Espero no haber hecho muy Ooc a Chico Bestia y que el villano de turno no se robe la escena
Aviso: Teen Titans es propiedad de DC Comics y Warner Bros. Yo no soy dueño ni de los personajes ni de otros productos relacionados, excepto la historia.
Un trato ventajoso
El lugar poseía algo de caverna, también de tumba. Aquí se encontraba una de las personas más temidas de Jump City, todos deseaban olvidar, a ella y lo que había hecho, excepto un muchacho, Chico Bestia. Entró al recinto, que a pesar de su oscuridad, de estar lleno de máquinas herrumbradas y cables desparramados por doquier, para él era un lugar especial, lleno de recuerdos amargos, y alguno que otro radiante y alegría. Llevaba un ramo de flores, humilde y silencioso tributo a su amistad.
-Ojalá volvieras con nosotros.-Se lamentó. Dejó el ramo en la base del improvisado pedestal donde Terra se encontraba petrificada. Durante unos instantes, lo único que se escuchó fue el sonido del goteo de las filtraciones
-Podemos arreglar eso.-Le susurró una voz, que provenía de detrás del pedestal.
-¿Quién anda ahí?-Preguntó Chico Bestia, sobresaltado, a punto de transformarse.
De entre las sombras surgió un hombre, de rasgos vagos e indefinidos. Podía ser cualquier persona.
-Tranquilo joven.-Dijo con voz suave el extraño.-Sólo soy una persona que anda por el mundo, ayudando a los demás con sus predicamentos. Veo que usted extraña a alguien.-Añadió, con gran énfasis.-Puedo liberarla de su prisión de piedra y ceniza.-Observó a Terra cierta sorna.-Es un caso sencillo para mis poderes.
-¡Tonterías!-Gritó. Sin darle tiempo de replicar al extraño Chico Bestia se había transformado en un tigre verde oscuro, de mirada desorbitada. Se abalanzó sobre el hombre, éste se horrorizó al ver cernirse sobre su garganta las temibles fauces.
-Está cometiendo un terrible error, joven. Déjeme demostrarle.-Gimió el extraño, la súplica surtió efecto, Chico Bestia volvió a su forma original. Sabía que no podía confiar en un extraño, pero la idea de que Terra regresara de su estado petrificado, era muy tentadora.
-Muy bien, amigo, demuéstreme lo que quiera, pero al mínimo movimiento sospechoso...
-Pierda cuidado.-Dicho esto se encaramó donde Terra estaba, hizo unos pases con sus manos, pronunció algo en una incomprensible jerga y posó la palma de su mano derecha en una de las mejillas (en este punto, Chico Bestia notó un cambio en el aire, que se hizo frío y penetrante). La mejilla pareció revivir, el polvo, la ceniza y la piedra desaparecieron, volvía a verse la piel lozana y fresca de la antigua titán. Chico Bestia no podía creerlo, el corazón le dio un vuelco. El extraño observó la reacción del héroe, sonrió con satisfacción, alejó su mano de la mejilla y volvió a recitar su la plegaria, enseguida la mejilla retomó su estado de piedra. Chico Bestia lanzó un profundo suspiro.
-¿Qué pide a cambio?-Preguntó con temor. El extraño sonrió triunfalmente.
-Una vida a cambio de otra, yo le entrego a su amiga adorada, y usted me entrega a uno de sus compañeros.-La fachada gentil había desaparecido, su rostro era duro como la piedra que aprisionaba a Terra.
-Lo que me pide es imposible.-Musitó Chico Bestia. Pero no pudo evitarlo, brotaron las imágenes de los momentos felices que había pasado con ella, fantasmas que se paseaban en su mente. Se encontró diciéndose a sí mismo que, después de todo, sacrificar la amistad para salvar el amor, es lo que cualquier persona normal haría. Si alguno de los otros titanes se encontrara en su posición, lo más probable es que aceptaran el trato.
