Disclaimer: no poseo ningún derecho sobre Once Upon a Time ni sobre sus personajes, sólo los uso para acallar las voces de las musas que danzan a mi alrededor.
¡Y aquí vamos con otro AU! Esta es una historia muy muy diferente de las que he podido escribir anteriormente, de hecho la idea me vino para una novela propia pero a medida que iba añadiendo cosas me di cuenta de que encajaba a la perfección con OUAT y SwanQueen (sobretodo SwanQueen xD). Así que aquí estoy.
Este prólogo no tiene mucho que ver con la historia principal de momento, así que no os dejéis guiar mucho por él ni por su corta longitud, los capítulos serán mucho más largos. Las reviews siempre son bien recibidas (y ansiadas), y espero de veras que os guste este nuevo proyecto x)
Prólogo
El mundo, tal y como lo conocemos ahora, está en guerra, una batalla pasiva e infinita entre las dos razas superiores que lo habitan. Mientras los humanos sobreviven como pueden entre ellos, ángeles y demonios luchan todos los días, se enfrentan en todas las situaciones e intentan exterminarse habiendo olvidado ya la primera razón que los llevó a ello.
Hace muchos, muchos eones, el Bien y el Mal sólo eran dos entes antiguos, inteligentes, neutros y abstractos que mediante un trato con el Destino decidieron crear vida. No eran antagonistas, sólo diferentes, y creyeron que uniendo sus cualidades lograrían formar unos seres perfectos que los sucedieran en el control de las especies y estructuras inferiores, ya que ellos dos perdían fuerza poco a poco y acabarían por desvanecerse.
Eligieron un lugar al azar en el infinito universo y crearon, en medio de una gran variedad de vida diferente, dos tipos de seres inteligentes: los Ölümsüz y los humanos. Ambos tenían en su interior la mitad de cada ente, eran justos y pragmáticos, se ayudaban unos a otros sin motivo necesario. Las diferencias principales eran la casi inmortalidad, las alas, las cualidades mentales superiores y el levemente mayor atractivo físico (más bien un aura mística fuera del alcance de la mano de los mortales) que poseían los Ölümsüz, en comparación con los humanos. Pero todos tenían su lugar en el mundo.
Sin embargo, esta paz no duró mucho. Conflictos comenzaron a surgir entre todos. Los inmortales ansiaban más y más poder, relegaron a los humanos a una especie común y con el paso del tiempo corrompieron la esencia de los entes y se separaron irremediablemente en dos razas distintas, hasta el punto de no poder reproducirse entre ellas (ni querer hacerlo). Unos se convirtieron en Melek y otros en Iblis. Buenos y malos. Luz y oscuridad. Ángeles y demonios. Todos imperfectos y todos incompletos.
El Bien y el Mal, ya débiles en aquel entonces, no pudieron hacer nada por solucionar esas diferencias ni revertir lo que habían hecho, así que justo antes de diluirse metafóricamente en el cosmos, utilizaron su fuerza restante para hacer un último trato con el Destino: algún día, antes o después, nacerían dos seres, uno de cada raza, que a nivel espiritual serían uno. Estaría escrito en las estrellas que se pertenecerían el uno al otro, y juntos, de algún modo, lograrían acabar con esa guerra eterna.
El acuerdo se selló y se transmitió a los Ölümsüz, que rieron divertidos e incrédulos. Los Iblis ya no tenían alma, producto de su corrupción interior, y ningún Melek compartiría jamás la suya. Algunos eruditos, los pocos que recordaban cómo era pertenecer al mismo bando, recogieron y plasmaron la historia en letra, pero ésta se olvidó entre los pasillos de lúgubres bibliotecas y la transmisión oral se perdió en pocos siglos, por lo que nadie supo ya del extraño suceso ocurrido tanto tiempo atrás.
Debido a ello y al enfrascamiento de ambos en el control del mundo conocido, nadie se percató de que, milenios después, cierta noche de tormenta de octubre, entre relámpagos brillantes y lluvia torrencial, dos niñas opuestas nacieron al mismo tiempo, bajo las mismas y extrañas condiciones mágicas y climáticas, y con un alma única que no le pertenecía a ninguna por completo.
Nota: las palabras en cursiva (sí, las raras) que uso y usaré para dar nombre a algunos seres, lugares u objetos, están en turco (una de las pocas lenguas "peculiares" para los hispano-hablantes que se pueden pronunciar bastante fácilmente), pero como he usado el google traductor no prometo que no haya ningún fallo. No vaya a ser que haya algún turco por aquí y me eche abajo todo el tinglado xD
*Ölümsüz – inmortal. | Melek – ángel. | Iblis – demonio.
