Hola lector s! Se que hace muuuucho tiempo que no les traigo algo nuevo de mi autoría, pero vean el lado positivo… aunque no he terminado con mis otros fantics, los cuales sigo pero aún no termino los capítulos restantes, les traigo este nuevo fic que no sé cuántas páginas tendrá.

Le aclararé algo, este fic nació como una apuesta originada en el Mundial de Fútbol de este año (2014). Y como verá, señorita Cloy Jubilee, estoy cumpliendo con mi apuesta, a paso de tortuga, pero estoy en eso :). Espero que te guste y que lo disfrutes, y que la gente que también esté lo lea lo disfrute.

Disclaimer: Beyblade no me pertenece, pertenece a Takao Aoki.

Advertencias: Ninguna por ahora muajaja.

Dedicado: dedicado a Cloy Jubilee (estás loca! Te odio por hacerme esto! Maldita Alemania, tierra de nazis y del buen Robert!).

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Mundial de Rusia de 2018

Capítulo I

Parte I: Iniciando

En medio del ruido de los autos que pasaban junto a ellos, mientras algunas bocinas se hacían oír, la música resonaba con estridencia. No era una estridencia significativa por el ruido de las guitarras o los gritos de los cantantes, lo cual era extraño porque las dos personas que viajaban en el automóvil eran fans del rock pesado, así como del rock-metal de su país o el metal internacional, nunca se hubieran imaginado estar escuchando una canción pop. Lamentablemente, las radios locales la pasaban cada dos por tres y ellos, ya sea por una razón o por otra, se vieron motivados por la curiosidad para escucharla.

Por esa simple y banal curiosidad se hallaban oyendo la dichosa canción, escrita por un hombre cuyo apellido no se conocía en el medio musical e interpretada por un dúo femenino que, si bien se había separado por conflictos personales hacía años, había sido convocado para interpretar la canción de este año. Tatu, el dúo femenino ruso que más éxito ha tenido a nivel mundial en años anteriores, era quien interpretaba la canción del Mundial 2018 que se celebraba en Rusia, su tierra natal. También es el país donde vivían y donde nacieron los dos rusos que iban en el auto escuchando las voces melodiosas y, ahora más maduras, de las muchachas.

El Torneo de Futbol Mundial de este año, el año 2018, se comenzaría a desarrollar a partir de la semana siguiente. Los equipos ya habían sido designados y en los televisores las publicidades estaban a flor de piel. La mascota de ese años era nada más y nada menos que un muñeco de nieve con una forma bastante extravagante y una nariz de zanahoria roja –cosa bastante fuera de lugar, pero que la gente había aceptado con naturalidad–, además de poseer una bufanda de los colores de la bandera rusa, llamado "Sneg". Lamentablemente, lo que arruinaba la alegría y la excitación por el deporte, la algarabía del pueblo nórdico por la clasificación de su selección y la expectante espera por la apertura que se llevaría a cabo en la noche siguiente, era el frío, el dinero invertido en los estadios cuya construcción había comenzado hacía cuatro años y la cantidad de turistas que impedían que el tráfico se moviera con más velocidad.

Era justamente esa lentitud en el avance lo que les ponía los pelos de punta; ninguno se caracterizaba por tener mucha paciencia. Para colmo de sus males, la canción terminó y comenzó a hablar el irritante locutor de la radio, cuya voz se mezclaba con el sonido ambiente y generaba una estridencia que uno de ellos no soportó y apagó el aparato. Su cara de fastidio era evidente y aún más evidente era su completo desagrado por el fútbol, el Mundial y demás hechos relacionados. Este muchacho era el que estaba sentado en le lugar del acompañante y quien se había cruzado de brazos y se miraba de reojo en el vidrio retrovisor del auto. A su lado, el conductor y dueño del auto suspiraba pesadamente y no podía evitar emitir una risilla irónica y cansada. Lo amaba, porque ambos se amaban y vivían juntos desde hacía más de un año, pero escuchar a veces como refunfuñaba como todo un nene caprichoso y como se quejaba como toda una persona adulta de 24 años –cosa que era de hecho–, a veces le cansaba y le parecía gracioso a la vez.

