Skip Beat! No es mío, es de la genial Nakamura-Sensei


Ren era el hombre en quien más confiaba en todo el mundo. Sabía que no haría nada para lastimarla. Tenían dos años de relación, en ese tiempo él siempre la había respetado, nada había pasado con lo que ella no estuviera cómoda y habían aceptado esperar porque ella era muy tradicional.

Por eso, cuando le pidió que lo acompañara a un viaje de 10 días solos, no dudo en decirle que sí. Ren le solicitó que llevara el pasaporte y le dijo que trajera equipaje. El destino del viaje nunca le fue revelado a Kyoko. El manager de Tsuruga, nombrado luego de que Yashiro fuera asignado a Kyoko, coordinó con Yuki-san las agendas con 4 meses de anticipación, para que ambos tuvieran disponibilidad y se encargó de diligenciar el registro en línea para que Kyoko pudiera entrar al país de destino sin problemas.

Pocos sabían de su relación: el Presidente, sus managers, Kanae, a quien se lo confesó a regañadientes porque Ren le dijo que si no le contaba a Mouko era porque se avergonzaba de él y realizó esta afirmación acompañada de sus legendarios ojitos de cachorro. También sus jefes en el Darumaya y María-chan.

A esta última le dieron la noticia juntos, como dos papás que se sientan a explicarle a sus hijos cambios importantes en la familia y para su sorpresa, María lo entendió. Aunque al principio se mostró un poco molesta e incómoda, con el tiempo hasta planeó citas que la incluyeran a ella, así disfrutaba de sus dos personas favoritas mientras los ayudaba a encubrir su romance.

Además lo sabían Saena y Shoutaro, porque Ren se encargó de hablar con ambos por separado.

Con Saena, lo hizo para presentarse y solicitar permiso, mera formalidad porque ella trataba de no inmiscuirse en la vida de su hija. Kyoko se quiso morir de vergüenza, pero lo superó, porque si algo admiraba en Ren es que sumamente correcto y directo, así que la suegra, sólo frunció el ceño y le dijo que la tratara con mucho cuidado.

Con Shoutaro fue a otro nivel. Ya Ren sabía de la "promesa" impuesta a Kyoko, ella misma se lo contó. Así que fue a solucionar las cosas de hombre a hombre. Lo citó en un lugar neutral y discreto. Apenas llegó Fuwa, quien asistió a la cita por mera curiosidad, los managers quedaron fuera de la habitación.

Ren no se contuvo, habló de manera calmada y clara:

— Estoy aquí porque Kyoko y yo tenemos dos meses saliendo. Ella no va a cumplir con tu estúpida promesa así que no te le acerques.

En ese momento, su aura de absoluto desprecio afloró sin control.

— No la hagas sentir culpable, ni la menosprecies porque es maravillosa. Por lo único que tengo que darte las gracias es porque a raíz de tu estupidez pude reencontrarme con ella.

Shoutaro se quedó de una pieza. Ren lo miró desafiante, esperando cualquier respuesta, pero Fuwa no contaba con tanta honestidad y franqueza de parte del actor, así que no dijo nada.

Ren concluyó:

— Nos estaremos encontrando, porque este medio es así. Cuento con tu discreción.

Y sin más, salió de la habitación. Saludó muy cortésmente a Shoko y se fue. Su manager hizo una reverencia y miró de reojo hacia dentro de la habitación que había ocupado Ren: vio a un pálido Shoutaro con cara de aterrado y confundido. No se atrevió a preguntar nada.

Como Kyoko no sabía de este encuentro. Decidió enfrentarlo la próxima vez que se vieran (aunque prefirió dejarlo al azar). Un día, coincidieron en el mismo canal y ella le pidió hablar a solas. Con calma le dijo:

— Shoutaro, no cumpliré con la promesa que te hice, a ti no te debo nada, pero es justo que sepas que estoy saliendo con Ren hace tres meses—. No lo miró a los ojos porque se encontraba completamente sonrojada.

Y aunque Shoutaro estaba advertido, decidió usar ese detalle a su favor, total, no quería ponérselas tan fácil:

— Lo sé, el mismo actorcito me lo dijo y me pidió que no dijera nada. Pensé que tú lo habías enviado.

Kyoko se sorprendió, pero recordó que Ren le había dicho que él solucionaría las cosas con Shoutaro. Lejos de sentirse molesta como quería el cantante, se sintió tan apoyada y protegida que sólo pudo sonreír.

— Estamos claros Shoutaro, de ahora en adelante sólo te queda verme seguir creciendo como actriz.

Y se fue, sin decirle ni adiós a su amigo de la infancia.

Por el lado de Ren, Kyoko supo a detalle su pasado. Supo de sus orígenes y sus traumas. Hasta supo de Corn-Kuon-Ren. Claro el día que Ren se sinceró con ella, Kyoko primero no le creyó. Luego de que Kuon se lo comprobó compartiendo detalles que sólo ellos sabían de sus encuentros infantiles: referencias, comentarios, clima, etc. Ella seguí dudando. Así que se quitó los contactos. Al ver sus verdes ojos, ella lo asimiló. Lo miró asombrada, tomó su bolso y salió corriendo del apartamento de Ren.

El actor quedó devastado, temía esa reacción. Durante 4 horas no se movió, hasta que sonó el timbre no se levantó del lugar que había ocupado en la sala. Al ver que era ella, se apresuró a abrirle:

— Kyoko, yo... balbuceó.

Ella hizo un gesto con su rostro que lo hizo callar. Le pasó las grandes bolsas que traía consigo diciendo con firmeza:

— Joven Hizuri, me encargaré de alimentarlo por una semana.

Kyoko invadió la cocina de su novio y preparó una gran cantidad de comida que le sirvió prolijamente. La porción era digna de lo que comería su Otou-san (Kuu). Ella tomó una ración normal y se sentó frente a él. Lo miro desafiante al decirle:

— Escucharé todo lo que tienes que decir una vez termines eso.

Así que Ren se resignó a ingerir ese montón de cosas servidas abundantemente para poder hablar luego. Cuando iba por la mitad de la comida, Kyoko por fin se compadeció de su cara compungida, levantando el castigo.

De todas formas, debió pasarle un digestivo. Luego que lo tomó y se sintió mejor, Kyoko lo abrazó mientras decía:

— Está bien, explícame tus razones.

Su relación se basa en la confianza absoluta. Ella entendía por qué Ren no llamaba a sus papás. Eso sí, él sabía que Kyoko le escribía a Kuu y le contaba todo, lo laboral y lo sentimental. Mogami mantenía muy informados a sus suegros de todo sobre ellos (muchas veces anexaba fotos juntos o sólo de él en la intimidad, con sus ojos verdes expuestos). Y para Ren, eso era un gran alivio, pues por medio de ella, estaba mucho más unidos a sus papás que antes.

Así que, con el apoyo de los seres queridos de ambos y habiendo marcado límites al "indeseable", consiguieron tener dos años de romance tranquilo, intenso e íntimo.