Disclaimer¡Hola de nuevo! Aquí tenéis un pequeño proyecto, que espero que os guste. Esta claro que Naruto y Co no me pertenecen… ¿verdad?

Aviso: No existe Sai, y esta ambientada poco después de que Naruto vuelva a la villa de su viaje con Jiraya.

Resumen: Alguien nuevo ha llegado a Konoha… ¿Quién será? Ni ella misma lo sabe… ¡Ha perdido sus recuerdos¿Qué pasará ahora?

Capitulo 1:

Siempre me pasa igual… ¿Dónde estan los malditos tomos de Naruto? Nunca los encuentro cuando los necesito, y cuando se donde estan lo único que hacen es molestar. Suspiré. Por lo menos tenía el tomo 19… Aunque ahí no iba a encontrar lo que estaba buscando. Mi colección del manga de Naruto es muy especial… Tengo del uno al cuatro y luego el diecinueve. Lo que me hace pensar lo siguiente… ¿Quince tomos para los exámenes de chunin? Se que lo de la destrucción de Konoha es un taco, pero venga…

Me senté de nuevo frente al ordenador, intentando hacer el menor ruido posible. Mi madre, en el salón, dormía la siesta. Yo, mientras, empezaba un nuevo One-Shot sobre Naruto. En este caso era sobre una chica llamada Jenna. Necesitaba el mapa del tomo dos de Naruto, pero parecía imposible. Aunque ahora que lo pienso… ¿era el tomo dos o tres? Que más me daba, no tenía ninguno. Suspire levemente de nuevo

Mi casa es pequeña, solo para mi madre y para mí. Y mi madre tiene mal despertar, asi que mejor no tentar a la suerte, que necesito un par de cosas antes de irme a Canadá. Es que, veréis, dentro de tres días me voy diez semanas a Victoria, en Canadá. Voy a una familia a estudiar inglés y todo eso… la verdad es que estoy nerviosa

Me gustaría acabar el maldito One-Shot antes de irme, por que allí seguramente no estaré pensando en ponerme frente al ordenador para escribir sobre Naruto… Mi madre lo sabe, vio (sin que yo quisiera) mi historia sobre el Ojo Negro, y la verdad¡Casi me muero de la vergüenza!

Me atreví a subir un poco más la música. Me había dado hoy por el primero de MCR. Creo que ya llevaba tres veces seguidas, asi que mejor lo cambiamos ya… en cuanto acabe la canción. Mire mi colección de CDs. Rock y punk, a veces con alguna variante. Soy así. Puse el CD de "The Open Door" de Evanescence, para variar un poco

Me llego un nuevo mail. Era de mi colegio. Me deseaban un feliz viaje, que nos lo pasáramos bien y nos daban las cuentas de correo con sus contraseñas para que viéramos los deberes. Pero que maja es la gente. Un consejo: No os vayáis de viaje con el colegio… os mandaran deberes. Y luego hablan de lo bueno que es la tecnología

Empecé a pensar en como seguir la historia sin el mapa, cuando Ainhoa me llamo. Ainhoa es una amiga de donde voy a veranear, a Valencia. Tiene una tarifa plana de llamadas, asi que… digamos que tenemos conversaciones muy entretenidas y largas.

Hablamos largo y tendido, haciendo castillos en el aire sobre lo que sería el viaje, la casa, el instituto… Recordamos cosas de las vacaciones, esas conversaciones en las terrazas, las gentes. Cuando acabamos me puse a hacer el indio un rato, organice lo de la maleta y todo ese rollo… El One-Shot se quedo olvidado, y cuando por la noche fui a apagar el ordenador, lo guarde en la carpeta de los "casos perdidos" Con todas las historias que empezaba y no acababa.


Esta mañana en cuanto me he levantado mi madre ha empezado a darme por saco con que dejará de hacer el vago y me pusiera a organizar las cosas, que ya es día cinco, que tenemos que comprar las cosas, y que si no me organizaba que como íbamos a saber que hay que comprar y ya después de eso desconecte. Cuando acabo, fui al despacho, le día la hoja que había hecho anoche y fui a desayunar mientras la leía.

Después de arreglarnos, fuimos al centro comercial a coger lo que faltaba. Comimos allí, y en cuanto llegamos a casa me dijo que sacará la ropa que me iba a llevar. Al rato llego Julio, su novio. Mis padres llevan separados va a hacer tres años. No me hablo con mi padre desde hace casi dos.

