Todos los personajes de la serie de Kaitou Saint Tail pertenecen a la genial Megumi Tachikawa ninguno de los personajes me pertenece a mi vv….aclarado esto aquí vamos… creo.
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GENIO EMBOTELLADO
Por Mimi chan
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Capitulo 1:
¿Un deseo...?
El sol comenzó a entrar por la ventana de su habitación, ella siempre le ganaba dos o tres minutos al reloj cada mañana para poder revolverse unos segundos a gusto, y si, dos minutos después el reloj comenzó a sonar "si, las 7 de la mañana". Mamá siempre decía, que era bueno agradecer al cielo por cada día que se podía despertar vivo, pero… ¡Estaría más agradecida si pudiera iniciar su día solo solo 30 min más tarde! Bien, de nada le servía remilgar por sus horarios, seguirán siendo los mismos seguramente por todo el año.
- Que día mas extraño el de ayer – dijo mientras perezosamente se estiraba en la cama, reacomodando todos sus huesos y destrenzó sus músculos como un gato. Giró a su pared y en el piso sentado hecho un ovillo estaba ese chico de ojos negros aceituna y traje negro, al que cada que veía dormido, deseaba rallarle la cara y justo ahora estaba dormido – ¡Cielos! – dijo y se dejó caer en su cama - definitivamente debo dormir otra media hora mas por las mañanas, ya estoy viendo visiones.
Se levantó y entró al baño, ya había pasado 10 min perdiendo el tiempo y debía darse prisa si quería desayunar y no ir corriendo a clase como siempre. Se empezó a quitar la ropa y se miró en el espejo, tenía el raro hábito de mirarse en el espejo desnuda antes de entrar a la ducha, no tenía un motivo para explicárselo, pero tenía el hábito bien ganado. Fue entonces que un escalofrió la recorrió y miró en el espejo la imagen de un chico de ojos negros mirando su imagen.
- Ahaaaaaaaaa – corrió a la ducha y se escondió detrás de la cortina, tomó su botella de shampoo y se la lanzó cayéndole de lleno en la frente – ¡PERVERTIDO! – gritó mientras buscaba que más arrojarle.
- ¡Hey amita calma!, no ha sido mi intención – dijo el joven esquivando una pastilla de jabón y un pato de hule amarillo - no sabía que era su cuarto de baño, no ha sido mi intención lo juro, soy yo, su genio, el genio en la botella, Akai.
- Tú… – dijo dudosa sacando solo la cabeza de detrás de la cortina y aferrando el cepillo de baño como si fuera un salvavidas – tú no eres real – afirmó.
- Si, lo soy, amita.
- No – dijo tratando de convencerse o convencerlo a él - tú no eres real, esto es imposible.
- Meimi – gritó su padre en la puerta de la alcoba – ya estás levantada.
- Si, papi – contestó ella por reflejo.
- Date prisa, o llegaras tarde – dijo su padre desde la puerta de su habitación.
- Si, ya voy
Por un momento el ambiente se congeló. Ella pudo escuchar las pisadas de su papá bajando por las escaleras, vio al chico de ojos negros aceitunados aun mirándola, como si la estuviera examinando. Y ella hizo lo propio. Ese chico, ¡No podía ser cierto!, era ÉL, de entre un millón de personas ella podía reconocerlo: sus ojos, su piel, su cabello, su expresión, su postura. Todo lo tenía por completo memorizado y ahora estaba frente a él. Si, cierto, fantasías hormonales le había hecho fantasear un día con un Daiki Asuka Júnior en su cuarto de baño, pero era solo eso y ahora un Daiki muy, muy, muy ¿real? estaba parado delante de ella, mirándola… desnuda… si cubierta por la cortina pero… ¡DESNUDA!
- Ah… ehmm… como lo digo… - dijo ella roja como una amapola.
- Dígame lo que desee amita – respondió el joven delante de ella solícito.
- Bueno… mi nombre es Meimi – dijo tratando de hacer mas liviana su propia tensión – puedes llamarme así, por favor.
- ¿Por favor? – repitió el genio.
- Si, por favor – repitió de nuevo ella.
- Claro ami… Meimi
- Tú eres… Akai, ¿cierto? – preguntó.
- Si, Meimi.
- Akai… ¿Podrías salir un momento de aquí en lo que me pongo algo de ropa? – dijo todo de corrido haciendo notar su nerviosismo.
- ¡Oh! – dijo casi brincando - Claro, claro Meimi, lo siento.
El chico salió de cuarto de baño, ella cerró la cortina y se llevó una mano al pecho "ni en mis sueños mas salvajes… Dios mío, Asuka jr. me ha visto desnuda."