—Es una canción horrible —comentó el muchacho quien dejaba de verse en el espejo. — ¿Por qué siempre es una mujer la que interpreta la canción del Mundial?

El otro muchacho, aprovechando que la fila no avanzaba rápidamente, giró la cabeza y contempló a su amigo y pareja. Acto seguido, apagó la radio logrando que se escuche el sonido ambiente compuesto por los autos, las bocinas y las personas que hablaban entre ellas. Así fue como se dignó a verlo desde arriba hacia abajo, como analizando cada movimiento que estaba haciendo, y enarcó una ceja, cosa que llamó la atención del otro.

— ¿Pasa algo? —interrogó el chico sin dejar de cruzar los brazos.

—Dos cosas, Yuriy Ivanov—dijo el conductor haciendo énfasis en el nombre y apellido de su pareja. —Primero, las voces de las mujeres son muy melodiosas y a decir verdad creo que no importa si es hombre o mujer, mientras el ritmo sea bueno, la voz sea agradable al oído y la letra sea significativa. Segundo, a ti nunca te gustan las canciones del Mundial.

— ¡A ti ni siquiera te gusta el fútbol Kai Hiwatari! —contestó gritando el otro. — ¡Estás tan "entusiasmado" por el Mundial como yo!

Los dos se miraron y ladearon la cabeza, entonces escucharon la bocina de un auto que los apuraba puesto que la fija estaba avanzando un poco. Eso los sacó del transe en que estaban, por supuesto que una riña común en su vida se estaba a punto de formar, pero ante el apuro y el enfado que tenía el hombre de atrás nada más se empezaron a reír y avanzaron en el auto. En realidad, pese a la risa y la forma de hablar ligeramente relajada para ser ellos, ambos debían llegar rápido a la sesión de fotos.

Si ustedes piensan lo que yo, están en lo correcto. El que está sentado con el volante en la mano es Kai Hiwatari, hijo de una muchacha rusa y un hombre japonés que le heredó la empresa BioVolt, que es dirigida por su primo Ren Tao, hijo de la hermana de su padre. Este muchacho de cabello en dos tonos de azul, lo que fue idea de su representante –quien no podía pensar en otra cosa mejor para llamar la atención que teñir su hermoso cabello blanco de azul claro y azul oscuro–, de hermosos ojos color carmín y piel perfectamente blanca, salvo por dos tatuajes en sus mejillas que el chico se hizo a los doce años, era nada más y nada menos que el primer albino que triunfaba en el mundo del modelaje, claro que con ciertas modificaciones corporales que no incumben una cirugía. Con sus 25 años a cuestas era un codiciado top model homosexual que hacía un año no era el más codiciado, puesto que esta conviviendo con la ex pareja de su mejor amigo.

La ex pareja del amigo de Kai y actual pareja de éste, es Yuriy Ivanov. Un muchacho ruso hijo de un soldado y una ama de casa de clase media, de 24 años, cabellos rojos como el fuego que antes eran color zanahoria pero que al notar que un modelo inglés lo tenía del mismo tono, se lo oscureció como un pedido de su representante, que casualmente es el mismo que el del albino bicolor. Los ojos de este chico son de un color celeste cielo, como dos hermosos zafiros, claro que pocos le dirían esas cosas. Si bien es un chico atractivo, tan bien parecido como para catalogarlo de international top model, posee un alto ego que es muy complicado de deshacer.

Para Yuriy, apodado Tala por el medio y por algunos fans gracias a su aguerrida forma de enfrentarse al mundo, como la de un lobo solitario que pocas veces deja que alguien entre en su corazón, ser un modelo internacional le hizo salir de la semi-pobreza en la que había nacido. Su primer romance fue con Bryan Kuznetsov, un modelo que lo vio en un desfile de ropa militar cuando el muchachito acompañaba a su padre. Desde ese día la vida del pelirrojo cambió para siempre. Hasta que la relación no dio para más y fue cuando ambos estuvieron dos años sin compañía alguna. Si bien la soltería le sentaba muy bien a Ivanov, la cercanía que mantuvo con Kai Hiwatari le llevó a la progresiva relación que ambos mantenían ahora.