Me puse, y cuando acabe tuve el lujo de sentarme un rato. A los diez minutos estaba saliendo de casa, para ir a la peluquería a que me retocaran el pelo. Me desfilo de nuevo el flequillo hacía la izquierda, me corto un poco el largo y me lo aliso. Salí, con el pelo liso, pensando en las manos que tiene Javier, mi peluquero. Mi pelo es rizado, bastante, y aún más difícil de alisar.

Iba andando, pues vivo a unos diez minutos andando. Cuando estaba a punto de pasar el centro comercial (distinto al de ayer) me llego un mensaje de mi madre. Que se iban a casa de los abuelos. Vale. Me di la vuelta y entré. Pregunte por el número de Septiembre de Naruto, pero no lo tenían. Me di un par de vueltas, aburrida, y cansada de las miradas desagradables.

Se creían superiores a mí por que no iba como el resto. Llevaba unos vaqueros oscuros, gastados, un cinturón de tachuelas plateadas, una camiseta negra de manga corta y unos guantes de rejilla con una pulsera de cuero con pinchos, un colgante de una calaverita negra y rosa y unas converse negras muy gastadas

Además, de claro esta, el pelo castaño liso, con el flequillo largo desfilado y tapándome el ojo izquierdo. El ojo que se me veía lo llevaba pintado de negro, con sombra.

Llegué de nuevo a casa, metí la ropa en la maleta, pues mi madre ya le había dado el visto bueno, aunque haciendo algunos cambios. Algunos los acepté, otros no. Preparé la cena y cene mientras veía la televisión. Cuando llego mi madre estaba viendo una película. Acabo y me fui a escuchar música en mi MP3 a mi cuarto.

Saqué la bolsita con lo que había comprado, unas tonterías de accesorios, y entre ellos encontré un anillo que no había comprado, es más, ni siquiera lo había visto por que no estaba mal. Mejor. Me lo probé, me estaba bien. Genial. Me lo puse en el dedo corazón de la mano derecha. Y mire que tal me quedaba

Era un anillo de lo que parecía plata, con unos dibujos tallados en un color más brillante. El dibujo central era una luna. Por dentro, los mismos dibujos tallados, solo que con un sol.


Los nervios empezaban a matarme. En menos de 24 horas estaría de camino al otro lado del mundo, para quedarme durante casi tres meses. Deseé que el día pasara lo más lento posible, pero no soy capaz de controlar el tiempo… Y el día paso volando


Maldito despertador. Maldita maleta. Maldito viaje… ¿Quién me mandaba meterme en estos viajes? Estábamos ya de camino para el aeropuerto. Los nervios y el sueño me impedían articular más de tres palabras seguidas. Me parecía irreal mientras cogíamos el carrito para llevar mi maleta. Llegamos a donde nos habían citado. Allí había más gente del grupo. No era amiga de ninguno, la verdad. Todos iban con un amigo, o varios. Yo iba sola, a la aventura.

Fuimos a plastificar las maletas. Había una gran cola, estupendo. Genial. Esto solo me pasa a mí. Y esta demostrado. Esta vació hasta que llegó yo. Le dije a Julio y a mi madre que iba al baño mientras esperaban. Quedamos donde el grupo si ya habían acabado. El baño más próximo estaba atestado de gente, por lo que no me quedo más remedio que irme al siguiente. Este era más pequeño, pero estaba limpio, y no había nadie. A mi me valía. Me mire en el espejo, me coloque el pelo y salí

Cuando salí, y mientras iba de nuevo a donde las maletas me choque con una mujer ya mayor.

- Disculpe – Le dije -¿Esta usted bien?

- Si, tranquila, no ha pasado nada – Me dijo después de sonreírme. Ví que le costaba agacharse, asi que la recogí las cosas con cuidado y se las di – Gracias guapa. Es muy difícil encontrar jóvenes como tú con tanta educación. Por cierto… ¿Podrías hacerme otro favor? – Asentí - ¿Sabes donde hay un baño por aquí cerca?