El agua corrió un buen rato, Meimi se sentía en medio de un libro de Sheresada, y no sabía como debía comportarse, salió se puso su uniforme, una falda azul tableada y una camisa blanca de mangas largas y redondas que se cerraban en mancuernillas en su muñecas, una corbata azul con un escudo rojo en la punta, un ultimo vistazo en el espejo del baño "listo al menos ya no estoy desnuda" y salió a su habitación, el chico de traje negro estaba parado mirando los postres en su pared.
- ¿Qué hay de especial en este chico que tiene tantas pinturas de él?
- Me gusta – dijo mecánicamente, sacudió su cabeza al decirlo, era automático, mucha gente le preguntaba lo mismo.
- Esta figura le gusta – dijo auto señalándose.
- Si – dijo tímidamente.
- Me da gusto ser agradable para usted amita.
- Meimi – repitió enérgica.
- Meimi – corrigió enseguida.
- Escucha – "esta es la oración mas irreal de mi vida… creo" puedes quedarte aquí o volver a tu botella o esconderte bajo la cama o… algo – dijo mientras el genio no pudo evitar sonreír un poco – tengo que correr al colegio y ciertamente si mi mamá encuentra a un chico en mi habitación, no me va a ir muy bien cuando regrese, ¿me entiendes?
- Si, Meimi – respondió - mi botella estará bien.
- Bien, pues… – gesticulaba con las manos levantándolas como si lo empujara – vuelve.
- Oh, solo lo haré cuando diga mi nombre tres veces, como lo hizo ayer – le explicó - así puedo salir y entrar a mi botella.
- ¿Que paso con lo de frotarla? – dijo solo para si como una broma.
- Eso desgasta la botella – respondió él de la forma más natural.
"Un genio muy literal, ¡genial!" rió como si le hubiera dicho un chiste.
- Bien… – el genio pudo ver en sus mejillas su sonrojo, su timidez, notar su desconsiento por su gesticulación, era tan fácil leerla – si… Akai, Akai, Akai.
La figura del chico se volvió humo de nuevo y volvió a entrar a la botella, cuando hubo entrado todo el humo, tomó la botella y la escondió en su ropero, si su mamá la hallaba al limpiar la habitación, podía deshacerse de ella y cuantas veces iba a encontrar a un genio embotellado, estaba confundida pero ya vería que hacer después del colegio.
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- Oye Kikyou.
- Dime Mei…
Meimi había esperado hasta que había llegado la hora del descanso. Toda la mañana había tratado de convencerse a si misma de que lo que le estaba pasando no era real, como podía decirle a otra persona, o si no terminaría en un psiquiátrico por decir que tenia un genio embotellado. Las camisas blancas con correas no eran para nada su estilo.
Pero si alguien podía creer en genios y botellas, esa, era Kikyou
- Ahm… ¿Tú… has comprado una de esas botellas con los genios embotellados?
- Oh si – dijo mientras mordía una bola de arroz - compre uno la semana pasada, 5000 yenes toda una ganga.
- Jeje – rió "Si le digo que me la dio por 500 yenes se muere ahogada con su bola de arroz" – Y… ¿Qué te salió?
- Buena fortuna y amor en la luna llena – respondió sin dejar de lado su almuerzo - solo es un pequeño conjuro para enamorar al chico que quieras.
- Ah…. – dijo Meimi sin mucha emoción.
- ¿Y a ti? – preguntó con curiosidad su amiga - ¿Te llevaste una ayer no?
- Si, pero solo lo quiero para un… florero – bueno esa era la verdad, el manchón de humo parlante no había estado en la ecuación, menos el joven de ojos negros.
- Pero ¿Qué tenía adentro?
- Perfume… - dijo aprisa y preguntó - pero dime, ¿Qué hay de la historia?
- ¿El dependiente no te la contó?
- Si, pero no le puse atención.
- Bien, se supone que un Rey loco tenía un genio maravilloso – le empezó a contar su amiga - de ese tipo de genios que puede cumplirte un deseo, el que sea, sin importar lo que sea, y para que nadie mas que él pudiera encontrarlo, lleno 10 botellas cada día con un conjuro mágico, durante toda su vida, en una de las botellas, esta encerrado el genio maravilloso que tenía en su servicio, pero solo una persona muy pero muy afortunada podría encontrar al genio, son miles y miles de botellas, el rey llego a ser muy viejo.
- ¿Cual fue el deseo del Rey? – pregunto con curiosidad la chica de ojos castaños.
