Disclaimer: Todos los personajes son propiedad de Sthephanie Meyer.

Es mi propia historia contada al estilo Twilight Saga, cualquier parecido de algún capitulo mío con la Saga, en verdad… es mera coincidencia. Los personajes son propiedad de Sthephanie Meyer, pero la historia es totalmente de mi propiedad y los involucrados en ella.
Quiero dar gracias a las personas involucradas en este FanFic, que es mas Fan que Fic, puesto que todo lo que escribí realmente pasó, solo que esta adaptado a versión Twilight.
Gracias a mis personajes:
Mary Alice Brandon Hale Cullen – Janet
Leah Clearwater – Maritza
Jasper Hale – Richard
Rosalie Hale – Brenda
Esme Cullen - Andie
Edward Cullen – Tú
Tanya – Laura
Jacob Black – Adrián

NO COPYRIGHT INFRINGEMENT INTENDED

PRÓLOGO

1. LA FIESTA

Me terminé de un solo trago lo que quedaba de la cerveza que traía en la mano, volví a ver el reloj con desesperación cuando Alice me interrumpió.

-Cálmate, dijo a las 11 – Me dijo muy segura de sí misma, pues claro, era Alice.
-Ok, tiene entonces 24 minutos para llegar – dije con una convincente fortaleza en cada una de mis palabras.

Traté de hacerle caso a Alice y me distraje un poco, lo más que pude a comparación de pasadas experiencias, volví a ver el reloj Diez cincuenta y cuatro… y pensé, solo tiene 6 min para llegar, había sido muy clara con Él y conmigo sobre todo, en cuanto a la regla eterna sobre faltar a La Fiesta más importante, mi cumpleaños. Odiaba que Jasper estuviera tan distraído con Alice que olvidaba calmarme. De pronto sentí un escalofrío de los que se sienten bien y vi de reojo la puerta, tuve que voltear y acercarme a Leah, ella no era humana ni vampiro, era mi única amiga metamorfa, y por lo tanto al no ser humana como yo, ni vampiro como Alice, Edward, Jasper o Rosalie, podía darme siempre un consejo parcial sobre la situación, por obvias razones, la convivencia entre ella y Edward era un poco inestable por así decirlo, pero se toleraban, por mí, así que corrí a donde ella estaba.

-¿Es mi imaginación o hay un Edward en mi puerta? – pregunté al borde de la hiperventilación
-No Bella, hay un Edward en tu puerta, corre y salúdalo.

Así que intenté hacer caso a lo que Leah me había dicho, pero solo logré regresar a la mesa de donde me había retirado segundos antes, hasta que sentí su hermosa presencia justo atrás de mí.

-Feliz Cumpleaños – me susurró mientras me abrazaba, y en efecto, ese momento estaba remarcando la parte de "Feliz"

Saludó a Alice y a todos en la fiesta, yo traté de distraerme pues su simple presencia me ponía muy nerviosa, aún estaba lidiando con mi yo interno en el debate sobre si debía o no aceptar que estaba sintiendo unas cosas más allá que solo amistad por él.

Me concentré tanto en estar distraída que el tiempo pasó volando, de pronto vi que Alice estaba tratando de sacarlo a escondidas de mi casa, esto ya no me estaba gustando, desde los últimos días se traían algo entre manos, aunque ella juraba que me lo hubiera dicho, salí a ver qué estaba pasando cuando Alice ya estaba de regreso, me abrazo y me empujo hacia el estacionamiento.

-Feliz Cumpleaños Bells – y me empujo de nuevo señalando el punto en dónde se encontraba Edward.

La obedecí y entonces ahí estaba Edward, a la luz de la luna, fue como si el tiempo se detuviera, y entonces me dio esa sonrisa torcida que tanto me podía derretir, una vez más tuve que recodar respirar antes de que me desmayara. Llegué hasta donde estaba, junto a su coche, sacó primero unas películas que le acababa de prestar y me las devolvió.

-Este no es tu regalo de cumpleaños pero, no podía llegar con las manos vacías – Decía con esa voz tan inexplicablemente endulzante, mientras sacaba de su coche un ramo de Lilis, mis flores favoritas – Feliz Cumpleaños Isabella – Dijo mientras rodeaba mi cintura con sus brazos, y aunque yo odiaba que me llamaran mi nombre completo, cuando salía de su voz, agradecía que lo dijera.