Una vez que lograron pasar el embotellamiento, Kai le pidió a su copiloto que quitara la memoria de su celular y la colocara en el equipo de música del auto. Así lo hizo con una monotonía común. Fue el pelirrojo quien se encargó de buscar entre el montón de canciones alguna que le gustase, pero fue una la que llamó la atención.

— "Lalala" de Shakira, ¿tienes la canción del Mundial de 2014? —dijo sorprendido el modelo internacional.

—Sí, la descargué hace una semana —respondió mientras giraba en el vehículo y se fijaba en el GPS por cual calle debía seguir, puesto que aún iban retrasados. —Pero no es la canción oficial del Mundial de ese año.

—Lo sé, pero es mejor que la de Jennfer Lopez y Pitbull —argumentó el pelirrojo con el seño fruncido.

—Repito, a ti nunca te gustan las canciones del Mundial —comentó y se suspiró resignado.

—Pero sí me gustó una canción, la de Sudáfrica de 2010 —dijo con un toque de superioridad.

— ¿El "Waka waka"? —interrogó y el otro asintió. —También es de Shakira —acotó y el chico pareció sorprendido, pero entonces tomó una pose más pensativa y asintió con la cabeza y algo sonrojado por no haberlo notado antes.

— ¿Esa mujer siempre le pone esos nombres a las canciones? —preguntó riendo al notar el nombre que tenían ambas canciones, que no eran justamente palabras que ellos conocieran ni en español ni en inglés ni el ruso o japonés, que eran los idiomas que ellos conocían a la perfección.

—Pues es latina, colombiana creo —informó Hiwatari con una sonrisa orgullosa en su rostro. Le encantaba saber más que su pareja.

—Oh, claro, seños experto en "Mundiales" —acotó con vivo sarcasmo en su voz y rostro, mientras refunfuñaba. —Ahora de seguro sabes cuándo es "posición adelantada" y "córner" —habló con una aún más sarcasmo que antes y provocando la risa de parte del bicolor.

—Ja, siempre haces tapas de revistas para los eventos de este tipo, viajas a los países locales y no has aprendido mucho sobre futbol —atacó Kai con algo de gracia en su voz, dado que le daba risa la cruel ironía que atacaba a su amorcito. Yuriy odiaba el futbol, nunca fue bueno en fútbol, y la revista PlayGirl de los países locales donde se llevase a cabo el Torneo de Fútbol Mundial siempre lo invitaba para realizar una sesión de fotos participase Rusia o no. —De hecho, fuiste hace cuatro años a Brasil.

—Sí… ¡y fueron los peores dos meses de mi vida! —se quejó haciendo que su pareja riera más por su expresión. Kai no le había acompañado porque simplemente tenía mucho trabajo y Bryan tenía otra sesión de PlayGirl Rusia, por eso había ido solo.

—No exageres.

— ¡No exagero! ¡Le robaron la cámara al director de fotografía, dos veces! ¡Casi me violan en una sesión de fotos en la playa! ¡Para colmo tuve un accidente de tránsito en el que me quebré un brazo! ¡¿Crees que eso fue lindo?! ¡Pues no, Hiwatari!... ¡Y deja de reírte de mis desgracias, que no es gracioso, desgraciado! —gritaba y gritaba mientras enumeraba cada cosa mala que le había pasado en el viaje y la canción de Shakira sonaba en la radio. Fue para cuando Kai detuvo el auto y se volteó para darle un beso en los labios que el pelirrojo guardó silencio.

El beso duró lo suficiente y la lengua de Kai fue lo suficientemente descarada como para invadir rápidamente la boca de su pareja, para que el muchacho quedara sonrojado y con los ojos abiertos de la sorpresa que le generó el hecho. El bicolor se separó de él y le miró con una sonrisa a medias por la expresión del otro.

—También hubieron dos muertos: un periodista y la hija de un periodista… ambos argentinos, no te quejes tanto —habló con tranquilidad y se separó para apretar un botón y que las puertas del auto se abrieran automáticamente. —Además guarda silencio que ya llegamos al hotel —dijo con una sonrisa arrogante en su semblante y se bajó del auto, cerrando la puerta que tenía alarma activada automáticamente y la otra puerta aún semi-abierta para que el pelirrojo pudiera bajar cuando saliera del shock en el que había quedado.

