Disclaimer: GF no me pertenece, por desgracia.
De acuerdo, esto comenzó cuando me dio por escribir algo acerca de Mark (sí, Mark). Tenía ganas de hacer algo así, sobre todos los personajes de la serie, y supongo que es la mejor manera. Quiero escribir unas veinte viñetas, o más, en capítulos independientes con distintos temas, aunque habrá una lógica general. He tratado de mantenerme lo máximo posible dentro del canon. Puede que hay alguna palabra malsonante, pero nada más. Creo. No sé. Habrá que ver hacia donde me llevan mis paranoyas de genia delirante.
Espero que os guste, y, ya sabéis. Reviews, pls *cara de perrito abandonado*.
Save me.
Las sombras devoran la habitación y es casi terrorífico deslizarse fuera de la cama. Sinedd lo hace, y en el momento en el que sus pies tocan el suelo siente que va a desplomarse. Están en su cabeza, por todas partes. Da tumbos hasta que siente el frío suelo golpearle la cara. Esta vez ni siquiera ha llegado al baño.
Intenta estirar sus dedos hacia el interruptor, pero no alcanza y las sombras ahora se deslizan por las paredes y van a engullirle. Va a caer cada vez más dentro, allí donde nadie pueda oírle. Intenta gritar, pero no puede. Se está asfixiando.
Todo parece temblar, pero sólo es su propio cuerpo. Nota algo húmedo en la cara y sabe que está sollozando, aunque ni siquiera se había dado cuenta. Reza para que termine. Tarde o temprano termina.
(Hasta el día en que no lo haga más, y eso es acojonante.)
Sabe que debería irse dejarlo, irse de allí.
(Sencillamente, no tiene a dónde.)
Sometimes.
Le mira, acurrucada en el sofá. Le mira hablar y hablar sin parar, sin fijarse siquiera en si ella le escucha. No lo hace.
Y es que ella ya no importa más. Para D'Jok sólo existe el fútbol, y Mei desearía huir hacia su cuarto y deshacerse en lágrimas. Eso tampoco lo hace.
No puede evitar sentirse miserable, porque ella es preciosa y le ha dado todo y más, y en cambio no parece lo suficientemente digna de su atención. Trata de convencerse de que el problema no es ella. A veces lo consigue. A veces.
A veces se recuerda a sí misma lo mucho que le ama, y entonces ocurre: él se acerca y la besa y el mundo parece desvanecerse a su alrededor.
A veces también D'Jok es atento y cariñoso, o más bien solía serlo. A veces ella se lo reprocha y acaban gritándose el uno al otro desde distintos extremos de la habitación. A veces se odian. A veces cada vez con más frecuencia.
Just like you are.
Ser futbolista es genial, pero no siempre es fácil. La presión es intensa y amenaza con destruirles, la intimidad no existe y tampoco es sencillo evitar que todo se les suba a la cabeza. Afortunadamente, le tienen a él.
Aarch da gracias por tener a Micro-ice en el equipo. Es bueno jugando al fútbol, pero sobre todo es bueno siendo sencillamente él mismo. Cada mañana irrumpe en la sala de entrenamientos y es como si el sol entrara por la puerta. Suele meter la pata, en ocasiones habla de más, y sabe el significado de la palabra "amistad". Es tozudo. Perdona con facilidad.
Con una broma suya, cualquier derrota parece menos dura.
Fun.
Decía la abuela de Yuki que tenía la mirada de quien sueña despierto y la sonrisa eterna de una niña.
Justo así, soñadora y alegre, es como Micro-ice no pudo evitar quererla. Toda rosa e imparable, siempre en busca de diversión.
Cuando a los cinco años pintó las paredes de su casa con ceras de colores, su respuesta ante la mirada furibunda de su madre fue "Es más divertido así."
Cuando robó el balón de fútbol a sus primos Thran y Ahito, les explicó que sólo trataba de divertirse. Poco después ese mismo balón rompió los cristales de una vecina y fue más divertido aún.
Cuando se escapó por la ventana para huir con un chico mayor y estuvieron a punto de tener un accidente en su moto de nieve, se encogió de hombros y dijo "Lo importante es que nos hemos divertido."
Cuando llegó a la Academia de Aarch decidió, ante el gesto atónito de Tia y Mei, que quería dormir en el balcón. En Akillian y en pleno diciembre. Por mera diversión.
Sonríe al recordarlo, tumbada en la cama con la cabeza colgando hacia abajo. En ese momento llega Micro-ice gritando algo sobre un parque de atracciones. Yuki se limita a lanzarse sobre él y besarle. Y ya no tiene claro que sea sólo para divertirse.
She.
Sus pies se hunden en la nieve al correr, pero Tia sigue sin detenerse. Los copos se arremolinan a su alrededor, en algún punto inconcreto Aarch observa y puede oír a sus compañeros hablando y riendo entre jadeos. El aire frío perfora sus pulmones al jadear mientras que su cuerpo parece calentarse por momentos. Es una sensación placentera, la de músculos y huesos trabajando al unísono. Una vuelta y otra, luego otra más, sin parar. Sonríe y el gesto eclipsa la nieve en torno a ella.
Ella, que es imprescindible, que es fuerte y guerrera y nunca tolera un no por respuesta. La que se manchaba la ropa de hierba en el jardín y se abría heridas en las rodillas y luego se ganaba el sermón de su madre porque "Mira cómo te has puesto" y "Tenemos una fiesta en media hora" y sobre todo "El fútbol no es deporte para la hija de unos embajadores".
Pero no importa. Porque ella, al hacer lo que más le gusta en el mundo, es enorme.
