-¿Dónde esta?

-N-no sé de qué hablas…

-¿¡Donde esta!

-¡Que no se!

*Snikt*

-Donde esta…

-Se… se la llevaron, sa-sabían que vendrías. – esa noche había sido la pesadilla que siempre temió, una que ahora se encontraba encarnada en todos lados, las paredes llenas de sangre y sus antiguos compañeros esparcidos en el suelo, cercenados… y en el mejor de los casos con una fina herida mortal. Había corrido, si, después de que su arma fuera partida en dos no tuvo elección, correr a través de los interminables pasillos, olvidando por un momento la masacre que se encontraba en todo su derredor, sabía en lo que se había convertido, lo que le estaban haciendo, sabía que sería el último en morir y que no le pasaría nada mientras no abriera la boca pero… a pesar de todo allí estaba, arrinconado, aterrado con el par de delgadas garras apuntando a sus ojos, quemándolo sin siquiera tocarlo… y justo en ese momento se dio cuenta que había hablado.

-A donde… - las garras se acercaron más, podía jurar que estaba sintiendo el frío metal en sus pupilas.

-No lo se… - se resignó.

-Mientes.

-¡No lo se! La tomaron y dijeron que la regresarían pronto.

-Esta diciendo la verdad… déjalo. – se obligó a mirarlo temiendo que se tratara de él, y justo en el momento en que vio ese par de ojos asesinos completamente indiferentes a su destino, pasó .

Y fue lo último que vio. Eso y el metal penetrando por sus ojos.

-Eso fue excesivo.

-No sufrió. - Contestó mientras limpiaba sus garras con la ropa de su más reciente víctima

-Los ojos… Laura, eso fue excesivo.

-Atravesé su lóbulo frontal, no sufrió… si es lo que te preocupa. – Dijo poniéndose de pie, y enfrentando la mirada de su acompañante.

-Estás alterada, si vamos a hacer esto necesito que pienses como X-23, y no actúes por impulso.

-Es irrelevante, soy consciente de mi obligación y de lo que tengo que hacer.

-Cometerás errores Laura… y ella.

-¡Ella es mi hija! Y la voy a recuperar.