Unos pocos segundos después el muchacho reaccionó y sonrió. Sí, ese tipo de actitudes eran las que le había llevado a fijarse en el chico medio japonés. Las actitudes que le parecían tan sorpresivas como descaradas, como la vez que en plena luz del día caminando en plena avenida tan abrigados como solo el clima de Rusia los obligaba y el bicolor había tenido la delicadeza de colocarse detrás del pelirrojo mientras éste hablaba con un vendedor de cosméticos, y de a poco tocarle el trasero y meter un dedo entre sus nalgas, lo suficiente como para rozar la pequeña entrada, causando un sonrojo y un escalofrío importantes. Esa noche fue Ivanov quien se cobró venganza y decidió dormir en el sillón, pero no obstante eso podía escuchar la risa burlona que le dedicaba su novio desde la habitación del segundo piso. Lo peor y atrayente para el muchacho de ojos zafiros era que nunca dejaba de sorprenderse con esos simples actos.

Tala tomó su bufanda de color celeste, que había sido un regalo de su madre antes de que éste se mudara con el chico de origen japonés, y bajó del vehículo, cerrando la puerta detrás de sí y caminando hacia la vereda; la alarma se activó sola, como era de esperarse. El hotel que se hallaba en frente era nada más y nada menos que el lujoso Hotel Lotte de cinco estrellas de Moscú. Pero no se esperaba menos de la revista PlayGirl Rusia, que manejaba una gran cantidad de dinero y no se escatimaba en gastos para, no sólo conseguir a las mayores celebridades internacionales, sino también para darles la mayor comodidad posible.

Así es, ambos habían sido invitados, junto con otros modelos internacionales, a una sesión de fotos para el especial "Mundial" de la revista PlayGirl. Dicha revista es la variante femenina y homosexual de PlayBoy, mientras en ésta última es dirigida a un público masculino y hasta lésbico –dado que muchas lesbianas disfrutan de ver otras mujeres haciendo dúos en las portadas y las fotos–, la variante es dedicada casi exclusivamente al público femenino y gay. Si bien la publicación había tenido sus problemas en Rusia por su alto contenido homosexual, PlayBoy y PlayGirl siguieron persistiendo hasta lograr hacerse una de las revistas más populares entre los públicos pervertidos, como en todo el mundo.

Este 2018, como en todos los Mundiales, PlayGirl Rusia citó a las grandes figuras masculinas de los años anteriores y una que otra nueva figura del modelaje también de sexo masculino, para llevar a cabo las tapas y contratapas de las siguiente publicaciones semanales. El lugar elegido era el Hotel Lotte para que las estrellas se sintieran más cómodas, con una organización que pensó inclusive en los reporteros y paparazis que pudieran estar apostados afuera del lugar; se decidió que todos los presentes pudieran prestar un conferencia de prensa de corto tiempo y los reporteros y paparazis podrían estar dentro del hotel para no sufrir del frío.

Con éste último panorama se topó la pareja cuando ingresó al hotel. Cerca de veinte medios, la mayoría rusos y unos pocos extranjeros, se apostaban detrás del a puerta de entrada y los fotografiaban con una dedicación que podría ser envidiada por varios otros trabajadores. Al principio se sorprendieron, puesto que el agente de ambos no les había informado de ese pequeño detalle, cosa que los molestó bastante porque no les gustaba improvisar al cien por ciento frente a las cámaras. No obstante ninguno se pudo dar el lujo de no decir ni unas miserables palabras, sólo por eso se detuvieron frente a ellos. A la semana siguiente a más tardar, y publicadas en las redes sociales casi inmediatamente, estarían las fotos de los dos modelos homosexuales "casados" más codiciados de todo Rusia besándose en el auto, bajando y entrando tomados de la mano al lujoso hotel.

—Kai, Kai Hiwatari —le llamó uno de los periodistas, entre muchos más que casi gritaban su nombre y le atosigaban con preguntas que parecían pensadas en el momento. El bicolor fue el que avanzó primero y por ende, fue quien habló primero.

