Hola a todos! Si, ya se que tengo muchos fics que aun no acabo, y si otro mas… vamos, que yo no puedo controlar mi imaginación… por algo me recluí en una escuela de arte jajajaja

Ok esto es simple, es esa historia que dije que seria en relación a una que aun no acabo… (me da flojera escribir su nombre)…

RESUMEN RAPIDO: Kate tiene 15, acaba de volver de Boston con su familia, reencontrándose con su antiguo mejor amigo.

Rick tiene 17. Es un chico rebelde, en especial si esta en compañía de sus amigos.

Es todo, soy pésima en resúmenes…

Bueno una cosa mas… los que ya leyeron el fic de la juventud de Rick, saben que ahí a Rick se le dio por la cantada… pues aquí también… NO SERA ESCRITOR, sino MÚSICO.

Es que con las canciones de cierta banda de Chicago me inspire. Así que cada canción que cante Rick aquí, y diga ser escrita por él, en realidad es de esta maravillosa banda… si, las letra no serán mias tampoco… no tengo tanta imaginación jejeje

Así que si tu lector, no te gustan este tipo de fics, no los leas, porque desgraciadamente es la trama de toda la historia…

Bien si llegaste hasta aquí, sin abandonarlo… gracias, puedes comenzar a leer después de…

Ningún personaje es mio, son de Marlowe. O al menos eso dijo él jejeje

Y las canciones son de "FOB" (Espero y no me caiga una demanda a mi humilde morada, aunque en realidad es blanca jajaja xD, ok ya se que soy pésima para los chistes…)

DISFRUTEN LA LECTURA :D

oOoOoOo

CHAPTER I:

SI EL DESTINO ASÍ LO QUIERE… ESPERO NO LLEGAR ESTA VES TARDE

Suspiro mientras se acomodaba los rebeldes mechones de cabello, que caían de su frente, tapándole modestamente la visión.

Una nueva semana en la preparatoria. La odia inmensamente. Su único consuelo, eran sus mejores amigos. Quienes, a pesar de su estilo peculiar en el que se comportaban y pensaban, eran unos chicos increíbles. Los llamaban en "trípode". Siempre estaban juntos. En las travesuras, en las juergas, en todo.

Incluso intentaron ayudarlo cuando un año antes ocurrió todo el asunto de Audrey. Y aunque su consejo había sido, que se metiera con cuanta chica se le cruzase, al menos había hecho el intento.

Se recoloco la mochila en el hombro, poniéndose el viejo casco de su motocicleta, listo para partir. Estaba avanzando, a una velocidad "prudente"; cuando se topó con un auto tremendamente familiar. Incluso, se distrajo unos instantes observando al conductor. Y es que lo conocía, pero no recordaba de dónde.

Y opto por seguir su camino, o llegaría tarde.

Quince minutos después, estaba entrando en la escuela. Detestando el ambiente. Digan lo que digan, la preparatoria era una horrenda etapa para él adolescente. En donde mandaba, el que fuera mas "popular", el que tuviera dinero, o el que tuviera a la novia más caliente… lo cual provocaba, que pensara mas y mas en Audrey. La chica de sus sueños. Su amor platónico. La amaba desde que tenían trece.

Todavía recordaba el día que la conoció. Como se había caído del columpio, y él como buen chico le había ayudado. Estableciendo de inmediato una conexión, que duró poco. Muy poco. De hecho solo duro año y medio más. El tiempo que estuvo recluido en ese horrendo internado. Preguntándose una y otra vez ¿Por qué a esa chica tan increíble tenían que crecerles los pechos? Aun recordaba ese terrible día, cuando volvió del internado, y vio que su amiga lucia más linda que otras veces. Con ese nuevo signo de pubertad. Como había conseguido hacerse amiga de las tres chicas más populares de la secundaria. Como lo comenzó a ignorar… como dejo de prestarle atención, de saludarlo, para finalmente tratarlo como a basura.