- Claro, venga, se lo enseñare – Le dije, y empecé a andar de nuevo

- Muchas gracias guapa – Me dijo la señora, que a pesar de su edad, tenía muy buen ritmo. Cuando llegamos, le abrí la puerta – Vaya… que anillo tan bonito –

- Gracias, es nuevo – Le dije

- Es nuevo para ti guapa, pero ese anillo tiene mucha historia por detrás – Estaba flipando¿a que se refería? – Gracias por ayudarme tantísimo ¿A dónde vas a viajar? –

- A Ámsterdam, y de ahí a Victoria, a estudiar - ¿Por qué le decía todo esto? La había mirado antes a los ojos buscando respuestas y no podía parar – Durante diez semanas

- Diez semanas… Ya veo. Pero me temo que no iras… Yo te llevaré a un lugar mejor – Y me cogío de la mano

Los baños desaparecieron. La gente, el aeropuerto entero. La que me estaba dando la mano ya no era una señora de aspecto dulce, si no una hermosa mujer muy pálida, de piel color alabastro. El pelo, tan rubio que parecía blanco, ondeaba alrededor de su cara, a pesar de no haber viento alguno. Sus ojos, antes negros, ahora eran azules…

Me sonrío. Y cuando me soltó, unió las dos manos, como si rezara. No intente correr, sabía que no serviría de nada. Las separó, y mientras una de ellas parecía sujetar una bola de energía, la otra toco mi ropa, cambiándola. Mi camiseta roja dejo de ser de manga corta, para ser negra sin mangas. Aparecieron dos guantes rojos de muñones hasta los codos. Mis vaqueros se convirtieron en unos piratas negros, y mis deportivas en dos botas altas con un poco de tacón, con aberturas en el talón y en los dedos. Mi cinturón, desapareció.

¿Qué, qué me estaba pasando? Quise gritar, pero ví que ningún sonido salía de mi boca. La mujer rió, después sonrió y soltó la bola de energía. Iba muy lenta, se paro poco antes de impactar en mi pecho y entro a gran velocidad, provocando una gran luz… y que me desmayará en el acto

Abrí los ojos. No ví nada, todo era negro. Estaba tumbada, sobre algo blando. Al no oír nada a mí alrededor, me senté bruscamente. El sol me molesto en los ojos. No es que no viera nada, es que tenía una torera negra encima de los ojos. Y que debía de haberme intentado dormir, pues tenía una mochila de bandolera redondeada para hacerme de almohada. Lo último que recordaba era esa cosa entrar en mi cuerpo… ¿Dónde estaría?

Mire a mí alrededor. Estaba en un bosque espeso, pero aún no sabía que hacía allí. Me senté, y decidí ver que había dentro de la mochila. Un colgante redondo, negro, pequeño, y un par de rollos. Además de lo que parecía un pasaporte. Lo abrí. En grande aparecía mi nombre, y al lado de mi foto lo siguiente

Origen: Pueblo en la Tierra de Fuego

Rango: Genin

Altura: 170 cm.

Complexión: Normal

Fecha de nacimiento: 19 de Febrero (15 años, acuario)

Grupo sanguíneo A+

En las siguientes páginas eran iguales, y la primera era la única rellenada

Fecha: 4 de Septiembre

Fecha de entrada: Hasta el 8 de Septiembre

Lugar: Villa Oculta de la Hoja

¿Razón?: Servicio indeterminado a la 5ª Hokage en la Villa Oculta de la Hoja. Opción de ascensión de rango…

Y muchas más opciones, pero esa era la más importante. Vaya, que bromita más graciosa… Ahora resulta que soy una ninja de grado inferior… ¡QUE NO TIENE NI IDEA! Que ironía¿eh? Lo que estaba claro era que tenía hasta mañana para llegar a la villa. Que tampoco sabía donde estaba.

Cogí la mochila y ande un poco hasta lo que parecía oírse. Un rió. Me fije más en mi nueva ropa. La camiseta tenía un dibujo de un corazón roto en rojo, en vez del cinturón tenía un porta shurikens en la pierna izquierda. Las botas, negras. Mi cara no había cambiado, a pesar de que mi pelo volvía ser rizado. Mis ojos de color avellana, mi pelo castaño claro, mis labios… Era igualita.

Noté que algo se movía a mi espalda. Decidí esconderme, aunque por inercia cogí un kunai. ¡Ahora resulta que tengo hasta inercia para hacer cosas! Me escondí. Eran dos hombres con capas negras con nubes rojas. Y parecían estar buscando algo… o a alguien