Cuando Rose escucha que el amor de Dimitri se desvanece, tiene dos opciones, echarse a morir o probarse a sí misma que puede continuar sin él ¿Qué sucederá con su gran amor? ¿Dimitri se arrepentirá de sus palabras? ¿Será eso suficiente para recuperar a su Roza?
Capítulo 1: corazón roto
Rose
"El amor se desvanece, el mío lo hizo" Sus palabras taladraban en mi mente haciendo a mi corazón partirse en mil pedazos, una y otra vez mientras me alejaba de la iglesia. Las lágrimas bajaban cálidas por mis mejillas, mientras caminaba deseando desaparecer.
¿En que estaba pensando? Había pensado, había soñado que él sólo querría estar conmigo, después de ser restaurado, pero no, eso no sucedió. Mi cuento de hadas no terminó con un felices para siempre. Había logrado con la ayuda de mi amiga Lissa y su novio Christian, devolver a mi bestia a su estado de príncipe, pero él ya no me amaba, su amor se desvaneció, había renunciado a mí y a nuestro amor. Quería gritar, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Me dirigí a mi dormitorio queriendo enterrarme en mi cama por la eternidad, pero algo en mi visión periférica llamo mi atención, era Natasha Ozera, dirigiéndose a la iglesia, perfecto pensé, ahora que él ya no me amaba, tal vez ella por fin tendría su oportunidad.
¡Oh Rose basta, deja de torturarte! Me castigue a mí misma, pero no sirvió. Tal vez ella sí lo consiga, tal vez ella pueda hacerlo, hacer que él vuelva a amar. En serio Rose detente, lo que él haga con su vida ya no es tu problema, no debe importarte, el hizo su elección, Dimitri no será nunca más parte de tu vida.Ante ese pensamiento más lágrimas corrían por mis mejillas, recordé por enésima vez nuestra caminata por el bosque de la academia meses atrás, antes de que fuera convertido, cuando él había decidido no negar más lo que sentía por mí, cuando parecía que habíamos encontrado la forma de estar juntos, la última vez que nos besamos, antes de que él fuera un strigoi.
Todo eso acabo Rose, dijo la voz en mi cabeza, yo sabía que era cierto y me di cuenta que debía tomar también una decisión, debía elegir entre vivir en la angustia y seguir torturándome, o superarlo y seguir adelante, algunas de sus palabras vinieron a mi mente otra vez, "tú eres tan fuerte, es por eso que te amo" sí eso era cierto debía demostrármelo a mí misma, yo había sido fuerte muchas veces, enfrentando la ausencia de mi madre, perdiendo a mi familia postiza, cuidando de Lissa, viendo morir a Mason, matando strigoi, luchando con fantasmas, persiguiendo y tratando de asesinar al único hombre que he amado, ahora debía ser fuerte para olvidarme de Dimitri y renunciar para siempre a su amor.
Suspiré fuertemente, sabiendo que no sería fácil y entré al pasillo que llevaba a mi dormitorio, en el camino me encontré con un guardia de la reina, que me saludo inclinando su cabeza, llevaba sus manos enguantadas y puso una de ellas rápidamente en su bolsillo como si estuviera ocultando algo, no le di mayor importancia y continué caminando hasta mi habitación. Abrí mi puerta sin necesidad de una llave, no recordaba haberla dejado abierta, pero últimamente mi cabeza estaba en cualquier parte. Me dirigí a la ducha sin pensarlo dos veces, necesitaba calmarme, digerir todo lo que estaba pasando en mi alma y en mi corazón. Había decidido ser fuerte y no lo lograría enterrándome en mi cama a llorar. De pronto pensé en Adrián, pobre Adrián, había puesto tantas esperanzas en mi relación con él cuando creía que Dimitri estaba muerto, pero cuando supe que estaba vivo lo único que deseaba era recuperarlo, desde que supe que podía haber una cura para devolverlo a su estado dhampir lo único que deseaba era volver a tenerlo en mi vida, que volviera a mis brazos, que volviera a besarme y había conservado a Adrián a mi lado egoístamente, pensando que de verdad lo podía amar, pero me estaba mintiendo a mí misma, claro amaba pasar tiempo con él, nos divertíamos juntos, disfrutaba de su compañía, con él era capaz a veces de olvidarme de todo, pero en realidad ni siquiera había estado cerca de amarlo como a Dimitri. Lo estaba usando y sí continuaba mi relación con él, solo lo destruiría, si quería empezar una nueva vida, renunciando a Dimitri y olvidándolo para siempre lo haría correctamente, debía renunciar también a Adrián, eso era lo correcto.
Decidida, salí de la ducha unos minutos más tarde y me vestí rápidamente, no había visto a Adrián desde hace horas, pero lo buscaría para decirle que lo nuestro había terminado. Antes de salir de mi habitación sentí a Lissa llamándome a través del vínculo, pero la ignore, debía hablar con Adrián antes de que me arrepintiera de mi determinación. Busque mi estaca de plata, pero no la encontraba, estaba segura de haberla tenido bajo mi almohada antes de salir, pero tal vez sólo había olvidado donde la tenía en realidad. No me preocupe más por el asunto y salí de mi habitación rumbo a la residencia de los Ivashkov. Cuando pasaba cerca del sector donde se encontraban los departamentos de los guardianes, divisé a una pareja escondida tras un árbol que no era suficientemente ancho para cubrirlos a los dos, suertudos pensé y cuando me disponía a continuar identifique extrañada la voz de la mujer, era Tasha, me acerque curiosa por saber con quién estaba, tal vez era Dimitri, mi corazón dolió ante ese pensamiento, era estúpido pero debía comprobarlo, sigilosamente me oculte tras un frondoso arbusto y divisé al hombre que la acompañaba, lo había visto antes, en el pasillo de mi habitación, él saco de pronto un bulto de su bolsillo y se lo entregó a Tasha, que lo desenvolvió revelando una estaca de plata, ella la miró sonriendo maliciosamente.
—Sólo asegúrate de que Tatiana este sola en su recamara, yo estaré ahí en una hora, terminaré con esa vieja bruja y con su maldita ley de edad— dijo no ocultando el veneno en su voz.
Sus palabras provocaron un escalofrío en todo mi cuerpo, no podía creer lo que escuchaba, pero era cierto, Natasha Ozera planeaba asesinar a la reina Tatiana.