— ¿Cómo está con su pareja?; ¿El mundo del modelaje es tan complicado como el empresarial?; ¿Qué opina de la situación económica que dejaron los ataques Ucranianos?; Cómo empresario, ¿ha pensado alguna posible solución?; ¿Se le pasó por la cabeza abandonar el país?; Los conflictos en Gaza, ¿qué piensa de la situación mundial?; ¿Cree que será fructífera la temporada que sigue en cuanto a las prendas?; ¿Seguirá en PlayGirl como modelo? —esas y muchas más preguntas se atoraron en los oídos saturados del pobre Hiwatari que no podía acostumbrarse a ese ritmo de vida por más que casi toda su vida hubiera estado rodeado de cámaras. Sin embargo, en vez de perder el control, conservó la calma.

—Mi agente, tan considerado como sólo él puede serlo, no me avisó de esta conferencia; un saludo para usted Boris Valcov —comenzó a hablar y sonrió de manera irónica hacia una de las cámaras que él reconoció como de su programa de chismes favoritos, porque le caía muy bien el conductor y sabía que su agente estaría mirando. Acto seguido volvió a ver un punto perdido en la nada para no tener más favoritismos. —En vista de que sus preguntas son muy variadas, me gustaría estar más preparado para darles una mejor respuesta.

— ¿Tiene miedo de decir algo que pueda perjudicarlo? —dijo uno de los diarios nacionales que estaba en contra del gobierno y por ende en contra de las empresas BioVolt que recibían un subsidio del gobierno para realizar las publicaciones pertinentes a ayuda social y propagandas para la colaboración del pueblo en temas de la pobreza y la desigualdad social. Por ese simple motivo, sabía que esa pregunta iba hecha con más veneno que interés.

—Miedo, no; temor sí. Considere usted pasar una noche con este ser maravilloso que me pusieron al lado —habló mientras tomaba a Yuriy de la cintura y lo acercaba a él, causando un sonrojo en las mejillas de éste. — ¿Cómo contestar una pregunta estando junto a este bombón pelirrojo que me lleva a las nubes? ¿O no es así usted con su esposa o esposo? —preguntó a lo que todos rieron, pues pese a haber hablado con seriedad, ya los periodistas lo conocían lo suficiente para detectar el chiste en sus palabras.

—Pero necesitamos la nota, Kai Hiwatari —dijo la vos de la periodista de su programa favorito.

—Mañana a esta hora les daré la nota en este mismo lugar, me disculpo por hacerlos hacer más viajes, pero estoy dispuesto a pagar todos sus gastos —respondió, aunque en realidad iba a descontar esos gastos del sueldo casi fijo de Boris Valcov, y ofreció con una sonrisa carismática, que hizo que el pelirrojo lo mirase con un brillo en los ojos que no fue pasado por alto por los demás. Yuriy se había quedado abrazado a su pareja y, al ser Kai más alto, la cabeza del muchacho estaba apoyada en el hombro del mayor.

—Yuriy Ivanov, también nos gustaría hacerle unas preguntas —dijeron en resumen algunos de los medios. — ¡Su relación se ve que está a flor de piel!

—Estoy muy bien con mi pareja y los dos somos muy felices y cada día estamos más sexys —habló en un tono coqueto y guiñando un ojo con picardía.

—Les falta algo de humildad, ¿no les parece?

—Yo creo que la humildad se mide por los actos, y creo que ahora nada más estoy diciendo la verdad. ¿Quién negaría nuestra belleza y encanto, en especial mi belleza y mi encanto? —Su tono era juguetón, señal de que sólo estaba jugando con los medios de comunicación, como siempre había hecho ese pelirrojo narcisista que caía bien a la mayoría del público. Por supuesto, muchos rieron y nadie respondió.

— ¿Cómo están con Bryan Kuznetsov? —dijo uno con un sentido del chisme bastante importante uno de los reporteros.

—Con mi ex estamos muy bien, es más… somos amigos los tres, ¿o no Kai? —comentó y miró a su pareja.

—Sí, con Bryan no hay ningún problema.