Muchas cosas pasaron después. Cosas que preferiría no recordar, para evitar sufrir más de la cuenta.

Abrió su casillero, intercambiando libros, intentando recordar que clase le tocaba. Cuando de pronto una mano se estrelló estrepitosamente contra su espalda, provocándole tremendo sobresalto.

-Hey tranquilo Ricky… ¿Por qué te asustas campeón? Ni que tuvieras tan pervertida la mente… -Dijo un muchacho alto, de cabello castaño claro, y ojos miel.

-Johnny, no todos somos como tu… imbécil…-Río Rick, ante la cara que puso su amigo.

-El pequeño Ricky te callo… auch! –Contesto el otro muchacho, de estatura promedio, ojos azul verdosos, y cabello casi pelirrojo.

-Y a ti quien te hablo, William…

-Hey, calmados… que apenas es lunes, y no estoy de humor para sus peleas matutinas… -Dijo Rick con fastidio.

-Y a ti ¿Qué te pasa? –Dijo Billy.

-Nada… lo siento… mala noche…

-Otra vez tuviste que usar tu mano envés de a una chica…

-John, deja de ser tan cerdo por una vez en tu vida, quieres… -Billy le dio un golpe en la cabeza. –Ahora si Ricky, que te paso?

-Nada, solo no tuve buena noche… discutí con mi madre otra vez… dijo que si seguía así, me volvería a mandar al internado…

-No! –Dijeron a la vez sus amigos.

-Ricky, no puedes permitirlo… prometimos no volver… -Se angustio Johnny. Rick miro a sus amigos, percibiendo cierto temor en sus ojos. Era verdad lo que decía Johnny. Habían prometido no volver a meterse en problemas (al procurar no ser atrapados), para no tener que volver a ese infierno. Con trabajos habían sobrevivido. Cuidándose la espalda unos a otros, y con la ayuda de Damián. Era chistoso como tres chicos tan distintos, habían logrado convertirse en los mejores amigos en tan solo dos semanas.

Rick atesoraba en su mente, aquel momento en el que los conoció. Ellos eran de clases sociales diferentes. En especial Billy. Quien era hijo único, sin madre y con un padre cirujano. Quien amasaba una gran fortuna. Pero completamente solo. Cosa que lo obligo a meterse en muchos problemas. Y a pesar de todo, era el que razonaba mas de los tres. Y aunque a veces el lado "morboso" de Johnny, se le pegaba, trataba de dar buenos consejos.

Johnny, sin embargo era otra cosa. El sí tenía a sus dos padres. Pero al igual que Billy, estaba solo siempre. Su padre es abogado. Y de los buenos. Con dinero, pero no como Billy. Su madre, una típica señora de sociedad. Quien prefería estar en algún club, que cuidando de su hijo. Johnny, siempre había sido un niño muy precoz, en especial cuando a los diez años, escucho a su padre y a la chica de la limpieza, compartir un momento agitado. Cosa que lo marco. Volviéndolo un adicto a las chicas y al sexo. Tampoco es como si tuviera una gran experiencia.

Y luego estaba él. Que era el típico chico solitario. Que no tenía padre. Con una madre con sueños de ser actriz, y sin tiempo para él. Fue un niño, que salía a jugar solo desde los ocho. Pero eso sí, tenía un gran corazón. Y cierto talento para escribir, así como una gran facilidad para meterse en problemas gordos. Como aquella vaca que subió al techo de la escuela cuando iba en secundaria, o cuando hizo que el baño de chicas explotara gracias a unos fuegos artificiales.

Como quien dice, las virtudes de cada uno, los hacían uno solo. Un maldito trípode.

-Lo se… no se preocupen. Yo me encargo. Ya no discutiré con mi madre, e intentare ponerme al corriente con las clases… relájense, no provocare otro año en esa cárcel juvenil…

-Más te vale… además recuerda que ahí no hay chicas. Y tendrías que mantenerte en celibato por más tiempo… porque dudo que hayas tenido sexo últimamente…

-Y lo volviste a arruinarlo Johnny. No todo en la vida es el sexo… hay cosas mas importantes…

-Apoyo a Ricky…

-Ah como sea… vámonos a clase, para evitar que te metas en líos… -Y tomando a Rick de los hombros, Johnny junto con Billy se encaminaron al salón de biología.