- Oh, son varias teorías, una dice que pidió justo eso, ser rey de todo el mundo, otros dicen que pidió larga vida, y otros lo mas locos dicen que pidió que ninguno de sus enemigos pudiera nunca derrotarlo, que podía con una mirada convertir en arena a sus enemigos, era un genio muy poderoso me imagino.
- Ah – dijo tratando de ordenar sus ideas.
- Si yo tuviera un genio así, le pediría muchos deseos pero se supone que eso no se puede pedir, aun así debe haber una manera de conservarlo, ¿No lo crees?
- Si, lo creo.
- Pero… ¿Por qué la pregunta? – dijo su amiga con curiosidad.
- Solo curiosidad – dijo levantando y dejando caer los hombros
En ese momento tocaron la campana para volver a clases y… pues volvieron a clases.
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Al terminar el colegio Meimi corrió a casa, temía que al limpiar su habitación su mamá hubiera encontrado la botella y la hubiera tirado a la basura, rebuscar en el contenedor no seria especialmente agradable. Llegó en un tiempo record, dejo la mochila en entrada mientras se cambiaba los zapatos y…
- Meimi…
Meimi miró a su papa que estaba frente a ella vestido con su colorido traje, era extraño, él casi nunca estaba en casa a esa hora.
- Papi…
- En la mañana tu mama no tuvo tiempo de avisarte pero – le explicó su papá - Estela la ha invitado a ir a su matrimonio y…
- Entiendo – su mama tenia una enfermedad casi patológica por las bodas, solo se enteraba de una y salía corriendo no importaba si era en… - ¿Estela no vive en España?
- Si.
Meimi suspiró, si, no importaba si la boda era al otro lado del continente, ella iba.
- Bien.
- Te he dejado algo de ramen en el refrigerador pero si quieres algo
- Estaré bien papi, gracias.
- Volveré en un rato - se agachó y le dio un beso en la frente – te quiero.
- Yo igual, adiós.
Su papá salió de la casa y ella subió con más calma a su habitación, por lo menos ahora no habría quien quisiera poner en el cesto su botella. Saco la botella de donde la había escondido en la mañana y la puso en el piso en el centro de su habitación.
- Bien aquí vamos – aspiró y soltó el aire - Akai, Akai, Akai.
De nuevo esa nube de humo color rojo salió y se posó sobre su cabeza, por alguna razón le dio un escalofrío.
- Dígame amita.
- Te he pedido varias veces que no me llames así – dijo sin mirarlo directamente, era muy muy extraño - soy Meimi, dime así por favor.
- ¿Por favor? – preguntó de nuevo.
- Si.
- Bien, Meimi.
- Ahmmmm…
Era bastante incomodo estar hablando con una nube de humo en realidad, y le había gustado tanto la figura que había adoptado. Ella lucía tan nerviosa ante los ojos del genio, ese casi constante sonrojo volvió a aparecer por sus mejillas.
- Ehmmm, crees que podrías volver a adoptar la figura que tenías… - dijo sonrojada, oh como odiaba cuando se sonrojaba así - esto es un poco extraño, por favor.
- Si Meimi.
Aquella masa de humo se empezó a concentrar delante de ella y poco a poco se fue concentrando de nuevo en el chico de traje negro y ojos negro aceituna que se posaron en ella cuando término de transformarse.
- Ahaaaaaaaaa – suspiró, no pudo evitarlo – cielos.
- Listo Meimi.
- Si – dijo bajando a tierra y se sonrojó de nuevo – gracias.
- Dígame ¿Qué puedo que hacer por usted?
- Bueno, para empezar ¿Podrías explicarme exactamente quien eres tú y que esta pasando? por favor
- ¿Por favor? – repitió como otras veces de nuevo el genio.
- Si, por favor.
- Bien – dijo y se sentó cruzado de piernas en el piso, ella lo imitó sobre sus talones – yo soy Akai, uno de los 5 genios de la naturaleza y la vida, fuimos creados hace mas de 1500 años por un poderoso mago a petición de un rey antiguo de esta tierra. Aquel hechicero tomo los 5 elementos de la naturaleza: Shiro es el genio del agua, Aoi es del viento, Midori es de la tierra y Kiiroi es del fuego, yo soy Akai, el de las emociones, el unificador. Cuando este rey murió todos los genios fuimos separados encerrados en jarrones y enviados a diferentes lugares del mundo.
- Entonces es cierta la historia del rey y las miles de botellas.
- Si, bueno en realidad ese es mi último amo – le explicó - era un hombre un tanto egoísta y cuando cumplí su deseo me encerró en mi botella e hizo miles de copias para que nadie más pudiera encontradme.
- Ya veo.