-¿Por qué me regalas Lilis? – pregunte asombrada pero tal vez lo dije con un tono molesto
-Porque son tus flores favoritas – contesto en un tono hermosamente sarcástico

No podía dejar de abrazarlo, me aferré a su cuello mientras intentaba no caerme estando tanto tiempo sobre las puntas de mis pies, en ocasiones como esa… mi estatura era un obstáculo, de pronto sentí algo así como las mariposas en el estomago de las que tanto hablaba la gente. ¿Qué podía perder? Alice no había mencionado nada sobre este momento pues no lo había pensado jamás ¿debía regresar a casa a preguntarle?

Me separé ligeramente de él y tan rápido como pude puse mis labios sobre los suyos, con miedo, me daba miedo que fuera a deshacer de una forma gentil el nudo que mis brazos habían formado alrededor de su cuello. Me siguió besando mientras yo me hacía ideas en mi cabeza y olvidaba lo que estaba pasando, así que me concentre en ese beso, estaba volando, el tiempo no existía de nuevo, no sabía si estaba soñando así que no podía asegurar que era el mejor cumpleaños de mi vida hasta que no confirmara que estaba despierta, era demasiado arriesgado.

Sentí como si hubiera pasado una eternidad hasta que el beso terminó.

-Perdón –dije mientras retrocedía un paso
-¿Por qué pides perdón? Es algo que querías hacer ¿no? – Pregunto mientras respondía – Si no te hubiera querido besar, simplemente no te besaba – agregó mientras caían ligeras gotas de lluvia y entonces yo confirmaba que esto era real y puse toda mi atención.

Así que aproveche mi aparentemente repentina buena suerte, y lo besé de nuevo, esta vez más concentrada en sacarle todo el provecho posible.

-Me tengo que ir – interrumpió mientras yo volvía a la posición de nudo en su cuello – Pero te voy a seguir viendo, no te preocupes, y siempre tendremos nuestras llamadas – me calmó mientras paseaba sus manos por mi espalda, era buen trato, mínimo aun iba a poder escuchar su voz todos los días.

Volví a besarlo una vez más, era lo justo, esta vez el beso fue más breve, en verdad se tenía que ir.

Regresé a casa y corrí con Alice y Jasper a contarles eufóricamente y a una velocidad que hasta a ellos les costaba trabajo entender.

-¡Me besó! ¡Lo Besé! ¡Nos Besamos! – Repetí unas múltiples veces hasta que Alice me tomó por los hombros mientras Jasper hacía lo suyo para calmarme

-Era obvio, ya lo sabíamos – Dijeron ambos casi al mismo tiempo – ahora ¿te puedes calmar y seguir disfrutando de la fiesta que con tanta delicadeza y detalle preparamos? – dijo Alice en tono más de orden que de pregunta o sugerencia.

-¡Me regaló mis flores! – agregué antes de hacer lo ordenado agitando felizmente el ramo de flores que parecía estar pegado a mi mano, entonces Alice me volvió a sujetar y me llevó a la cocina a buscar un florero antes de que ahogara las flores en mis manos
-Ya lo sabía, Soy Alice – me dijo mientras me miraba graciosamente orgullosa sobre su triunfo sobre mí, una vez más, era imposible competir con ella, era adorablemente molesta.
-¿Tu lo planeaste? – argumenté
-Solo digamos que mi hermano a veces es un poco torpe, obvio no como tu, y no sabía que traer en tu cumpleaños y digamos que le dí una ayudadita
-¡Alice! – grité
-¡Bella! – agregó - ¿Querías el mejor cumpleaños de tu vida no? Ahora lo tienes, no te quejes y hazme el favor de poner esas flores en un florero antes de que las arruines y te pongas a llorar porque arruinaste tus flores. – tuve que obedecer, Alice era imposible.
Mas tarde recibí un mensaje de Edward que decía:

"Felíz Cumpleaños Bella,
espero que ahora te guste el Naranja"

Las flores que Edward me había regalado eran color Naranja, él sabía cuanto odiaba ese color, pero por primera vez en mi vida, el naranja fue tan hermoso, supongo que lo ví así porque venía en mis flores favoritas que mi persona favorita me había regalado en mi día favorito.