Sin percatarse, de una atenta mirada, que los había observado desde una distancia prudente. Ponderando la opción de acercarse. Sintiendo cierta inseguridad. Dirigiéndose, a su primera clase…

OoOoOoOoO

Odiaba matemáticas. Detestaba tener que pensar en una cantidad inmensa de números. Prefería estar escribiendo, que estar ahí sentado, haciéndose el tonto. Fingiendo entender la lección más ridícula de la historia de las matemáticas.

Ya solo faltaban cinco minutos para la hora del almuerzo. Solo tenía que soportar un poco más… giro la cabeza, intentando evitar quedarse dormido. Vio a Johnny babeando su cuaderno, a Billy apuntando lo que decía el profesor (sin duda su amigo era un nerd de las matemáticas). Otros chicos viéndole la ropa interior a Romy Toners, a través de un espejo. Rio por lo bajo. Decían que esa chica nunca usaba ropa interior… y aunque moría por comprobarlo, no era correcto. Johnny tenía razón, ya llevaba mucho tiempo sin estar con alguna chica… pero es que no tenía tiempo para una novia. Ellas solo te quitan el tiempo. Aunque si lo pensaba bien, él no quería una relación formal. Solo una chica, para pasar el rato…

Suspiro, girando la cabeza a su izquierda, viendo a través de la ventana. Admirando la práctica de porrista, que podía verse desde su lugar. E inmediatamente y sin darse cuenta, comenzó a buscar a Audrey. No podía evitarlo. La amaba, y era imposible dejar de pensarla aunque solo fuera un instante. Suspiro, mientras se masajeaba el puente de la nariz. Pensando en cómo no caer en tentación, cuando la vio. A una chica de cabello castaño. Sentada en el césped, refugiada del sol. Leyendo muy entretenida un libro.

Le llamo la atención. Así que comenzó hacer su cacheo. Se veía linda, aunque aún no le miraba la cara. Y de pronto, por un instante se olvidó de Audrey. Se sumió en cavilaciones, admirándola. Como el cabello caía graciosamente por su rostro, impidiendo apreciarlo más detenidamente. Y comenzó a sonreír torpemente, cuando de pronto sonó la campana, anunciando el final de la clase.

Se levantó con pesar de esa mullida silla. Guardando el cuaderno, que se había mantenido en blanco durante toda la clase.

-Hey Ricky. Te vemos en la cafetería… -Le aviso Billy. Contestándole con una asentada de cabeza. Girando instintivamente la cabeza, hacia la ventana. Localizándola con ojos precipitados. Desilusionándose al no verla bajo aquel árbol.

Suspiro, e impartió su camino a la cafetería.

Cuando llego, tomo su charola, comenzándose a servir una hamburguesa de queso, papas y una soda. Localizando la mesa donde se sentaban sus amigos. Riendo un poco asqueado, ante la peculiar forma de comer de Johnny.

-¿Qué hay chicos?

-Nada, soportando al cerdo de Johnny… lo usual, ya sabes… -Rio junto con Rick.

-Saben, estaba pensando en repetir lo de hace un año…

-Te refieres a dormir con la mas caliente de la escuela, para después enamorarte de ella, y que te deje por otro…

-No era necesario el recuerdo Billy…

-Pero tiene razón, Ricky. Cuando te encaprichaste con Audrey, te olvidaste del trípode. No querías volver mas a la escuela…

-Lo se… pero no me refería a eso, sino al tema de la canción…

-Quieres cantar otra vez…

-Y no solo cantar, quiero seguir tocando la guitarra, y seguir escribiendo canciones… para así evitar meterme en problemas…

-Pues me parece muy bien… -Dijo Billy.