—Somos grandes amigos, y solemos juntarnos de vez en cuando. Nuestra relación no terminó de manera conflictiva, solo tuvimos una riña por el vestuario que nos asignaron en el último desfile… cosas del trabajo —agregó el pelirrojo restándole importancia a todo. Sin darse cuenta giró la vista hacia la recepción, donde vio a la persona de la que estaban hablando. Estaba apoyado en el escritorio y mostraba algunos papeles mientras le firmaba un autógrafo a la recepcionista.

Bryan Kuznetsov, es uno de los modelos más famosos dentro de Rusia, dedicado principalmente al modelaje de pasarela y, a modo de trabajo complementario, al modelaje de "alto voltaje erótico", razón por la cual ha protagonizado innumerables tapas de la revista PlayGirl Rusia. Además ha estado como jurado y participante en el programa "Bailando por un sueño", por esa misma razón era muy famoso entre el público de diferentes edades. Actualmente esta dispuesto a probar cosas nuevas, teniendo en cuenta que sus padres habían fallecido hacía varios años, que no tiene hijos pero que estaría dispuesto a adoptar uno cuando tuviera su siguiente pareja, se sentía tan libre como una mariposa. En este caso, estaba en el Hotel Lotte para participar de la sesión de fotos para la revista PlayGirl Rusia, pero no como participante, sino como fotógrafo. Después de haber estado en tantas sesiones de fotos, ya era un experto en esos temas o al menos así lo consideraba la directora de fotografía.

Cuando el muchacho ruso vio a la pareja de colegas los saludó con un breve movimiento de mano y se alejó por la escalera marrón, cuyo barandal estaba adornados en dorado. Las formas que simulaban el color oro sobre la superficie marrón cromado daban la sensación de estar subiendo por una enredadera. Las columnas de la recepción, ordenadas de manera tal que dos columnas centrales blancas, llevadas a cabo con un estilo modernamente gótico, torneadas casi en forma de cilindros y ornamentadas con arabescos en la cúspide que reposa en el techo, se ensalzaban a ambos lados de la puerta principal. Además de éstas últimas, demás columnas se esparcían más a modo de adorno que como una necesidad arquitectónica.

— ¿Participará en los siguientes desfiles?; ¿Aceptará la propuesta sobre la integración a la compañía de teatros?; ¿Ser actor beneficiaría su carrera?; Con respecto a su relación, ¿cómo se siente al ser el hombre que está junto a Kai Hiwatari?; ¿Qué piensa o qué le diría a quienes sostiene que su relación es por conveniencia?; ¿Es verdad que hicieron un viaje hasta Japón o que fueron de vacaciones a América Latina?; ¿Qué clase de trato tiene con el señor Ren Tao?; ¿Es verdad que éste último sale con el cantante pop-rocker japonés Horo-Horo, que es amigo de su esposo? —todas esas preguntas llegaron al pelirrojo mientras éste estaba distraído viendo a su ex novio subir la escalera y ser seguido con la mirada por el muchacho bicolor, quien también sonrió, puesto que él ya estaba enterado de quienes iría a la sesión fotográfica.

—Como dijo mi pareja, a esta misma hora mañana les daremos una conferencia de prensa con más preparación —comentó sonriendo de una manera tal que nadie le pudo renegar. Si bien el pelirrojo siempre se ufanaba de su belleza e inteligencia, inclusive se ufanaba por ser uno de los grandes conquistadores de toda Rusia –puesto que conquistó a los solteros más codiciados de todo el país y sigue conquistando día a día a los hombres del mundo–, nunca había notado el gran poder de convencimiento que tenía y que siempre usaba con los medios de comunicación espontáneamente, en pocas palabras, las cámaras los adoran. —Muchas gracias Boris por no avisarnos a tiempo, tu eficiencia es impresionante —dijo finalmente con el sarcasmo en sus palabras.

De esta manera la pareja se decidió a seguir el mismo camino que su amigo, ir hasta la recepción donde se dieron a conocer y les fue entregada las llaves de la habitación donde estarían por esos cortos días, y subir las sublimes escaleras hasta el segundo piso. Si bien había un ascensor en la planta baja, ambos decidieron subir nada más que para apreciar la exquisitez de los pasillos superiores. Sus paredes de color beige les daban una apariencia humilde en cierta forma, pero la guarda de mármol en ella, con un relieve que iba acorde con las columnas principales del hotel, sumado a los candelabros de color oro con un par de incrustaciones y las lámparas con forma de flor, denotaban la calidad de las cinco estrellas que se le proporcionaban.