- Bien, usted es mi ama ahora, puede pedirme cualquier deseo, lo que usted más anhele, no importa lo difícil que sea, se lo concederé, pero – se detuvo un momento y continuó - existen dos deseos que no puede pedir.
- ¿Cuales son? – pregunto la chica.
- Bien, es el deseo de "deseo más deseos" – dijo con una sonrisa y enseguida con mas seriedad - y el deseo que pueda dañar a otra persona.
- ¿Es lo único que no puedo pedir? – preguntó Meimi.
- Si amita.
- Ahaaa, – supongo que eso descarta eso de convertir a los enemigos en arena - bueno realmente nunca pediría un deseo que pudiera dañar a otro.
- Pero ha habido personas que si lo han deseado – dijo el genio - fue un propio seguro del hechicero cuando accedió a crearnos a todos nosotros.
- Ya veo.
- Amita, ¿Qué quiere pedir entonces…?
- Pues no lo se – dijo mirándolo contrariada – ¿Es en serio todo lo que me has dicho? Bien podrías solo ser un espíritu chocarrero queriéndome jugar una mala broma.
- No es así amita - dijo enseguida - si usted quiere puedo demostrárselo, puede pedirme un pequeño deseo, para que yo pueda probarle mi poder.
- Uhhhhh, bien entonces quiero… que será bueno… quiero… - miró a todo su alrededor buscando un idea que pudiera ser útil, vio a su gato en la cama – quiero que Inu ladre.
El genio volteó a ver a donde miraba y vio al gato tendido perezosamente en la esquina de la cama.
- Ven Inu, ven – lo llamó Meimi y su gato lentamente se acercó a ellos.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de ellos el joven de ojos negros tomo al gato y lo puso delante de él.
- Ladra – dijo posando una mano en su cabeza.
Meimi vio a su gato impaciente, este la volteó a ver y luego al otro chico, y dio una vuelta tras su cola y se echó a dormir.
- Inu – lo llamó autoritaria Meimi.
No fue su imaginación, el gato ladró dos veces y salió de la habitación por la ventana. Un escalofrió bajó por su espina desde su pecho al escucharlo y luego miró frente a ella al chico de ojos negro aceituna.
- Está bien - dijo agitando su cabeza espantando… bueno pues al espanto - ya te creo.
- Bien y ¿Cuál será su deseo? – insistió el joven de ojos aceituna delante de ella.
- ¿Puedo pedir lo que sea? – preguntó de nuevo.
- Si amita lo que usted desee – repitió con paciencia el genio - fuera de esos dos deseos que ya le he mencionado.
- Pero si yo pido un deseo que pueda involucrar muchos deseos juntos, ¿puedo hacerlo?
- Si usted sabe formular bien su deseo, puede amita – dijo con una sonrisa.
- Entiendo.
- Y, ¿cual será su deseo?
Meimi lo miró seria, un deseo bien pedido debía pensarse, y… si pedía lo que hubiera pedido Kikyou
- Bien ya se – dijo sonriente y se aclaró la garganta – deseo que puedas permanecer conmigo y cumplas todos mis deseos, hasta que tú mismo puedas averiguar cual es mi mas grande anhelo, lo que mas quiero con el corazón y lo cumplas.
- ¿Lo que mas desea con en corazón? – preguntó.
- No se aun que es - dijo ella con sinceridad - pero mientras tanto quiero que estés conmigo y cumplas todos mis deseos.
- Un deseo muy inteligente, bien amita sus deseos son ordenes.
El genio cerró sus ojos y pronto se volvió humo de nuevo, una voz algo cavernosa salió de la masa arriba de su cabeza.
Permaneceré con usted y cumpliré todos sus deseos, hasta averiguar que es lo que usted mas anhela con el corazón y pueda cumplirlo, así se acaba nuestro contrato.
Así sea.
Se escuchó el sonido de lo que fueron dos aplausos y toda la habitación se llenó de un enorme brillo rojo que la cegó un momento, cuando recuperó su visibilidad miró adelante y el chico de ojos negro aceitunados estaba frente a ella.
- Listo amita, su deseo cuando pueda cumplirlo, he de hacerlo
- Llámame Meimi
- ¿Ese es su primer deseo?
- Lo es.
- Que así sea. – dijo aplaudiendo dos veces delante de Meimi.
El primer deseo… de muchos más.
Fin capitulo 1
Reedición: 07 de febrero de 2012
11:43 p.m.
nota de autora: aqui otro capitulo re editado de genio embotellado... por que por algun motivo que no comprendo los siguen pidiendo... espero esta vez terminar de subirlo... tengamos fe jeje
Reviews por favor.
Mimi chan