-Y tu que dices Johnny, te unes con el bajo otra vez…

-Ya sabes que si. Además a las nenas les encantan los chicos que están en una banda, y mas los bajistas…

-Excelente chicos. Me encanta esto… podría organizar un concierto… ya saben, en algún lugar… nombrando al evento "El regreso de Revenge" ¿Qué opinan?

-Suena bien… y debo confesar que ya tengo un par de canciones mas…

-Brillante. Eso quiere decir que continuabas escribiéndole canciones a la zorra de Audrey.

-No! Son independientes… basadas en momentos pasados… una es con respecto al baile. Y otra tiene que ver con nuestra pequeña expedición en el bajo mundo de Manhattan.

-Oh ya… no mencionas que nosotros…

-Claro que no, jajaja tontos… en fin, dado que quedamos así… ire a hablar con el profe de música, para que nos consiga el permiso y podamos usar el salón de música…

-Bien… -Dijeron Johnny y Billy. Mientras Rick, se levantaba. Caminando de espaldas, haciéndoles señales obscenas a sus amigos. Divirtiéndose. Cuando dio la vuelta, y de repente sintió fría la playera. Habían derrabado un batido en él.

-Lo siento mucho. No me fije… -Dijo la voz de una chica, quien comenzó a limpiarle la camisa con varias servilletas, ante las risas discretas de sus amigos, y unos cuantos alumnos mas.

-Descuida… -Le sonrió, a la chica. Quien de pronto lo miro, a través de unas grandes gafas de pasta negras…

Y sin preverlo sus miradas se conectaron. Sintiendo algo raro. Una especie de deja vu. Esos ojos ya los había visto con anterioridad.

-¿Rick? –Dijo la chica de cabello castaño y ojos avellana.

-Si…

-No me recuerdas…? Soy Kate. Hace unos años era tu vecina. Solíamos jugar juntos… -De pronto la recordó. Su amiguita de juegos. La chica que vivía en la casa de lado. Esa niña de enormes gafas y frenos, que siempre le hacia reír.

-Kate! Dios, eres tu… -La abrazo discretamente para no mancharla. –Mira que grande estas…

-Y que esperabas, que siguiera del mismo tamaño –Sonrió.

-Graciosa…

-Y los frenos?

-El dentista dijo que ya podía dejarlos… sonrisa nueva. –Sonrió

-Muy linda. Oh, y mira tu cabello. Esta más largo… ven, salgamos de la cafetería. Acompáñame a mi casillero. Ahí, creo tener una playera de repuesto. –Le guiño el ojo. La tomo de la mano, saliendo de la cafetería.

-Y cuando volviste de Boston?

-El sábado… solo, que mi papá estaba arreglando unos asuntos, y apenas hoy volvimos a nuestra vieja casa…

-Eso quiere decir que seguirás siendo mi vecina? –Sonrió, cuando la chica asintió… -Que genial. Así podremos platicar de ventana a ventana, como en los viejos tiempos…

-Como en los viejos tiempos… -Sonrió con timidez… Rick, se detuvo, abriendo su casillero…

-Solo tengo esta… -Dijo, mostrándole una camisa de cuadros azul. -¿Crees que se me vea bien?

-Si, supongo… -Sus mejillas comenzaron a arder… Rick, era mucho mas atractivo, que cuando eran niños… y es que siempre había tenido un enamoramiento hacia él… a pesar, que el chico jamás la vio, mas que como una niña, de doce años. Y mas, cuando le conto que le gustaba, esa otra chica, que a veces jugaba con ellos…

-¿Estas bien? Te noto rara…

-Si, si… es solo que… me siento mal por tu camisa… quizá deba lavarla… -Mintió

-Ni lo pienses. Fue un accidente… -Le sonrió con sinceridad, provocando que sus mejillas se encendieran aún más…

-Hey, Ricky… quien es tu amiguita? –Dijo Billy con curiosidad, mientras observaba de reojo a Kate.