Por esos pasillos caminaron hasta llegar al ascensor, en ese trayecto hablaron sobre Bryan. Ambos lo habían visto y fue Kai quien le comunicó al pelirrojo el propósito de su ex en el edificio. También le comentó quienes participarían y por qué habían seleccionado a esos muchachos. Además, le dijo quienes serían los encargados de la revista que tomarían las fotos y que probablemente hicieran un desnudo o semi-desnudo, cosa que poco le importó al otro ya que ese tipo de fotos eran casi normales para ellos.

Habían sido seleccionados los mejores representantes de modelaje erótico de cada país, es decir, quienes habían aparecido más veces en las tapas de PlayGirl y eran los más guapos modelos de sus países. Los países no habían sido seleccionados al azar, siempre buscaron algún muchacho que practicara algún deporte, cualquiera sea, para que su condición fuera atlética y pudiera posar con las camisetas de sus naciones y realizando sus respectivos deportes, esas serían una de las muchas fotos que se les tomarían a lo largo de los días, por eso habían sido alquiladas las habitaciones hasta que terminaran todas las sesiones.

Los países seleccionados eran los de los bloques designados por la FIFA, en este caso el Bloque D, compuesto por Inglaterra, Argentina, Estados Unidos y Japón; y el Bloque B, compuesto por Escocia, Alemania, India y China. Algunos de esos países era una de las pocas veces que tenían la oportunidad de participar, mientras que otras iban por la copa en una nueva oportunidad. Sin embargo, había un detalle que Yuriy no tuvo miedo de preguntar una vez que subieron al ascensor.

—Pero Rusia ni siquiera está en esos grupos, ¿para qué venimos entonces? Además, me dijeron que sólo nosotros dos estaríamos en las fotos.

—Porque, pelirrojo desinformado, nuestras fotos no son para los siguientes partidos, sino para la edición especial de "La victoria rusa" cuando clasifiquemos para Octavos de Final —explicó Kai con un aire de superioridad envidiable que hizo gruñir al menor, que odiaba haber estado ocupado con un desfile en Paris y no haber podido informarse más.

—No sabemos si pasaremos a Octavos —acotó con los brazos cruzados y un halo de pesimismo que causó una risa muy disimulada por parte del otro.

—Tienes razón —dijo sólo para ensalzar el ego del pelirrojo que sin notarlo infló el pecho, ignorando que ese acto es lo que más amaba el bicolor de él. —No obstante, las estadísticas dicen que ganaremos… y estaremos preparados. Además, nos pagarán ganemos o no. —Esto último lo dijo con una picardía que trató de imitar de Yuriy, pero que causó la risa de éste último.

—Eres malo, ¿eh? —dijo entre risas y dándole un suave codazo en el hombro, como si fuera un chiquillo de primaria.

—Nos toca contra oponentes fuertes —argumentó con una cierta seriedad, porque aunque no tuviera el tiempo necesario para mirar un partido, los partidos de los Mundiales nunca se los perdía y, aunque Tala no lo admita y Kai le lleve la contraria por molestarlo, el albino bicolor sabía mucho más de fútbol que Yuriy.

—Pero Alemania y Argentina no están en nuestro bloque, tampoco Inglaterra está —contradijo, evidentemente sin entender mucho de lo que hablaba.

—En nuestro bloque está Brasil, que aunque no tuvo buen desempeño el último Mundial, es un oponente fuerte; también está Italia que puede que esté bastante fuerte este año. En los otros bloques está Holanda, que siempre queda en el podio, y pelea la copa como ningún otro —explicó con la misma seriedad y enarcando una ceja.

—Ajá… Solo tomémonos las fotos y ya —dijo finalmente cuando se abrieron las puertas, fue el pelirrojo quien salió primero para no escuchar la risa que salía de los labios de su pareja, que se burlaba de su ignorancia.

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Nota final: como este capítulo me quedó algo largo, lo he dividido en dos jeje.