-Entonces, ya no tengo nada que hacer aquí.-Dijo el extraño, con falsa tristeza.
-¡Espere!-Le gritó Chico Bestia, haciéndole un gesto para que se detuviera.-Si acepto, traerás de vuelta a Terra, ¿sin trucos, ni nada de eso?
-Nada de engaños, si hago una promesa, la tengo que cumplir, de no hacerlo, mi castigo sería peor que la muerte. Si la idea de entregarme la vida de uno de sus compañeros le repugna, piense que solo devoro su energía vital (ser un ser mágico como yo consume mucha energía), no sufrirá nada, será como irse a la cama. Después de todo, ¿qué es la amistad frente al amor? Nada, una frivolidad, la fragancia de un instante que luego se desvanece. En cambio, el amor, dura para siempre. ¿Acepta?
-Sí.-Respondió Chico Bestia, cuya conciencia estaba como anulada por el recuerdo de Terra. Quería estar con ella, lo demás no importaba. El hombre abrió, pero no era una sonrisa, tal vez la celebración salvaje de una nueva victoria, una de tantas...
-Antes de comenzar, debemos efectivizar el contrato, un simple apretón de manos, todo muy artesanal y cálido, lejos de los formalismos fríos de los leguleyos. Por cierto, ya vaya eligiendo al amigo para sacrificar, no e surgente pero ahorra tiempo.-Le anunció el extraño, como si estuviera hablando en una peluquería. Extendió la mano solemnemente ante Chico Bestia, éste también la extendió. Apenas su mano enguantada rozó la pálida extremidad del hombre, algo en su interior se reveló, él, un Titán de Jump City, vendiendo a sus amigos por inciertas promesas, no podía envilecerse de esa manera. Con brusquedad retiró la mano. El extraño pareció perder la compostura.
-Perdón, joven, debo interpretar ese gesto tan grosero como una negativa.-Le dijo, haciendo enormes esfuerzos para mantener su máscara. Su cuerpo empezó a estremecerse, Chico Bestia sintió un miedo instintivo, atávico; se preparó para pelear.
-Váyase.-Le ordenó el titán.-Váyase.
-Nadie me ordena, nadie me defrauda. Pudo haber sido el beneficiario de un trato muy ventajoso, pero debía sucumbir ante uno de las peores pestes de los humanos, la lealtad.
-Deje de hablar.-Respondió Chico Bestia. Inmediatamente se transformó en un oso, pero el extraño no le dio tiempo de probar sus zarpas en él, saltó sobre y le aplicó una llave al cuello. Chico Bestia sintió como una gran fuerza trataba de partirle el cuello. Logró zafarse al convertirse en una mangosta, saltando directamente a la cabeza y mordisqueándolo. El extraño pareció perder el equilibrio y la capacidad de reacción, ya que no trataba de sacarse al titán de encima, sino que se limitaba a tambalearse; Chico Bestia aprovechó y cambió a gorila, para dejarlo fuera de combate de una vez por todas, logró darle unos puñetazos, y el extraño parecía a punto de caer, pero logró pasar por entre las gruesas piernas del héroe, y resguardarse detrás de unos escombros.
-Sé cuando estoy derrotado.-Empezó a decirle, con voz débil.-Pero ante de esfumarme, le diré cuanto lamento que haya rechazado los servicios que...- No pudo continuar, una gran roca había caído cerca de él, indicando la paciencia que tenía el joven h 0roe de escucharlo. Sin perder más tiempo, recitó nuevamente palabras incomprensibles y se desvaneció en el aire.
Chico Bestia volvió a su forma original, se pasó la mano por la frente, y e sentó sobre frente a Terra. Sacó el comunicador y llamó a la torre.
-Chicos.-Empezó a hablar, sin apartar sus ojos de su pétrea amiga.-No saben lo que me pasó.-Había alivio en su voz.