-Oh, chicos, ella es Kate, una vieja amiga… Kate, ellos son los tontos de mis amigos… Billy… -Señalo al medio pelirrojo. –Y Johnny…

-Hola, linda… un placer conocerte… -Dijo un galante Billy, besando su mano, provocando que tanto Johnny como Rick, rodaran los ojos…

-Hola, soy Johnny… y, así que tu eres la chica que duerme con Ricky… -Soltó el chico sin la menor preocupación… ante las caras desencajadas de los otros tres chicos…

-Jonathan! No digas estupideces, Kate es solo mi amiga… y no le faltes al respeto así…

-Entonces no se acuestan?

-Cállate mejor imbécil… -Lo golpeo Billy en el brazo…

-Si que eres un idiota. –Reprocho Rick, dándole un fuerte golpe en la cabeza. –Lo siento Kate… pero por desgracia son así este par…

-Descuida… -Dijo con timidez, y cierta vergüenza.

-"Este par"? discúlpame, mi querido Ricky, pero yo, a diferencia de este cerdo, soy un completo caballero… no creas lo que te dice el joven e iluso Ricky. –Se dirigió a Kate, quien le sonrió tímidamente. En realidad, se sentía muy, pero muy intimidada con los "Amigos" de Rick.

-Zorra a la vista! –Anuncio de pronto Johnny. –Ricky, la zorrita, se esta acercando, actúa normal; o utiliza a tu amiguita… -Kate se fijo que Rick, tocio los labios, y sin decir nada, se concentró en el contenido de su casillero, como si su libro de biología fuera increíblemente interesante. Mientras que los otros dos chicos, fingían una conversación entre ellos. Pero por otra parte ella, al no saber exactamente a lo que estaba pasando, no resistió la curiosidad de voltear a ver a esa "Zorra", como la había llamado Johnny.

Una chica alta, con uniforme de porrista, caminaba como si fuera una modelo de marca de ropa, luciendo su larga cabellera rubia. Realzando su figura, mientras que tras ella, la seguían tres chicas, como si fuera una diosa. Kate no pudo evitar rodar los ojos. En su antiguo colegio había un par como ellas. Las típicas chicas "plásticas", sin nada de cerebro, pero con mucha silicona en algunas partes de su anatomía.

La chica paso cerca de ellos, mirando a Kate de arriba abajo, estudiándola.

Provocando que Kate, sintiera cierta familiaridad, como si ya hubiera visto antes.

-Ya se fue Ricky… sal de tu escondite… -Murmuro el joven pelirrojo.

-Vaya Rick, en vez de que sigas con tu vida… porque no la ignoras y haces lo que te dije esta mañana…

-Johnny, que dijimos de presionar a Ricky…

-Chicos, gracias por su "Apoyo", pero estoy bien… está superado…

-Perdón… pero… ¿Quién es esa chica?

-Audrey McKalister… -Dijo sin importancia Billy…

-Y ¿por qué tanto alboroto? –Quiso saber más Kate.

-Porque es la chica con la que nuestro querido Ricky perdió su virginidad… pero el muy imbécil se enamoró de ella… -Soltó sin pensar Johnny.

Kate sintió un nudo en el estómago ante aquella declaración. Hacía muchos años que no sentía eso… la última vez, fue cuando Rick le había confesado que estaba enamorado de esa chica rubia de pecas…

"Como era su nombre…" Se cuestionaba Kate… "Oh Dios! Es ella… la chica por la que me cambio Rick… Audrey McKalister"

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Hola a todos, dije que había un fic en consecuencia de otro, que aun no acabo por cierto, pero que estaba muy presente… bien no tengo nada que hacer jajaja y dije, por que no?

Como dij al principio, es medio "AU", y si eres sensible con la música de cierta banda de Chicago, mejor no lo leas… aunque tengo la esperanza, que acabare volviendo fans a algunos jejeje

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Nos estaremos leyendo

Jess

Oh, una última cosa… perdonen las faltas de ortografía, es que mi editora esta dormida… mañana tiene clases jajajaja xD