas de magia intercaladas entre el mármol"
Jack quedó unos segundos parado atento a la pantalla con la esperanza de que apareciese un poco más de información.
- Pues genial – masculló mientras alzaba la cabeza hacia el cielo en un gesto de desesperación. Se estaba helando, estaba hambriento y necesitaba una ducha con urgencia.- Ya que he gastado gasolina, al menos buscaré el trozo de roca.
Después de un rato vagando por los fiordos y tratando de mantenerse lo suficientemente alejado del borde, se detuvo mirando a su alrededor. El pitido del detector había llegado al máximo. Lo único que se veía era bosque y más bosque, nieve y agua helada debajo de los fiordos.
Poco a poco se atrevió a acercarse al borde del fiordo en el que se encontraba. Con cuidado se asomó. Y allí estaba, enclavado en la roca, un objeto negro que sobresalía debajo de una rama.
Y justo cuando extendía la mano con cuidado tratando de alcanzarlo los oyó llegar.
- ¡Spiceeerrr! ¡Aleja tus manos de nuestro Shen Gong Wu!-.
